Escuchar y transformar la ciudad
eBook - ePub

Escuchar y transformar la ciudad

Urbanismo colaborativo y participación ciudadana

  1. 144 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Escuchar y transformar la ciudad

Urbanismo colaborativo y participación ciudadana

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

La manera en que concebimos y mejoramos nuestro entorno urbano es hoy más importante que nunca. La necesidad de poner freno al deterioro del medioambiente o el aumento constante de la densidad y la complejidad de los sistemas urbanos nos anima a pensar las ciudades más allá del desarrollo de espacios de relación humana: se hace imprescindible ahora replantear lo conseguido en las últimas décadas desde una perspectiva ambiental, económica y socialmente sostenible. En esta nueva edición ampliada y actualizada, la reflexión teórica se acompaña con casos reales de aplicación práctica en los que la colaboración ciudadana, de los agentes socioeconómicos y de las instituciones favorece una concepción participativa de la ciudad en todos sus entornos, desde el espacio público hasta los barrios y su territorio. Esta reflexión compone así un alegato entusiasta y pragmático en su voluntad de seguir interviniendo en las realidades urbanas y territoriales de manera más dialogante e inclusiva.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Escuchar y transformar la ciudad de Paisaje Transversal en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Arquitectura y Planificación urbana y paisajismo. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2019
ISBN
9788490977194
Capítulo 1

La plaza y el espacio público

Por espacio público entendemos un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como opinión pública.
Jürgen Habermas, “Öffentlichkeit
(ein Lexikonartikel)”, 1964

Plaza: del centro a su irrelevancia

Para entender la importancia que tiene cuidar el diseño de la escala más pequeña de ciudad —como el espacio público, las calles, las plazas o los parques—, atendiendo a las necesidades e intereses de todas las personas que la habitan, tenemos que ubicar y restituir su importancia en la vida urbana. La plaza, máxima expresión del espacio público, fue concebida en origen como un espacio político, de relación e intercambios sociales. Y, con el paso del tiempo, y a pesar de los cambios que el concepto ha experimentado, el espacio público sigue siendo el escenario principal de la vida urbana, la expresión físi­­ca, simbólica y política de nuestra sociedad, con sus aspectos positivos y negativos.
En su raíz clásica, el ágora griega y el foro romano fueron concebidos como un ámbito deliberativo y autónomo, des­­tinado a la construcción democrática de la ciudad (pólis), a través de la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones. Desde la antigua Grecia el espacio público ha sido el principal lugar de encuentro y socialización en las ciudades y en los pueblos, y ha servido de soporte para múltiples actividades, tanto lúdicas como de debate político y de empoderamiento colectivo.
Con la caída del Imperio romano arranca un proceso de transformación del espacio público, en el que, a lo largo de los diferentes periodos de la historia, se produce una transición que nos lleva a la noción moderna del espacio público. En esta deriva histórica, se inicia un proceso de jerarquización funcional y simbólica de los espacios públicos que tiene en las plazas mayores su referente más destacado: centros urbanos principalmente vinculados a los poderes políticos y religiosos, pero también al comercio y a otras actividades sociales de con­­gregación y expresión ciudadana.
Posteriormente, el ciclo de revoluciones europeas de finales del siglo XVIII y los procesos de industrialización marcan un nuevo hito en la reconfiguración de las ciudades y, por ende, de su espacio público. El enorme crecimiento urbano obliga, durante los siglos XIX y XX, a afrontar los progresivos retos vinculados a la calidad de vida en las ciudades y a la mejora de las condiciones de higiene y salubridad. La construcción de los ensanches decimonónicos (el Plan Haussmann en París o el Plan Cerdá en Barcelona son algunos de los más paradigmáticos) implica la aparición de calles más amplias y concurridas, en contraste con los tejidos más cerrados, debido a las necesidades defensivas, que caracterizaron a la etapa histórica anterior. Sin embargo, la expresión institucional se restringe ahora a edificios específicos construidos a tal finalidad, como los parlamentos, las cámaras de representantes, los senados, etc., que reducen la presencia del componente político del espacio público.
Con la llegada del siglo XX y la aparición de las vanguardias modernas se adopta también una mirada más radical para afrontar los crecientes problemas de desorden de unas ciudades que, durante siglos, han crecido sin ningún tipo de planificación y que durante el proceso de industrialización se han convertido en lugar de llegada de la población rural. Así, arquitectos como Le Corbusier comienzan a sentar las bases de una nueva corriente funcionalista de la ciudad, en la que se segregan tanto los usos —residenciales, recreativos, industriales— como los flujos —peatonales, automóviles, tranvías, etc.—. El elemento que organiza la ciudad ya no es el espacio público, sino los edificios situados —torres, bloques lineales exentos—, como dice Ramón López de Lucio, en un “paisaje ilimitado y teóricamente verde”. El espacio público deja así de ser un reflejo de la diversidad y la complejidad urbana, tomando como referencia el paisaje natural, contrapuesto a los espacios congestionados de la ciudad industrial. Ejemplos como AZCA en Madrid o las banlieues en las ciudades francesas muestran una nueva configuración urbana en la que las funciones se encuentran separadas: residencia, trabajo y ocio ya no aparecen como un continuo dentro de la ciudad, sino como ámbitos disgregados, entre los cuales nos movemos, fundamentalmente por medios motorizados. La propia circulación de vehículos y de personas se segrega, unos y otros ya no comparten espacio, sino que el tránsito se hace por vías separadas —o como en el caso de AZCA, por niveles—.
Así, pasamos de un modelo en el que los espacios públicos se configuran en los “vacíos” que deja la urbanización de edificios —pero que se mantienen muy vivos, ya que a su alrededor se desarrollan multitud de actividades—; a otro modelo alternativo en el que se propone una gran extensión de espacio público desde un punto de vista teórico y racional, pero donde no se evalúa cómo será la vida cotidiana en esos espacios. En muchas ciudades es fácil ver grandes plazas que están vacías de actividad de lunes a viernes, ya que es cuando habitualmente el vecindario está trabajando o en la escuela. Lo mismo ocurre, de forma inversa, con otras —como las plazas de AZCA que mencionábamos antes— que se quedan vacías fuera de los horarios de oficina. Además del poco aprovechamiento de estos espacios, esta situación genera conflictos que todos conocemos: inseguridad generada por la ausencia de tránsito —la teoría de los “ojos en la calle”, que desarrollará luego Jane Jacobs al poner de manifiesto que la presencia de personas en la calle actúa como una especie de “vigilancia informal” que aumenta la sensación de seguridad en esos espacios—, segregación espacial de barrios enteros y, con ellos, de los colectivos que los habitan —población migrante y de bajo nivel de renta—.
A través de este breve repaso histórico, podemos extraer un aprendizaje fundamental que marcará el pensamiento en los siguientes años sesenta y setenta: para hacer un planteamiento exitoso es necesario escuchar la ciudad, atender a los diferentes factores que intervienen en el diseño urbano y que influyen en la ciudadanía que la habita.
De la mano de autores como Henri Lefebvre o Jane Jacobs, y posteriormente con Manuel Castells y Mario Gaviria, entre otros, se romperá con tres décadas de pensamiento funcionalista del movimiento moderno, aunque no así de sus efectos, que perdurarán en el tiempo: la segregación social y la fragmentación espacial. Cuando hoy día hablamos de la condición política y crítica del espacio público no estamos descubriendo nada. Una persona como Jane Jacobs encarnó la figura contemporánea de la condición política y crítica del espacio público, de la reivindicación urbana, de la denuncia de los efectos del feroz desarrollo del Nueva York de los años cincuenta sobre el sentido de “lugar”, los barrios y las comunidades, mostrándonos una nueva mirada sobre la vida urbana, sobre la ciudad compleja y completa.
Muerte y vida de las grandes ciudades (1961) es uno de los libros más influyentes sobre planificación urbana y, en él, Jane Jacobs plantea una visión sobre la ciudad absolutamente renovadora respecto a las teorías de la arquitectura y el urbanismo del movimiento moderno. Jacobs pone la mirada sobre esa pequeña escala: la integración de la movilidad, la creación de condiciones de diversidad, la seguridad del espacio público, la vitalidad de los espacios públicos, entre otras cuestiones. Hoy los espacios públicos son reconocidos como elementos esenciales en la estructura y el funcionamiento de la ciudad, además de ser un barómetro perfecto para determinar la calidad de la vida urbana y la actividad económica y para el intercambio y la creación compartida de valores e identidades. Sin embargo, pese a ese valor de los espacios públicos, se plantean algunos retos, que veremos a continuación, que ponen en cuestión el carácter, el papel y las oportunidades que los entornos físicos a pequeña escala generan en los modos de vida moderna.
Otro autor, William H. White, desarrolló investigaciones en relación con el uso y el funcionamiento de plazas, calles y espacios públicos en la ciudad de Nueva York. Su trabajo puede verse también en diversos documentales, entre los que cabe destacar The Social Life of Small Urban Spaces (1980), en el que ya se pone de manifiesto la repercusión que pueden tener los espacios públicos sobre la calidad de vida tanto a nivel individual como colectivo.
White y Jacobs (ambos compartían amistad y colaboraciones) fueron quienes inauguraron toda una corriente de pensamiento y acción urbana en relación con el diseño del espacio público, poniendo en el centro a las personas. Un movimiento que hoy sigue plenamente vigente, como veremos más adelante con el ejemplo de Project for Public Spaces (PPS), iniciativa de la que White fue uno de los precursores.

Los retos actuales

A pesar de que esta visión renovada sobre el espacio público y sobre el uso que hacemos de él tiene ahora más de cincuenta años, basta una mirada sobre las calles y plazas que habitualmente encontramos e...

Índice

  1. Agradecimientos
  2. PRÓLOGO
  3. INTRODUCCIÓN
  4. CAPÍTULO 1. LA PLAZA Y EL ESPACIO PÚBLICO
  5. CAPÍTULO 2. EL BARRIO Y LA CIUDAD
  6. CAPÍTULO 3. EL TERRITORIO
  7. CONCLUSIONES
  8. BIBLIOGRAFÍA