Seguros de pocas grandes cosas (1979-1981)
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Seguros de pocas grandes cosas (1979-1981)

Los Équipes

  1. 424 páginas
  2. Spanish
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Seguros de pocas grandes cosas (1979-1981)

Los Équipes

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Información del libro

"El que lea estas conversaciones ---escribe Julián Carrón en el prólogo--- se verá llevado de la mano por su humanidad palpitante a la profundidad de un desafío apasionante". Ese desafío no es más que la propia vida, el camino más difícil y bello que debemos recorrer día a día. Lecturas tan valiosas como la de Seguros de pocas grandes cosas nos ayudan, sin duda, a dar pasos más certeros, pues "camina el hombre cuando sabe bien adónde va".

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Información

Año
2014
ISBN
9788490552629
Edición
1
Categoría
Filosofía

1981

EL HILO DEL DESEO146


La exigencia de hacer personal la experiencia que se estaba viviendo era fuertemente advertida por todos; esta exigencia, sin embargo, chocaba con lo que, en una carta enviada a todos los responsables de las comunidades universitarias, se describía como «una indecisión a la hora de hacer verdaderamente nuestra la experiencia de esos dos años, con todas sus implicaciones personales y de juicio de la situación». Algunos comenzaron a advertir la necesidad de no reducir a un esquema asociativo la novedad de vida que aquellos años, desde 1975 hasta entonces, habían supuesto, haciendo de la comunidad «un refugio» y de las iniciativas «un peaje formal que pagado al movimiento». Se empezaron a usar expresiones como «posición humana», «tarea personal», «juicio concreto sobre la vida», como para indicar el giro que el camino iba dar hacia esa «personalización» que don Giussani, con insistencia creciente, requería de los universitarios y, en particular, de sus responsables.

Asamblea 1


Intervención: Hay dos puntos que emergen de las contribuciones que hemos recibido. El primero se puede formular así: nos hemos embarcado en algo que va mucho más allá de lo que pensábamos y podíamos imaginarnos. Dos ejemplos. Los de la comunidad de Bolonia, hablando de su compromiso y de los gestos que llevan a cabo, dicen: «Todo esto corre el riesgo de quedarse en una mera intuición si no crea una posición estable». Es decir, las asambleas, la Escuela de comunidad, las octavillas que se reparten, los manifiestos que se hacen públicos en la universidad, corren el riesgo de quedar como una intuición que vale sólo para ese momento, pero que no va más allá. Por otro lado, los de la comunidad de Padua observan que el encuentro con el grupo de adultos que se ha implicado en la lucha por montar un comedor universitario, «ha significado que la trayectoria de nuestra postura humana se hiciese más explícita».
Giussani: ¿Qué tiene que ver el segundo ejemplo con el primero?
Intervención: El ejemplo de la comunidad de Bolonia plantea una exigencia en negativo. Caen en la cuenta de que hay una experiencia fragmentaria que exige ser completa; es necesario ir más allá de lo que hasta ahora han imaginado, para poder dominar la situación, permanecer. El ejemplo de la comunidad de Padua dice que el encuentro con ese grupo de adultos les ha hecho entrever la dirección en la que desarrollar su posición humana.
Giussani: O sea, ¡los de Padua tendrían delante de ellos la imagen de lo que es una posición estable!
Intervención: Exacto. Entonces, surgen algunas preguntas. La primera: «¿Queremos ir verdaderamente al fondo de esta experiencia?». Segunda pregunta: «¿No se trata quizá de que los responsables de las comunidades están como bloqueados, porque no saben adónde ir, y por tanto frenan la vida de la comunidad?».
El segundo punto es el siguiente: una experiencia como la nuestra está entrando en un fuerte impacto con la realidad; tenemos que tomar conciencia de ello y medir la fuerza y los aspectos problemáticos que tiene este impacto. De hecho, en determinados aspectos del compromiso con el ambiente aparece una fragilidad, no teórica sino existencial. El impacto con la realidad tiene dos flexiones. La primera se refiere a nosotros. Cito una frase de la contribución que ha enviado la comunidad de Padua: «Cuanto más nos metemos en la verdad, más intentamos preservar para nosotros mismos espacios privilegiados y particulares». Según se va avanzando (esto se ve sobre todo en los que se están graduando y dejan el CLU), hay como una especie de resistencia que se infiltra en nosotros. Esta resistencia se ve porque, en la experiencia que hacemos, se quiere conservar algo para uno mismo. Estamos dentro de una verdad, somos entusiastas de ello, pero queremos preservar un espacio propio.
Giussani: Es decir, cuanto más nos comprometemos en la actividad, cuanto más nos atrae el compromiso y hace que aparezca también su fascinación, abre perspectivas, genera obras, da el gusto de una postura que se toma frente al ambiente o en la dialéctica (cultural, política) de la sociedad, cuanto más sucede esto, más es como si dentro de nosotros, en nuestra vida personal, o mejor, en nuestra vida individual, nos preocupásemos de guardar algo para nosotros. Nos preocupamos de no jugárnoslo todo en esta experiencia, nos preocupamos por reservar algunos aspectos privados de la vida, algunos factores, por ejemplo el trabajo, o por ejemplo la mujer o el hombre. En este sentido, acabada la universidad, ante la «pretensión» que el contenido y la propuesta del movimiento tienen, es como si se buscase en estos espacios que se han defendido encarnecidamente y algo sordamente un lugar seguro.
Intervención: De hecho, algunas intervenciones hablan expresamente de una «vuelta al aburguesamiento», que aparece sobre todo hacia el final de la universidad.
Giussani: Y éste es precisamente el síntoma de que la experiencia a la que hemos sido llamados no ha entrado en nosotros; es el síntoma que delimita el área en que queremos seguir siendo autónomos. Significa que la experiencia con la que nos hemos comprometido no ha penetrado en los aspectos personales, en el trabajo, no sólo como fuente de seguridad económica sino como expresión de sí o gusto o utilidad de la propia vida (el trabajo es el ámbito donde se asegura la utilidad de nuestro vivir o el gusto de nuestro vivir). Pero si no ha penetrado en esto y no ha penetrado en el factor radical, el de las relaciones interpersonales (de las cuales la relación entre el hombre y la mujer es la más significativa, hasta cierto punto), ¿qué ha supuesto el problema de las relaciones interpersonales? ¡El tema de un juego o el anuncio de un circo! Esto quiere decir, más precisamente, que la experiencia que se ha vivido no ha desarrollado su capacidad cultural. Porque la capacidad cultural de una postura se determina y se documenta en la experiencia de afectividad y en la expresión sistemática de la propia personalidad, como aportación y relación con el mundo, y por tanto como trabajo. La concepción y la cultura ilustrada y anti-cristiana, que han determinado toda la edad moderna y en consecuencia han generado nuestro tiempo, ¿dónde se revelan ahora, en estos tiempos, completamente? En el deshacerse total de una imagen digna de la relación interpersonal (es decir, en la eliminación de la persona) y en un proyecto de mundo del trabajo, de un mundo que es el resultado de cierto sistema universal de trabajo.
Intervención: Hay una segunda flexión de este segundo punto. Impresiona de las intervenciones enviadas la descripción del compromiso que se tiene, que es el punto catalizador dentro de la universidad, tanto para nosotros como para los que nos conocen. El problema es hasta qué punto toda esta experiencia nuestra podrá resistir a verse fagotizada por una cultura que no es la nuestra, es decir, por un planteamiento que no congenia con el compromiso que nosotros tenemos cuando participamos en la CUSL (Cooperativa Universitaria Studio e Lavoro), o en los CP (Cattolici Popolari), etc.
Giussani: ¿En qué sentido dices que lo segundo que impresiona es la descripción de todo lo que hacemos como Cattolici Popolari o como CUSL? ¿En el sentido de que todos participan?
Intervención: Gran parte de la comunidad.
Giussani: Por tanto gran parte de la comunidad encuentra en estas actividades el aspecto más serio y consistente de su trabajo. ¿Es así? ¿Y dónde está el peligro?
Intervención: El peligro está en que otros destruyan todo esto. Si lo que vivimos no madura en una posición cultural adecuada, y por consiguiente, en un juicio constante y sistemático de todas las circunstancias de la vida, puede ser barrido en cualquier momento.
Giussani: Así pues, lo que dices es: esta actividad de los Cattolici Popolari y de la CUSL es como un fenómeno determinado, dictado y suscitado por un cierto tipo de planteamiento nuestro, pero este planteamiento no ha penetrado radicalmente en nuestra mentalidad. Entonces toda esta actividad –Cattolici Popolari, CUSL, etcétera– en la que reconocemos muy significativamente lo que más nos contenta de toda la vida de la comunidad, porque es el único aspecto que nos satisface, que satisface las exigencias de eficiencia, las exigencias productivas, que son exigencias naturales en gente que se mueve, toda esta actividad es como «epifenoménica», es superficial. Se hace con seriedad, pero no tiene sus raíces dentro, o mejor, su raíz no ha penetrado en nosotros. Los que han empezado un cierto tipo de planteamiento, una cierta provocación, que ha determinado también el compromiso de los CP y de la CUSL, no han conseguido todavía que su alma entre en nosotros. Los CP y la CUSL no calan en una motivación que realmente poseamos, que todavía no es nuestra. Hasta el punto de que tratamos de mantener nuestros espacios privados con puños y dientes; y la imagen de nuestro futuro está totalmente confiada a esos espacios privados, más que al proyecto por el que hemos trabajado y trabajamos durante estos años, o mejor, más que a la razón de ese proyecto. La razón de ese proyecto todavía no está en nosotros. Si estuviese en nosotros, lo primero que se vería penetrado por ella sería la sensibilidad de las relaciones interpersonales y la imagen de la propia presencia en el mundo, y por ello, el propio trabajo.
Intervención: Abramos ahora la asamblea.
Intervención: En Nápoles, ésta ha sido la mayor dificultad: con frecuencia el movimiento es para nosotros la respuesta a una pregunta que no se ha planteado. Para muchísimos de nosotros el encuentro con el movimiento ha sido algo importantísimo, fundamental, pero permanece siempre como algo colateral a la vida. Digo que es la respuesta a una pregunta que no se ha planteado porque, cuando los demás nos han hecho esa pregunta es cuando nos hemos dado cuenta de la verdad que supone para nosotros el acontecimiento del movimiento.
Giussani: Explica esta frase.
Intervención: Pongo dos ejemplos. El primero ha sucedido al vivir nuestra presencia en la facultad, es decir, cuando hemos conocido a gente que vivía con claridad estas preguntas en su vida.
Giussani: ¿Qué preguntas?
Intervención: ¿Quién soy yo y qué finalidad tiene mi vida? ¿Qué sentido tiene el dolor? ¿Para qué tengo que vivir? ¿Se puede ser feliz? Hemos conocido en la facultad gente que expresaba claramente estas preguntas. Cuando nos han conocido, cada uno nos ha dicho de distintas maneras: «Vosotros sois importantes para mí, porque sois amigos, pero sobre todo porque me testimoniáis que es posible una respuesta. Vosotros proponéis una respuesta a mis preguntas». El otro ejemplo se refiere al terremoto de Irpinia147. Ante el dolor y las preguntas de toda esa gente, nos hemos dado cuenta de que el movimiento, esta realidad que hemos conocido, es verdaderamente la respuesta carnal a todo lo que hay, a toda la vida. Por tanto, la cuestión de fondo, la que se me plantea personalmente, es confrontar todo lo que hago, hasta las cosas más corrientes, con lo que he conocido junto a vosotros.
Giussani: Perdóname, has empezado diciendo que el problema es que el movimiento es una respuesta a una pregunta que no se plantea. ¿Has dicho eso?
Intervención: He dicho que es así para muchos. En cambio el movimiento existe, como respuesta a una pregunta, como el agua a la sed. No puedo entenderlo de otra manera.
Giussani: Ahora lo he entendido.
Intervención: Cuando nos hemos encontrado con la pregunta de otros, nos hemos dado cuenta de que teníamos la respuesta, pero no la pregunta.
Intervención: Soy de Padua y quisiera volver a algunas cosas que ya han salido. Después de los primeros tiempos que nos han obligado, digámoslo así, a acelerar el ritmo de los encuentr...

Índice

  1. PRÓLOGO EL CAMINO PARA UNA FE PROFUNDA Y PERSONAL
  2. 1979
  3. 1980
  4. 1981
  5. GLOSARIO