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Yo también me marcho, imbécil, no pienso quedarme
en una casa llena de recuerdos tuyos. Ya me he
buscado otro apartamento. Los que tenemos un
trabajo de verdad y no vivimos de otras personas
podemos hacer cosas así. Ya sé que no podrás leer
este mensaje, porque estarás en casa de tu amiguita,
o de tus amiguitas, y seguro que no vuelves. Esta
casa se quedará así para siempre, como la imagen
congelada de un vertedero, oliendo al pestazo de tu
podredumbre.
Me voy. Ni siquiera voy a decirte que te jodan
porque estás jodida desde hace tiempo.
Jódete, Fred. Jódete, jódete y jódete. Págate tú los
vicios. Lo único grande en ti es el mal, Fred. Qué
tonta he sido. Que te jodan.
Haz el ingreso en el banco. Hoy.
Tu madre, que la llames.
El teléfono ha estado sonando, pero no lo he cogido,
por no reconocer los números. Si quieres que te llamen
que lo hagan al móvil, así no te lo «dejas» atrás.
Me marcho dos días a Girona a una expo, creo que se
me había olvidado decírtelo. Me dejo el móvil aquí,
no tengo espacio en la maleta. Ya te llamo, si eso.
Limpia los cajones de tu parte del mueble, por favor. Y
quita esas fotos horrorosas. Espero que no sean tuyas.
Lo nuestro es como el Tetris, sólo que tenemos piezas
cuadradas y piezas circulares.
Vaya, vaya, quién acaba de llamar… Qué cosas.
Genial, Fab, no te arrepentirás.
Nos vendrá bien. Besos enormes.
Oye, a lo que vienes planteándome estas últimas
semanas: lo he pensado y sí, creo que podría hacerlo
otra vez. Ya lo sabes. Besazos.
Cena con Hildegarde. Por favor, sé prudente,
tengo grandes esperanzas puestas en ella.
No bebas. Tómate las putas pastillas.
Ernest, que quiere que lo llames. Está enfadado
por algo. A ver si enciendes el móvil, que no soy tu
secretaria.
La mención a tu antiguo follamigo Eduardo me
da la razón en lo que siempre he pensado: la
convivencia es como un arsenal de emociones
dirigida a la acumulación de armas arrojadizas,
construidas con delicadeza para destrozar al
otro con una frase cuando llegue el momento
apropiado. Aquí va la mía: ¿cuántas pastillas
tomarás el día que muera tu madre, para no fingir
dolor en el entierro?
Me recuerdas a Eduardo, pero con menos polla.
Alguien llamó anoche a las tantas, mientras volabas de
regreso. ¿Quién podía ser? ¿Alguna idea?
Llamó Josep, que le contestes, por favor.
Se me olvidó ir a la tintorería, pásate luego
si tienes un rato.
Recuerda que los del periódico llegan
a las 5 para la entrevista, procura que
esté todo recogido, por favor.
¡Es increíble! Sales en todos los periódicos, de hecho
sales más que Ernest. ¡¡Enhorabuena!! Te los he
dejado en el salón. ¡Disfruta!
María ha llamado para decirme que mi madre está
peor. No sé qué hacer. No sé si ir a verla o no. Ya veré.
Besazos.
NO TE OLVIDES DE IR A LA IMPRENTA A POR LAS
INVITACIONES. Ya están pagadas. Hay que ponerlas
en el correo hoy mismo («hoy» de cuando tú leas
esto, no de cuando yo escribo). Muac.
Me he levantado con un dolor de cabeza terrible.
¿Llamó anoche Ernest cuando yo estaba
quedándome dormida? Me pareció oír el teléfono
tarde. No deberíais estresaros tanto con la
inauguración, cariño, la casa está qued...