Carl Schmitt en el Tercer Reich

Bernd Rüthers

• Editorial: Universidad Externado
• Año: 2004
• ISBN:
  9789587109337
• Categoría: Política y relaciones internacionales
• Categoría: Derechos humanos

El libro tiene como objetivo principal la documentación de un destacado jurista en el Tercer Reich, por muchos aspectos típicos de la época. Es un examen estructural sobre el poder corruptor de sistemas establecidos y sobre la corruptibilidad de enteras ramas de la ciencia.

CARL SCHMITT EN EL TERCER REICH

Y quizás de eso lo más singular es que cada ciudadano en Arras tenía entonces preparada una explicación para su propia metamorfosis. Yo creo que nunca antes había festejado la inteligencia un triunfo semejante al de esos días de general corrupción. Tanto para la magnitud moral como también para la injusticia se encontraban toda clase de justificaciones{4}.

I. CIENCIA Y ESPÍRITU POLÍTICO DE LA ÉPOCA

El tema "Derecho y juristas en el Tercer Reich" ha ocupado fuertemente en la última década a los especialistas y a la opinión pública. Anteriormente se reprimió por largo tiempo en la ciencia del derecho y la Justicia. Debido a esto pasó de ser un tema histórico a uno moral y político: ¿Cómo andan los juristas con su pasado? No se trata más de ayer, sino de hoy. ¿Cuál es el futuro de ese pasado no solo oscuro sino adicionalmente encubierto? La comprensión racional de esta época ha sido obstaculizada hasta hoy por múltiples emociones y por las más variadas motivaciones del análisis.

La designación de ADOLF HITLER como Canciller del Reich el 30 de enero de 1933 operó, entre otras consecuencias, una inesperada ruptura en la historia científica de muchas disciplinas. Comenzó una etapa diligente, incluso apasionada de actividad y producción político-científica de numerosos intelectuales a favor del Estado nacionalsocialista. Cuando se hizo claro que aquí no se trataba de uno de los muchos cambios de gobierno que habían tenido lugar en la república de Weimar, sino de un nuevo Estado, una nueva Constitución, la erección del "Tercer Reich", iniciaron cabezas y plumas dirigentes, en un amplio frente de todas la ciencias, como en los demás ámbitos de la vida social, su participación por el movimiento de la "Revolución nacional". Entre más demostraban el nuevo Canciller y su partido la decisión de acaparar para sí la totalidad indivisa del poder del Es- tado{5}, tanto más vigorosamente crecía el número de quienes estaban dispuestos a servir en todos los ámbitos de la vida espiritual, en forma activa y sin reservas, al nuevo Estado y sus gobernantes.

La mayoría de las ciencias tienen desde esa época hasta hoy su caso representativo problemático. En filosofía de nuevo se ha avivado la controversia del "caso Heidegger"{6}. Los juristas discuten con análogo retraso sobre nombres como LARENZ, MAUNZ, FORSTHOFF y, sobre todo, CARL SCHMITT.

El tema CARL SCHMITT ha devenido en los últimos años una especialidad a la moda de los más diferentes grupos, reuniones y seminarios políticos. Eso garantiza atención de los medios. El actual pujante renacimiento de la discusión sobre CARL SCHMITT, en el país y en el extranjero, vuelve casi incalculable la literatura sobre el tema, enriquecida por voluminosas actas de seminarios{7}. También este renacimiento tiene sus críticos. No pocos colegas contemporáneos y descendientes de víctimas del nacionalsocialismo, que vivieron o conocieron las actividades de SCHMITT durante esa época, contemplan la reanudación de ese tema con escepticismo, incluso con repugnancia.

Ellos ven en esto la desproporcionada sobrevaloración de un oportunista ambicioso y elocuente. Opinan que, en su propio interés y en el del bienestar común, se le debe finalmente abandonar. Para hoy sin duda no tiene él nada más para decir. También yo dejaría gustosamente en paz tema y nombres teniendo en cuenta la real significación científica, política y personal en el presente. Pero una eficaz estrategia de constantes ensayos tendiente a revivir falsas imágenes de personas y situaciones históricas, obliga a salirles al paso. Imágenes históricas son poder actual y germen del futuro. La admisión de glorificaciones y falsificaciones podría significar la aceptación o tolerancia de nuevos desarrollos erróneos.

A la inversa, sería necio querer poner en duda el extraordinario rango científico de este autor, sobre todo literario, y su brillante capacidad de formulación. indiscutiblemente fueron muy considerados en el interior y en el extranjero sus escritos de la época anterior a 1933. Teniendo en cuenta su impacto, que fue más allá de los límites nacionales o disciplinarios, ha sido él uno de los más notables iuspublicistas alemanes del siglo XX.

Como prueba de ello es suficiente la referencia a su obra sobre el parlamentarismo (1923), al Concepto de lo político (1927), la Teoría de la Constitución (1928), el Defensor de la Constitución (1931), así como la Legalidad y legitimidad (1932). También hay que mencionar su Grundrechtskommentierung en el Manual de Anschütz-Thoma (1932).

Precisamente el rango científico del autor y la novedosa actualidad de su reiterada recepción otorgan al tema "Carl Schmitt en el Tercer Reich" específicos riesgos e incitantes alcances. Es necesario precisarlo para evitar interpretaciones erróneas.

II. LA COALICIÓN DE GRANDES ESPÍRITUS DE LA ÉPOCA EN 1933: MARTIN HEIDEGGER Y CARL SCHMITT

1. Representante de una amplia corriente de opiniones

a. ¿Chivos emisarios como estrategia de superación?

En la "literatura de superación" posterior a 1945 aparecen siempre en los autores más diversos, en cierto modo sin pausa, dos nombres como figuras representativas, cuando se trata de mencionar miembros de las capas intelectuales dirigentes como precursores y fomentadores del régimen nazi, o sea, MARTIN HEIDEGGER y CARL SCHMITT. Esto es tanto más notable en cuanto sus disciplinas y esferas temáticas tienen pocos puntos de contacto. El recurso a una muestra personal tan reducida, representativamente modesta, tiene ventajas y riesgos. Los calificados de esta manera fácilmente se convierten en chivos emisarios de su estrato y su generación. La completa relación social y política de lo que de este modo es solo personalmente rotulado, pero no analizado como proceso, fácilmente se pierde. De otra parte, se movilizarán fuerzas defensivas en las filas de aquellos que, como discípulos o admiradores de los así moral y políticamente tachados, llamarán la atención de su genialidad, dimensión, clasicismo, poder de análisis y formulación. Se inicia un inacabable debate sobre la culpa de los más conspicuos científicos de entonces y las élites intelectuales en la injusticia del Estado nacionalsocialista, que ellos prepararon, acompañaron y legitimaron. El problema de lo que realmente ocurrió en aquellos tiempos en casi todos los ámbitos de la vida intelectual, social, profesional y, en primer lugar, política y bajo cuáles condiciones reales se actuó, cae en un debate moral semejante, fácilmente fuera del campo visual de las dos partes enfrentadas{8}.

2. ¿Autores intelectuales o simpatizantes?

En la discusión sobre el pasado nacionalsocialista de intelectuales (periodistas, profesores, artistas, científicos, maestros y otros grupos), se debate muy a menudo en los últimos tiempos si uno u otro de ellos fue solo "simpatizante" o si más bien se le puede considerar como "autor intelectual". El problema es complejo en razón de que las contribuciones de cada uno de los intelectuales en lo ocurrido durante el nacional-socialismo fueron muy diferentes, según la actividad profesional. El tributo intelectual de la cofradía de escritores y oradores a la injusticia de esa época se produjo rápidamente.

¿Fue VEIT HARLAN autor intelectual o simpatizante del progrom judío por su dirección del film Judío du...

Índice

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