Colección ¿Qué sabemos de?
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Diseño gráfico de cubierta: Carlos Del Giudice
Fotografía de cubierta: © ¡Stockphoto/Thinkstock
© Pedro A. Serena Domingo, 2010
© CSIC, 2010
© Los Libros de la Catarata, 2010
Fuencarral, 70
28004 Madrid
Tel. 91 532 20 77
www.catarata.org
isbn (csic): 978-84-00-09169-9
isbn (catarata): 978-84-8319-534-5
e-isbn: 978-84-9097-975-4
nipo: 472-10-172-3
depósito legal: M-34.539-2010
este libro ha sido editado para ser distribuido. la intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.
Prólogo
Tokio se despierta con el frío húmedo de una mañana de febrero y por sus arterias comienzan a desfilar millones de personas, casi uniformadas, que se mueven con orden y premura. La ciudad conjuga tradición y modernidad. La primera se manifiesta en las cordiales o chocantes costumbres de sus habitantes, mientras que la segunda se hace palpable en los impactantes rascacielos, el culto al ferrocarril, la abundancia de dispositivos electrónicos o las gigantescas pantallas que muestran publicidad de estridentes colores. Es una ciudad transplantada desde el futuro en la que la tecnología se ha convertido en un elemento imprescindible para la vida de las personas. Este paisaje urbano no deja de sorprender a los absortos miembros de la delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se dirigen hacia el complejo Tokyo Big Sight, donde se celebra la novena edición de la feria internacional Nano Tech 2010, dedicada a la nanotecnología.
La delegación del CSIC forma parte del Pabellón Español que promueve el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Pero ¿es posible que España venda nanotecnología en Japón? La representación española, formada por una veintena de empresas, universidades y centros de investigación, y coordinada por la Fundación Phantoms, es relativamente modesta, pero no deja de causar sensación en un país en el que España aún se percibe, mayoritariamente, como un interesante destino turístico donde admirar los oníricos edificios del genial Gaudí, escuchar flamenco, paladear buen vino o degustar una sabrosa paella. Todo eso en compañía de gente de carácter abierto y que sabe disfrutar de la vida.
El Pabellón Español enseña otra imagen, la de un país que genera conocimiento de vanguardia y no desea perder el tren de la nanotecnología. La oferta que se muestra está relacionada tanto con la actividad investigadora como con la venta de productos o servicios, incluyendo la comercialización de capital intelectual. Éste es el caso de la delegación del CSIC, la factoría de ideas más exitosa de nuestro país, que ha preparado una cartera con 25 ofertas tecnológicas relacionadas con patentes sobre sorprendentes materiales y dispositivos con aplicación en áreas tan diferentes como electrónica, biotecnología, medicina, generación de energía, cosmética, tratamiento de aguas, sensores magnéticos o materiales ignífugos. Estos conocimientos son el fruto de las investigaciones y proyectos que se llevan a cabo en la casi veintena de centros del CSIC que trabajan en nanotecnología.
Las entidades españolas que participan en la feria representan una pequeña parte de las casi 700 que muestran su actividad y productos en puestos de diseño elegante y futurista. Ésta es la feria internacional más importante del mundo en cuanto a la comercialización de productos derivados de la nanotecnología se refiere. Sus 45.000 visitantes enseguida se percatan de la enorme cantidad de materiales, dispositivos y equipamientos que la nanotecnología ya está ofertando. ¡Qué mejor lugar que éste para conocer de primera mano este mercado emergente!
Un paseo por los distintos pabellones invita a realizarnos muchas reflexiones: ¿era imaginable algo así hace diez o veinte años? ¿Cómo hemos llegado hasta este punto? ¿Hacia dónde nos encaminamos? ¿Es consciente la sociedad de todo este cambio? Hace tan sólo un par de décadas la nanotecnología se mostraba como una quimera en el imaginario de unos pocos investigadores que, capaces de ver el alcance de los descubrimientos que en esos momentos comenzaban a producirse, vaticinaban que una gran oleada de productos llegaría algún día a nuestras casas, vehículos, oficinas, hospitales, etc. A estas alturas es innegable que la nanotecnología se ha convertido en una realidad que está comenzando a moldear nuestro presente y que va a condicionar inevitablemente nuestro futuro.
La nanotecnología, como otras ramas emergentes del saber científico-técnico, se está fraguando en estos momentos a un frenético ritmo en los laboratorios de entidades públicas y privadas de todo el mundo. Este auge está propiciado por una gigantesca inversión económica desde los gobiernos y las empresas, conocedores de su gigantesco potencial y del fabuloso mercado que existe al final de la larga cadena que transforma el saber básico en bienes de consumo.
Nos encontramos, sin duda, al principio de una verdadera avalancha en la que viviremos inmersos durante una larga temporada. Pero ¿estamos preparados para entender y sobrevivir a este alud tecnológico? ¿Los ciudadanos tienen interés por los avances de la nanotecnología? ¿Conocen sus implicaciones y sus riesgos? La respuesta no es evidente. Hay indicios que demuestran que desde hace más de una década existe un creciente interés por la nanotecnología y sus repercusiones. Sólo hay que utilizar cualquier buscador de páginas web en Internet para encontrar varios millones de estas páginas relacionadas con el término inglés nanotechnology. Entre los enlaces se encuentran páginas de grupos e institutos de investigación, de universidades y empresas, medios de difusión de noticias científicas, lugares de divulgación científica y foros de debate. En estos últimos se cruzan encendidas opiniones sobre las ventajas e inconvenientes sobre el tema, y se emplean argumentos que, en muchos casos, penetran peligrosamente en el territorio de la infundada especulación o de la deseable ciencia ficción.
Estos encendidos debates son un reflejo de la fascinación que provoca en las personas el conocimiento, el control y el aprovechamiento de lo extremadamente pequeño. Efectivamente, es un tema de investigación fascinante porque permite a los seres humanos abrir una nueva senda con la que dominar la materia y generar, por ejemplo, materiales que la naturaleza no ha tenido la oportunidad de producir de forma natural y que exhiben inesperadas propiedades. También causa fascinación saber que la nanotecnología es un difuso punto de encuentro de disciplinas tradicionales, un escenario donde átomos, moléculas, dispositivos minúsculos, nuevos materiales, virus o células son sus actores principales. En realidad, hablar de lo pequeño es hablar de casi todo. Esa amplitud hace aún más difícil la comunicación entre los propios científicos y entre éstos y la sociedad, porque se necesita estar al tanto de conceptos y avances pertenecientes a áreas de investigación muy diferentes.
En este contexto, esta modesta obra tiene entre sus objetivos: 1) proporcionar al lector una visión rápida del camino recorrido hasta este momento y de las investigaciones que actualmente se llevan a cabo en los laboratorios dedicados a la nanotecnología; 2) conocer las técnicas y la variada jerga que se emplean en dichos laboratorios; 3) describir aquellos sectores económicos en los que la nanotecnología ya tiene o va a tener una influencia decisiva; 4) anticipar el impacto social y cultural de la nanotecnología; y 5) permitir el desarrollo de una postura crítica y racional ante la avalancha nanotecnológica que nos sacudirá durante las próximas décadas.
Los diferentes capítulos en los que se estructura este libro intentarán satisfacer los objetivos antes mencionados. Los tres primeros se centran en describir las principales características de la nanotecnología, los materiales que la protagonizan y los equipos que usamos para observarlos y fabricarlos. Los siguientes nos mostrarán las aplicaciones de la nanotecnología en los tres sectores sobre los que ésta tiene mayor impacto: tecnologías de la información y comunicaciones, energía y medio ambiente, y salud y alimentación. El libro finaliza con un capítulo dedicado a poner de manifiesto cómo se está produciendo la interacción de la sociedad con este nuevo paradigma científico.
No se ha considerado oportuno incluir un glosario de términos debido a la inm...