Parte I: Dentro
Cosas raras, cosas raras me están pasando.
Strange things. Randy Newman
De la película Toy Story
1
Se ilumina la figura de Eloy. Es un niño de nueve años recién cumplidos, con un gorro de fiesta en la cabeza. Se oye la voz de Patricia, su madre, que le canta una canción de cumpleaños.
Patricia (Off).—
Feliz, feliz cumpleaños, son ya nueve años.
Un año más, ya te queda poco para ser mayor
ser mayor y hacer lo que quieras,
Todo el mundo para ti y tus aventuras.
Feliz, feliz, te quedan muchos cumpleaños
aunque menos que días en el año.
Los mayores te sobran, te molestan
porque lo que saben no te lo cuentan.
Son altos, son viejos, son raros
sus alas están hechas de harapos.
Por eso cantan tu cumpleaños, feliz cumpleaños,
por eso te felicitan con sonrisa fija y voz exagerada,
porque tú empiezas y a ellos no les queda nada.
Sopla las velas, come el pastel, tira confeti,
es tu día, un día especial, solo para ti.
Mañana serás uno más y a nadie le importarás
por eso, ¡sopla con fuerza! ¡Empuja el tiempo!
Porque es tu cumpleaños, cumpleaños feliz
y si no soplas, te crecerá la nariz.
Patricia marca el fin de la canción con su propio aplauso.
Preparado o no, allá voy.
Patricia entra en escena portando un trozo de salmonete con velas. Lo pone delante de Eloy, que sopla y las apaga. Patricia aplaude.
¡Muy bien! ¿Has pensado en algo?
Eloy niega con la cabeza.
Tendrías que haber deseado algo.
Eloy.— Ya lo he deseado.
Pausa.
Ver a papá.
A Patricia se le tuerce el gesto. Enciende la luz de la habitación.
Patricia.— Eloy, ya sabes que eso no es posible. Tu padre está muy enfermo. Podría contagiarte y, como eres un niño, morirías.
Eloy.— Tengo nueve años.
Patricia.— ¿Qué hemos dicho de lo de razonar?
Eloy.— Mamá, por favor, por favor, me gustaría verle.
Patricia.— Si está muy cerca, (mira hacia arriba) ¿no lo notas? Siempre está con nosotros, en el piso de arriba. Si nos quedamos quietos, se le oye respirar.
Eloy asiente, no muy convencido.
Pues eso. No pongas esa cara triste.
Patricia mira su reloj.
A lo mejor todavía está despierto. ¿Quieres que probemos a hablar con él?
Eloy asiente, emocionado. Patricia le coge de la mano y le lleva hasta un interfono situado al pie de las escaleras. Aprieta un botón. Ruido de interferencias.
¿Cariño?
Respuesta en forma de toses.
Cariño, es el cumpleaños de Eloy, quiere hablar contigo. ¿Crees que puedes hacer un esfuerzo?
Más toses. Patricia acerca a Eloy al interfono.
Eloy.— ¿Papá?
Voz de padre.— (Tras nuevas toses y con timbre metálico) La luz del sol se refleja en las abigarradas piraguas amarradas en el embarcadero.
Patricia aprieta el botón del interfono. La comunicación se corta.
Patricia.— Pues yo le veo muy animado.
Eloy.— (No muy convencido) Sí…
Patricia.— No me has preguntado si te voy a regalar algo.
Eloy niega con la cabeza.
Pues no tengo nada. Por el racionamiento, no he podido. Ya sabes que las carreteras a la ciudad están cortadas.
Eloy.— No pasa nada.
Pausa.
Patricia.— ¡Que no, que era broma!
Le entrega un paquete pequeño.
Cariño, a veces pones unas caras tristes, tristes. ¿No lo vas a abrir?
Eloy.— Ya sé lo que es.
Patricia.— ¿Ah, sí? ¿Y qué es?
Eloy.— Lo mismo que todos los años: una cruz de madera.
Patricia.— ¡Pero qué tontorrón e...