CAPÍTULO II
Los demás
«Siempre habrá alguien que dude de ti.
Solo asegúrate de que esa persona no seas tú».
(Anónimo)
@nuevosmillonarios2k19
1. MIRANDO AL RESTO DE PERSONAS
Una cosa es fundamental: tener siempre en mente y ser consciente de que no puedes compararte con los demás. Cada uno de nosotros tiene su propio proceso de adaptación a todos los ámbitos y ciertas circunstancias que nos condicionan a la hora de llevar algo a cabo.
No puedes comparar tu primer día de gimnasio con el día 1.781 de otra persona. Es imposible que tengas la misma experiencia, la misma resistencia ni la misma fuerza.
1. Independizarse del resto de opiniones
Siempre habrá gente que tratará de hacerte sentir menos, por lo que es muy importante librarte de las opiniones del resto de personas. Si nos centramos en los demás, puede que una de las pocas cosas que consigamos sea dudar de nosotros mismos.
A continuación os explicaré unos puntos que contarán las razones por las cuales no es aconsejable comentarle tu plan de negocios a nadie. En ocasiones es mejor guardarse las cosas para uno mismo.
2. Falta de autenticidad
Tu familia y tus amigos no querrán decirte su verdadera opinión, ya que lo último que querrán es decepcionarte y ofenderte. Van a tratar de hacer todo lo posible y lo que esté en su mano para que creas que vas por el buen camino y que tu idea es realmente buena.
A veces cuando comentas algo la gente puede no tomárselo en serio. Probablemente muchos de nosotros hemos querido abrir alguna vez una pastelería, pero al hablarlo con otras personas nos hemos dado cuenta de que no era una buena idea. Lo creas o no, con el tiempo la gente puede dejar de confiar y creer en ti y en tus proyectos.
Cuando tus amigos no creen que realmente llevarás a cabo ese proyecto les da igual si dices que quieres abrir una panadería o una tienda de dulces. Sonreirán y asentirán con la cabeza como si fuese el mejor proyecto de tu vida, cuando en realidad pueden estar pensando lo contrario.
Tampoco quieren que te desilusiones. Tal vez piensan que no saben acerca del ámbito de tu empresa y que no te pueden aconsejar. De cualquier modo, sus opiniones son solamente eso, ya que te harán sentir bien al principio, pero al final descubrirás que era mejor no hacerles demasiado caso.
3. Falta de comprensión
Otra de las razones por las que contarles a tus amigos y familiares tus planes de negocios no es buena idea es la falta de compresión por parte de ellos.
Imagina la siguiente situación: Pedro es un hombre divorciado de 45 años. Siempre le ha llamado la atención el mundo de la realidad virtual. Estuvo trabajando durante más de dos décadas en una empresa que fabricaba artículos gaming y conoce el campo y el mercado perfectamente, ya que tiene contacto con los compradores potenciales de esta clase de productos a diario.
Un día Pedro decide comentarle su gran idea a su madre, pero ella es una mujer de 66 años que no conoce nada sobre los compradores y clientes potenciales de esos productos. A la madre de Pedro le desagrada la idea, ya que le dice que es una inversión muy grande y que no sabe si la gente va a apoyar su idea.
Por un lado, Pedro confía en sus conocimientos en el área, pero es verdad que pedir un préstamo es muy arriesgado. Además, tiene miedo de que en un par de años su madre lo reciba con un terrible: «Te lo dije».
Todos buscamos la afirmación o el permiso de alguien, eso es algo completamente natural en la naturaleza del ser humano, pero no tenemos la capacidad de prever lo que los demás pensarán y opinarán y, a pesar de que el resto de personas no sepan de lo que hablan, aun así terminaremos creyendo cada palabra.
Por ello es mejor confiar en el instinto de uno mismo, hacer una investigación a fondo acerca del producto o servicio que vas a comercializar, así como informarte acerca de los precios del mercado y la cantidad máxima que podrás facturar. Después de eso ya puedes preguntarte: ¿vale la pena?
4. Envidia
Aunque no lo creas, muchas de las personas que te rodean pueden sentir envidia por lo que quieres hacer. En ocasiones puede ser un sentimiento de negatividad pequeño, que no te afectará de ningún modo, pero otras veces hay personas que pueden incluso robar tu idea y eso es altamente peligroso.
Cuando alguien siente envidia puede llegar a destruir todo lo que le rodea. Lo mejor es que, si compartes la información acerca de tu idea de negocios, no reveles demasiados detalles o secretos, ya que puede ser complicado arreglarlo en un futuro. Si esa persona te conoce demasiado bien, podría incluso usarlos en tu contra.
Todo lo anterior no quiere decir que el mundo entero sea un villano. Simplemente significa que hay que ser precavido y que nunca se sabe lo que puede ocurrir.
5. El cerebro
Ha habido varias investigaciones científicas que han revelado que mientras a más personas les cuentes tu gran idea de negocios, menos probabilidades hay de que esa ingeniosa empresa abra.
Resulta que cuando contamos algo lo imaginamos con tanta fuerza que hace que nuestro cerebro se emocione y sienta como si aquello ya hubiese ocurrido. Cuando queremos alcanzar un objetivo lo hacemos para conseguir aquella gran satisfacción final, pero si ya lo contamos sentimos como si ya la hubiésemos alcanzado. Entonces nuestro cerebro cree que ya no es necesario esforzarse tanto y puede tomarse unas vacaciones con respecto a esa temática.
Una vez que nos hemos librado de las opiniones de los que nos rodean, podemos avanzar.
2. LA IDEA
Llega el momento de establecer el objetivo, el futuro de nuestro negocio, por lo que hay que pensar en algo, en alguna idea de negocios que tengamos o algo que queramos hacer. Para ello podemos ir atrás y ver las ideas que teníamos para abrir un negocio.
A continuación os daré algunas claves que podéis utilizar a la hora de elegir qué clase de empresa o negocio os interesaría hacer, pero antes os daré también la información acerca de lo que jamás debéis hacer.
1. Los planes pueden cambiar
Puede que un día decidas que quieres abrir una churrería y un mes después creas que la mejor idea para un negocio es vender cuadernos. No pasa nada por cambiar de opinión. Es un error querer seguir con el plan inicial pase lo que pase, a pesar de que estés seguro de que ya no es tan buena idea.
2. Vas a tardar más de lo que crees
Si lo que quieres es vivir esa vida de 80/20 (el 80 por ciento de tu tiempo lo dedicas al descanso y el 20 por ciento al trabajo) te quiero decir que es una fantasía. Y las personas que consiguen hacerlo es porque han tenido años de experiencia en numerosos ámbitos y tienen los suficientes empleados para que puedan hacerlo todo por ellas.
Es un error pensar que en cuanto abras el negocio podrás simplemente «independizarte» de él. No, no podrás. Es difícil y muy agotador. Tendrás que trabajar durante horas y años hasta que consigas hacerlo automático.
3. Trabajar es aburrido
Es un error pensar que te vas a aburrir dirigiendo tu propio negocio. En realidad, es un trabajo muy entretenido y que a muchos les encantaría tener.
4. Conflictos
Es un grave error pensar que jamás habrá ningún problema y que podrás solucionar las situaciones con facilidad un cien por cien de las veces. Esto puede ser así alguna que otra vez, pero lo cierto es que puede haber conflictos con los socios tanto como con los clientes y contigo mismo.
Necesitarás tener una gran capacidad de resolución y será muy importante que mantengas la calma y te centres en llegar a la conclusión final de las situaciones cuanto antes.
Si te estás planteando abrir una empresa junto a un socio, quiero advertirte de que puede ser muy peligroso para vuestra amistad, así como para el bolsillo. Hay muchas relaciones que se han roto por causa de esta clase de problemas.
La desaparición de la mayoría de las empresas que cierran tras estar operativas solamente durante un par de años se debe a las difíciles relaciones entre los socios.
5. Siempre cal...