¿Sabes qué, gato?
El Viajero del Tiempo para su máquina en el instante de la ignición del primer fuego humano, en la caverna oscura de los sueños de alguien.
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El Viajero del Tiempo sabe de un siglo que fue realmente almacenado en una novela (ay, la persona que intentó leerla; ay, su caja craneana).
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El Viajero del Tiempo halló al joven Baudelaire con tal postración y tedio que lo creyó enfermo. Salió de la casa y volvió con unas flores.
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El Viajero del Tiempo lleva al líder de secta al siglo en que sus invenciones se han vuelto como el islam o como la cristiandad —riquísima historia, filósofos y poetas, grandes obras de arte, vastas conjuras y guerras y política— y ya nadie se acuerda de él.
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El Viajero del Tiempo va al Siglo Ramificado, en que todas las opciones son posibles a la vez; también vuelve, no va, se muda allá para siempre, etcétera.
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El Viajero del Tiempo sabe de un par de tiranos peores que el que esté de moda en cualquier momento dado: tipos terribles y además sin fama.
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—Pero entonces ¿te quedas, o no? —pregunta el Viajero del Tiempo a Bakunin, de visita en el siglo sin gobiernos.
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—Así llovía la tarde del 10 de junio de 1934 —dice la anciana en el asilo, a nadie.
“Tiene toda la razón”, piensa el Viajero del Tiempo.
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Para el café de hoy, el Viajero del Tiempo vierte agua del Triásico en la cafetera y enciende la estufa, alimentada con gas inorgánico limpio del siglo 9 000.
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El Viajero del Tiempo decidió nunca llevar a David Foster Wallace al siglo DavidFosterWallace (entre los siglos OgMandino y JKRowling).
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El Viajero del Tiempo no va a contar el escándalo horrible en el siglo 9 998 cuando se eligió a un papa no solo de carne sino humano y macho.
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Los sueños del Viajero del Tiempo son rarísimos. A veces un segundo pasa en un segundo. A veces plantan la semilla y luego germina.
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Llevado de visita por el Viajero del Tiempo, Homero se entera de que en el siglo xxi su nombre es el de un idiota. Ofendido, preso de funesta cólera, crea la Ilíada.
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El Viajero del Tiempo podría recordarte lo que sentiste la primera vez que te asomaste al mundo. Tú podrías recular, espantarte o recordar.
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El Viajero del Tiempo sabe de un remake de la raza humana entera que (por error, mientras intenta fabricar un nuevo tipo de jamón) será creada por una civilización robótica o insectoide del siglo 7x1040.
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El Viajero del Tiempo puede oler el pasado de las grandes palabras: fe, democracia, avance… Dice que es como carne quemada y flores y polvo.
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El Viajero del Tiempo revela saber quién recibirá el Premio Nobel de Literatura durante todos los años de su historia.
—¿El qué? —pregunta Dante Alighieri.
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A veces, corresponsales mal informados han confundido al Viajero del Tiempo con el Espíritu de los Tiempos o con el Fantasma de la Navidad.
(Otras veces, por error de traducción, se confunde al Viajero del Tiempo con el Viajero del Clima, que duerme en la lluvia y asciende con el sol.)
—La verdad es que sus novelas son feas. ¡Feas! ¿Quién se las va a publicar? —dijo al Viajero del Tiempo la madre de John Kennedy Toole.
Este la escuchó.
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—El tiempo mismo soy yo —replicó Luis XIV, y el Viajero del Tiempo se quedó sin ganas de explicarle nada, por lo que salió de inmediato del Palacio de Versalles. En los jardines, le habló a las estatuas del destino y de las frustraciones humanas. Su gato cazaba mariposas y palomas.
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Cuando era niño y tenía fiebre, el Viajero del Tiempo sentía que una de sus manos se iba a mil años antes y la otra a mil años después.
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El Viajero del Tiempo va a hacer una lista de las muertes más importantes de cierto siglo: lo primero, ya sabe, es ignorar las que anuncian los medios.
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El Viajero del Tiempo entra al baño del bar y la música se vuelve remota, sorda, de otro tono y otro tempo. A dónde irá la música, piensa.
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El Viajero del Tiempo dice a Julio Verne que sí, habrá exactamente ese futuro maravilloso y tecnificado. No especifica en qué siglo.
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El Viajero del Tiempo abre la ventana y me dice:
—Mira, aquella es la gota que cae exactamente a la mitad de la tormenta… ¿Cómo, no la viste?
El Viajero del Tiempo ya sabe que su maleta se perderá en el aeropuerto, cómo y dónde la encontrarán, y que de todos modos va a enfurecer.
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El Viajero del Tiempo descubre cómo eran la cabeza y los brazos de la Victoria de Samotracia. Su grito se escucha en varios siglos aledaños.
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—Tu cuento más viejo será el más nuevo —dijo el Viajero del Tiempo. F. Scott Fitzgerald oyó mal, tuvo una idea e inventó a Benjamin Button.
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“Lo invisible es esencial para los ojos.”
—Esta cita errónea será base de una religión en mil años —me dice el Viajero del Tiempo.
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La casa del Viajero del Tiempo está habitada por fantasmas: dementes, comatosos y otras personas desprendidas del mundo, libres aquí.
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El Viajero del Tiempo escucha las quejas de Nova Hirviente Gómez, de poderes brillantes, piel luminosa y ropa de metal.
—Mi vida es igual a la de todos.
(Nebulosa Oscura Gómez, la mamá de Nova Hirviente, pulsa y se condensa y dice al Viajero del Tiempo:
—Yo a su edad era igual que ella.)
La partícula de dios (es la última de todas) se revela únicamente a niños de mucha imaginación, mamíferos y pulpos pequeños y al Viajero del Tiempo.
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Vlad el Empalador ofrece dinero al Viajero del Tiempo:
—Mira, le hacemos así: tú traes a gente mal...