La zanahoria es lo de menos

El detox emocional para aligerar tu vida y tu trabajo

David Montalvo

• Editorial: LID Editorial
• Año: 2021
• ISBN:
  9786079380274
• Edición: 1
• Categoría: Psicología
• Categoría: Salud mental en psicología

El texto se desarrolla en torno a una historia creada por el filósofo inglés Jeremy Bentham, padre del utilitarismo, al hablar de lo que motiva a las personas a realizar actividades con base en evitar el dolor y conseguir el placer. Esta dice que si deseas conseguir que un burro se mueva, es necesario colgar una zanahoria de la punta de un palo, justo fuera del alcance de la boca del burro y así avanzará este al tratar de alcanzarla. David Montalvo toma esta metáfora para presentarnos un proceso hacia una vida emocionalmente sostenible a través de la constante motivación.

SEGUNDA ETAPA: DESINTOXICAR

Encontrar recursos

¿Quién es capaz de hacer que el agua turbia se aclare?

Déjala quieta y poco a poco se volverá clara.

Lao-Tzu, filósofo chino

Cerré los ojos y le pedí un favor al viento: llévate todo

lo que no sea necesario. Estoy cansado de equipajes pesados

que no me dejan avanzar. De ahora en adelante, solo quiero

llevar lo que quepa en mi bolsillo y en mi corazón.

Autor desconocido

CAPÍTULO 5

Esa pequeña molestia

Allí donde la vida levanta muros, la inteligencia abre salidas.

Marcel Proust, novelista, ensayista y crítico francés

Ya estamos listos. Comenzamos con la parte más importante del proceso: la desintoxicación. Y antes de que pase otra cosa, quiero «leerte» las letras chiquitas de nuestro contrato imaginario:

Para hacer un detox no solo hay que estar preparados con dosis de tenacidad, perseverancia, fuerza y paciencia, también hay que estar muy conscientes de los efectos secundarios y de la incomodidad que puede surgir, sobre todo al comenzar.

No te quiero asustar pero tampoco mentir, en especial si una acción como la que se emprenderá está basada en la honestidad. Es prioritario comentarte que las primeras horas de un detox físico son determinantes. Es ahí cuando muchos tiran la toalla o no encuentran suficientes motivos para continuar.

Gran parte de estos efectos colaterales están presentes principalmente a lo largo de los dos o tres días de haber empezado, mientras el cuerpo se va acostumbrando al proceso de depuración. Después de eso, lo demás se vuelve más sencillo, aunque nunca deja de ser retador.

Uno de los síntomas que regularmente presentan quienes empiezan este camino y de hecho hasta te lo advierten con antelación, es que puedes llegar a sentir un ligero a moderado dolor de cabeza. Este suele durar horas y, solo en contadas situaciones, puede alargarse un poco más, dependiendo del grado de intoxicación.

Por una parte, esto se da por la falta de azúcar (hipoglucemia), y por otra, es una respuesta de alerta del cuerpo de que algo extraño está sucediendo y de que se están haciendo ajustes, como dejar de consumir algo que antes era habitual.

Esto no debería de asustar a nadie, ya que solo es un reflejo de la eliminación y curación que está comenzando a suceder en el organismo. Tarde o temprano desaparece por completo.

En mi caso, cada vez que hago una desintoxicación física, regularmente tengo ese dolor por algunas horas, y solo en los primeros días. Ya después pasa y me siento de maravilla, incluso con mayor energía y un alto grado de entusiasmo.

Recuerdo que en el primer proceso que hice, y que te compartía anteriormente, me quejaba de mi malestar con la coach que estaba supervisando y monitoreando mi cura depurativa.

Ella me sugirió expresamente que no tomara ningún analgésico para contrarrestar el dolor y que, más bien, solo pusiera atención a lo que me pasaba y escribiera lo que sentía en ese momento, ya que para ella todas las reacciones físicas que surgen en un detox tienen su razón de ser.

Al principio llegué a creer que me estaba tomando el pelo, pero cambió mi percepción cuando me explicó la parte médica. Ella me indicaba que ese dolor solo era una respuesta del cuerpo, debido al alto grado de saturación tóxica presente en mi organismo. Entraba en alerta roja por privarlo de ciertos químicos y alimentos, que aunque dañinos eran a los que ya se había malacostumbrado.

Cuando empecé a analizarme y a recordar la fatiga, el agotamiento, las subidas de peso, la migraña y el insomnio que había tenido por varios meses, descubrí que, efectivamente, prefería por mucho este pequeño y pasajero dolor porque era una señal muy clara de que estaba empezando a cambiar mis hábitos y eso, a la larga, me iba a traer beneficios. Mi detox era un muy merecido y necesario descanso a mi cuerpo.

Así como el dolor de cabeza nos indica que hay algo que está empezando a funcionar de forma distinta en nuestro sistema, en un detox emocional ese tipo de malestares también están presentes y nos obsequian mensajes importantes sobre necesidades que no podemos ignorar.

De hecho, en la mayoría de mis conferencias y seminarios les advierto a los participantes, antes de empezar, que algunos pueden llegar a sufrir un ligero malestar o pequeño dolor de cabeza durante el transcurso o al final de la experiencia.

Esto sucede por la cantidad y el tipo de información que intercambiamos conferencista-audiencia. Al decodificarla o al tratar de acomodar los archivos mentales, el cerebro entra en señal de alarma porque no está acostumbrado a pensar tanto. Sí, tal cual. Es semejante a ir al gimnasio por vez primera, que al día siguiente no te puedes mover. Es como si pusiéramos nuestro software a trabajar a toda su capacidad.

Ambos hemisferios trabajan. El izquierdo ordena, clasifica y analiza los datos recibidos, mientras que el derecho trabaja con ideas, creatividad y le inyecta emocionalidad acorde con lo que está sucediendo.

Marcela, una participante que estuvo en uno de mis entrenamientos, al término del segundo día de trabajo se acercó para expresarme el dolor de tensión que sentía en su cuello y una fuerte cefalea, que me describía como una banda que le apretaba la cabeza.

Sin embargo, cuando se presentó conmigo a la mañana siguiente, venía con otra cara, evidentemente muy emocionada, como un torbellino de inspiración. Me narró que había tenido una noche de mucha actividad cerebral, que después del seminario se había sentido agotada mentalmente, pero muy confrontada. Al no poder conciliar el sueño, Marcela sintió una poderosa necesidad de levantarse al escritorio de su habitación para escribir lo que pasaba por su mente. «En ese lapso algo mágico sucedió», me contaba. Ella había tenido una epifanía: decenas de valiosas y creativas ideas para su negocio habían surgido durante esos minutos.

«Me desperté para terminar de responder algunos ejercicios que había dejado pendientes durante el día, y todo empezó a fluir de manera perfecta, como nunca lo había vivido. Empecé a escribir cosas para algunos proyectos a los que me había resistido por mucho tiempo, por indiferencia o por temor a fracasar. Ya sé a dónde voy», me compartía. Lo más interesante es que su dolor había desaparecido.

La jaqueca emocional es el disfraz del miedo; es una pequeña molestia que surge cuando hay resistencia a interiorizar y a despegarnos de lo de siempre. Se manifiesta en forma de incertidumbre, desesperación, ansiedad, cansancio mental, nostalgia, diálogo interior, soledad, llanto o enojo.

Pero, ¿por qué miedo?

Porque normalmente rehuimos a toparnos con todas las aristas de nuestro presente y de lo que nos falta por hacer, como era el caso de Marcela. No queremos tener un encuentro con nuestro verdadero yo. Pelear contra esta resistencia (llámale miedo o jaqueca emocional) es inútil, solo sería darle más poder. Una mejor opción es dejarnos llevar por ese autoanálisis, al que nos traslada este efecto secundario de la desintoxicación.

Es importante hacerte consciente de tus necesidades. Hay que navegar en las aguas profundas de la conciencia para que puedas cuestionarte:

✓ ¿Qué representa hoy tu dolor de cabeza emocional?

✓ ¿Qué es lo que te está causando mayor conflicto en este momento?

✓ ¿Qué es aquello que todavía no quieres soltar?

✓ ¿A qué te consideras adicto?

✓ ¿Por qué te duele tanto entrar en ti?

✓ ¿Qué no quieres encontrar, a qué te rehúsas?

Una de las estrategias más importantes para un buen detox emocional es suspender la incredulidad y la obsesión por los resultados. Si quieres entender todo con tu mente, con la razón como bandera, seguramente te sentirás atrapado al no hallar todas las respuestas y tu cabeza estallará.

Cuando alguien me dice: «Bueno, y después de esta desintoxicación: ¿voy a encontrar a mi pareja perfecta?, ¿tendré todo el dinero que quiero?, ¿lograré llegar a mi peso ideal?, ¿me darán un aumento en la empresa?, ¿borraré lo que no me gusta de mi pasado?».

Mi respuesta siempre es la misma:

Puedes conseguir lo que te propones, pero cuando dejes de obsesionarte con ello y te ocupes en mantenerte interiormente de forma extraordinaria. En el momento en el que tú estás bien, todo lo demás también está bien.

No por nada el gran escritor irlandés Óscar Wilde escribió: «El vicio supremo es la limitación del espíritu. Todo lo que se comprende está bien».

Además, si siempre te has regido por tus mismos planes y formas, y no has obtenido todos los resultados que deseas, ¿no crees que sería bueno darle el beneficio de la duda a algo diferente?

Cuando tenemos cefalea, esta llega a ser muy fastidiosa y lo único que queremos es huir del dolor. En el detox emocional es igual: la reacción típica es eliminarlo. No solemos interesarnos en saber por qué o para qué está ahí, solo queremos que desaparezca. Estamos en una época en donde nos da miedo entrar al mundo interior.

Nicolás Copano, emprendedor chileno y fundador de MQLTV, dice: «El problema del siglo XXI es que están todas las respuestas del mundo, pero la gente no se hace preguntas».

Creo que tiene mucha razón. No queremos preguntarnos y menos cuando las respuestas traen consigo nuevas responsabilidades.

Hoy el buscador de Internet Google ya forma una extensión de nuestro cerebro, ahí podemos encontrar lo que queramos: desde cómo hacer una pizza, cómo maquillarse, hasta cómo empezar un negocio o construir un edificio. En ese sentido, es sumamente poderoso.

Pues imagina que tuviéramos un buscador interno y fuéramos honestos para escribir lo que nuestro corazón nos dicta y nuestra mente nos sugiere que necesitamos encontrar. Tal vez sería más fácil darnos cuenta porqué hacemos lo que hacemos u obtenemos determinados resultados.

No le exijamos al buscador que nos resuelva consultas de forma inmediata y que vaya a nuestra casa a trabajar por nosotros. Preferiblemente, dejémonos llevar por las pistas que nos arrojan nuestros pensamientos, hagámosle caso a la intuición y estoy seguro de que eso ayudará a acortar la brecha entre lo deseado y lo obtenido.

Esa pequeña molestia emocional, como te digo, no es tan mala como parece. También nos indica algo tremendamente poderoso: hay que dejar morir una vida antes de entrar a otra. Es tiempo de abandonar el camino que hemos andado hasta ahora. (Recuerda lo que mencioné hace un momento: reventamos si no nos reinventamos.) Es entonces como una renuncia, un desprendimiento. Desapegarse...

Índice

• Portada
• Título
• Créditos
• Contenido
• Prólogo
• Introducción
• PRIMERA ETAPA: PREPARAR
• SEGUNDA ETAPA: DESINTOXICAR
• TERCERA ETAPA: MANTENER
• ANEXO: DETOX EMOCIONAL 40 DÍAS