¿Qué es ser hombre?
eBook - ePub

¿Qué es ser hombre?

Valores cívicos y valores conflictivos en la Galicia profunda

  1. 176 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

¿Qué es ser hombre?

Valores cívicos y valores conflictivos en la Galicia profunda

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Vivimos en un mundo dominado por el canon científico que nos aporta certezas antes desconocidas, pero vivimos, también, en una cierta perplejidad moral y con dilemas éticos que no son fáciles de resolver. Cada grupo humano comparte, en principio y con variaciones internas, un conjunto de valores, una moral y un modo de vida tradicional. La presentación etnográfica narrativa sobre qué aprecian, qué menosprecian y cómo lo verbalizan nos lleva a la estructura del pensamiento evaluativo comunitario; las relaciones de cooperación, dependencia y evaluación de los otros como portadores de intención y significado nos llevan a la transcendencia de la intersubjetividad, mientras que la debilidad en la conformidad cultural y el desdén de la tradición minan la identidad colectiva. En este nuevo estudio antropológico de Carmelo Lisón Tolosana el octavo sobre Galicia, norma, valor, obligación y derecho aparecen presentados etnográficamente, con el rigor, la ambivalencia y la sofisticación con los que los dialogantes los han transmitido, enmarcado todo en casos, situaciones y contextos, sin el fetichismo que envuelve en abstracto y en abstrusa retórica mucha filosofía sobre los derechos humanos.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a ¿Qué es ser hombre? de Carmelo Lisón Tolosana en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Social Sciences y Cultural & Social Anthropology. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2018
ISBN
9788446046219
VI
INTERMEZZO I: MORALIDADES FLUIDAS
Los capítulos anteriores han ido perfilando el modo léxico de acercamiento al universo de valor tradicional que he privilegiado. A nivel de lenguaje es sin duda conceptual, abstracto; además los informantes al dialogar piensan, razonan, dudan, se percatan de la ambigüedad y polivalencia significante de lo que dicen, por una parte, y de la incidencia de la personal experiencia, por otra. Pero formulan, a la vez, conceptos in re no de aplicación estricta, cartesiana o rigurosa; persona mala, testigo falso, ladrón, mal vecino, etc., descienden de su estructura discursiva abstracta para actualizar hechos y revivir comportamientos conocidos. En sus variaciones lingüísticas locales describen la compleja y diferente realidad social, porque esos conceptos, en principio generalizantes, se encarnan en fenoménica objetividad, se corporeizan en etnografía en acción, en conducta observada y experienciada, vivida; pero, a su vez desmenuzada semánticamente esa conceptualización fáctica, nos proporciona, al aglutinar escenarios diferentes en su similaridad, un pattern de generalización media en circularidad.
En este capítulo, con carácter de intermedio entre dos partes morales a ratio fuerte, vienen descritas algunas posiciones específicas, en conjunto regionales, moralidades medias, fluidas, conjunciones –una vez más– del sí y del no simultáneos, versatilidad de perspectivas, variables distinciones preposicionales para que denotan pluralidad de fines en los que se encarna una acción, un cierto relativismo en una palabra, lo que recuerda –otra vez– el repetido Dios es bueno pero o demo no es malo.
I
«Limpio, limpio no hay nadie», me decían en Piedrafita del Cebrero; el eco del aserto inicial se oye ampliado por muchas áreas. «Todo individuo es un mesturado, un malo a medias, bueno y malo, uno que es bueno para unos y malo para otros, uno que cumple unos tratos bien y otros mal», me intimaron en Cazás; «o trangalleiro ni es bueno ni es malo, es un cuentista que está aquí [en nuestra mesa] y va con cuentos a los de otra mesa»[1]. Las tres citas apuntan a la posición intersticial de los actores. Esta categoría media, entre, es sin duda ambigua y matter of scale pero hecha real en y por un rico vocabulario que las clasifica como «casos más o menos leves»[2]. Vicioso, trangalleiro, juerguista, trangallán, jugador, revoltoso, currandeira, prin­gallo, resubeira, descuidado, pilintra, bergallo, turulleira, piringallo, etc., son parte de un tramo inferior en la jerarquía vertical que coloca a los así encasillados en un estrato moral peculiar. Todos apuntan «a cosas no tan mal hechas…, son enredadores, personas que están deteniéndole a usted, cualquier persona que le aconseje mal o que le aconseja bien pero que salga mal, é che [esa persona] un enredoso»[3]; apuntan también al «revoltoso, individuo que anda picando aquí, revolviendo allá»[4]; al «tío de los cuentos, si se encuentra conmigo me habla mal de usted y si con usted le habla mal de mí»[5]; «al trangallán que hace un trabajo mal hecho», me dicen en Villasevil y confirman en Puerto de Bares: «Usted hace un negocio, una cosa mal hecha, igual emprende otro sin terminar aquél, nunca termina nada, é un trangalleiro, no tiene formalidad…, al conocerlo nadie le hace caso. No es peor que el borracho, no, no, es otra cosa, deriva de otra cosa», esto es, pertenece a otra categoría ética; «a curandeira fala mucho, critica, charra [en exceso] con el vecino»[6]; se refieren también a «a resubeira [que] critica mucho, puede revolver la casa de los vecinos de arriba abajo»[7]; al «ó trampón no es serio en tratos» y «a turulleira es descuidada, porca, sucia»; al «bergallo, un retorcido…, un roble que nace torcido e non sube parriba…, una persona que no hay quien la domine»[8], a «uno que tiene mal vivir [mal carácter], hasta en casa está siempre haciendo guerra»[9], etcétera.
Estos caracteres y modos de comportamiento intermedios están alejados de oscuros extremos, de pasiones excesivas como en algunos casos de los capítulos anteriores, no concitan resentimiento[10] implacable –volveré sobre esto– y profundo ni problemas graves, pero sí conforman una estructura motivacional intersticial de tensiones leves o medias. El informal, inconsistente e incumplidor cuenta con poco crédito en su haber entre las personas sensatas de la comunidad. Esta situación entre, híbrida, respecto a, para, ocupa una mansión ética que no se ubica ni en uno ni en otro de los dos principales opuestos –persona boa/persona mala– que encorsetan, viene configurada por participar de ambos en variable grado. Se trata de una estancia y situación a doble frontera, de una difícil simbiosis, de una combinación de cualidades incongruentes que el opulento vocabulario regional conforma y realza, lo que era de esperar dada la indeterminación cultural y ambigüedad del εθοξ que en varias ocasiones he señalado. Pero lo interesante ahora es notar que esta estructura del umbral nos muestra otra forma de realidad, otra verdad.
Vuelvo una vez más al léxico local porque éste en contexto adquiere sustancia, densidad y tono y discrimina el alcance orgánico de la palabra. Continúo con una minima ethica comunitaria, concretamente con la valoración del que se emborracha con frecuencia o mucho según el baremo lugareño. «El borracho», me aseguran en Pasada, «puede ser buena persona aunque se emborrache con frecuencia»; lo corroboran las citas siguientes que acumulo trayéndolas de sus labios a esta hoja: «El borrachín é un pelexo[11], pero por eso no deja de ser buena persona»[12]; «é che un enredoso, es un borracho nada más, no es mal vecino ni mala persona»[13]; «al borracho le hace mal el vino pero no es mala persona y si es la mujer eso es cuestión de ella, por esto no deja de ser boa muller»[14]; «el que se emborracha puede ser una persona boa»[15]; «el borracho no es una persona mala… si tiene buen corazón y buenas entrañas…, es malo para sí mismo»[16]. No obstante, el borracho es calificado de vicioso por doquier, y de perdido, lo que introduce un nuevo ángulo en su cualificación al registrar un defecto o sombra en su persona: «Es un vicioso pero no mala persona» dicen en Puebla de Burón, giro adversativo que implica tensión lingüística que contextualizan las citas siguientes: «Es vicioso pero puede ser buena persona»[17]; «si no molesta a nadie no es mala persona»[18]; «es vicioso, no es mala persona, pero se le critica»[19]. No es malo, pero, nos vienen a decir, hay algo, no mucho ciertamente, que renquea, no acaban los más benignos de decidirse del todo, pero en conjunto el lenguaje adscribe al borracho habitual una cierta deficiencia ética.
La razón de esta vacilación viene expresada y graduada en los siguientes textos: «Es mala persona para él, para los demás no»[20]; «é un perdido[21], mais é perdido para él, nada mais»[22]; «Si es faltón es mala persona, pero si le da por cantar y no se mete con nadie, nada»[23]; si no falta a nadie no es mala persona, es mala para la ruina de él, malo para él y para el hogar»[24]; «Si no se mete con nadie no es mala persona, si se mete sí»[25]; «Si molesta al vecino entonces es mala persona por meterse con otros, no por borracho; si no se mete con nadie no es mala persona, es malo porque castiga al bolsillo»[26]; «Depende de qué clase de borrachera tenga, si da mala vida en casa, pega a la mujer…, no es buena persona»[27]. Éste es un comportamiento que desaprueban por toda la geografía, como ejemplo Lodoselo: «Si [el borracho] organiza discordias con la familia, en casa» y «si es jugador [además] y pega a su mujer» –Prados–, etc., «pierde prestigio», «es vicioso», «es un perdido». El limbo moral inicial va cobrando tono mayor según contextos, circunstancias y consecuencias.
Más aún y más complicado: «Hay borrachos que son buenas personas, hay los que son buenas personas de borrachos y [los que] no lo son cuando están borrachos, y hay los que son buenas personas de no borrachos y son malas personas de borrachos. El borracho mala persona es el que insulta y se mete con los demás. “O borracho dice o que ten no papo”; hay personas que son incapaces de decir lo que piensan o sienten cuando normales, porque no se atreven, son tímidos…, pero dicen lo que sienten cuando están borrachos. Y haylos también que ...

Índice

  1. Portada
  2. Portadilla
  3. Legal
  4. Dedicatoria
  5. Presentación
  6. I. Nota metodológica
  7. II. Área piloto
  8. III. La persona boa
  9. IV. La persona legal
  10. V. La persona mala
  11. VI. Intermezzo I: moralidades fluidas
  12. VII. Intermezzo II: moralidades circunstanciales
  13. VIII. Lexias morales débiles
  14. IX. Lexias morales medias y fuertes
  15. X. ¿Qué es ser hombre? O montuno, o pesco
  16. XI. Coda antropológica (a capriccio)