Abecedario
Se encontrarán en este abecedario las palabras descritas en esta obra. Otras no figuran en el texto pero su afiliación celeste emana de la fuente.
A
Abrigo: del latín apricari «exponerse al Sol». Los romanos la relacionaban con aperire, «abrir», en el sentido de un lugar «abierto al Sol». El sentido se desliza y termina por designar un lugar cubierto que protege de la lluvia.
Abril: del latín aprilis, en honor a la diosa Afrodita.
Acimut: del árabe ar-samt, «el camino». Ángulo formado por el plano vertical de un astro y el del meridiano. En todos los acimuts: en todas las direcciones. En sentido figurado: que interviene en todas las direcciones.
Acimutado (a): que perdió el buen sentido la brújula el norte.
Agosto: proveniente del latín popular augustus, es el nombre otorgado a ese mes —hasta entonces llamado sextilis (sexto mes)— en honor al emperador romano Augusto. El francés formó las palabras aoûter (agostar) y aoûtage, ya que es el mes de la recolección, aoûtat (ácaro, parásito de esa época del año), aoûtien (que toma sus vacaciones en agosto). En español tenemos el ejemplo de «hacer el agosto», que significa hacer un buen negocio, y que antiguamente se decía «hacer su agosto y su vendimia», expresión que ya se cita en las obras de Cervantes.
Alba: del latín popular alba, femenino de albus. Derivados: albospino, albar, albura, albur, albugo, albedo, álbum, albumen, albúmina. Nombres: Alba, Albano Albin.
Albada: del provenzal albada. Concierto dado en la mañana bajo la ventana de alguien, en general una mujer o joven muchacha.
Albedo: del latín tardío albedo, «sustancia blanca»; derivado de albus, «blanco». En astronomía, es el cociente del flujo emitido por el planeta en todas direcciones al flujo de luz que intercepta.
Alumbrar: tomado del latín vulgar alluminare, derivado de luminare, «aclarar», él mismo derivado lumen, «luz».
Almanaque: del latín medieval almanachus. Es la transcripción del árabe al-manach, calendario acompañado de observaciones astronómicas y meteorológicas.
Altair: nombre árabe Al nasr al tair que significa «el Águila en vuelo». Es la estrella más brillante de la constelación del Águila.
Ángel: del latín angelus (tomado del griego angelos), «mensajero». Ser celestial por excelencia, creado por Dios, del cual es el mensajero entre los hombres. Por extensión, persona dotada, hasta la perfección, de una calidad moral o física.
Año: del latín annus, el año, en el sentido de unidad de medida del tiempo. Esta palabra da: anual, antaño, antenais (oveja en su segundo año de vida), año, aniversario, anuario, anualidad, perennidad, bienal, decenio, quinquenal, septenio, trianual, y milenio, más reciente. Encontramos también en esta familia: quinceañera, año nuevo, los nombres Solène y Solange. Derivados: año-luz, año sideral.
Ápex: palabra latina que significa «punta». En astronomía, punto del cielo hacia el cual parece dirigirse el Sol.
Aphelie: derivado del latín aphelium, compuesto del griego apo (lejos) y helios (sol). Designa la posición más alejada del Sol alcanzada por un planeta o un cometa en su órbita.
Apogeo: palabra del Renacimiento tomada del latín científico apogeum, que designa en el sistema de Ptolomeo el punto más lejano a la Tierra. En sentido figurado, el grado más elevado que se pueda alcanzar hablando de un sentimiento, de un estado o de la evolución de un fenómeno.
Ápside o ábside: del latín apsida. Punto de la órbita de un planeta donde se encuentra a la mayor (llamada también aphelio) o a la menor distancia del sol (o también perihelio). La palabra se especializó en las terminologías de la astronomía y de la arquitectura; designa más recientemente la extensión de una tienda de campaña.
Arcoíris: del latín coelestis arcus. Designa el arco luminoso que se origina en la atmósfera después de la lluvia bajo el ...