1. INTRODUCCIÓN
Los agregados son materiales que se usan en la construcción, derivados, en su mayor parte, de las rocas naturales; algunos pueden ser sintéticos, como las arcillas expandidas o las escorias de horno. Los agregados sirven para fabricar concretos, realizar mezclas asfálticas y ser utilizados solos. Los pavimentos, por su parte, son estructuras construidas en capas de distintos materiales, superpuestas, que se apoyan sobre la subrasante natural o sobre un terraplén. Los más comunes tienen una o dos capas granulares (subbase y base) y una capa de rodadura, que puede ser mezcla asfáltica, concreto (Figura 1) o adoquines. Estas capas se diseñan para soportar las deformaciones y esfuerzos impuestos por las cargas del tránsito y el clima. En ellas, los agregados tienen una importante función, dado que ocupan alrededor del 70 % del volumen de concreto, del 90 % de la mezcla asfáltica y el 100 % del volumen de las bases y subbases granulares.
En las estructuras de pavimento, las capas más superficiales soportan la mayor magnitud de esfuerzos y deformaciones y por lo tanto deben ser construidas con materiales de mejor calidad, mientras que las capas más profundas pueden ser construidas con materiales de menor especificación debido a que dichos esfuerzos y deformaciones se disipan con la profundidad.
Figura 1. Estructuras típicas de pavimentos flexible y rígido
Las especificaciones de calidad exigidas para cada material y capa estructural deben permanecer en el tiempo, pues se garantizan para periodos mucho más largos que la propia vida de diseño, debido a que las vías son parte del patrimonio de una nación, y por consiguiente son heredables a las futuras generaciones. Así, aunque con el paso de los años la economía y el desarrollo inducen al mejoramiento de las especificaciones geométricas de la red vial, es muy probable que los materiales de las capas de pavimentos antiguos permanezcan aún en los proyectos futuros de mantenimiento, mejoramiento y rehabilitación, salvo que la vía sea abandonada o se modifique su diseño geométrico en planta o perfil; de allí la importancia de la durabilidad de los materiales.
El presente documento se centra en la descripción de los ensayos que se deben hacer a los materiales granulares que conforman las capas de pavimento, para garantizar las características mecánicas y funcionales en el tiempo. Los tipos más habituales de pavimentos son:
• Pavimento flexible: en estos la capa de rodadura es de algún tipo de mezcla asfáltica, y lo más común es que bajo ella se encuentre una capa de base y otra de subbase. Toda la estructura está soportada por la subrasante, que puede ser natural o elaborada.
• Pavimento rígido: estos se caracterizan porque la capa de rodadura es de concreto y bajo ella típicamente solo hay una capa de subbase. Toda la estructura está soportada por la subrasante, que puede ser natural o elaborada.
• Pavimento semirrígido: en estos pavimentos la capa de rodadura es de algún tipo de mezcla asfáltica, pero bajo ella se encuentra una capa de base estabilizada de alta rigidez, y otra de subbase, que puede ser granular. Toda la estructura está soportada por la subrasante, que puede ser natural o elaborada.
• Pavimento articulado: en estos la capa de rodadura está conformada por bloques de adoquines pequeños; bajo ella se encuentra una capa de arena y eventualmente otra de subbase granular. Toda la estructura está soportada por la subrasante, que normalmente es natural.
Los materiales utilizados en las capas de pavimento son agregados, asfaltos, mezclas asfálticas, cal, cementos y concretos, y es importante caracterizarlos a partir de ensayos de laboratorio y valorarlos a partir de las especificaciones de obra, para definir si son aptos para la construcción de la vía. Si un material no cumple con una especificación se debe evaluar si esta no conformidad
depende de sus características intrínsecas o extrínsecas.
• Características intrínsecas: se refiere a las cualidades que son independientes de la forma y el tamaño del material (Gaskell, 1981). Se dividen en:
– Propiedades físicas: se definen por la percepción de los sentidos, por ejemplo, color, olor, sabor, sonido, textura.
– Propiedades químicas: determinadas por el grado de cohesión de las moléculas y el arreglo molecular, por ejemplo, los puntos de ebullición y fusión, solubilidad, densidad, dureza, plasticidad, ductilidad, maleabilidad, tenacidad, fragilidad, gravedad específica, calor específico.
• Características extrínsecas: aluden a las cualidades que dependen de la forma y el tamaño de la muestra (Gaskell, 1981), es decir, la forma y el tamaño de la probeta de ensayo. Estas propiedades son masa, volumen, peso, inercia, impermeabilidad, porosidad, carga de rotura, entre otras.
En términos generales, si un material no cumple con una característica intrínseca debe estudiarse sus propiedades físicas y químicas y determinar si es posible mejorarlo con algún procedimiento para llevarlo a la condición de calidad requerida por la obra, y definir su aceptación o rechazo. Si un material no cumple con una característica extrínseca debe verificarse el proceso de producción, transporte y almacenamiento, y solucionarlo. En resumen, si la no conformidad es de carácter intrínseco se debe revisar la fuente de explotación, mientras que si es extrínseca se debe revisar el proceso de producción.
2. AGREGADOS NATURALES
En general, los agregados naturales provienen de la explotación, molienda y tamizado de las rocas, las cuales están conformadas por uno o más minerales. Los minerales se han clasificado desde hace mucho tiempo de acuerdo con su composición química y su forma cristalina. Aunque hasta el momento se han descubierto 118 elementos solo unos pocos son los formadores de la corteza terrestre, es decir, de los suelos y las rocas como tal; entre ellos se encuentran el carbono, hierro, aluminio, calcio, azufre, potasio, sílice, oxigeno, entre otros. Por ejemplo, el carbono C, dependiendo de su arreglo cristalino, puede formar el diamante (dureza 10 en la escala de Mohs) con arreglo tridimensional en tetraedros y enlaces covalentes simples tridimensionales, o el grafito (dureza de 1 a 2) con arreglo bidimensional de anillos de seis átomos, con enlaces covalentes simples en el mismo plano, pero con enlaces de Van der Waals entre planos.
2.1 Estructura cristalina de los sólidos
Los sólidos se clasifican en cristalinos y amorfos dependiendo de cómo se ordenan sus moléculas, átomos e iones. Si el ordenamiento es estricto, regular y se repite periódicamente en tres dimensiones, se habla de un cristal y tiene orden de largo alcance (~>100 nm); este arreglo es típico de los metales y las aleaciones. Si por el contrario carece de ordenamiento definido a gran escala, se le denomina amorfo. Por ejemplo, los gases monoatómicos inertes presentan arreglo sin orden dada la energía cinética y el movimiento desordenado de los átomos, mientras que la madera, el plástico y el vidrio son amorfos, porque presentan un orden de corto alcance en la periodicidad del arreglo de los átomos.
Desde el punto de vista del estado de la materia, los gases son amorfos, pero en el proceso de trasformación hacia el estado líquido disminuye la velocidad de desplazamiento de los átomos y tienden a formar arreglos regulares con núcleos de formación de la fase sólida. Ahora bien, si la transformación de líquido a sólido es lenta, los átomos y los iones se pueden ordenar y forman estructuras cristalinas, mientras que, si esa transformación es rápida, puede quedar congelada una estructura desordenada (amorfa), la cual persiste hasta que los átomos tengan la ocasión de agruparse nuevamente en una forma ordenada, con la ayuda de la presión, la temperatura o por medio de esfuerzos violentos, a lo que se le denomina metamorfismo.
Por otra parte, los materiales cristalinos pueden ser de dos tipos: monocristales y policristales. Los primeros están formados por un solo tipo de cristal, mientras que los segundos están constituidos por muchos cristales o granos.
Los arreglos cristalinos frecuentemente se representan como una serie de esferas imaginarias (átomos, iones o moléculas), que están separadas espacialmente a una distancia fija, y unidas por una red, que simboliza los enlaces entre ellas, conformando así celdas idénticas en tamaño, forma y orientación (Figura 2). Las celdas unitarias simples tienen sus esferas concentradas en los vértices y, por lo tanto, en un arreglo periódico cada esfera es compartida por ocho celdas unitarias. En las celdas centradas en el cuerpo la segunda capa de esferas se acomoda en los huecos de la primera. En las celdas centradas en las bases o en las caras, las esferas que se ubican en las caras son compartidas por dos celdas unitarias.
Figura 2. Sistemas cristalinos
Fuente: adaptado de Lenguado Villamizar (2012) y Universidad de Sevilla (2009).
Los silicatos son los minerales formadores de roca. A continuación, se presenta el listado de algunos de ellos con sus respectivos arreglos cristalinos:
Las propiedades como densidad, módulo de elasticidad, dureza, etc., dependen de la composición química y del tipo de fuerzas que mantienen unidas las partículas, que a su vez dan nombre al tipo de cristal.
• En los cristales iónicos los elementos con baja energía de ionización forman cationes y los de alta energía forman aniones. Su estabilidad depende de la energía reticular que es “la energía necesaria para separar completamente un mol de un compuesto iónico sólido en sus iones en estado gaseoso” (Fernández, 2020). Estos enlaces usualmente son fuertes, por lo tanto, estos compuestos permanecen sólidos a temperatura ambiente y tienen punto de fusión elevado; muchos son solubles en ...