Los grandes mitos de Occidente
eBook - ePub

Los grandes mitos de Occidente

  1. 494 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Los grandes mitos de Occidente

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

En este libro se han recopilado y analizado un vasto número de creencias gracias a las cuales ha sido edificada la mitología de la modernidad; esas creencias sirven para describir, sostener e incluso defender, el desarrollo y el progreso de un tipo de sociedad concebido en Occidente desde épocas remotas. El análisis de los mitos de Occidente, aquí enumerados, nos permitirá entender la pertinencia y la profundidad de las críticas que se han hecho, desde siempre, a ese modelo. La deconstrucción de la mitología occidental nos abrirá el camino hacia otros paradigmas con el fin de inspirar en cada lector, en cada lectora, ideas distintas ligadas a formas de vida diferentes, sin duda posibles, y, sobre todo, deseables, en este período de finales de civilización.Buena lectura.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Los grandes mitos de Occidente de Ana-Grace Avilés Martínez en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de History y Historical Theory & Criticism. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Mirahadas
Año
2021
ISBN
9788418649806

Mito número 1

illustration

«La superioridad cultural»

«Voy a Kinshasa porque es África y quiero decir a los africanos que hablan francés, que nos sentimos profundamente agradecidos...», afirmaba en una entrevista el entonces presidente de Francia, François Hollande. Jacques Frémeaux, especialista de historia colonial y profesor de La Sorbona, dice que la nación francesa debería sentirse, tal como Hollande lo afirmó, muy agradecida con los pueblos africanos. Por desgracia, el reconocimiento siempre ha sido pura demagogia, puesto que la administración sigue siendo injusta; por dar un ejemplo, para que un estudiante extranjero pueda renovar su estadía en Francia necesita —entre otras cosas— una carta escrita y firmada por el profesor que dirige sus estudios universitarios en Francia. Jacques Frémeaux dijo aprovechar esa oportunidad para escribir a la administración que, en lugar de verificar si los estudiantes están en el derecho de permanecer o no, se les debería agradecer por lo que están dando a la nación francesa17. El reconocimiento, sin embargo, nunca sucede en ese sentido, en general, sigue siendo el Sur quien agradece al Norte, quien ansía parecérsele y le imita. Sin este reconocimiento del Sur, las naciones del Norte habrían dejado de ser pensadas y reconocidas como superiores.
La gran mayoría de jóvenes franceses salen de su país por falta de oportunidades, muchos van a estudiar al extranjero y se instalan ahí. Los jóvenes extranjeros del Sur, por su lado, llegan masivamente a estudiar a Francia, y a otros países del Norte. Muchos buscan quedarse, no porque en sus países no haya posibilidades reales de trabajo, los jóvenes franceses y otros extranjeros que ahí se instalan demuestran lo contrario, sin embargo, la visión colonialista de parte y parte, hace que las puertas que se cierran en el Sur para su gente, se abran para los originarios del Norte. En el Norte, se siguen instalando grandes cantidades de migrantes del Sur, gracias a que el mito de la superioridad se mantiene y es, ese enorme interés de parte de tantos extranjeros, lo que mantiene en vigencia el mito de la superioridad occidental.
En uno de sus libros publicado a finales de 2013, el reconocido botánico francés, Jean-Marie Pelt escribió sobre su encuentro, a finales de 1960, con un gran chamán Vudú del Togo, en el África. Pierre Berger, especialista de la tribu, fue quien permitió a Jean-Marie Pelt tal encuentro. El chamán aprendió todos los secretos de las plantas gracias a su padre, quien, a su vez, heredó todos esos conocimientos de su abuelo. Cuando el chamán tenía alrededor de cuatro años su padre le enseñaba ya el uso de las plantas curativas. El viejo chamán puso a prueba al joven Pelt para saber si, efectivamente, este sabía de plantas. El saber de campo y el universitario se encontraron en ese momento; aquel interrogatorio del chamán le permitió a Jean-Marie descubrir cuán grandes eran los conocimientos del chamán vudú. Jean-Marie Pelt, universitario francés, dijo mirar con humildad y respeto al chamán vudú porque, entre otras muchas cosas, descubrió que, en aquella tribu, se usaba la rauwolfia para sanar la locura, mucho antes de 1940, mientras que en Occidente se comenzó a utilizar aquella planta y sus principios activos, solamente a partir de 1950. Hasta entonces, el Norte «civilizado» trataba la locura con encierro, camisa de fuerzas y electrochoques. Cabe decir que los electrochoques siguen siendo utilizados en Francia y esto fue denunciado por la francesa, Lucie Monnac, en su libro titulado: Dors, demain ça ira mieux: 3 ans dans l’engrenage des hôpitaux psychiatriques, Duerme, mañana será mejor: 3 años en el engranaje de los hospitales psiquiátricos. Este libro fue publicado en Francia en febrero de 2014 y criticado duramente en los medios de información masiva por quienes detestan propagar una imagen negativa, del sistema francés en particular, y de Francia en general.
Jean-Marie Pelt será siempre recordado como uno de los más grandes defensores de los pueblos aborígenes18. La sabiduría de los pueblos autóctonos, hoy en día, hace parte de los intereses del Norte como lo muestran muchos estudios. Aquellos saberes ancestrales ya no son motivo de burla en un gran número de medios intelectuales y científicos del Norte, sin embargo, la persecución no ha terminado.
_________
17 Frémeaux, 2012.
18 Jean-Marie Pelt murió el 23 de diciembre de 2015 a los ochenta y dos años.

Mito número 2

illustration

«Las persecuciones y genocidios han terminado»
Los nuevos portadores de la civilización occidental

Ashis Nandy, psicosociólogo hindú graduado en Oxford, escribió que, la primera ola de colonización del Tercer Mundo tocó a su fin en los años sesenta del siglo XX con el acceso a la independencia. Esta colonización había sido llevada a cabo por comerciantes rapaces y misioneros tradicionalistas que se enorgullecían de civilizar al Planeta. Esta primera ola desapareció, ¡pero el colonialismo está lejos de haber sido vencido! En apariencia, nuestras naciones son independientes, pero nuestros espíritus siguen esclavizados. Pues una segunda ola de colonización ha comenzado; más perniciosa esta, se ha infiltrado en la mente de los colonizados. Con la complicidad de nuestras propias élites, trata de persuadirnos que no existe más que una vía para el progreso: la vía occidental. Incluso aquellos que lucharon contra la primera colonización no comprenden hasta qué punto han interiorizado las normas de sus enemigos. Las políticas llamadas de desarrollo, de modernización, tal como son emprendidas por los dirigentes del Tercer Mundo, no hacen otra cosa que destruir nuestra cultura sin siquiera traer consigo la prosperidad. ¿Por qué deberíamos adoptar las prioridades y jerarquías de Occidente? ¿Tan clamorosos son sus éxitos en el siglo XX? ¿La Segunda Guerra Mundial, los genocidios, la destrucción del medio ambiente y todo lo demás?19
Los herederos de los primeros grupos humanos, que poblaron el lugar donde sus descendientes habitan, son considerados aborígenes. No se puede establecer con exactitud la implantación de esos pueblos en las tierras que ocupan debido a que esos grupos humanos no cuentan, en general, con historia escrita, son los Estados que les han absorbido los que han descrito —desde sus puntos de vista— cuándo y cómo fueron sus encuentros. Las historias de cada uno de los pueblos aborígenes han sido narradas desde puntos de vista que les son externos.
Los Samis, antiguamente llamados Lapones, son el único pueblo aborigen que habita como tal en tierras europeas. Viven al norte de Finlandia, Suecia, Noruega y Rusia. Aunque cada pueblo aborigen tiene sus propias creencias y rituales, la relación que mantienen, con la naturaleza y la religión, es bastante parecida de un grupo a otro. Los aborígenes amazónicos tienen creencias muy distintas a las del pueblo Sami, sin embargo, ambos pueblos tienen chamanes, ambos pueblos desean conservar sus modos de vida comunitarios y ambos resisten a la presión que ejercen los Estados-Nación sobre sus pueblos y territorios. Si hay un punto en común entre estos grupos humanos es el hecho de habitar zonas naturales que —para poder vivir ahí— desde un punto de vista urbano, demandan de muchísima destreza.
En el 2014 terminó la década dedicada a los pueblos aborígenes. Esa década correspondió a una declaración solemne que proclamó los derechos de los pueblos aborígenes, al territorio y la autonomía, pero también a conservar sus culturas. El valor de esa declaración fue sobre todo moral, no político, porque no fue un tratado diplomático que fuera impuesto a todos los Estados y Naciones. Sobre la base de aquel decreto, sin embargo, organismos no gubernamentales, tales como Survival Internacional, lograron abogar en defensa de pueblos autóctonos perseguidos.
En Camerún se sacó al pueblo Pigmeo de los bosques para ponerlos en campamentos a los bordes de las carreteras, con el fin de llevarlos a lo que los colonizadores de nuestros días siguen llamando civilización. Al Gobierno le pareció mejor trasladar al pueblo pigmeo al borde de las rutas que dejarles vivir en el territorio suyo, al interior de los bosques; suyo, porque los pueblos autóctonos son los primeros habitantes de un territorio, sus ancestros llegaron antes que la civilización occidental. Un pueblo autóctono cuida de su hábitat, ya sea bosque, selva o desierto; quienes van en búsqueda de materias primas, saquean, destruyen y luego se van. Mucha gente explota los conocimientos pigmeos en cuestiones curativas sin darles el valor que merecen. Los portadores de la civilización occidental someten a los pueblos aborígenes a una suerte de locura, pues les imponen modernidad exigiéndoles a la vez conservar sus saberes, ignorando que todos esos valores y saberes culturales están ligados al contexto que les da forma, porque el paisaje está primero, la cultura se instala y se adapta después. Destruir el hábitat de un pueblo, es destruirlo y con él, toda su cultura. Desgraciadamente, los gobernantes y quienes los eligen, miran esas riquezas tan solo como productos de consumo para desarrollar industrias de turismo.
Los bosquimanos han habitado en África del Sur desde hace siglos, fueron expulsados primero por los pastores bantúes y luego por los colonos neerlandeses. Hoy en día se les encuentra en Botsuana. Cuando en la década de 1980 una multinacional sospechó de la existencia de diamantes en el desierto de Kalahari, los bosquimanos fueron brutalmente desalojados para agruparlos en campamentos. Se les dio una renta semanal que no sirvió, sino para transformar a estos aborígenes, acostumbrados a una vida autosuficiente y sin dinero, en dependientes y alcohólicos. Abogados de Botsuana contactaron a la organización no gubernamental, Survival Internacional, buscando ayuda para lograr que este pueblo retornara al hábitat al que estaba perfectamente adaptado. Survival lleva más de diez años luchando contra el Estado de Botsuana porque, aunque la corte suprema de este Estado ha reconocido al fin los derechos de este pueblo, el Gobierno ha logrado dividir al grupo, haciendo que una parte de los !Kung acepte la vida en el campamento a los alrededores de la capital. Cuando un grupo de !Kung regresó al desierto, se les cortó el acceso al agua y algunos murieron deshidratados, Survival hizo entonces otra demanda a la corte de justicia. Mientras los bosquimanos han engrosado la masa de miseria en las ciudades, en sus antiguos territorios se construyen hoteles para turistas y cazadores de lujo. El Gobierno de Botsuana quiere desarrollar el turismo valiéndose de la imagen idílica de estos seres humanos a quienes niega el acceso a sus tierras y la libertad de vivir como vivían: autosuficientes y sin dinero.
Estas historias prueban el maltrato del que son víctimas todos los pueblos aborígenes en el mundo; estas historias muestran lo absurdo del mercado del turismo que se desarrolla gracias a la imagen de los pueblos que este mismo mercado extermina. La convención de la Organización Internacional del Trabajo, número 169, reglamenta las condiciones de trabajo de los pueblos autóctonos quienes han sido víctimas de explotación laboral incluso en el siglo XX. Muchos Estados suscribieron a la convención número 169, excepto los europeos. Este rechazo se debe al temor latente que existe a que las naciones y comunidades bretonas, vascas, alsacianas, catalanas, corzas, burgundias, germánicas, etc., reclamen sus derechos a la independencia en calidad de pueblos aborígenes. Cabe resaltar, que las varias comunidades europeas fueron forzadas a integrar los Estados nacionales mucho antes de que lo fueran los pueblos aborígenes del África y América.
Para tratar de entender lo que sucede ahora, para tratar de entender lo que sucedió en el pasado, es necesario hacer una nueva lectura de la historia. Poner cada suceso en su respectivo contexto nos dará las claves para comprender cómo y por qué sucede lo que sucede y, qué es lo que podrá ocurrir si no tomamos en cuenta tales observaciones para romper los mitos que nos impiden cambios verdaderos.
_________
19 Martínez, Gudymas, Parrilla, Carvajal, Rosero y Báez, 2013: 8.

Mito número 3

illustration

«Los conquistadores descubrieron tierras vírgenes»
Un mundo nuevo que ya existía

En 1521, dos años después de haber posado los pies en el continente americano, Cortés había terminado de conquistar el Imperio azteca. En 1531, Pizarro y Diego de Almagro partieron a conquistar el Tahuantinsuyo. Luego de la caída del Imperio, la rebelión inca duró cuarenta años más hasta la ejecución de Túpac-Amaru, el último emperador inca. Los portugueses conquistaron las costas este de Sudamérica. Otros conquistadores de España se encargaron de conquistar los antiguos territorios del Imperio Maya, desde Guatemala hasta Yucatán. La antigua civilización Maya, y su imperio, había empero comenzado a decaer antes de la llegada de los conquistadores europeos. Un solo reino Maya, el reino Itzá, resistió por casi dos siglos hasta la llegada de Cortés20.
Los conquistadores buscaban piedras preciosas, plata, oro... expulsaron y masacraron a los aborígenes, se apoderaron de las tierras, les esclavizaron. Al noreste de México, Juan Ponce de...

Índice

  1. Cubierta
  2. Créditos
  3. Título
  4. Índice
  5. Compendio
  6. El estado de nuestro Planeta Tierra
  7. El ser humano en el mundo
  8. Las sociedades humanas
  9. Los sistemas socioculturales
  10. Occidente
  11. Civilización
  12. Mito número 1
  13. Mito número 2
  14. Mito número 3
  15. Mito número 4
  16. Mito número 5
  17. Mito número 6
  18. Mito número 7
  19. Mito número 8
  20. Mito número 9
  21. Mito número 10
  22. Mito número 11
  23. Mito número 12
  24. Mito número 13
  25. Mito número 14
  26. Mito número 15
  27. Mito número 16
  28. Mito número 17
  29. Mito número 18
  30. Mito número 19
  31. Mito número 20
  32. Mito número 21
  33. Mito número 22
  34. Mito número 23
  35. Mito número 24
  36. Mito número 25
  37. Mito número 26
  38. Mito número 27
  39. Mito número 28
  40. Mito número 29
  41. Mito número 30
  42. Mito número 31
  43. Mito número 32
  44. Mito número 33
  45. Mito número 34
  46. Mito número 35
  47. Mito número 36
  48. Mito número 37
  49. Mito número 38
  50. Mito número 39
  51. Mito número 40
  52. Mito número 41
  53. Mito número 42
  54. Mito número 43
  55. Mito número 44
  56. Mito número 45
  57. Mito número 46
  58. Mito número 47
  59. Mito número 48
  60. Mito número 49
  61. Mito número 50
  62. Mito número 51
  63. Mito número 52
  64. Mito número 53
  65. Mito número 54
  66. Mito número 55
  67. Mito número 56
  68. Mito número 57
  69. Mito número 58
  70. Mito número 59
  71. Mito número 60
  72. Mito número 61
  73. Mito número 62
  74. Mito número 63
  75. Mito número 64
  76. Mito número 65
  77. Mito número 66
  78. Mito número 67
  79. Mito número 68
  80. Mito número 69
  81. Mito número 70
  82. Mito número 71
  83. Mito número 72
  84. Mito número 73
  85. Mito número 74
  86. Mito número 75
  87. Mito número 76
  88. Mito número 77
  89. Del pensamiento dualista a la comprensión sensible del Todo
  90. La vigencia del mito
  91. La leyenda del colibrí
  92. Epílogo
  93. Documentos de consulta
  94. Tabla de materias