El arte de acompañar

Xosé Manuel Domínguez Prieto

• Editorial: PPC Editorial
• Año: 2018
• ISBN:
  9788428832151
• Categoría: Psicología
• Categoría: Historia y teoría en psicología

Existe algo común en la tarea de madres, padres, profesores, profesores-tutores, amigos, médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, educadores sociales, directores espirituales, sacerdotes, coach, mentores: todos acompañan personas. Pero el acompañamiento, aunque es una tarea connatural al ser humano, también es un arte que hay que aprender si se quiere ejercer con eficacia. La buena voluntad no basta. Las siguientes páginas muestran, de modo sencillo y claro, el camino común a todo tipo de acompañamiento y ofrecen a los que se descubren vocacionados para acompañar, claves, instrumentos, y un método que les permite hacer su tarea de la manera más excelente posible.

MÉTODO DE ACOMPAÑAMIENTO:
MOMENTOS CLAVE

5. Estructura de cada encuentro

El acompañamiento es un proceso que tiene lugar a través de una serie de encuentros pautados durante un tiempo. Estos encuentros tienen un componente de sorpresa, de imprevisibilidad, y resulta fundamental estar abiertos a la novedad que supone cada persona y a la sorpresa que nos trae cada encuentro. Sin embargo, hay un cierto camino que recorrer, un cierto método, un cierto proceso con elementos comunes que luego se adaptarán en función del tipo de acompañamiento y de cada acompañado y cada acompañante. Esta segunda parte está dedicada a desgranar aspectos clave de lo que podemos considerar un «método general» de acompañamiento, aplicable a cualquier tipo (personal o grupal, deportivo o espiritual, educativo o familiar, etc.).

Para los más deseosos de «entrar en acción» acompañando a otros puede ser de ayuda desde el comienzo saber que cada encuentro ha de tener una serie de elementos clave, que discurren a modo de diálogo socrático. El proceso de acompañamiento, en su estructura básica, es un proceso de diálogo y de escucha. El diálogo se lleva a cabo con una serie de preguntas-llave, que ponen al acompañado en disposición de activarse.

Las etapas que a continuación enunciamos son las etapas generales del propio proceso de acompañamiento. También pueden serlo de un encuentro concreto. En todo caso, en los primeros encuentros se trata más bien de establecer cuál es la situación, la necesidad, y lograr un cierto conocimiento, y las siguientes se pueden centrar más en los ideales, los objetivos y el modo de conseguirlas. Las etapas básicas y las preguntas-llave elementales en este proceso serían las siguientes:

Acogida

La acogida constituye el primer momento, en el que nos abrimos al otro tal cual es y le mostramos nuestra disposición al encuentro. En esta acogida es esencial crear un vínculo emocional, y enseguida preguntar por la razón por la que nos viene a ver la persona o la cuestión que le aflige:

–¿Qué es lo que te trae por aquí?

–¿Qué es lo que necesitas?

–¿Qué crees que falta en tu vida?

Definición del ideal y de los objetivos

Desde el comienzo, el acompañado debe precisar cuál es su ideal, adónde quiere dirigirse, cuáles son sus objetivos. Preguntas clave en este sentido son:

–¿Qué te gustaría conseguir? ¿Qué quieres que ocurra?

–¿Cuál será para ti la situación ideal? ¿Qué habrás conseguido?

–¿Qué tiene que ocurrir para acercarte a tu ideal? ¿Cuál puede ser un objetivo concreto que suponga un paso hacia ese ideal?

–¿Qué retos concretos vas a acometer para que te lleven a esa situación ideal?

Toma de conciencia de sí y de la propia situación

En el acompañamiento, el acompañado ha de ir descubriéndose y conociendo con claridad cuál es su situación. Preguntas-clave son:

–¿Qué te hace falta para conseguir tu objetivo? ¿Qué necesitas?

–¿En qué o en quién te puedes apoyar? ¿Qué o quién es para ti fuente de recursos?

–¿Cómo estás en este momento?

–¿Cuáles son tus dificultades, tus obstáculos?

–¿Cuáles son tus fortalezas y puntos de apoyo?

–¿Cuándo las cosas van bien o cuándo no ocurre lo que cuentas o no es tan grave o frecuente?

–¿Qué sucede? ¿Qué es lo que ocurre cuando las cosas salen bien, en los momentos buenos? ¿Qué sucede de modo distinto? ¿Cómo lo haces?

–¿Cómo has afrontado otros problemas en el pasado?

Proyecto y acción

Una vez establecido el punto de llegada –el ideal y los objetivos– y la situación de partida, es necesario establecer un proyecto para ver cómo caminar desde el punto en el que se está hasta el punto al que se quiere llegar y qué acciones concretas se van a llevar a cabo. Para ello, las preguntas-clave pueden ser:

–¿Qué objetivos tienes a corto, medio y largo plazo?

–¿Cuál es el primer paso que vas a dar?

–¿Cuándo empiezas?

–¿Cómo lo vas a hacer?

–¿En qué te apoyarás?

–¿Cuál puede ser un indicativo de que te estás acercando al objetivo?

Revisión

Tras cada sesión se ha de revisar cómo han ido las cosas desde la anterior. Para ello se pregunta:

–¿Cómo te ha ido con lo que te propusiste?

–¿Qué de positivo ha ocurrido?

–¿Qué te ha ayudado a avanzar?

–¿Qué obstáculos has encontrado?

–¿Qué has conseguido?

–¿Qué has aprendido?

–¿Qué hay que hacer para que los cambios se mantengan?

–¿Cómo nos acerca a tu objetivo?

Es importante subrayar que, en realidad, no interesa mucho centrarse en lo que ha ido mal, sino en lo que ha ido bien y en cómo mantenerlo y aumentarlo. Si insisten en contar lo doloroso, se les da espacio para permitir el desahogo, pero conduciéndoles después, a través de preguntas, a lo positivo que ha ocurrido.

También resulta urgente señalar que, desde los primeros encuentros, hay que pasar del discurso a la acción. Si en cada s...

Índice

• Portadilla
• Dedicatoria
• Presentación
• SOBRE EL ACOMPAÑAMIENTO
• MÉTODO DE ACOMPAÑAMIENTO: MOMENTOS CLAVE
• Créditos