¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE TE DETIENE A TOMAR ACCIÓN?
¿Qué es lo que realmente nos detiene a hacer algo o a continuar hacia adelante con nuestros proyectos, incluso cuando sabemos que tenemos buenas ideas y que podemos implementarlas para ayudar a los demás? Muchas veces es el miedo al fracaso, pero otras veces sucede por escuchar a las personas no indicadas, personas negativas y pesimistas que se encuentran a nuestro alrededor. Por eso es muy importante alejarnos o poner una distancia entre nosotros y ese tipo de personas que lo que hacen es influenciarnos con sus pensamientos y creencias negativas.
Debemos empezar a buscar y acercarnos más a gente positiva y con la capacidad de ayudarnos, pero tenemos que entender que para llegar a hacer algo o ser alguien, debemos estar bien preparados y, sobre todo, estar dispuestos a pagar el precio del fracaso. Recordemos que el fracaso es la forma más clara que estamos aprendiendo, ya que las personas exitosas fracasaron muchas veces en sus intentos para alcanzar el éxito, pero algo que ellos no hicieron fue darse por vencidos, ya que como ellos dicen: los fracasos son parte del éxito.
Muchos sentimos ese miedo de emprender un negocio por miedo al fracaso, los seres humanos estamos diseñados para fracasar en la vida, principalmente en los negocios, pero aquí sucede algo muy interesante, no sé si ustedes lo han notado, pero somos fracasados por naturaleza, fracasamos en el amor, en el trabajo, en nuestro matrimonio, nuestras carreras profesionales, en nuestras finanzas y fracasamos de muchas formas, pero nunca nos ponemos a meditar y a verlo realmente como un fracaso, en realidad eso es lo que sucede con nuestras vidas, nuestro cerebro está diseñado para notificarnos inmediatamente, todo depende qué tipo de información le enviemos a nuestro subconsciente.
Recordemos que nuestro subconsciente está diseñado para procesar la información que recibe, su problema es que esta información puede ser positiva o negativa, todo depende de cómo pensamos. Nuestro cerebro está diseñado para buscar la aprobación del grupo, esto quiere decir que nuestro cerebro o nuestro subconsciente, está diseñado para procesar la información y la aprobación de las demás personas, de modo que cuando nosotros iniciamos y ponemos un proyecto en marcha, debemos estar preparados para la aprobación de las demás personas, ya sea de una forma positiva o negativa.
Nuestro cerebro está diseñado para no tomar riesgos, lo que se quiere decir es que nuestro cerebro está en un estado de conciencia de no tomar el riesgo por el miedo al fracaso y el miedo al qué dirán los demás. Esto es lo que normalmente sucede con la mayoría de nosotros, tenemos ese miedo a ser diferente a los demás, miedo al qué dirán y qué pensarán los demás, así como cuando tenemos un sueño de emprender o iniciar un negocio, pero tenemos esa inseguridad en nosotros mismos, y así es como preferimos seguir en nuestros empleos, porque pensamos que ahí estamos seguros, que tenemos un pago seguro cada día o por semanas, pero esto no es más que una creencia falsa, porque tener un empleo o trabajar para una compañía transnacional, no es seguro, nadie nos asegura que vamos a estar ahí por el resto de nuestras vidas, hasta que llegue el tiempo indicado para retirarnos.
La verdad es que, hoy en día, todo eso se ha vuelto cada vez más complicado, esas compañías, cada vez, no permiten que te retires con una pensión o un pago para tu jubilación, siempre debemos estar dispuestos a tomar riesgos, aunque estos vengan acompañados del fracaso. Nuestro cerebro no está diseñado para pensar diferente, a esto se les conoce como las neuronas espejo, y provoca que nuestro cerebro siempre quiera hacer lo mismo que hace la mayoría, actuar como la mayoría, pensar como la mayoría, porque ésa es la forma más fácil de buscar una salida como una excusa para evitar hacer y actuar en forma diferente.
Por esta razón nos cuesta mucho trabajo aprender e implementar algo diferente y salirnos de ese patrón de seguir a la mayoría, el precio de pensar y hacer cosas diferentes es muy alto, pero la recompensa puede ser muy gratificante, especialmente cuando la intención es ayudar a los demás, buscando nuevos métodos y recursos para ayudar a los demás a pensar de una forma diferente. El primer tipo de miedo es a la aprobación social, este tipo de miedo está relacionado con la aprobación de los demás, la aprobación a pensar diferente, en realidad esto le sucede a la mayoría de las personas exitosas. La aprobación social es muy importante, esto significa que puede ser constructiva o destructiva para cualquiera que tome el riesgo a ser y pensar diferente, cuántos grupos musicales, deportistas o en el mundo del entretenimiento, llegan a ser muy exitosos, pero la mayoría fracasa, aunque aquí hay otros factores que influyen mucho, por ejemplo, la disciplina y los hábitos, el compromiso con la audiencia con la cual están relacionados, la aprobación social, sin duda, juega un papel muy importante en nuestros fracasos o nuestros éxitos.
Miedo al fracaso total o correr el riesgo. Muchas veces fracasamos antes de correr el riesgo, si nunca lo intentamos, nunca sabremos si pudimos haber tenido éxito, entonces, por consecuencia, es que ya fracasamos por el simple hecho de no intentarlo. Cuántas veces nos ha pasado que, cuando conocemos a una persona nos gusta o nos atrae, sentimos esas ganas de expresar lo que pensamos o lo que sentimos, pero muchas veces, por el miedo al fracaso, no expresamos o no decimos eso que sentimos o que pensamos y cuando nos damos cuenta, ya es muy tarde, porque llegó alguien más que estuvo dispuesto a correr el riesgo al fracaso, expresó lo que sentía y lo que pensaba.
Eso es lo mismo que sucede con los negocios, si no corremos el riesgo, nunca sabremos qué pudo haber pasado y después vienen las preguntas de: ¿y si lo hubiera hecho, y si sólo le hubiera dicho lo que sentía, y si sólo hubiera corrido el riesgo?, pero sabemos que ya es un poco tarde, entonces aplica el dicho de: aprender de los errores y de los fracasos
Ahora, qué tan dispuesto estás en correr el riesgo, algo que a mí, en lo personal, me estaba sucediendo y que de alguna forma me estaba causando muchos problemas, tanto de salud como físicos, sin duda era el hecho de que llegó el momento donde ya sentía que estaba listo para empezar y hacer algo diferente, pero tenía ese miedo a correr el riesgo de salir de mi zona de confort, porque tenía mi trabajo, tenía un sueldo, un pago seguro, tenía un buen horario de trabajo muy cómodo, pero al mismo tiempo, sabía perfectamente que eso no era para siempre y me sentía muy frustrado, porque sabía que tenía que hacer algo con lo que yo ya sabía, pero tenía ese miedo de correr el riesgo, hasta que un día me dije: “bueno, por qué tener miedo, cuánta gente se ha salido o dejado la compañía para la cual yo trabajaba y no les ha pasado nada, al contrario, parece que les ha ido mejor”, así que, un día, por fin decidí correr el riego y empezar en este viaje con la intención de ayudar a los demás, y aquí sigo.
Una cosa que es muy importante es que debemos prepararnos bien, leer mucho, investigar, pero, sobre todo, buscar buenos mentores, mejor conocidos como entrenadores, que te lleven y guíen por el camino correcto y así, formar una buena disciplina y cambiar nuestros malos hábitos. Esto te puede tomar mucho tiempo, horas, días, meses, quizás años de preparación, recordemos que a los grandes atletas les toma mucho tiempo para llegar a ser los mejores.
El cerebro está diseñado especialmente para el placer, nuestro cerebro está diseñado para disfrutar de los placeres que de alguna forma reconoce, placer del triunfo y las victorias, los logros.
Miedo a ser libre. A muchos de nosotros nos gusta ser libres, pero al mismo tiempo nos da miedo la libertad. Cuando hablamos de salir de nuestra zona de confort, a pesar de que sabemos que somos prisioneros de nuestros jefes o simplemente somos prisioneros de las reglas que son implementados por nuestros superiores, inclusive ellos son dueños de nuestro tiempo, especialmente con tu cargo o el puesto que tienes en el trabajo. Ellos son dueños de tu tiempo, inclusive cuando estás en tu propia casa y eso sólo tiene un término y es que no tienes libertad, no eres libre.
Recuerdo cuando me propusieron un mejor puesto en mi trabajo, pero incluía que yo tenía que estar disponible las 24 horas para ellos, trabajar en diferentes horarios, automáticamente se iban a adueñar de mi tiempo y en realidad la paga no era mucha diferencia con lo que ya ganaba en ese entonces, así que tomé la decisión de rechazar la oferta, y así fue como más tarde me di cuenta de que tomé la decisión correcta.
Así es como hoy estoy aquí, haciendo lo que me gusta, haciendo lo que me apasiona, que es ayudar a los demás, ayudarlos a ustedes, mostrarles que sí se pueden hacer muchas cosas cuando uno está dispuesto a correr el riesgo a fracasar, riesgo a las críticas, riesgo de enfrentar a la sociedad, una sociedad que critica y las críticas a veces son muy duras, pero aquí estoy, disfrutando de mi libertad, soy dueño de mi tiempo, yo organizo mi tiempo, cobro por tiempo, el riesgo a ser libre.
Cómo perder el miedo.
1.- Tomar acción.
Pensamientos, emociones y comportamientos. Lo más importante es comportamiento, si no tomas acción, el miedo se hará más grande.
2.- Hacer ejercicio.
Hacer ejercicio por lo menos una vez al día, comer sanamente, dormir el tiempo necesario, ayudan a disminuir el miedo.
3.- Rodéate de emprendedores.
Si quieres saber cuánto éxito o cuánto dinero ganas, procura siempre rodearte de gente exitosa, rodearte de emprendedores, te ayudará a reducir el miedo y te ayudará a incrementar la seguridad en ti mismo.
4.- Fracasa y fracasa hacia adelante, porque sólo el fracaso es igual a aprendizaje. Si entendemos que el fracaso es aprendizaje, entonces es mejor que fracases pronto, ver el fracaso reduce el miedo.
5.- Transformar el miedo por compasión ayuda a eliminar el miedo.
Si te das cuenta, todos los miedos están enfocados en ti, pero si en lugar de pensar en ti, mejor piensas en los demás, en cuánto los puedes ayudar con tus acciones positivas, en cuánto les vas a enseñar, sólo piensa en ellos y deja de pensar en ti, empieza a visualizar a cuántas personas puedes ayudar con tus acciones positivas.
No permitas que el miedo se apodere de ti, el miedo, como el infierno, son términos que no existen, las cosas negativas o las cosas que pensamos que nos hacen daño, sólo son conceptos que están arraigados en nuestros cerebros, nuestros subconscientes y en nuestra mente. Si nos damos cuenta, cuando soñamos cosas negativas o cuando tenemos una pesadilla, muchas veces terminamos peleando o luchando contra la adversidad o contra eso que pretende hacernos daño. La pesadilla se vuelve más intensa cuando el miedo nos vence, sin embargo, cuando estamos experimentando una pesadilla y en lugar de tener miedo la enfrentamos con valor y coraje, la pesadilla disminuye y triunfamos sobre eso que, en nuestro sueño, pretende hacernos daño, lo mismo sucede en la vida real, después de vencer ese miedo, ya no hay nada más, ya sólo existe el valor de enfrentar las adversidades en la forma que se nos presentan.
Tres cualidades especiales que debes poseer y saber manejar a la perfección para poder ayudar a los demás, o para ayudar a aquellos que están enfrentando algún tipo de problema serio en sus vidas.
1.- Debes tener ese poder de liderazgo para poder influenciar a otros. Así puedes convencerlos de cambiar sus hábitos y comportamientos negativos, pero, sobre todo, tener esa habilidad de enseñarles y guiarlos paso a paso para poder convencerlos de que es tiempo para empezar a cambiar esos malos hábitos y así poder cambiar esos comportamientos que, de alguna forma, directa o indirecta, los está llevando a enfrentar muchas dificultades en sus vidas.
NOTA: es muy importante aprender a controlarte a ti mismo, porque si no lo haces, entonces tampoco podrás controlar a los demás.
2.- Debes tener la convicción de que lo que estás haciendo es lo correcto.
Es bien sabido que, para ofrecer ayuda a otros, primero debemos tener la convicción exacta de lo que estamos haciendo y, sobre todo, que nuestra ayuda va a ser la adecuada, ya que muchas veces las per...