El agua o el oro
eBook - ePub

El agua o el oro

Análisis bioético del conflicto socioambiental de Santurbán

  1. 328 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

El agua o el oro

Análisis bioético del conflicto socioambiental de Santurbán

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Este libro aborda el análisis bioético del conflicto socioambiental en Santurbán desde un enfoque de ecología política. Las economías tradicionales de la región están paralizadas por decisiones legales que prohíben la minería en los páramos, debido a su valor como reservas de agua y biodiversidad. Sin embargo, las comunidades apoyan a las multinacionales mineras, su única opción laboral. Para comprender este dilema, es necesario analizar la historia ambiental de la región y las estrategias de los actores involucrados.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a El agua o el oro de Sandra Patricia Basto Torrado en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Biological Sciences y Environmental Science. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2019
ISBN
9789587391756

CAPÍTULO III



IDEAS DE NATURALEZA EN LOS ACTORES DEL CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL DE SANTURBÁN

Desde el punto de vista teórico, en este capítulo se esbozan los referentes de la bioética anglosajona y su relación con las éticas ambientales y la cultura; se discute la posibilidad de un desarrollo de la bioética en América Latina desde las éticas de la vida de las filosofías andinas; se examina el despliegue de la ecología política latinoamericana; y se articula la bioética con la ecología política, como enfoque para analizar el conflicto socioambiental del páramo Santurbán. Seguidamente, se presentan los resultados y la discusión de esta perspectiva, en lo relativo a las ideas o regímenes de naturaleza identificados en los actores de este conflicto socioambiental, y se plantean las conclusiones alcanzadas.

La bioética anglosajona y la bioética latinoamericana


El nacimiento de la bioética y su relación con las éticas ambientales

El término bioética fue acuñado por el alemán Fritz Jahr (Sass, 2011, pp. 20-23) en 1927. En un artículo publicado en la revista alemana de ciencias naturales Cosmos, este filósofo protestante propuso por primera vez esta expresión como un imperativo universal, mediante el que llama la atención a los seres humanos sobre las consideraciones éticas que deben tener hacia todas las formas de vida, especialmente los animales y las plantas, las cuales reconoce como fines en sí mismas. Sin duda, en su origen la bioética presenta una clara alusión a la relación entre ser humano y naturaleza, trascendiendo el imperativo ético que solo alude a las interacciones entre seres humanos.
A causa de los avances biomédicos y biotecnológicos, en la segunda mitad del siglo xx la bioética se erige como un saber que llama a la reflexión sobre los conflictos éticos que afectan la vida. En consecuencia, surgen tres enfoques en el mundo anglosajón: el primero, la ética médica, que hoy se asume desde una mirada individualista y principialista; el segundo, que se fundamenta en perspectivas ecoambientales para salvaguardar la vida planetaria; y el tercero, en el cual la política y la jurisprudencia intervienen en el campo de la salud humana erigiéndola como un derecho humano. Hottois (2007, p. 19) señala que estos enfoques aluden a tres ámbitos: el personal, el natural y el social, que aunque articulados, se desarrollan en dimensiones diferenciadas.
La bioética con perspectiva ecológica, eje para esta investigación, se inicia en la preocupación por las alteraciones biológico-genéticas a los ecosistemas, a causa de los avances tecnocientíficos y el modo en que estos afectan a las sociedades y el planeta. Este enfoque esboza un interés por la dignidad no humana:
Del lado de la naturaleza: especies y ecosistemas destruidos, amenazados, perturbados; biodiversidad; experimentación con animales; derechos de los animales; desequilibrios de la biosfera: contaminaciones, efecto invernadero, capa de ozono degradada; desarrollo sostenible y principio de precaución; organismos genéticamente modificados (transgénesis, clonación)… Todos estos asuntos también afectan a los humanos en diversos grados, algunos en forma directa, por ejemplo: alimentos genéticamente modificados, xenotransplantes. (p. 20)
La bioética ecológica también se fundamenta en las éticas ambientales, las cuales han reconocido al ser humano y su medio ambiente como interdependientes; en su reciprocidad se plantea el estatus de la vida. Estas éticas han cobrado gran relevancia en el último siglo, pues cuestionan la crisis ambiental como efecto de las formas de vida industrializadas del hombre occidental. Surgen entonces diversas corrientes que proponen modos de relación entre los seres humanos y sus entornos que aseguren la supervivencia de ambos con calidad.
Desde la perspectiva de Marcos (2001), las éticas ambientales congregan una amplia diversidad de pensamientos, los cuales intenta sistematizar: antropocentrismo fuerte, antiantropocentrismo y antropocentrismo moderado, al que ha denominado “humanismo”. Dada la variedad de enfoques, el autor los clasifica en cuatro grupos: 1) antropocentrismo; 2) biocentrismo, ecocentrismo, ética de la Tierra y deep ecology; 3) ecología social y ecofeminismo; y 4) humanismo: utilitarismo ambiental, ética de la responsabilidad, ética ambiental cristiana y ética ambiental aristotélica.
El antropocentrismo erige al hombre como dueño de todo lo creado; por tanto, el planeta queda expuesto a su dominio y utilización. En esta línea no existe un carácter moral del ser humano frente a la naturaleza, que es un objeto para ser explotado y manipulado: “El único valor que reconoce es de carácter económico, para la satisfacción de las necesidades humanas” (p. 128). Esta postura domina de manera inconsciente el pensamiento occidental.
Los enfoques del segundo grupo (biocentrismo, ecocentrismo, ética de la Tierra y deep ecology) se oponen radicalmente al antropocentrismo y su idea utilitarista y defienden el valor moral de los seres vivientes.
El biocentrismo aboga por el valor intrínseco de las entidades naturales vivas. Schweitzer (citado en Marcos, p. 130) plantea la reverencia por la vida. Entre tanto, para Taylor (citado en Marcos, p. 131) ese valor intrínseco radica en que son “seres teleológicos de vida”, es decir, individuos únicos en búsqueda de su propio bien. Si el ser humano tiene esta conciencia, es capaz de adquirir el compromiso moral de respetar cada organismo. Los biocéntricos niegan cualquier superioridad de un ser vivo sobre otro, y distinguen entre intereses básicos y no básicos: los primeros apuntan a la supervivencia, en caso de que el otro se constituya en amenaza; los segundos, que se sustentan en principios (proporcionalidad, mal menor, justicia distributiva y justicia retributiva), tratan de dirimir conflictos menos graves.
En esta línea se encuentra el pensamiento de Singer y de Regan (citados en Marcos, p. 129), para quienes los animales superiores son seres sintientes, capaces de dolor y sufrimiento, y por tanto deben ser sujetos de consideración moral. Marcos considera que estos pensadores son parcialmente biocéntricos, y otros representantes de este enfoque los critican por no extender su postura a todos los seres vivos e ignorar los asuntos ambientales, como la contaminación y el cambio climático.
El ecocentrismo critica la postura individualista del biocentrismo por no incluir en sus consideraciones a los ecosistemas, las especies o los seres naturales no vivos. Rolston y Johnson (citados en Marcos, p. 132) proponen un enfoque holista que “reconozca relevancia moral a las entidades supraindividuales como los ecosistemas”. Marcos y otros pensadores consideran que esta postura es aún demasiado metafísica, pues no se sabe cómo probar el valor de una especie, por ejemplo; estos conceptos abstractos solo tienen valor indirecto.
La ética de la Tierra, cuyo precursor fue Aldo Leopold con su discurso lleno de metáforas, hace un llamado a recuperar los valores que deben determinar la relación entre el ser humano y la naturaleza. Esta postura es considerada por Marcos (p. 135) pionera en la reacción contra el antropocentrismo fuerte, que ignora los riesgos que representan, para la vida humana y no humana, el consumismo y el materialismo exagerados en que estamos inmersos.
La deep ecology o ecología profunda, considerada a la vez filosofía y activismo, debe su nombre al filósofo noruego Arne Naess (Luke, 2002). Inspirada en la ecología, el taoísmo, el budismo y el pensamiento de Gandhi, entre otras fuentes, propugna un profundo cambio en las estructuras políticas, económicas, sociales y éticas. El ser humano depende de un ambiente biofísico finito que impone límites, y en esa medida, su permanencia depende también de leyes ecológicas: “Entre el ser humano y su ambiente no se pueden trazar fronteras definidas, ambos son la misma entidad contemplada desde dos puntos de vista (…) la prioridad son las relaciones entre elementos” (citado en Marcos, p. 137). Por tanto, el ser humano no tiene derecho a reducir la gran riqueza biodiversa, salvo necesidades vitales. El activismo de este enfoque, algunas veces radical, ha terminado por negar su propia filosofía.
Para la ecología social y el ecofeminismo, la crisis ecológica no es asunto de teoría sino de práctica, es decir que responde a las relaciones sociales mismas, y no a las visiones del mundo (Marcos, p. 142). Las relaciones de dominación son las grandes generadoras de los problemas ambientales, y por tanto la responsabilidad no puede recaer sobre todos los humanos, sino sobre algunos, que tienen un deber de justicia tanto en la distribución de los recursos como en la superación del modelo de dominación. La ecología social enfatiza en las relaciones de poder y dominación política, mientras que el ecofeminismo se concentra en las diferencias entre hombres y mujeres, perspectivas que se complementan.
En la última línea analizada por Marcos (p. 151) se encuentra el humanismo, que plantea que el ser humano es el único con capacidad para determinar qué es lo bueno y qué es lo malo, el único capaz de conciencia, acciones morales, emociones y libertad. Para Hans Jonas (citado en Marcos, p. 154), la moralidad debe ser la esencia de lo verdaderamente humano. En este sentido, el ser humano como animal superior tiene la responsabilidad de cuidar su existencia en el planeta, pero para ello debe también contraer una responsabilidad con el futuro de la Tierra y los seres vivientes. De ahí que advierte sobre la actitud crítica hacia la técnica como medio transformador de la vida.
El utilitarismo (p. 152) también forma parte de la corriente humanista. Esta filosofía proclama que el valor de los seres vivos depende de los intereses humanos; sin embargo, la naturaleza debe permanecer en buen estado, y por tanto debe haber límites a las acciones humanas a fin de conservar la vida en la Tierra.
Aunque a la tradición judeocristiana se le acusa de antiecológica por las parábolas del Antiguo Testamento, en las cuales se reconoce al ser humano como un ser superior y con autoridad de dominio sobre todo lo creado, Marcos (p. 157) considera que estas lecturas tienen otras interpretaciones, y que en ellas aparece el cuidado de los dones de Dios como un deber de la naturaleza humana. En este sentido, cita a san Agustín y a san Francisco de Asís, para quienes todos los seres son criaturas de Dios, ante las cuales se debe obrar evitando el dolor, el sufrimiento y la muerte.
Finalmente, Marcos presenta el aristotelismo contemporáneo como una ética fundamental en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales, dado que convoca el pluralismo: “El aristotelismo permite pensar el valor instrumental e intrínseco de los otros seres sin rebajar el valor y dignidad del ser humano” (p. 158). Su obra contiene conceptos muy valiosos para examinar y superar los dualismos de las éticas ambientales, por ejemplo, el de felicidad como “puente entre el conocimiento y el interés, entre la razón teórica y práctica” (p. 158).
En suma, las éticas ambientales ofrecen en sus divergencias un panorama pluralista de opciones para replantear la relación entre el ser humano y la naturaleza. Aunque el antiantropocentrismo se oponga al antropocentrismo,...

Índice

  1. Portada
  2. Página de derechos reservados
  3. Título de la Página
  4. AGRADECIMIENTOS
  5. Tabla de Contenido
  6. PRESENTACIÓN
  7. INTRODUCCIÓN
  8. CAPÍTULO I: ABORDAJE METODOLÓGICO DEL CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL DE SANTURBÁN
  9. CAPÍTULO II: CONTEXTO DE LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN AMÉRICA LATINA Y EN COLOMBIA: EL CASO DE SANTURBÁN
  10. CAPÍTULO III: IDEAS DE NATURALEZA EN LOS ACTORES DEL CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL DE SANTURBÁN
  11. CAPÍTULO IV: MOVIMIENTOS SOCIOAMBIENTALES EN SANTURBÁN: LAS ESTRATEGIAS DE REAPROPIACIÓN Y LA IGUALDAD EN LA DIFERENCIA COMO VALOR BIOÉTICO
  12. CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
  13. EPÍLOGO: SANTURBÁN OCHO AÑOS DESPUÉS: ENTRE EL CAPITALISMO SALVAJE Y LA RACIONALIDAD BIOÉTICA
  14. LISTA DE TABLAS
  15. ÍNDICE ONOMÁSTICO
  16. ÍNDICE ANALÍTICO
  17. REFERENCIAS