- 162 páginas
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La fragua cero
Información del libro
Bajo el título de La Fragua Cero detrae la autora su escritura y la conduce por el claroscuro de un taller en el que, a través de las Sombras, los Destellos y, finalmente, la Luz -manifestaciones propias de una fragua-, "se va abriendo el lenguaje para devolverlo a su incandescencia original, como considero que logra la experiencia poética."De este modo se ha dividido el contenido de La Fragua Cero en tres secciones: Sombras, Destellos y La Luz. La sección de Sombras comprende un total de nueve relatos, dispuestos según su densidad y oscuridad. El capítulo de Destellos se compone de una serie de versos breves, en un lenguaje despojado y más resplandeciente, entendidos como las chispas que saltan anunciando la luz, que no es otra que la poesía. El capítulo final, La Luz, es un recorrido por algunos de sus poemas.
Preguntas frecuentes
Información
La luz
que nacer.
la poesía
son unos pocos peces
al aire
temblando,
hablando mudos como tijeras
que olvidan cortar
su estancia en el mundo.
nadie sabe que hay un águila
estallando allá lejos
contra el pecho que es mío.
estallando contra nadie
el pecho mío
es un águila.
yo he de conseguir unos ojos
que miren siempre de lado
y miren de libertad.
he de ganarlos de frente
porque la libertad se tiene delante
pero a veces se deja a un lado
para poder pasar.
Uno será lo que alza,
será ni antes ni después
que también alzará
y el lugar donde quiera morir
donde no luche
porque luchar es no ganarse la pérdida,
será donde no tenga nada que tener
más que espacio
ni nada que buscar
porque es todo y lo alza
lo que suba
sin sombra, sin frío, sin sangre
será cuando sea más que devoción sola,
ni por su cuerpo podrá ser tanto como deseo,
deseo formándose allá
en cada fracción de soledad
de los brazos donde quiera.
existe un lugar
al que siempre regresa
la medianoche.
si tu me dejaras decírtelo
si me dejaras
entonces yo te lo haría,
te lo haría
como frágil
se desmorona un misterio
en manos de la locura.
hay un botín extraño dentro del pecho.
la mejor forma de ganarlo es
cuando no se ansía, no se coge,
se abre solo.
no se intenta, no se atrapa, no se alcanza,
se abre solo.
no se persigue, no se ostenta,
se abre solo.
no te cabe, no te deja cerrar, no te cabe
se abre solo
se abre de cualquier manera en la que no haya nada que entender
que se abre solo.
es no ganarlo y se abre solo
y la mejor forma de quedarte con el botín es
cuando lo das a otro.
repíteme la vida
para que no la sepa,
que yo ya no sabré de entre mi muerte
la vida
el sueño
el deseo
y tú.
Esta voz se desgrana,
siseante para ti
como lo hacen los enjambres
de intentar vivir
poblándote en el aire
qué aleteo es de morir
y cuál el de estar formando tu boca
con la sangre de nombrarte
en vuelo.
nada queda de mí esta noche
al despojarme
de la línea de tu mano.
fíjate,
de pecho hacia afuera
y sin quedar nada de mí
has hecho de mi latir algo infinito.
mírame delgada de silencio,
vivo tu frente,
soy esa línea despierta
que ella alza
cuando alargas tus ojos tanto.
es abrirlos y me lanzas
con tu arco de pensamiento.
estoy clavada a todo lo que piensas mirar
y me volverás a clavar en mí misma.
haga de su latir algo infinito,
asegúrese de que el cuerpo a usted lo saque a vivir,
déjese completar sagradamente la boca,
permita a otros labios su rostro abrir,
abandónese a que lo pronuncien lentamente,
lleve su ala de vez en cuando a tropezar,
quizá otro aire secreto lo espere
y cerciórese de que esto le ocurra al besar.
decir luz y ser su sonido
decir labio y ser el sonido del labio
decir sangre y ser un sonido tan rojo
decir boca y arrancarme al aire
decir deseo y ser el sonido de
decirlo todo,
decir deseo
y que todo el espacio
sea un solo golpe
pero un golpe
sólo de ti.
voy a amenazarte temblorosa
rara, apenas con espacio,
pudiendo ser fácil morir de profundo peligro.
voy a amenazarte torpe, infinita
dichosa y animal
coja de sangre.
perdida.
voy a amenazarte de amor.
cáeme desde ti,
hazlo,
arrójame de una vez tu espíritu al cuerpo,
quiero llevar el vestido profundo
quiero llevarlo hasta desnudarme
hasta acabar invisible
transparente
de la percha en la que cuelgo mi nombre.
te lo digo a desproporció...
Índice
- La Fragua Cero
- Prólogo. La poética del imaginario de Gabriela Amorós Seller, Justo Sotelo
- Introducción
- Sombras
- Destellos
- La luz