Xilografía que representa la docecencia universitaria, procedente del libro de J. Gassull Lo somni de Joan Joan.
Texto 1
Descripción de la Universitat de València
La entrada principal de la universidad es un lugar que fácilmente queda enfangado por la lluvia y la tierra, y por la gran cantidad de estudiantes que hay. Una vez que has atravesado la entrada, te encuentras con unas altas escaleras que conducen a habitaciones más adornadas y a las aulas donde se enseña, que son lugares muy adecuados para los excelentes profesores que han de venir. El vestíbulo está frecuentemente oscuro, pero el pórtico es bonito. Al pie de la escalera hay una gran mesa de piedra, de color azul, donde acuden los libreros cuando reciben alguna novedad, para exponer los libros a la venta.
Ovación de la Virgen, Madre de Dios
Luis Vives, 1514.
(trad. L. Riber)
Edición de las primeras obras de Vives.
Texto 2
Los beneficios de la filosofía
Cuando gracias a la filosofía llegamos al principio indivisible del mundo, omnipotente, eterno e inmortal, y despreciamos con excelso ánimo lo que produce gozos insustanciales a los hombres vanos, ese principio produce tanta tranquilidad a nuestra mente que, en el futuro, no podrá ser agitada por tormentas procelosas. Ninguna fuerza podrá mover a nuestra mente de su sitio, ni ningún golpe de la fortuna podrá turbar su placidísima paz. Viviremos alegres, y viviremos seguros, con una norma de bien y felizmente. Aquella norma de la que ha hablado siempre la humanidad y que ha sido deseada con vehemencia por todos y en todo tiempo, como la razón y el camino que conducen a aquella vida eterna infinitamente mejor, en la que el alma, originada del aliento divino, y que ni se vuelve vieja nunca, ni muere, liberada del vínculo con el cuerpo oneroso, retorna con suma felicidad a su sede y conoce las estrellas conocidas. Que otros comparen placeres seductores con la más mínima delectación similar de la filosofía; y que digan que la riqueza es muy útil a la vida humana, aunque sin ella se viviría mejor, sin los dogmas de la filosofía, sin embargo, no se podría vivir; y que algunos afirmen que para el hombre hay algo más necesario que la filosofía, cuando sin el resto de cosas el hombre siempre es hombre, y en ausencia de la filosofía no sería hombre.
De los inicios, escuelas y alabanzas de la filosofía
Luis Vives, 1519.
Texto 3
Erasmo de Rotterdam elogia a Vives
Está entre nosotros Luis Vives, el valenciano, que no pasa de veintiséis años, pero está muy versado ya en todas las ramas de la filosofía, y que ha progresado tanto en las bellas letras, en la elocuencia, en la facilidad de hablar y de escribir, que apenas encuentro a nadie con quien poder compararlo. No hay tema en el que él no haya ejercitado su pluma. Ahora mismo está explicando los ejercicios de la antigüedad, pero con tanta maestría, créeme, que, con solo cambiar el título, podríamos pensar que se trataba de un argumento, no propio de nuestro tiempo ni de nuestra tierra, sino más bien de aquellos tiempos felicísimos de Cicerón y de Séneca.
Carta de Erasmo de Rotterdam a Juan de la Parra,
preceptor de Fernando, hermano del emperador Carlos.
13 de febrero de 1519.
Texto 4
Vives describe València al obispo
Erardo de la Marca
¿Para quién será mí primera felicitación, Reverendísimo Padre y Príncipe Ilustrísimo, por haber sido nombrado arzobispo de València, para ti o para mí y para mis conciudadanos? Para ti, a quien ha correspondido ese arzobispado que tanto por la condición cristiana de su pueblo, como por la amenidad de la región, no puede menos de serte muy placentero y agradable. Aquella gente es por su natural alegre, bullanguera, entusiasta, afable, obsequiosa, obediente; para con sus príncipes y magistrados tiene singular gratitud y benevolencia y un celo increíble para las cosas de la Iglesia, y las órdenes de sus sacerdotes las cumple con diligencia y sumisión. La nobleza que hay en esa ciudad es grande en número, espléndida, maravillosa, magnífica, modelo de cortesía y humanidad, ...