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Reflexiones sobre la construcción de paz en el centro el poblado Héctor Ramírez

  1. 142 páginas
  2. Spanish
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Reflexiones sobre la construcción de paz en el centro el poblado Héctor Ramírez

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Información del libro

Este libro es resultado de un trabajo colaborativo entre estudiantes, profesoras y una comunidad de excombatientes en proceso de reincorporación del Centro Poblado conocido como Espacio Territorial para la Capacitación y Reincorporación Héctor Ramírez (ETCR-HR); da cuenta de la creación de oportunidades de aprendizaje colectivo en el proceso de reflexión-acción, así como del proceso de integración del conocimiento y la acción en respuesta a los asuntos que son relevantes para las comunidades. Así mismo, ilustra el carácter bidireccional de la transferencia de conocimientos y habilidades. Estos textos fueron gestados en conversaciones informales en campo y forjados en los escenarios educativos intencionados de reflexión colectiva durante los días de trabajo en el ETCR-HR. En este proceso, fue posible ver el trabajo cooperativo que resulta al entender las conversaciones como estrategia pedagógica para aprender sobre la práctica, y que las mismas conversaciones que consolidan la situación de aprendizaje son las que ocurren durante el proceso de investigación-acción y son las que modelan la manera en que el conocimiento se podrá comunicar a otros.

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Información

Año
2020
ISBN
9789581205622
Categoría
Psychology
Image

Contraseñas

SANTIAGO GARZÓN MARTÍNEZ
Las contraseñas son las llaves de hoy en día. Abren casi todo lo que es importante para nosotros. Pero tenemos tantas que ya hemos olvidado su verdadera función. Ahora, y a pesar de que son palabras que tratamos de recordar a toda costa, hemos olvidado lo que hay detrás de ellas. Pareciera que ya son solo palabras sin significado, cuando en realidad cada una encierra una historia que pertenece a quien las escoge.
CONTRASEÑA INICIAL: conocer
Conocer: nos y los. Ese es, al menos en un principio, el objetivo con el que llegamos al ETCR Héctor Ramírez. Y esa es la palabra con la que me quedé el primer día. Conocerlos es conocer a esta comunidad desde su propia perspectiva. Es dejar que los habitantes de este espacio se conviertan en los guías en el camino de salida de las burbujas en que muchos vivimos. Es darles y darnos la oportunidad de dejar atrás las ideas que traemos de la organización y de sus miembros para poder conocer, de manera más natural y sincera, a las personas que hay detrás.
Es darnos la oportunidad de callar por algunos momentos las voces que hay en nuestro interior, para poder escuchar atenta y enteramente las voces de quienes nos rodean y que nos han recibido en el interior de sus hogares.
Pude escuchar historias sobre los entrenamientos y capacitaciones, escuché sobre la vida de jóvenes que también participaban, desde movimientos universitarios y desde su afiliación como civiles a la organización, en la defensa y lucha de sus ideales. Y más tarde, ya en la noche, me pude oír mientras reflexionaba sobre las verdaderas condiciones de una realidad que daba por sentada, aun sin tener la más mínima idea de ella.
Pude escuchar, no a exguerrilleros, sino a personas que, como ellas mismas dicen, también sienten, se enamoran y sueñan.

CAMBIO DE CONTRASEÑA

No. No hubo un cambio repentino ni evidente en mí, en mis compañeros o en los miembros del ETCR durante los primeros días. Pero, sí sentí, de inmediato, que todas las personas que estuvimos en ese espacio, estuvimos y estamos comprometidos a una causa: generar un cambio.
Ya sea en su estilo de vida, o el simple hecho de haber cambiado el uniforme por la ropa de civil, los miembros de esta comunidad están decididos a seguir luchando y defendiendo todo en lo que creen y todo lo que los representa, de una forma diferente. Esto y mucho más es evidencia de que hay una voluntad honesta de cambiar como personas y como grupo, sin perder su identidad.
Pienso en esto porque el cambio es, al menos desde mi perspectiva, apertura. Y desde el desayuno hasta la última palabra de mis compañeros en las reuniones nocturnas, pude sentir la apertura con la que nos recibieron en el Héctor Ramírez, así como la disposición y energía de las profes y de mis compañeros.
También sentí esa apertura en medio de los comentarios sueltos como “yo ya no tengo nada que hacer en mi pueblo, acá estoy bien y acá me quedo” o “cuando pasó lo que pasó en las elecciones presidenciales yo me dije: lo que se venga no puede ser peor que lo que ya hemos vivido”. Puedo ver una voluntad de aplicar esos ideales farianos que durante tanto tiempo los representaron, a una causa material, alejada de la violencia e inspirada en la paz.
Aquí, el camino recorrido los ha marcado, pero jamás los ha limitado.

CONTRASEÑA ANTIGUA: progreso / INGRESE CONTRASEÑA NUEVA: buen vivir

Para mí era progreso, pero buen vivir es el nombre que esta comunidad le ha dado a su horizonte.
Así está consignado en la visión de la Biblioteca Popular Alfonso Cano y pareciera que así está grabado en las mentes de toda la comunidad que vive en el Espacio Territorial. Y la verdad es que así se siente. En cada explicación que nos daban los miembros del comité de turismo —jóvenes comprometidos con el apoyo a las labores de visibilización de los procesos del ETCR— se sienten las ganas de avanzar en la construcción de ese buen vivir.
Puede ser algo inherente a la naturaleza de todas estas personas. Puede ser una mezcla entre el empuje y la desconfianza en el Estado. O quizá sea algo que le ponen a la avena. Pero aquí no hay una sola gota de pasividad.
¿Que en dos años nos van a sacar de aquí? Miremos cómo podemos comprar esta tierra. ¿Que no hay camas? Aprendemos y las hacemos. ¿Que ya terminé de platear el sacha inchi de mi fila? Venga y le ayudo con el suyo. Aquí siempre hay algo qué hacer y algo en qué colaborar.
No hay ciegos que no quieren ver, ni hay gente acomodada, aquí todos se ayudan porque, de ese modo, todo fluye, todo avanza y todo florece para ese buen vivir.

PALABRA CLAVE: saber

Cuando emprendimos este viaje, entendí que nos íbamos a encontrar con una diferencia de saberes. Pero dicha diferencia no se refería a una preconcepción sobre la calidad del conocimiento de estas personas o de su inteligencia. Más bien, era sobre las diferentes naturalezas de esos saberes, de dónde vienen y cómo se aplican.
La verdad es que me ubico fácil en Bogotá, no me cuesta mucho encontrar direcciones, pero en este momento no creo ser capaz de nombrar ninguna de las constelaciones que aprendí en el colegio. En cambio, me impactó cuando Lizeth, de manera muy natural, me comentó cómo en el monte se ubicaban de acuerdo con las estrellas, mientras se preparaba para leer una de las lecturas de su cartilla de homologación de saberes que hablaba de cómo en España se conoce la Vía Láctea con el nombre de Camino de Santiago.
Pude ver dos tipos de saberes distintos unirse en torno a un mismo punto, para ayudar a limpiar o “pringar” una ampolla, por ejemplo. Ya fuera por un maternal instinto de cuidado o por la facilidad para aconsejar que viene con la experiencia, me di cuenta de que el conocimiento siempre es recursivo y útil. Pero muchas veces, ya sea por decisión o ignorancia, nos olvidamos de ese detalle. Revisando las cartillas de homologación de saberes, mi profesora se percató de que estas no les hablaban a las comunidades que las iban a trabajar, sino a facilitadores o docentes con otro tipo de formación y conocimientos. No consideraban las características de las comunidades a las que se podrían “aplicar”. Ahí hay una falencia y una falta de planeación.
Afortunadamente, no hay falta de ganas de seguir aprendiendo ni falta de voluntad de unir la teoría con la experiencia y el pasado con el presente para construir un mejor futuro.
En caso de que se olvidel

EN CASO DE QUE SE OLVIDE LA CONTRASEÑA: perspectiva

En este momento, tengo muchas cosas en mente y todas me llevan por caminos tan distintos que no sé cuál tomar. Me pregunto si eso fue lo que sintieron los exguerrilleros a la hora marchar hacia las zonas veredales después de la firma de los acuerdos. ¿Qué miedos, sueños o expectativas rondaban sus pensamientos? Hay quienes dedicaron más de treinta años a la organización cuando aún estaban el monte.
Hay quienes añoran ese tiempo, así como hay quienes están felices de estar acá. Algunos están agradecidos porque el amor a sus compañeros puede florecer de manera natural bajo la luz del sol y no en medio del oscuro manto de la penumbra y la selva.
Empiezo a pensar que ver a esta comunidad es como ver la parte de atrás de un tapiz tejido. Veo los vestigios de los hilos que sostienen el tejido y las telas, pero aún no puedo por qué están ahí. No puedo ver el patrón completo. Puedo pasar aquí treinta años más no verlo. Pero por lo menos tendría la oportunidad de ver durante treinta años ese tapiz, través de los ojos y mediante las manos de las personas que lo están tejiendo y no solamente ver los retazos que siempre me han mostrado.

CONTRASEÑA ALTERNA: realidades

Pareciera que una realidad siempre se pinta de gris, como las vías bogotanas, y la otra siempre de verde, como los campos de Agua Bonita. Pero la verdad es que la una no está tan lejos de la otra. En ambas he podido ver cómo se suelen legitimar los errores propios, excusándolos en lo que hacen los demás.
Pero pensando en estas cosas, empiezo a reflexionar sobre el rol que cumplimos los estudiantes que convivimos once días con la comunidad del ETCR. No vinimos con el propósito de verlos como objetos de estudio sino como sujetos que, al igual que nosotros, pueden contar sus propias historias, y nuestro papel se convirtió en ser facilitadores de esos procesos narrativos desde la cotidianidad.
Y a través de ese proceso de reflexión, me doy cuenta de que es con esta energía y disposición con la que debemos seguir viviendo. Ya sea en el trabajo, en la academia o en ofrecernos para recoger un plato en la cocina. Debemos seguir escuchando con oídos críticos las historias que se esconden en medio de las distintas realidades en las cuales nos desenvolvemos, para así dejar atrás las etiquetas y poder darnos cuenta de que, a pesar de las realidades, todos sentimos, todos nos enamoramos, todos soñamos.

El glosario de una vida

MARÍA GUADALUPE BÁEZ
Las palabras son formas de crear realidades, su magia radica en crear diferentes acepciones que juegan con los matices de la memoria. Si bien existen diccionarios con definiciones más exactas, este es un glosario personal en el que expreso no solo la evolución de un significado, sino la de toda una vida en la que se encuentran dos revoluciones.
Durante mi visita al ETCR Héctor Ramírez me re-encontré con cuatro palabras y las acepciones que se van sumando al diccionario con el que conjuro mi realidad y que fielmente me han acompañado en los momentos de mi vida. Los invito a ustedes, lectores, a que revisiten sus diccionarios, para empezar juntos un tránsito por procesos de resignificación con los que identifico mi vida.
Espacio para escribir
Compañero:
Camarada:
Revolución:
Lucha:
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Figura 9. Dibujo que representa cómo las personas crecen en pequeñas burbujas
Fuente: María Guadalupe Báez

COMPAÑERO

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Figura 10. Dibujo de la noción de compañero en este glosario
Fuente: María Guadalupe Báez
Cuando era pequeña, solía utilizar la palabra compañero(a) para referirme a alguno de los niños que compartían el aula de clase conmigo. Era una palabra carente de emocionalidad, que reflejaba un vínculo lejano o inexistente con el otro. Fui creciendo y empecé a escuchar este término en otros espacios (véase figura 9). Mi mamá y sus amigos, entre risas, solían llamarse así, recordando tiempos de universidad donde habían realizado varias hazañas encaminadas a la revolución y a la lucha.
Hoy, diciembre del 2018, como mujer universitaria, visito por primera vez un ETCR. Se respira naturaleza y el calor ardiente empieza a sofocar a los presentes. A lo lejos se escucha a dos personas saludarse efusivamente entre compañeros...

Índice

  1. CUBIERTA
  2. PORTADILLA
  3. PORTADA
  4. CRÉDITOS
  5. CONTENIDO
  6. PRÓLOGO
  7. Introducción al Encuentro: enseñar psicología comunitaria para la construcción de paz en Colombia
  8. VALORES
  9. RUTAS Y CAMINOS
  10. REFLEJOS
  11. DESMITIFICACIÓN
  12. ARTEFACTOS
  13. NOTAS AL PIE
  14. AUTORES
  15. CONTRACUBIERTA