La enseñanza de las humanidades en la educación superior desde un contexto para la paz.
eBook - ePub

La enseñanza de las humanidades en la educación superior desde un contexto para la paz.

  1. Spanish
  2. ePUB (apto para móviles)
  3. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La enseñanza de las humanidades en la educación superior desde un contexto para la paz.

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

En el contexto global de la crisis de las humanidades, y en el marco local del posconflicto en Colombia, este libro se propone defender el lugar de las humanidades en la educación superior, como una herramienta fundamental que le permita a los estudiantes afrontar problemáticas como la manipulación mediática, la posverdad, la polarización política y el énfasis en la instrumentalización del conocimiento. En una sociedad que necesita reconstruirse a sí misma aprendiendo de su historia, esta obra reflexiona sobre las condiciones que se deben tener en cuenta para una mayor incidencia de la educación superior, a través de las ciencias humanas, en la formulación de propuestas orientadas a la educación para la paz. Por la actualidad y la pertinencia de sus argumentos es este un aporte significativo a la urgente conversación acerca de la necesidad de las humanidades en los currículos y las universidades hoy.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a La enseñanza de las humanidades en la educación superior desde un contexto para la paz. de Freddy, Patiño Montero, Paola Andrea, Sánchez Hernández, Gloria Aydee, Gallo Cubillos, Trinidad, Orozco Forero en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Pedagogía y Educación general. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2019
ISBN
9789587822458
Categoría
Pedagogía

PARTE II

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Reflexiones para la construcción de una educación para la paz

TRINIDAD OROZCO FORERO*
La educación es el arma más poderosa que
puedes usar para cambiar el mundo.
NELSON MANDELA
Alo largo de la historia humana siempre ha existido un anhelo y un interés por la paz. “Hutchinson (1986) advierte que las nociones religiosas y seculares de la paz son tan antiguas como las instituciones de la guerra” y los interesados por la educación para la paz tienen “una deuda considerable con las ideas cosmopolitas y con las preocupaciones éticas por la paz de los siglos anteriores” (citado en Hicks, 1993, p. 23).
Los muchos episodios de guerra que hemos atravesado a lo largo de la historia han ocasionado grandes pérdidas para la humanidad, y esta experiencia ha creado la necesidad de la paz. En el presente escrito se hará una breve presentación de algunos de los conflictos más significativos de la historia, particularmente en América Latina, para contextualizar con ello parte del conflicto colombiano y así sustentar, a partir de esta breve exposición la necesidad de plantear una educación para la paz, siguiendo a algunos autores representativos como Montessori y Piaget, entre otros.
Las guerras, en mayor o menor medida, tienen consecuencias no solo en el lugar en el que se sufren sino en otras regiones del planeta, aunque estas no participen directamente. En el caso de la Segunda Guerra Mundial, cuyas causas fueron políticas, económicas e ideológicas, el impacto en América Latina no fue tan grande, a pesar de haber sido la guerra más cruenta de la historia.
Durante la Guerra Fría, la rivalidad entre la entonces Unión Soviética y los Estados Unidos se vio reflejada en las dictaduras de América Latina durante la década de 1970. Así, se crearon tensiones en la región cuando se intentaron implantar modelos ideológicos, lo cual tuvo como consecuencia la participación de los Estados Unidos en la organización y financiación de los golpes de Estado ocurridos en algunos países de América Latina, para evitar la llegada y propagación del enemigo: el comunismo.
La resistencia al autoritarismo tuvo características específicas en cada país. Diferentes factores incidieron en el fin de las dictaduras militares, como la crisis económica mundial en la década de 1980, además de la formación de movimientos de solidaridad y denuncia de las violaciones a los derechos humanos al interior de muchos países signados por las dictaduras y los conflictos internos, como las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina. Por otra parte, desde el exterior, los exiliados también promovieron movimientos para denunciar los abusos de autoridad. Esto originó que las dictaduras se desestabilizaran una a una y que la transición al sistema democrático avanzara con firmeza. A partir de los años ochenta y comienzo de los noventa, la democracia volvió a la región por medio del voto popular, así, por primera vez en dos largas centurias, la mayoría de los presidentes latinoamericanos surgieron de procesos electorales. Y el acto de sustituir pacífica y constitucionalmente a los gobernantes nos acercó a las naciones civilizadas del mundo globalizado.
En ese mismo periodo, en Colombia, se realizó la Constitución de 1991, la cual incluyó elementos de cambio para corregir la situación de exclusión social y política de diversos grupos. Desde la perspectiva actual, se puede considerar que esas acciones promovían la paz al dar y reconocer derechos a diversas minorías y comunidades, que antes se encontraban excluidas.

¿Cómo se debe concebir la paz en la construcción de una educación para la paz?

En línea con la problemática que tratamos aquí, creemos que el concepto de paz no debe ser concebido como la ausencia de guerra, sino desde una perspectiva más amplia: la paz debe entenderse como el sentido de justicia social, satisfacción de necesidades básicas, autonomía, solidaridad, integración y equidad (Acodesi, 2003). De la misma manera, la concepción de conflicto debe ser más amplia para que este no se relacione solamente con la confrontación armada, y se pueda observar desde otros aspectos (social, político, económico) y considerar alternativas diferentes a la violencia para su solución.
Posterior a la Segunda Guerra Mundial se inició un periodo más complejo de la violencia en Colombia. En la obra La Violencia en Colombia, monseñor Guzmán, Fals Borda y Eduardo Umaña Luna (1962) realizan una descripción y análisis de los antecedentes históricos de la violencia y del inicio de esta a finales la década de 1940. En este estudio se describen tres factores de la primera ola de La Violencia:
Una equivocada estrategia política enfrentó ferozmente los partidos tradicionales al prospectar la campaña electoral de 1949 basándola en tres factores determinantes: (a) estabilización del grupo conservador en el poder, con exclusión del contendor liberal; (b) utilización de la Policía en una campaña de persecución, innegablemente pensada y planeada desde altas esferas del Gobierno, (c) declaración de la resistencia civil por el partido liberal perseguido, la que pronto se tradujo en acción de grupos armados. (Guzmán, Fals Borda y Umaña, 1962, p. 43)
La disputa entre liberales y conservadores tuvo repercusiones sobre todo en el campo, lo que posteriormente dio origen a la formación de los diferentes grupos armados que han participado en el conflicto armado.
Al hablar de conflictos en América Latina, podemos referirnos al caso de algunos países centroamericanos, en los cuales se dieron procesos de paz. Estas experiencias pueden servir para compararlas con el caso colombiano y establecer si se realizaron cambios en pro de la paz o si, por el contrario, las desigualdades sociales y la pobreza siguen manteniéndose. Además, pueden servir como ejemplo de las acciones desarrolladas en la búsqueda de una educación para la paz.
Dada la realidad de las luchas y los conflictos, la Unesco centra su perspectiva de la educación para la paz en: (1) la comprensión internacional y la conciencia supranacional; (2) la enseñanza relacionada con el sistema de Naciones Unidas y organismos internacionales, y (3) la enseñanza relacionada con los derechos humanos. Estos aspectos están, además, vinculados con la Declaración de los Derechos Humanos4. A partir de estos elementos aparece una propuesta en la educación que enlaza la perspectiva de varios pedagogos, quienes ven en esta una alternativa para crear verdaderas mentes, conciencias y corazones de paz.
María Montessori, desde su preocupación por la salvación de la humanidad, empezando por la niñez, propone resolver los conflictos sin acudir a la violencia, como una manera para alcanzar una paz duradera y estable. En el contexto de la culminación de la Segunda Guerra Mundial, ella precisa que los derrotados se convierten en una carga y un obstáculo, y que los vencedores deben ayudarles en su recuperación.
Montessori considera urgente la reconstrucción de la psique de la humanidad y para ello, según su apuesta, hay que partir del niño, estudiarlo en su individualidad e independencia (Montessori, 1934, pp. 21-24, 33). Así, manifiesta que quienes quieren la guerra preparan a los jóvenes para luchar; pero los que quieren la paz han descuidado a los niños y adolescentes, pues no han logrado organizarlos para esta causa. Según Montessori, la educación debe alcanzar la importancia social que merece, convirtiéndose en la mejor estrategia para conseguir la paz. Para ello, la educación debe lograr un gran desarrollo y nivel de excelencia, como el de los armamentos. De la misma manera, indica que solo habrá progreso cuando haya conciencia de que la educación es el gran armamento para la paz, la salvación de la humanidad y la civilización.
La educación para la paz es, pues, una tentativa de responder a los problemas del conflicto y la violencia en diversas escalas, que van desde lo global a lo local, de lo colectivo a lo individual. Esta se constituye en una esperanza para crear futuros más humanos y justos. Desde esta perspectiva la educación para la paz parte de un paradigma transformador de la educación, que suscita tanto el interés como la dedicación de pedagogos y psicólogos humanistas (entre ellos Jean Piaget y Paulo Freire).
Jean Piaget, uno de los más influyentes psicólogos del siglo XX, escribió en 1931 un ensayo sobre el papel que le corresponde a la educación frente a la compleja situación vivida entre las dos guerras mundiales. La verdadera tarea de la educación para la paz reside en el papel que le otorgaba Piaget a la escuela ante el auge del autoritarismo. Hoy en día ello implica desarrollar competencias ciudadanas que nos ayuden a formar niños y jóvenes capaces de convivir con sus semejantes sin recurrir a la astucia y al atropello. Al respecto, Piaget escribió:
Que cada uno, sin abandonar su punto de vista, y sin tratar de suprimir sus creencias y sus sentimientos, que hacen de él un hombre de carne y hueso, apegado a una porción delimitada y viva del universo, aprenda a situarse en el conjunto de los otros hombres. (citado en De Zubiría, 2015, p. 14-15)
Esto implica que la educación, durante un periodo de guerra, debe cultivar en los estudiantes la tolerancia y la empatía. Hoy sus ideas tienen vigencia frente a las situaciones de conflicto y violencia que viven nuestros pueblos.
Por su parte, Paulo Freire (1921-1997), uno de los mayores y más importantes pedagogos del siglo XX, a partir de su principio del diálogo, enseñó un nuevo camino para la relación entre maestros y estudiantes. Sus ideas influenciaron e influencian los procesos democráticos en todo el mundo. Fue el pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y en la teología de la liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es un referente constante en la política liberadora y en la educación. Paulo Freire, en 1964, mientras estaba refugiado en Chile, participó en diversos planes del Gobierno democristiano de Eduardo Frei, con el programa de educación para adultos y la reforma agraria. En Chile escribió su obra Pedagogía del oprimido, cuyo contenido fue revolucionario en ese momento histórico:
La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos, aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación. (Freire, 1970, p. 55)
La metodología de Freire surge de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la misma práctica y transformarla. Por ser una pedagogía basada en la experiencia está sometida constantemente al cambio, a la evolución dinámica y a su reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo dinámico y su desarrollo como una constante reformulación.
En la Conferencia Internacional de Educación, celebrada en noviembre de l995 por la Conferencia General de la Unesco, se redactó el documento Educación para la paz, los derechos humanos y la democracia, en el cual se afirma que la educación para la paz consiste en
fomentar la capacidad de apreciar el valor de la libertad y las actitudes que permiten responder a sus retos. Lo cual exige la preparación de ciudadanos para que sepan manejar las situaciones difíciles e inciertas, prepararlos para el ejercicio de responsabilidades individuales. Esto unido al reconocimiento del valor del compromiso cívico de la asociación con los demás para resolver problemas y trabajar por una comunidad justa y democrática. (Unesco, 1994, p. 8)
Años más tarde, Johan Galtung (1997) escribía: “Educar para la paz es enseñarle a la gente a encararse de manera más creativa, menos violenta, a las situaciones de conflicto y darle los medios para hacerlo” (p. 13). La alternativa es otorgarle un papel más relevante al arte, ya que a través de este se sensibiliza y se hacen evidentes diversas problemáticas.
La Unesco, cuyo cometido fundamental es construir los “baluartes de la paz en la mentes de los hombres” (1945, p. 7), busca la cooperación internacional en la formación de competencias ciudadanas. Por esto la paz no puede construirse y asegurarse con esquemas económicos, con propuestas políticas ni con fórmulas o recomendaciones, sino con principios éticos compartidos y valores que propicien la convivencia, la tolerancia, la justicia y la participación, que sirvan de estímulo y fundamento en el presente y a las futuras generaciones.
En Colombia, las propuestas de la ciudad educadora fueron acogidas a mediados de los años ochenta en medio de las discusiones del llamado Movimiento Pedagógico Nacional. Uno de sus objetivos fue hacer una reflexión atenta sobre el impacto de la educación en la transformación de las prácticas culturales que soportaban la sociedad. Esta se hizo a partir de la escuela como espacio que cambia a los hombres que han de cambiar a la sociedad. La reflexión recuperaba la vocación del maestro como un intelectual de la cultura, de ahí que este replanteamiento de la cultura ciudadana se diera en la ciudad de Bogotá en los años noventa, durante la alcaldía de Antanas Mockus, quien propuso un programa amplio de cultura pública, que aunque al inicio no fue bien recibido, tuvo un impacto progresivo en todos los ciudadanos, hasta convertirse en una gran experiencia de una nueva cultura pública urbana.
El ejemplo de Bogotá, desde el planteamiento de Mockus, permite ver que, para la promoción de una educación para la paz, los actores e instituciones implicados deben ser diversos y de diferentes ámbitos. Es decir, una educación para la paz no puede depender únicamente de la escuela como institución ni la responsabilidad debe recaer únicamente en el maestro. Se necesita incluir a las familias, la...

Índice

  1. Cubierta
  2. Portadilla
  3. Página legal
  4. Contenido
  5. Introducción
  6. Parte I. La Enseñanza De Las Humanidades
  7. Parte II. La Educación Para La Paz
  8. Notes
  9. A Manera De Conclusión
  10. Sobre Los Autores
  11. Cubierta Posterior