París responsable

Elena del Amo, Rubén González Alonso

• Editorial: Alhenamedia
• Año: 2014
• ISBN:
  9788416395941
• Categoría: Développement personnel
• Categoría: Voyage

En París, una de las ciudades más responsables de Europa, podrás recuperar los sabores originales de los platos elaborados con productos de la zona; tomarte un café sin prisas, adquirir los ingredientes más tradicionales o la moda más actual realizada con productos naturales; alojarte en hoteles sostenibles... Todo, sin necesidad de renunciar absolutamente a nada.Las grandes metrópolis no suelen ser buenos ejemplos de sostenibilidad, sino más bien todo lo contrario. Son importantes núcleos de contaminación, de abuso de recursos y de insostenibilidad energética. Pero algunas ciudades están llevando a cabo ajustes para intentar, sin prisa pero sin pausa, cambiar esta escena. Las que llevan más ventaja en este campo son, como es fácil adivinar, las ciudades nórdicas. Pero París también ha hecho importantes avances y todo indica que estos no solo van a seguir, sino que aumentarán progresivamente.Un buen ejemplo de esta tendencia lo encontramos en el símbolo de la ciudad: la torre Eiffel. Durante la noche se iluminaba durante diez minutos cada hora y recientemente se ha reducido a cinco, lo que significa un ahorro de energía, además de prolongar la vida de las bombillas. Sin duda es un dato casi anecdótico, pero son estos detalles los que indican una tendencia hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente.

Restaurantes

Con el permiso de la cocina española, la gastronomía francesa es, sin duda, la más internacional y reconocida del mundo gracias al desarrollo del concepto de la nouvelle cuisine, basada en recetas livianas y delicadas, en las que se le da gran importancia a la presentación de los platos y a la calidad de los productos. París, como capital del país y núcleo cultural, económico y social de toda Francia, es el epicentro de esta maravilla para los sentidos que es la cocina gala. Prueba de ello son los más de cien restaurantes con estrella Michelín que se encuentran en un radio de cien kilómetros en torno a París. De hecho, los parisinos presumen de haber creado, en el siglo XVIII, el concepto de restaurante actual. En realidad, lo mejor de su cocina es resultado de la combinación de las especialidades propias de otras regiones francesas, de Alsacia a la Bretaña.

La ciudad alberga, además, Maxim’s, quizá el restaurante más afamado del mundo, reservado, eso sí, a los bolsillos más pudientes. Pero esto es solamente una muestra, porque comer en París supone deslizarse desde los puestos y mercados ambulantes en los que degustar los famosos crêpes y galettes, a los cafés, las brasseries o los locales en los que se combina gastronomía y música en directo. Aunque sin duda, los bistrós son la referencia para saborear la cocina tradicional francesa a precios contenidos.

Francia es famosa por sus quesos —camembert, roquefort, brie, époisses…—, protagonistas de la gastronomía parisina, a la que se asocian irremediablemente los croissants, los brioches y el pan, con la tradicional baguette o los menos conocidos pero igualmente exquisitos, pains y panes negros. Sin olvidar el foie y el paté, de garza, oca o servido en costra de hojaldre, y el canard o pato, servido en filete —magret— o en conserva —confit—. Pero París es también el lugar ideal para saborear otros platos, como las exóticas ancas de rana, unas exquisitas ostra...

Índice

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