Propuestas creativas
Propuesta creativa
Juliao Sarmento, Laura y Alice (9), 1994. Colección particular.
La línea representa la forma de expresión más sencilla y pura. Por medio de ella podemos expresar profundas emociones. Precisamente, mediante una línea esencial y poética, el artista portugués Juliao Sarmento (nacido en 1948) nos transmite un mundo lleno de lirismo y sensibilidad. Es uno de los máximos exponentes de la pintura contemporánea internacional. Tras su formación en la academia de Lisboa y una fase como artista multidisciplinar en la que se inclinó por los aspectos más conceptuales del arte, su obra evolucionó hacia la creación de un universo creativo y un imaginario pictórico autónomo. En un primer momento recuerda al Bad-painting de la década de 1980, pero que cada vez se vuelve más radical y austero abandonando la anterior incorporación de textos y fotografías en sus cuadros. En la década de 1990 realizó una serie de pinturas popularmente conocidas como “Pinturas Blancas”. En ellas, Sarmento gana en densidad, sensualidad y tensión. El dibujo adquiere un gran protagonismo en la construcción de la obra y con un gesto mínimo nos muestra lo esencial; por ejemplo, si quiere dibujar a una mujer que se desabrocha el vestido sólo dibuja esa parte y omite el resto. La búsqueda de lo esencial lo lleva a mutilar los cuerpos y a valorar cada vez más el espacio pictórico como un espacio vacío. Sus cuadros muestran un drama intuido o soñado, pero nunca explícito. La ausencia y las formas incompletas transmiten un erotismo y un misterio que se intensifican por la desconexión narrativa entre sus dibujos. A menudo recurre a la representación del cuerpo femenino, pero no de una forma exuberante sino ausente y melancólica. En Laura y Alice (9) las enigmáticas figuras invaden levemente el espacio pictórico y se desprende una falsa quietud que perturba y mantiene a la espera de una escena dramática.
Descubrir la poética de la línea y el vacío en un dibujo a lápiz
El lápiz es un medio directo y simple, ideal para un trabajo mínimo y sin grandes pretensiones. La variedad de dureza de sus minas permite además crear trazos distintos. En este proyecto, Gemma Guasch ha partido de un interior como modelo y ha utilizado lápices de diferentes durezas para representar, sobre un papel blanco de dibujo, lo esencial de cada fragmento seleccionado. Ha yuxtapuesto elementos del espacio y los ha diferenciado tan sólo cambiando de lápiz. Aquí, su principal objetivo ha sido valorar el espacio vacío y mostrar los elementos mínimos mediante un gesto fragmentado.
“Es suficiente que aparezca lo absolutamente esencial para que se identifique aquello que quiero mostrar. Sólo eso es necesario (…) Para mí cada vez lo esencial es ver, no el detalle, sino su ausencia.”
Juliao Sarmento, fragmento de una entrevista de Bernardo Pinto de Almedia para la revista Lápiz, 2000.
1. Sobre un papel de dibujo blanco dibujamos con líneas inconexas la mesa y la ventana. Escogemos un lápiz HB porque con esta dureza media conseguimos un trazo equilibrado. Para dar un gran valor al espacio vacío, estudiamos bien la colocación del espacio representado en el plano del papel.
2. Esbozamos parcialmente las flores situadas encima de la mesa en la parte superior del papel. Para ello, escogemos un lápiz de dureza 3H, que crea unas líneas más duras y de un gris más claro. Tan sólo dibujamos las flores, sin florero ni mesa, así las desligamos de su contexto como si se tratara de un regalo o un deseo.
3. Ambas intervenciones han dividido en dos partes la imagen: la mesa y las flores; seguimos avanzando sin romper esta dicotomía. Volvemos a elegir el lápiz HB y tan sólo intervenimos sobre el ramo de flores. No intentamos romper la imagen sino reforzarla; dibujamos sobre el ramo repitiendo parte de las flores y las hojas, pero modificando su posición. El juego de dos durezas de lápiz yuxtapuestas permite diferenciar dos valores en la línea.
4. A continuación, aplicamos nuevas líneas en el comedor con el lápiz 3H para situar una línea más dura en la parte inferior. Por medio de la repetición de los lápices escogidos unimos los dos fragmentos. La prolongación lineal del motivo nos recuerda el espacio que se refleja a través de un espejo.
5. Antes de realizar la última intervención, debemos reflexionar y valorar el espacio vacío creado entre los dos fragmentos dibujados. No representamos más cosas del interior ni hacemos intervenir más lápices. Sólo dibujamos con el lápiz 3H mínimas líneas inconexas que vuelven abstracta la imagen. Así creamos un nuevo espacio: el del papel que con sus dibujos fragmentados permite ver otra realidad.
Galería
Otros resultados
Las posibilidades que ofrece el trabajar un espacio desde el fragmento de sus partes son infinitas. En este proyecto, la autora ha experimentado la creación de nuevos espacios por medio de la línea y la fragmentación del espacio interior. Los lápices y las tintas han sido los medios escogidos por su simplicidad y austeridad. En esta galería disfrutaremos de unos trabajos elegantes y poéticos.
Sobre un papel de dibujo, se han dibujado fragmentos del espacio interior con lápices de diferentes durezas: 8B y 4H; el lápiz blando traza una línea negra y el duro una gris, lo que separará visualmente a ambos dibujos. En el centro del papel se han alternado los dos lápices y se han dibujado fragmentos del interior a diferente escala; también se ha dibujado en la parte inferior del papel. La sensación de espacio vacío se agudiza al dejar parte del papel sin resolver.
Este dibujo se ha realizado con tinta china y pincel. La tinta ha permitido crear espacios totalmente negros sobre los cuales se han dibujado líneas con lápiz de color blanco. La composición del espacio es más clásica, pues centra visualmente la mesa en el centro. El juego entre...