Capítulo 1.
Interrelaciones en los estudios de ciencia, género e historia
El presente capítulo está destinado a proveer información relevante sobre el sustento teórico de la investigación en cuanto a ámbitos, aportaciones ideológicas y limitantes. En síntesis, se describen someramente algunos principios básicos que cimientan el contenido de esta investigación. Una vez identificados el objeto de estudio y los objetivos de la investigación se exponen algunas concepciones tendientes a mostrar la importancia de la historia social en la educación, así como una panorámica que ilustra el fundamento conceptual del análisis de la problemática de esta investigación. Aquí se presentan los principales aportes realizados por autores(as) reconocidos(as), que coadyuvan en este análisis y que se convierten en la columna vertebral de los procesos interpretativos realizados. Se describe, además, la forma en que se interrelacionan los estudios de ciencia, género e historia y se muestra la perspectiva epistémica desde donde se construye el análisis.
1.1 La perspectiva histórica de esta investigación
Fontana, respecto a la concepción de la historia social de la educación, señala que “una mala comprensión del pasado, que se proyecta erróneamente hacia el futuro puede repercutir en los hallazgos del presente. Desde esta concepción, y con una perspectiva de género, la presente investigación analiza la forma en que se ha venido desarrollado el proceso formativo e investigativo en matemáticas, en el contexto de la universidad colombiana, a la vez que estima en qué medida los aportes investigativos de las mujeres matemáticas han contribuido al desarrollo científico de nuestro país, así como al perfeccionamiento de la matemática en el mundo. De esta forma, se sustenta la necesidad de emprender estrategias que permitan enfrentar y cambiar los paradigmas históricos y culturales existentes en el antagonismo género versus ciencia.
Se espera que los resultados aquí encontrados puedan contribuir al fortalecimiento del corpus teórico de la denominada teoría del género y que, a la vez, se conviertan en una forma de visibilización de la producción científica de las mujeres; productividad que en muchas ocasiones ha sido silenciada y en consecuencia relegada al olvido.
Las mujeres han hecho diversas contribuciones a la historia de las ciencias desde la antigüedad, y en la actualidad desarrollan una actividad científica más fructífera, dadas las nuevas condiciones académicas, sociales y en especial la nueva concepción de género que se consagra en la legislación de los diferentes países, incluyendo la de Colombia, sin embargo, son muy escasas las referencias al aporte de la mujer en el conocimiento científico, “durante la mayor parte de la historia documentada, las sociedades occidentales han estado bajo el dominio de los hombres. Los libros de historia reflejan esta influencia masculina: han ignorado la historia de las mujeres”. Podría afirmarse que la razón principal de estas ausencias radica en la existencia de un conjunto de barreras sociales y culturalmente impuestas, entre las que se pueden citar:
Actitudes negativas acerca del talento científico de las mujeres: estas actitudes fueron instauradas por valoraciones sesgadas emitidas por personajes intelectualmente influyentes, como por ejemplo el caso del filósofo Immanuel Kant (1724–1804), para quien “ambos sexos deben ser educados y disciplinados. Los hombres, para la sociedad, necesitan lo primero más que las mujeres”. Además, llegaba a decir que era tan posible que una mujer tuviera barba como que sintiera preocupación por la geometría, “el proyecto educativo kantiano muestra que solo excluye terminantemente a las mujeres, pues si bien puede admitir que la educación de los hombres no europeos tal vez puede adecuarse al modelo, no acepta en forma alguna que la educación de la mujer pueda realizarlo pues su carácter no puede alcanzar autonomía moral, sino todo lo más formación en el arte de agradar, y pensar solo en cuanto puede servir para conducir de forma razonada, pero delicada, a los hombres”.
Dificultades para conseguir una educación científica: en el pasado, quizá por el papel social que le fue impuesto a la mujer, siempre era raro que una joven pensara siquiera en iniciar el arduo y difícil camino de llegar a tomar contacto con las ciencias superiores; hasta después de la Primera Guerra Mundial, era normal que la mujer no pudiera acceder a puestos universitarios.
Falta de apoyo y comprensión para relevar a la mujer de las tareas cotidianas: la investigación en general, y en las ciencias básicas o “ciencias duras” en particular, se caracterizan por la necesidad de inversión de grandes dosis de tiempo; piénsese, entonces, en el rol histórico de las mujeres, llevado a su máximo en el pasado: criar hijos, cocinar, coser, etc., sin que tuviese el apoyo de su pareja en dichas la...