Siete obras de teatro

Willebaldo López

• Editorial: Fondo de Cultura Económica
• Año: 2014
• ISBN:
  9786071623805
• Categoría: Medios de comunicación y artes escénicas
• Categoría: Teatro

Director de numerosas puestas en escena entre las que destaca Tereso y Leopoldina, estrenada en 1989 y ganadora del Premio Juan Ruiz de Alarcón, los siete trabajos reunidos en este libro son el reflejo de una pasión, un punto de partida ideal para incursionar en la cultura mexicana.

Yo soy Juárez

OBRA EN DOS ACTOS
[1972]

Obra escrita durante el periodo de beca 1971-1972 en el Centro Mexicano de Escritores, A. C.

Estreno: Teatro Independencia de la ciudad de México, el día 29 de septiembre de 1972

Con amor y agradecimiento
a María Elena Martínez Tamayo
A mi hija Mariana López Brito

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REPARTO

MAESTRO:	José Luis Bolaños
ROBERTO:	Juan Rodríguez
EUGENIO:	Jesús Cabrera
PETRONILO:	Benjamín Islas
	Jesús Soberanis
RAMÓN:	Luis Molina
MONO:	Ismael Aguilar
	Ismael Galván
JORGE:	Ricardo Ramírez
LOCA:	Celia Suárez
CONSERJE:	Daniel Alducin
	José Luis Pantoja
PRIMA I:	Pili Oliver
PRIMA II:	Sorel Galindo
PRIMA III:	Consuelo Pérez
	Christian Escobar
ALBAÑIL REBELDE:	Luis de León
ALBAÑILES:	José Guzmán
	Salvador Patlani
	Mario Aguirre
	José Cardona
	Víctor Hugo Aguilar
	Salvador Cabral
	Fernando Escudero
	Federico Engels
	José Luis Hernández
CHINACOS:	José Luis Méndez
	Miguel Quiroz
	Jorge Yépez
	Gonzalo Ramírez
	Alejandro Engels
	Enrique Hernández
	Ricardo Medina
	Christian Zempoaltecatl
OFICIAL I:	Jesús Villegas
OFICIAL II:	Arturo Paulette
CHINACO I:	Ignacio García
CHINACO II:	José Luis Uscanga
DIRECTOR:	Juan Antonio Guardiola

Dirección:	Fernando Wagner
Asistente:	Carlos Villarreal
Escenografía y vestuario:	Julio Prieto

Primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Obras de Teatro “Hombres de México y del Mundo”, organizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social en el año de 1971. Jurado: doctor Francisco Monterde, maestro Salvador Novo, profesor Jesús Romero Flores, licenciado Miguel Álvarez Acosta y licenciado Andrés Henestrosa.

Acta de Premiación: “Es de otorgarse el Primer Lugar a la obra intitulada YO SOY JUÁREZ, por sostener un auténtico deseo de eludir lo anecdótico, acrecentando la luminosidad del personaje con una perfecta construcción dramática, entre otras cualidades”.

Mejor grupo por “Yo soy Juárez”, otorgado por la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro, presidida por Miguel Guardia, en el año de 1972.

Premio Efrén Orozco, otorgado a la obra “Yo soy Juárez” por la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro, presidida por José Luis Oviedo, en el año de 1972.

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PRIMER ACTO

En un extremo del escenario se ve la sección de un salón de clases en una escuela preparatoria; y hacia el otro lado se encuentra un patio de recreo con una estatua de don Benito Juárez en el centro; más al fondo, se ve el inicio de una construcción con varios albañiles trabajando. En el salón de clases, un maestro revisa varios libros y subraya lo que más le interesa. Un muchacho atraviesa el patio a la carrera y entra en el salón.

ROBERTO.— Aquí está el libro, maestro. Y éste es su cambio. (Entrega un puñado de monedas.) Aunque me debería quedar con él, porque tuve que ir muy lejos a buscar.

MAESTRO.— Claro. Tómalo.

ROBERTO.— Cómo cree. Si era broma. (Va hacia la puerta.) Bueno…, lo dejo con todos esos libros para que se entretenga.

MAESTRO.— Nada de eso. Tú vas a buscar también y a sacar fichas.

ROBERTO.— No, profe. Yo le entro a los libros sólo cuando tienen monitos. Oiga… Además, si estoy en esto es porque quiero actuar. Y, pues, todavía ni la obra tenemos.

MAESTRO.— Porque no trabajan. Hay que documentarnos primero: saber qué es esto y cómo se come esto. ¿Leíste los libros que te encargué?

ROBERTO.— Claro que sí. Pero están reteaburridos. ¿Y si mejor le paramos?

MAESTRO.— Tú puedes hacer lo que quieras. ¿Dónde andan los otros muchachos?

ROBERTO.— (Burlón.) Hacen tiempo en el café para que sea usted el que busque en los libros.

MAESTRO.— ¡Ah, qué comodinos!… Quedamos en que todos lo haríamos, ¿no? (Enojado.) ¡Es el colmo! Ya perdí media hora esperando a que lleguen, y ahora me salen con esto.

ROBERTO.— No se enoje, profe, ya no tardan.

MAESTRO.— Esto lo hago por ustedes. Pero si no cooperan, mandamos todo el proyecto a la mierda.

ROBERTO.— Ya, profe, ya… No se enoje más. Le mentí. Los demás están bien metidos en el proyecto. Están en el café, pero trabajando. De veras.

MAESTRO.— ¡Qué van a estar trabajando!

ROBERTO.— Sí, profe. Están tratando de convencer al Mono para que se aviente el Juárez.

MAESTRO.— ¿Al Mono? ¿Y ése quién es?

ROBERTO.— Pues el Monillo. Está con nosotros en la clase. Se apellida Medina y… es… José.

MAESTRO.— José Medina. Mira, no se me había ocurrido. Espero que acepte; así contaríamos con alguien que sí gusta de la historia.

ROBERTO.— No eche habladas, profe. Los muchachos pensaron en el Monillo porque se parece mucho a Juárez.

MAESTRO.— Tú querías actuar ese papel.

ROBERTO.— ¿Yo?… No la friegue, profe. Yo no estoy tan feo.

Entran al patio los muchachos Eugenio, Petronilo, Ramón y el Mono; juegan y discuten entre sí.

EUGENIO.— ¡No lo suelten! ¡Agárrenlo bien!

PETRONILO.— ¡Pero, ayúdenme!… ¡Me quiere morder!

RAMÓN.— Ya déjate de payasadas, Mono.

MONO.— Por la fuerza, no. Así no le entro. Aunque me vean prietito soy gente de razón. Y ya me comprometí con los del grupo cultural de la prepa.

RAMÓN.— No seas tarado, Mono. ¡Cómo crees que te va a ir mejor con los porros!

PETRONILO.— Con nosotros está el maestro Nacho. Tú sabes que es un fregonazo.

ROBERTO.— (En el salón.) Ya llegó la manada, profe.

MAESTRO.— Vaya. Entonces, salgamos a recibirlos. (Toma los libros.)

MONO.— ¿En serio?… No creo que él se digne hacerse cargo de ustedes.

EUGENIO.— Es el más interesado.

MONO.— Si de veras es cierto, a lo mejor le entro.

RAMÓN.— Te lo estamos dice y dice, animal.

PETRONILO.— (En juego.) Ya te fregaste, Mono. Ya te fregaste. (Señala la estatua de Benito Juárez.) ¡Qué va a decir don Benito!

MONO.— ¿Cuál Benito? (Le señalan la estatua.)

EUGENIO.— Ésa. ¡Mira! ¡Te está cerrando un ojito!

MONO.— ¿Y qué quieres? ¿Que me suba y le rasque el culito?

MAESTRO.— (Sale al patio, seguido por Roberto.) ¡Qué bonito!

¡Qué bonito! Yo los espero como un idiota, y ustedes en el café.

RAMÓN.— Estábamos rescatando al Mono del meritito infierno…; y nos costó mucho trabajo.

PETRONILO.— (Silba fanfarrias y los demás tamborilean y hacen coro.) ¡Heee aquiiií al ilustre patricio!: ¡al benemérito!

EUGENIO.— (Con entusiasmo.) El Mono está pintado para el Juárez. ¿No le parece, maestro?

ROBERTO.— (Manipula al Mono.) Mírelo de perfil, maestro. Mírelo de frente. Mírelo de espaldas…

MONO.— (Se zafa.) Ya no frieguen. (Los muchachos vuelven a sus fanfarrias.)

MAESTRO.— Dejen a José en paz.

MONO.— ¿De veras se va a encargar del grupo, maestro? (El maestro asiente.) Porque si no, yo no voy con éstos ni a la esquina.

EUGENIO.— No te hagas, güey. Si te rescatamos de la basura. Ya andabas de manita sudada con los porros. ¿Verdad que los del grupo cultural son porros, profe?

MAESTRO.— Eso dicen. Porque de cultural no tienen nada: sólo se la pasan organizando fiestas.

RAMÓN.— Bueno, Mono, ¿te quedas o no te quedas con nosotros?

MAESTRO.— Lo nuestro es muy en serio, José.

MONO.— Entonces, le entramos, profe. No se diga más. (Los muchachos gritan de júbilo y se felicitan.)

PETRONILO.— ¡Ya la hicimos! Estoy seguro que nos llevamos el primer premio.

MAESTRO.— No canten victoria. Están anticipando mucho el resultado. ...

Índice

• Portada
• Nota Preliminar
• Los arrieros con sus burros por la hermosa capital
• Cosas de muchachos
• ¡Císcalo, císcalo, diablo panzón! (La oscuridad ya está vieja, ya no espanta a la verdad)
• Yo soy Juárez
• Pilo Tamirano Luca
• Vine, vi… y mejor me fui
• Tereso y Leopoldina
• Índice