UBA XXI
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Se describen los principales hechos históricos del período, en tres fases (1989-2001, 2001-2008, 2008-2016) y se hace un breve repaso de algunos de los principales hechos que caracterizaron al siglo XX. Dicha revisión es necesaria para poder establecer lazos que unen (y también diferencian) los procesos políticos, económicos, sociales y culturales del siglo XX con los que se desarrollan en los tiempos de la globalización.Hace hincapié en los ejes de la integración económica y financiera, así como también en el papel central que adquieren las nuevas tecnologías en las actuales sociedades. La globalización, en tanto proceso de transformación política, económica, social e inclusive cultural, es un proceso dinámico, complejo y controvertido. Da cuenta del protagonismo central de las economías emergentes (principalmente China) como ejes de la expansión de principios de siglo XXI. Se tratan los problemas medioambientales y los intentos para hacerles frente. El cambio climático, como consecuencia de un uso indiscriminado de energías contaminantes y de la poca o nula conciencia de las sociedades y los Estados, plantea la necesidad de búsqueda de acuerdos globales y conductas responsables de los distintos actores (sea la sociedad civil o los Estados) para morigerar el deterioro medioambiental.Por último, se caracteriza el escenario político internacional haciendo mención a los principales focos de conflicto latentes en la actualidad y la problemática del terrorismo. En este contexto los Estados nacionales son desafiados de formas inéditas. Si bien disminuye su capacidad de intervención, no han sido reemplazados aún por instancias superadoras. Los distintos tipos de conflicto, y su manifestación más dramática, el terrorismo, revelan la grieta que separa, en términos civilizatorios, a las sociedades del mundo actual globalizado.

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Información

Editorial
Eudeba
Año
2017
ISBN
9789502327235
Categoría
Soziologie
Capítulo 1
El mundo actual
Dos hechos históricos de magnitud enmarcan el período que denominamos mundo actual globalizado, entre 1989 y 2016. Se vinculan con el fin de una división que se había establecido y consolidado en la segunda mitad del siglo XX. Cayó el Muro de Berlín, a fines del año 1989 y, más tarde, lo que se puede llamar el “Muro del Caribe”, en enero de 2015.
El Muro de Berlín y el Muro del Caribe son hechos históricos íntimamente relacionados y dan cuenta de dos de los espacios más emblemáticos de la Guerra Fría: Berlín, en Europa, y Cuba, en Latinoamérica.
Unos años después de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, comenzó lo que se conoció como Guerra Fría, caracterizada por un mundo bipolar. El período designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a Estados Unidos (EE.UU.) con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y sus respectivos aliados. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo, se libró en los frentes político, económico, propagandístico y, solo de forma muy limitada, en el militar. Se oponían dos bloques: el occidental, liderado por los EE. UU., y el del Este, liderado por la URSS. El primero agrupaba países de economía capitalista con un alto nivel de desarrollo y sistemas políticos democráticos (Estados Unidos, Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Italia, Francia y Grecia). El segundo se fue conformando como una red de países con una economía de planificación centralizada y modelos políticos de tipo autoritario (Unión Soviética, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, República Democrática Alemana y Rumania). (1)
El Muro de Berlín comenzó a construirse en 1961 en el marco de este enfrentamiento. Dividía a Alemania en dos: en el bloque del Este, la República Democrática Alemana (RDA) y, al Oeste, la República Federal de Alemania (RFA). También separó a la ciudad de Berlín: Berlín del Oeste quedó conformada como un enclave perteneciente al espacio económico de la RFA en el medio del territorio de la RDA. Según los bloques, el Muro cumplió distintas funciones: los soviéticos sostenían que fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para evitar la voluntad popular de construir un Estado socialista en Alemania del Este. Para los occidentales, en la práctica, sirvió para impedir la emigración masiva hacia el lado occidental.
El Muro de Berlín es un símbolo de ese mundo dividido. Por ello, la importancia que se le asigna a su caída el 9 de noviembre de 1989 como fin de una era y también, simbólicamente, la conclusión anticipada del siglo XX, en términos de historia ideológico-política.
El Muro del Caribe comenzó como un embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos en contra de Cuba en 1960, en respuesta a las expropiaciones de inmuebles de ciudadanos y compañías estadounidenses, por parte del nuevo gobierno, tras la Revolución Cubana. Se fue reforzando a lo largo de los años, especialmente después del alineamiento de ese país con Moscú. En 1962 se estableció el bloqueo del paso de buques soviéticos a Cuba, como una de las formas de detener la instalación de misiles rusos de alcance medio con potencialidad nuclear en la isla. En 2015, EE. UU. y Cuba reiniciaron formalmente sus relaciones diplomáticas con una cumbre de funcionarios en La Habana. (2)
Las caídas de los Muros no ocurrieron de un día para otro. Son acontecimientos que expresan la culminación de una serie de procesos de disolución de un mundo organizado en dos bloques o ejes de poder y la emergencia de otro más interdependiente y complejo.
En este capítulo describiremos el mundo actual. Lo haremos dividiéndolo en tres fases: la primera, desde la caída del Muro de Berlín en 1989, hasta los atentados a las Torres Gemelas en 2001; la segunda, desde 2001 al inicio de la crisis financiera internacional del año 2008, de la cual para algunos aún la economía mundial no se ha recuperado; y la tercera parte, desde 2008 a los primeros meses del año 2016.
Antes de comenzar, será necesario hacer un breve repaso por algunos de los hechos más importantes que caracterizaron al siglo XX. Se hará mención a guerras, así como también a procesos de profundos cambios en sociedades y regiones.
Un repaso del siglo XX
Tres guerras caracterizaron y dominaron los acontecimientos históricos del siglo XX: la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la Guerra Fría (1947-1989). Según la interpretación del historiador británico Eric Hobsbawm, el siglo XX fue corto y violento en comparación con el XIX, que fue más largo y pacífico. Corto, porque, según su planteo, comenzó con la Primera Gran Guerra en 1914 y culminó con el fin de la Guerra Fría, entre los años 1989 y 1991 –la caída del Muro de Berlín (1989) y el desmembramiento de las repúblicas que constituían el bloque soviético (1991)–. Y también fue violento, porque en ese lapso de setenta y cinco años se produjeron más de 100 millones de muertes como consecuencia de las guerras, de otras contiendas relacionadas con ellas (como las masacres en la Unión Soviética durante las campañas para la colectivización de la tierra) y por la ocurrencia de genocidios (el de los armenios, a manos del Estado turco en 1915; el de los judíos –el Holocausto–, perpetrado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial; el de los camboyanos, cometido por el dictador Saloth Sar –conocido como Pol Pot–, a mediados de 1970; o más recientemente en 1988, el del pueblo kurdo realizado por Sadam Husein en Irak utilizando armas químicas). (3)
El siglo XX fue corto, violento y, también, un tiempo de grandes transformaciones nunca antes vistas en la historia de la humanidad. Los desarrollos en la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas, además de crear máquinas de destrucción sin precedentes, generaron un nivel de desarrollo económico incomparable, por su dimensión, con el pasado. La esperanza de vida del hombre al nacer casi se duplicó. La aparición del Estado de bienestar después de la Segunda Guerra Mundial en los países desarrollados de Occidente se transformó en un modelo de Estado a intentar imitar. Hubo importantes cambios sociales y organizativos vinculados con el mundo del trabajo, la educación, el consumo masivo y, fundamentalmente, el nuevo rol de las mujeres. Ellas y los jóvenes alcanzaron en la segunda mitad del siglo XX un protagonismo impensado, si se compara con el papel que habían tenido en épocas anteriores.
Veamos algunos de los hechos del siglo XX que ilustran esta caracterización.
Se puede sostener que con el comienzo de la Primera Guerra culmina una larga etapa de paz a nivel mundial y de prosperidad económica. En esta conflagración se enfrentaron las principales potencias europeas. Gran Bretaña, Francia y Rusia, entre otros (en el año 1917 se incorporan los EE. UU.), contra Alemania, el imperio Austro-Húngaro y el imperio Otomano). El resultado fue la muerte de más de 10 millones de personas y el rediseño del mapa europeo y de Medio Oriente.
El mapa tras la Primera Guerra Mundial
Los principales cambios geopolíticos en Europa fueron realizados por las propias potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial y devinieron del desmembramiento de los imperios Ruso y Alemán. El primero perdió las posesiones territoriales balcánicas (Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia), mientras que el Imperio alemán devolvió Alsacia-Lorena a Francia, Eupen y Malmedy pasaron a manos de Bélgica, la región industrial de Saar quedó bajo la administración de la Liga de Naciones durante quince años y Dinamarca recibió la región del norte de Schleswig. La desaparición de la monarquía Austro-Húngara dio lugar a las repúblicas de Checoslovaquia, Austria y Hungría. Por otro, lado los pueblos eslavos del sur de Europa (serbios, croatas y eslovenos) quedaron agrupados en el nuevo reino de Yugoslavia.
En Medio Oriente, la desaparición del imperio Otomano dejó abierto el proceso para la proclamación de la república de Turquía en el territorio de la meseta de Anatolia. Por otro lado, británicos y franceses, en busca del control de la zona petrolera, repartieron sus influencias en los territorios de Palestina, Siria, Líbano, Irak y Transjordania. En esta zona los movimientos nacionalistas árabes tendrán especial relevancia y se formará el epicentro del conflicto palestino-israelí aún no resuelto.
El rediseño aquí descripto tendrá importantes consecuencias durante todo el siglo XX y será eje de conflictos y nuevos cambios hacia el final del milenio.
Ypres, Bélgica. Una historia de navidad en 1914
El hecho es conocido como la “Tregua de navidad” y fue un alto al fuego no oficial entre las tropas alemanas y británicas. Cuentan que fue un soldado escocés quien saltó primero a la “tierra de nadie” (tal como se denomina al terreno que quedaba entre las trincheras de los ejércitos enemigos) con una vieja pelota de fútbol, uno de aquellos oscuros balones de tiento con el cuero gastado, que contrastaba en la nieve blanda de diciembre. Dicen, también, que mientras unos jugaban, otros bebían, intercambiaban cigarrillos y se mostraban las fotografías de sus novias. Afirman que al final, los alemanes vencieron por tres a dos… “Pipas de la paz” es una canción de Paul McCartney que rememora esta historia.
Basado en: Navia, Javier (14.12.2014), “Una historia de navidad que sigue conmoviendo”, en: La Nación Revista, Buenos Aires, Argentina.
Disponible en: http://bit.ly/2bM9Tzd.
En enero de 1945 se liberó Auschwitz, el mayor campo de concentración y exterminio del nazismo, con más de un millón de víctimas, en su mayoría judíos. Se estima que los nazis asesinaron a más de 5 millones de judíos, aproximadamente la mitad de los 11 millones que habían calculado en la Conferencia de Wannsee, celebrada en enero de 1942, en la que se planificó la llamada “solución final”. (4)
A partir de 1945 se crearon una serie de organismos internacionales que conformaron espacios institucionales para relaciones, acuerdos y acciones conjuntas entre países. Surgieron, en su mayoría para evitar una nueva guerra mundial, brindar ayuda para la reconstrucción, coordinar el financiamiento y la defensa, promover la paz y el respeto por los derechos humanos. A continuación, se mencionan algunas de ellas.
En octubre de 1945 se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La necesidad de reformular la convivencia de los seres humanos y la manera de evitar la repetición de los acontecimientos que se sucedieron en el conflicto bélico fueron los principales motivos de su fundación. Esta organización se concibió como un foro diplomático a través del cual se gestionara la resolución de distintos conflictos que pudieran suscitarse entre los países miembros. Dentro de su propia estructura estableció organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), con el objetivo de lograr un mundo sin hambre, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con finalidad de impulsar la paz y la seguridad mundial.
En la misma época, ante la necesidad de asegurar un funcionamiento más previsible de las variables de la economía mundial, se conformaron varios organismos multilaterales. El primero fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se estableció como la institución central del sistema de pagos internacionales. Sus fines originales fueron la promoción de la salud financiera internacional, como también la aplicación de medidas a fin de evitar en el futuro una depresión económica como la vivida en 1929-1930. A lo largo de los años, el FMI ha venido funcionado, también, como un fondo de financiamiento al que pueden recurrir los países miembros.
Simultáneamente se fundó el Banco Mundial (BM), orientado a la reconstrucción de la Europa de posguerra, a través del financiamiento y la asistencia técnica para proyectos de desarrollo. En la actualidad, el BM está compuesto por cinco instituciones y su misión cambió a aliviar la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida.
Más orientado en ofrecer un marco regulatorio del comercio internacional, en 1947 se creó el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés). El propósito de este acuerdo fue impulsar el comercio, monitorear las políticas comerciales de los países miembros y actuar como árbitro en posibles disputas comerciales internacionales. A partir de 1995 la Organización Mundial de Comercio (OMC) ha sido el organismo multilateral encargado de las relaciones comerciales internacionales.
Particularmente en Europa, y enfocados en la misma necesidad de cooperación frente a problemas comunes que sobrevinieron luego de la guerra, en 1958 se creó la Comunidad Económica Europea (CEE). Esta organización establecía en un principio la cooperación económica entre seis países (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos). Posteriormente, se estableció un gran mercado único que fue incluyendo a la mayoría de los países de Europa. La comunidad, con el tiempo, fue ampliando sus miras y objetivos y empezó a actuar en distintos ámbitos, desde la ayuda para el logro del desarrollo económico hasta la discusión en problemas de medio ambiente. O sea, la unión económica pasó a ser una unión política. Este proceso culminó hacia 1993 con la constitución de la Unión Europea (UE).
Uno de los ejemplos concretos de dicha integración fue la creación y puesta en vigencia hacia enero de 1999 del euro, que es la moneda común utilizada en la actualidad por diecinueve de los veintiocho países de la UE. Esta medida implicó cambios sustanciales en las relaciones económicas y políticas entre estos países, como también el posicionamiento de la región como uno de los actores centrales de la economía mundial.
El período posterior a la Segunda Guerra Mundial también dio origen a un tipo de Estado nuevo en Occidente conocido como “Estado de bienestar”. Sus bases principales se establecieron sobre la conciliación de clases, la activa participación e intervención del Estado en la economía y la idea de ciudadanía social. El Estado de bienestar cuenta con una elevada tasa de sindicalización, mantiene altos niveles de ocupación (cercanos al pleno empleo) y una política redistributiva que permite a amplios sectores de la sociedad acceder a servicios y niveles de consumo que, en los hechos, mejoraron sensiblemente su nivel de vida. Este tipo de Estado convivió con el momento de maduración del sistema fabril de producción en serie, creado por Henry Ford a principios del siglo XX. El fordismo se caracterizó principalmente por una mayor división de tareas, la producción en cadena, la reducción de costos y mayor circulación de mercancías. Este sistema produjo transformaciones sociales y culturales, en las cuales el trabajador industrial fue un protagonista fundamental.
En el año 1968 tuvo lugar en París uno de los acontecimientos más importantes en términos socio-culturales del período de la Guerra Fría. El Mayo francés se convirtió en uno de los modelos de la rebelión juvenil-estudiantil que puso en entredicho las bases culturales del capitalismo occidental. Enmarcado en las protestas contra la guerra de Vietnam y en los movimientos libertarios de distintos lugares del mundo (especialmente en África y América Latina), se enfrentó a los ideales de la sociedad de consumo. Los participantes de este acontecimiento pensaban que era posible cambiar radicalmente los valores que la sustentaban. En este contexto, y en este caso particular, hay que sumar también la adhesión de sectores de la clase trabajadora, que se unieron a las protestas organizando la mayor huelga en la historia de Francia. Si bien no se trató de una revuelta política en términos de búsqueda del acceso al poder, el gobierno francés debió reaccionar y llamar anticipadamente a elecciones. Aun cuando el impacto fue muy importante, no hubo una continuidad en el tiempo de las protestas y el movimiento se fue apagando. No obstante fue un hecho más que ponía en entredicho la organización del Estado y la sociedad que había surgido en la segunda posguerra.
En 1944, durante los Acuerdos de Bretton Woods (resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, en los que surgieron el FMI y el BM) se había propuesto instaurar una divisa internacional y adoptar el dólar estadounidense para dicha finalidad, siempre que la Reserva Federal de Estados Unidos sostuviera el pat...

Índice

  1. Portadilla
  2. Presentación
  3. Al lector…
  4. Introducción
  5. Capítulo 1. El mundo actual
  6. Capítulo 2. Globalización
  7. Capítulo 3. La economía: de la expansión a la crisis
  8. Capítulo 4. Las cuestiones del medio ambiente
  9. Capítulo 5. El escenario político-internacional
  10. Capítulo 6. Inseguridad y gobernanza global. Algunas consideraciones finales
  11. Bibliografía