La guerra contra las drogas en el mundo andino
eBook - ePub

La guerra contra las drogas en el mundo andino

Hacia un cambio de paradigma

  1. 352 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La guerra contra las drogas en el mundo andino

Hacia un cambio de paradigma

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

El conjunto de trabajos de este volumen revela el nivel alcanzado por el fenómeno de las drogas en el mundo andino, así como su significado en términos de las relaciones de Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea con el área. Todos los ensayos indican la complejidad del fenómeno, los magros resultados de las políticas antidrogas y las frustraciones que ha producido la perpetuación de una estrategia antinarcóticos decididamente coactiva: "La guerra contra las drogas". El presente libro comprueba que este paradigma prohibicionista debe reevaluarse.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a La guerra contra las drogas en el mundo andino de Juan Gabriel Tokatlian en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Jura y Strafrecht. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2021
ISBN
9789875992917
Categoría
Jura
Categoría
Strafrecht
Introducción:
hacia una larga guerra irregular
El tema de las drogas psicoactivas ilícitas es, esencialmente, contradictorio. Son muy escasos, a nivel mundial, los estudios que analizan de modo comparado los factores profundos y dinámicos que se entrelazan para facilitar y exacerbar su desarrollo y transformación. Si bien es un asunto clave para los Estados y las sociedades, la calidad de la información disponible sobre dicho tópico es bastante precaria e insuficiente y la metodología para abordarlo muy defectuosa y limitada. Resulta insólito que los gobiernos apliquen ciertas políticas públicas en materia de drogas como si conocieran plenamente el tema en cuestión, sus orígenes y sus efectos. A esta altura, la mayoría de los estudios oficiales, en el Norte y el Sur, reflejan una relativa frustración respecto a los resultados alcanzados con esas políticas. A su vez, un significativo número de investigaciones independientes corroboran que la estrategia antinarcóticos global es un resonante fracaso.
Recientemente, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia creada por los ex presidentes César Gaviria, Fernando Henrique Cardoso y Ernesto Zedillo, e integrada por 17 personalidades, concluyó que la “guerra contra las drogas” ha sido una “guerra perdida” con enormes costos de todo tipo para la región. En buena medida, lo que parece subyacer a la tenaz insistencia en políticas públicas antidrogas fallidas es la noción de que, en últimas, se trata de una lucha cultural –una suerte de kulturkampf– contra los narcóticos, tanto en el centro como en la periferia. En breve, el mundo abrazó el prohibicionismo hace años y hoy es imperativo desmantelarlo paso a paso en los países más y menos avanzados por igual, si es que se quiere replantear seriamente la “guerra contra las drogas”.
Ahora bien, existen algunos lugares comunes que caracterizan las políticas públicas antidrogas en la región y el mundo. Uno de ellos es la presunción de que se dispone de dicotomías categóricas en cuanto al fenómeno de los narcóticos. Una de las más comunes diferencia a los “países productores” de los “países consumidores”. Así entonces, Latinoamérica es vista, por ejemplo, como el epicentro donde nace la oferta de drogas, y Estados Unidos y Europa son los polos desde donde surge la demanda. Este tipo de mirada vela el hecho de que Estados Unidos es en la actualidad el principal productor mundial de marihuana, que Holanda y Bélgica son hoy los mayores productores mundiales de éxtasis y que, en conjunto, las naciones de América del Sur configuran en el presente el tercer mercado mundial respecto al consumo de cocaína. Separaciones semejantes se realizan, tácita o explícitamente, entre “países de tránsito”, “países que venden precursores químicos”, “países que lavan activos del narcotráfico”, “países que proveen armas ligeras” y sus respectivas contrapartes. Ese tipo de segmentación no ayuda a comprender la intrincada naturaleza contemporánea del asunto de las drogas. Lo importante es observar, entender y explicar cómo opera global, hemisférica y regionalmente el negocio transnacional de las drogas, de qué modo se asienta en cada espacio geográfico nacional ese emporio ilegal y hasta dónde ha permeado en el plano local el avance del narcotráfico y del crimen organizado que se nutre de él.
De hecho, la segmentación dicotómica en el frente de las drogas sólo refuerza equívocos y estereotipos en los países desarrollados y en las naciones en vías de desarrollo. Entre los primeros, persiste la idea de una muralla entre un “afuera” (caótico y agresivo) y un “adentro” (estable y controlable), la noción de que ellos son conscientes del perjuicio que implican las drogas pero que muchos en la periferia no lo son suficientemente y la tendencia a estigmatizar a los países, por ejemplo, con el calificativo de “narco-democracia” o “narco-Estado”. Entre los segundos subsiste la idea de que los países centrales tienen un permanente doble estándar, la noción de que las naciones periféricas son las reales víctimas de las políticas de prohibición, sea en su variante más belicosa de Estados Unidos o en su matiz menos agresiva de Europa, y la tendencia de muchas elites internas a no asumir las responsabilidad que les cabe por el auge descontrolado del narcotráfico. En suma, esa división artificiosa alienta la perpetuación de políticas individuales defectuosas, inhibe la colaboración interestatal y refuerza un bajo nivel de rendición de cuentas en lo doméstico y lo global.
Otro lugar común remite al ámbito de las consecuencias. Se asume que toda política punitiva provoca efectos no advertidos o indeseados. Tanto detractores como defensores de la estrategia antidrogas vigente en el mundo aseveran que la aplicación de algunas medidas coercitivas genera imponderables y conlleva costos imprevistos. Así entonces, se habla –en clave anglosajona– de side effects, collateral damage, unintended results, entre otros. Sin embargo, después de tanto tiempo de implementación de las mismas políticas con idénticos resultados magros y análogos efectos desafortunados es momento de cuestionar frontalmente y replantear definitivamente el argumento de las consecuencias imprevistas. Es decir, los que adoptan decisiones ya han incorporado en sus cálculos las derivaciones indeseables y, a pesar de ello, persisten en ponerlas en práctica. No se trata ya de un asunto de ineficacia o impericia no prevista sino de convencimiento político: no existe ninguna conspiración premeditada sino una naturalización de que los daños son inevitables. Y, obviamente, esos daños o costos los deben asumir otros: los más débiles y vulnerables en la cadena del lucrativo negocio de las sustancias psicoactivas ilícitas, los países menos dotados y poderosos en la economía política del narcotráfico, y las regiones más fragmentadas y frágiles en la geopolítica de las drogas.
Esos –entre otros– lugares comunes han contribuido a desarrollar y legitimar un paradigma que alimenta la continuidad de la “guerra contra las drogas”. Si bien el papel de Estados Unidos fue decisivo en el proceso de imposición de esa “guerra” en la región, la dinámica alcanzada por ésta tiene una responsabilidad compartida: la presión de Washington es una condición necesaria pero no suficiente; América Latina abrazó ese paradigma y no lo ha dejado o superado. Más allá del grado de convencimiento y compromiso de la región en la “guerra contra las drogas” sus presupuestos, parámetros y prácticas han informado la estrategia aplicada en el área.
Los componentes conceptuales básicos de la misma son los siguientes: a) en la medida en que se ha aceptado, tácita o explícitamente, que el fenómeno de las drogas nace de la existencia de una oferta, las acciones principales de los gobiernos se destinan a desmantelar los eslabones vinculados a la producción, procesamiento, provisión y tráfico de las sustancias psicoactivas ilícitas; b) en razón de que este fenómeno constituye un problema de seguridad más que un problema de salud se hace hincapié en su combate firme mediante la participación activa no sólo de la policía sino también de las Fuerzas Armadas; y c) dado que se supone que la confrontación contra los narcóticos exige una atención especial y una concentración de esfuerzos no se concibe ensayar alternativas distintas a la “mano dura”.
Lo anterior, a su turno, condujo a una serie de políticas públicas concretas: 1) la erradicación de los cultivos ilícitos; 2) el desmantelamiento de los grupos narcotraficantes; 3) la militarización de la lucha antidrogas; 4) la criminalización de toda la cadena interna ligada al negocio de los narcóticos; 5) la aplicación de la extradición de nacionales (en especial, hacia Estados Unidos); y 6) el rechazo a cualquier iniciativa pro legalización de drogas.
En ese contexto, el mundo andino ha sido el laboratorio para el ensayo reiterado y ruinoso de aquella guerra irregular contra las drogas mediante la aplicación del repertorio de políticas mencionadas. Por tanto, el volumen aquí editado se centra en la experiencia vivida por los países andinos en la última década en materia de lucha antinarcóticos. Los autores llevan a cabo un análisis minucioso basado en evidencia empírica. Exponen en detalle las políticas públicas contra las drogas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, cubriendo una vasta gama de aspectos ligados directamente a ese fenómeno y subrayando asimismo los procesos no estatales vinculados al mismo. En breve, el Estado, la sociedad y el mercado, en sus dimensiones interna y externa, y en cuanto a la cuestión de las sustancias psicoactivas ilícitas son evaluados de modo riguroso y sistemático. Si bien se trata de estudios nacionales resulta indudable el entrecruzamiento de lazos regionales –específicamente andinos– que inciden, se refuerzan y complejizan al observar la evolución más reciente del tema de las drogas en el área.
Tres perspectivas diferentes pero complementarias –la de Brasil, la de Estados Unidos y la de la Unión Europea– se indagan también con precisión y agudeza en cuanto a los nexos e impactos del fenómeno de las drogas y el mundo andino. Estos importantes actores regionales, hemisféricos y extracontinentales son gravitantes en cuanto al desarrollo y la transformación del tema de los narcóticos y, a su vez, se ven influidos y alterados por los cambios que han venido operando en el narcotráfico andino. Los Andes, Brasil, Estados Unidos y Europa constituyen, en la práctica, un entramado cada vez más compacto en materia d...

Índice

  1. 01-Tapa
  2. 02-Portada
  3. 03-Legales
  4. 04-Indice
  5. 05-Dedicatoria
  6. Interior