Ciudadanía y cristianía
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Ciudadanía y cristianía

Una lectura de nuestro tiempo

  1. 348 páginas
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Ciudadanía y cristianía

Una lectura de nuestro tiempo

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Índice
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Información del libro

Los hombres tenemos siempre la vida por hacer, los ciudadanos tenemos siempre la sociedad por configurar y los cristianos tenemos siempre nuestra fe por realizar. Este libro se propone iluminar la relación existente entre estos órdenes: Humanidad, ciudadanía y cristianía. El autor muestra desde dónde se configuran cada una de ellas colaborando entre sí, a la luz de lo que ha sido la historia espiritual de Occidente. De ahí sus dos partes: Subsuelos nutricios de la ciudadanía -- Situaciones y exigencias de la cristianía. Se radiografían así los movimientos fundamentales de la conciencia española que han tenido lugar en el último medio siglo.

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Información

Año
2017
ISBN
9788490558027
Edición
1

SEGUNDA PARTE
SITUACIONES Y EXIGENCIAS DE LA CRISTIANÍA

1. EUROPA EN LA ALTERNATIVA

Los inmensos éxitos y los terribles desastres de Europa en el siglo XX la han llevado a un extremo borde ante el que se le abren fecundas posibilidades y mortales abismos. En ese siglo se han consumado dos guerras mundiales y otras guerras civiles con muchos millones de muertos. Hoy han estallado los volcanes de su creatividad y de su negatividad y con ello se ve urgida a actualizar las fuentes morales y las decisiones trascendentales sin las cuales no puede seguir el camino por el que ha andado hasta ahora. De ahí el grito de Juan Pablo II en Santiago de Compostela: «Europa, sé tu misma» y la llamada más reciente de Benedicto XVI para que no deje apagar la llama de la fe. Se ha acuñado la expresión «excepción europea» para señalar ese extraño fenómeno histórico: mientras que en otros países crece la fe, desde los más desarrollados como Estados Unidos hasta otros del tercer mundo, en Europa desciende su intensidad.
No se trata de que Europa tenga uno o varios problemas; se trata más bien de situaciones que pueden ser afrontadas en dirección contrapuesta, de la existencia de grupos humanos que proponen o exigen que la historia marche en una dirección u otra. Son problemas de naturaleza muy diversa: social, económica, moral, cultural religiosa, pero todos ellos están entrelazados y no es posible intentar resolver uno sin mirar a los otros. Europa ha llegado a una madurez humana, social y política que la aleja de regiones y sociedades que no han dado esos pasos, y que terminan poniéndola ante problemas insolubles, como por ejemplo su apoyo a Israel o a la Unidad palestina, cuando los grupos más radicales de ambos se niegan recíprocamente la existencia como países. Por un lado, Israel es un país democrático, moderno, occidental, pero que apela a unas prerrogativas religiosas para ocupar solo todo el país que no son de recibo para una sociedad, libre y democrática. Por otro lado, la Unidad palestina son los marginados y pobres, pero guiados por unos líderes y unas formas de gobierno que no son modernos ni democráticos. Hay algo que es común a los dos grupos más radicales que los dirigen: los judíos ultraortodoxos y los miembros de Hamás coinciden en no otorgar autonomía a la política y en hacer de la religión criterio último para resolver el problema. Los judíos se remiten a una donación divina de esa tierra sagrada y están dispuestos a morir para lograr que lo sea, es decir, que sea solo judía. Los miembros de Hamás, a su vez, apoyados por otros grupos islámicos, elevan la religión musulmana a criterio supremo y desde ahí mantienen la intención de suprimir a Israel de la faz de la tierra. En ambos casos se trata de una reclamación de justicia real, que unos y otros quieren resolver desde una actitud premoderna, que no otorga a los elementos comunes de los hombres una posibilidad de inteligencia en el orden jurídico, más allá de las convicciones individuales, propias de cada persona o grupo. Por ello, Europa en un sentido apoya a Israel que tiene derecho a existir, pero apoya también a la Unidad palestina, que tiene su derecho y muchos menos instrumentos sociales y políticos, a la vez que dificultades ideológicas, para afrontar la construcción de un Estado.
Antes de pasar a la exposición concreta me atrevo a hacer un elenco de las situaciones o problemas que se le presentan a Europa como en una encrucijada ante la cual tiene que elegir entre dos alternativas posibles. Se trata de un elenco que requiere complemento y matices, que obviamente no puedo aportar aquí.
Alternativas:
1. Entre libertad e igualdad en el orden socioeconómico, como valores a los que otorgar supremacía.
2. Entre la unidad (centralismo de la Unión) y la Europa de las naciones (nacionalismo).
3. Entre secularización y fundamentalismo.
4. Entre la unidad de la cultura y civilización tradicionales, de las que ha vivido hasta ahora, y un pluralismo no convergente que pone en peligro la convivencia.
5. Entre el mantenimiento de su riqueza y nivel de vida al margen de los demás continentes o abrirse a ellos, en primer lugar a África para generar desde dentro de ella riqueza y libertad.
6. Entre la adhesión a la vertiente atlántica (Estados Unidos) o la vertiente de los Urales (Rusia).
7. Entre una civilización tecnificada con máxima rentabilidad de productos y una cultura humanista que pone en primer plano no tanto valores de eficacia inmediata cuanto valores de gratuidad, de belleza, de dignificación de las clases más pobres, de servicio.
8. Entre cristianismo por un lado y por otro judaísmo e islam, reales ambos, aun cuando no hayan tenido el mismo peso en su historia y no lo tengan en el presente.
9. Entre un sistema económico que favorece el crecimiento y otro que se preocupa más de los costes humanos que aquel lleva consigo, como el paro, las clases desfavorecidas, la repercusión sobre el matrimonio y la familia.
10. Entre una cultura de la razón y de la verdad por un lado y del corazón y de la misericordia por otro.
11. Entre una libertad de expresión y de crítica casi ilimitadas por un lado y por otro los valores de intimidad personal, de familia y de religión, que constituyen el fundamento de una dignidad e identidad que van más allá de las realidades puramente materiales, y que son consideradas por muchos tan esenciales o más que estas. Este problema está detrás de los atentados contra los periódicos que publicaron caricaturas de Mahoma.
12. Entre el acogimiento de la inmigración masiva y el rechazo.
Cuando alguien, individuo o colectividad, se encuentra en este cruce de caminos, en nuestro caso Europa, ¿qué opción tomar? En primer lugar hay que discernir, analizar y valorar los hechos en sus contenidos, causas y consecuencias. Ponderadas las propuestas de la alternativa nos encontraremos en una posición que teóricamente no ofrece salida única. Hay que preferir y elegir. Pero no podemos optar por uno de los dos polos de la alternativa, negando o minusvalorando del todo al otro. En este orden Pascal nos ha iluminado esta realidad al afirmar que una verdad sin amor se desnaturaliza y que puede convertirse en herética cuando no deja el espacio correspondiente a otras verdades parciales. Por otro lado, en la mayor parte de los casos no hay terceras vías. Por ello hay que dar preferencia a uno evitando la rigidez absoluta e integrando todo lo que sea posible del otro. Al realizar la opción habrá que tener en cuenta la historia anterior, los efectos humanos, sociales y económicos; habrá que analizar cómo atiende cada uno a las necesidades, derechos y deberes fundamentales; preguntarse cuál de ellos creará no solo más riqueza sino más convivencia entre las naciones, generando mayor paz y esperanza. Ninguno de los sistemas tiene la capacidad de superar todas las situaciones negativas ni de conseguir todos los valores positivos que se esperan de él. Por eso la historia debe permanecer abierta para que nuevas propuestas y sistemas afronten los problemas y propongan soluciones que los anteriores no fueron capaces de aportar.

1. Acontecimientos que están cambiando su historia

Pero antes de analizar esas grandes encrucijadas ante las que Europa está hoy, es necesario enumerar y descubrir el sentido profundo de algunos de los grandes acontecimientos de naturaleza cultural y espiritual que han trasformado sus entretelas. Estos son algunos: final del universo rural prácticamente en todo el mundo durante el decenio 1950-1960; acceso general a la educación y cultura; información universal e inmediata; globalización de las ideas y productos; reconocimiento de los derechos humanos; movimientos de liberación del hombre y sobre todo de la mujer, de las minorías y de los pueblos pobres; aceptación de la democracia como el sistema político que, en principio y cultivado no solo como marco formal sino con contenidos reales, procura mayores resultados para la libertad y la igualdad; el despertar del islam como comunidad de historia, de fe y de poder político, apoyado en sus inmensos recursos económicos derivados de las fuentes naturales de energía… Es verdad que muchos de estos procesos solo afectan a una minoría de la población mundial, pero una vez iniciados ya no pueden ser frenados hasta que lleguen a todos. El tiempo trabaja a su favor y son ya inicialmente un logro universal.
Para explicitar la trascendencia de los factores que acabo de enumerar, ofrezco referida al primer fenómeno (final del mundo rural) solo la cita de un historiador de máximo prestigio, si bien desde sus convicciones últimas carece de oído interior para lo que la religión ha significado en el pasado y sigue significando en el presente: «La humanidad viene experimentando un terremoto desde que la Edad Media terminó repentinamente para el 80% del globo terráqueo en la década de 1950 y hacia los años sesenta cuando los gobiernos y las convenciones que habían regido las relaciones humanas se desgastaban a ojos vistas en todas partes… Una era de la historia que ha perdido el norte y que, en los primeros años del nuevo milenio, mira hacia adelante sin guía ni mapa, hacia un futuro irreconocible, con más perplejidad e inquietud de lo que yo recuerdo en mi larga vida» [87].

2. Escisión en dos culturas contrapuestas

Europa vive escindida entre una cultura humanista y una cultura técnica; entre un norte que gira alrededor de Berlín, Oslo y Amberes y un sur cercano a Lampedusa, Tarifa y Marsella; entre unas zona...

Índice

  1. PRÓLOGO
  2. INTRODUCCIÓN
  3. PRIMERA PARTE: LOS SUBSUELOS NUTRICIOS DE LA CIUDADANÍA
  4. SEGUNDA PARTE: SITUACIONES Y EXIGENCIAS DE LA CRISTIANÍA