Gestión curricular y desarrollo de competencias en estudiantes y docentes: apuesta por la calidad universitaria

Fabiola Inés, Hernández Barriga, Lina María, Fonseca Ortiz

• Editorial: Ediciones USTA
• Año: 2019
• ISBN:
  9789587822335
• Categoría: Education
• Categoría: Education General

La Universidad Santo Tomás emprendió en el año 2014 un camino de resignificación de su gestión curricular mediante la revisión de las fuentes conceptuales que inspiran el diseño y la actualización de los currículos de los programas académicos, y la metaevaluación de los docentes en sus distintas dimensiones: docencia, investigación y proyección social. Este proceso se realizó sin perder de vista el concepto de persona, a partir de tres ejes de comprensión y estudio: la gestión curricular de calidad en una universidad multicampus, la pedagogía problémica y la educación por competencias.

CUARTA PARTE

LA EVALUACIÓN Y EL ACOMPAÑAMIENTO DOCENTE
EN LA UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

La dimensión contextual en la comprensión de los procesos de evaluación: la Universidad y su experiencia en el proceso de metaevaluación del desempeño docente*

ESTHER YUREIMY GUTIÉRREZ MORA**

ALEX ZAMBRANO CARBONELL***

E n el año 2005 la Universidad Santo Tomás, en cabeza de la Vicerrectoría Académica General y la UDCFD, inició un proceso de revisión y ajuste del modelo e instrumento con el cual se llevaba a cabo la evaluación docente, como parte de un ejercicio reflexivo y crítico en torno a la importancia de los procesos de evaluación docente y su incidencia no solo en el desarrollo profesional de los estudiantes, sino también en su impacto en el cumplimiento de metas y el mejoramiento de los procesos de calidad institucional.

Para el año 2012 se puso en marcha la investigación denominada “Metaevaluación del proceso de evaluación docente institucional USTA, 2012-2014”. Esta se desarrolló en el marco de un proyecto de investigación del Fondo de Investigaciones (FODEIN)1 en el que participaron la Facultad de Estadística y la UDCFD. Su propósito era “generar nuevas y mejores formas de abordar el proceso de evaluación al interior de la universidad” (Universidad Santo Tomás, 2010a, p. 35) y poner en discusión la validez, pertinencia y fiabilidad del instrumento utilizado para realizar la evaluación. Otros aspectos analizados fueron la correlación entre los resultados de desempeño docente y el promedio de desempeño de los estudiantes, así como las fortalezas y oportunidades de mejora que indicaron cada uno de los ítems evaluados.

El proyecto de investigación contempló un análisis de tipo cuantitativo y cualitativo que abordó tres momentos:

• La medición de la validez y confiabilidad del instrumento a través de técnicas estadísticas como el análisis factorial y el alfa de Cronbach.

• Un análisis de correlación, que permitió determinar si existía relación entre la nota definitiva del estudiante y la nota de la evaluación del docente.

• La construcción de índices sintéticos utilizando análisis de componentes principales, para clasificar los resultados de las facultades y los docentes de acuerdo con la percepción de los estudiantes2.

En las siguientes páginas se dan a conocer los resultados que arrojó este proceso para el periodo 2012-2014, así como las reflexiones, críticas y análisis que permitirán continuar mejorando los instrumentos y reconocer la incidencia del contexto educativo, institucional y social en el quehacer docente. Para dar fundamento a ello, se retoman los aportes de Santos y Moreno (2004):

No se trata, pues, de concluir al estilo de las investigaciones experimentales, si existe o no validez, sino de avivar la reflexión para generar comprensión rica y relevante sobre los programas evaluados. Esto convierte a la evaluación no tanto en una tarea de expertos cuanto en un proceso democrático de discusión.

No basta interrogarse sobre la calidad de los datos que se recogen en el informe o sobre el rigor de los métodos que se han aplicado para extraer información, sino que es preciso preguntarse por la naturaleza de la iniciativa, por la finalidad del proceso, por las reglas éticas que lo han inspirado, por la utilización que se ha hecho de la información […]. (Santos y Moreno, 2004, p. 915)

Sobre el lugar desde el cual entendimos la evaluación

Para hablar de metaevaluación es pertinente comprender que para la Universidad:

La evaluación es un eje estratégico y dinamizador de la vida académica y del desarrollo del currículo en orden a garantizar que el proceso pedagógico cumpla condiciones de avance y calidad que ayuden a lograr y mantener adecuados niveles de consistencia, flexibilidad e innovación y cumplir los propósitos intencionados en cada una de las etapas y en todo el proceso y dimensiones de la acción educativa. (Universidad Santo Tomás, 2010b, pp. 57-58)

En ese sentido, la evaluación es una parte fundamental del proceso pedagógico (enseñanza y aprendizaje), es transversal al currículo y lo nutre en todas sus etapas. De ahí que haga evidentes resultados en torno al desempeño docente y, además, reconozca la eficacia de los métodos pedagógicos y la organización administrativa institucional, entre otros aspectos que impactan el proceso pedagógico.

Es importante mencionar que las reflexiones sobre la evaluación y sus propósitos, desarrolladas desde el campo de la educación se han venido dando desde hace más de cincuenta años, por ejemplo, en 1968 Scriven planteaba: “Puesto que la evaluación se aplica a todos los esfuerzos humanos, entonces, también la propia evaluación debe ser evaluada” (citado por Sime, 1998, p. 200). No obstante, en los primeros años los estudios sobre el tema se orientaron a dar cuenta de la eficacia y validez técnica de los instrumentos, mas no de los aspectos que subyacen a la misma:

El objetivo de la metaevaluación consiste en: verificar si el sistema de evaluación previsto es el más indicado a las características del objeto, comprobar el rigor, la fiabilidad y la validez de los instrumentos y técnicas manejadas; velar para asegurar una buena aplicación de las estrategias evaluadoras; garantizar un buen uso de las informaciones recibidas y el rigor de los juicios de valor emitidos. (Sime, 1998, p. 201)

En el año 1989, Sthepen Kemmis formuló toda una teoría acerca de la naturaleza del currículo, la evaluación y sus dinámicas desde una perspectiva crítica. También concibió a los docentes como miembros de comunidades críticas y comprometidos con el análisis autorreflexivo de sus propias circunstancias (Sime, 1998, p. 202). Con Kemmis cambió la mirada eminentemente instrumental y cuantitativa de la evaluación, para dar paso al reconocimiento de los actores que intervienen en el proceso educativo y de las condiciones en las cuales se desarrolla el proceso de enseñanza.

Desde Kemmis hasta nuestros días son varios los autores que han llamado la atención sobre la importancia de la dimensión contextual de la evaluación y, en particular, de la metaevaluación (por ejemplo, Stufflebeam, Litwin, Flórez, Sime, Díaz-Barriga y Santos, entre otros). Estos debates nos interpelan no solo frente a la profundidad que subyace a los análisis de los resultados y el instrumento con el cual se lleva a cabo la evaluación, sino también sobre los propósitos institucionales que orientan el desarrollo de la misma (¿selección?, ¿clasificación?, ¿mejora?). La evaluación, analizada a partir de la situación y el contexto en el que se da debería ser un imperativo en los procesos de calidad y mejora. Al respecto, Sime plantea:

Los evaluadores latinoamericanos debemos explorar la realidad de nuestros países para enfrentar esa realidad a nosotros mismos y a las teorías evaluativas (Nilo). Partir desde el contexto es un estar siempre abiertos a preguntarnos: ¿qué significa hablar de evaluación y metaevaluación educativa en un determinado país?, y, asimismo, ¿qué tipo de evaluación y metaevaluación queremos desarrollar para la educación de este país? (Sime, 1998, p. 205)

¿Cómo llegó la Universidad a la metaevaluación?

La UDCFD recogió el análisis histórico y contextual del proceso de evaluación en el documento denominado Dimensión de la Política Docente (Universidad Santo Tomás, 2010a), en el cual se destacan cuatro importantes momentos a lo largo de los últimos años.

En el año 2005, la Universidad apostó por realizar un proceso de evaluación en cada facultad o departamento, estrategia que permitió reconocer las particularidades de cada uno, pero que hizo “complejo realizar análisis generales sobre lo que ocurría con la planta docente, así como ofrecer garantías para la confidencialidad de la información, anticiparse y/o evitar errores que perjudican al docente antes y después de la realización de la misma” (Universidad Santo Tomás,...

Índice

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• CONTENIDO
• PRÓLOGO
• PRIMERA PARTE METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN SOBRE GESTIÓN CURRICULAR Y GESTIÓN DE DESARROLLO DOCENTE
• SEGUNDA PARTE GESTIÓN DEL CURRÍCULO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR: EXPERIENCIA DE LA UNIVERSIDAD EN EL MARCO DE LA ACREDITACIÓN MULTICAMPUS
• TERCERA PARTE LA PEDAGOGÍA PROBLÉMICA Y LA EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS EN EL MARCO DE LA FORMACIÓN INTEGRAL
• CUARTA PARTE LA EVALUACIÓN Y EL ACOMPAÑAMIENTO DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
• SOBRE LOS AUTORES
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