Capítulo 1. Descripción general y signos vitales
Descripción general
“Ese señor me dio la impresión de ser una persona seria, confiable, con quien se puede contar”. Esta es una afirmación frecuentemente escuchada en la vida real cuando conocemos a alguien por primera vez y es fruto de la primera impresión y la confianza experimentada en ese encuentro. Esto es, ni más ni menos, de lo que tratará este capítulo.
Siempre que se realice el examen clínico de un paciente se debe en primera instancia, mediante la observación, formar una idea de la salud global del mismo para poder clasificar provisionalmente si el paciente está sano o enfermo y confirmar o descartar mediante los métodos de exploración apropiados esta apreciación. Para lo anterior, se debe proceder a hacer una observación de:
•Aspecto general.
•Facies.
•Estado nutricional.
Aspecto general
Hace referencia a la apariencia del paciente durante la consulta desde que hace su entrada, su forma de caminar, saludar, el apretón de manos, la forma como se sienta, su discurso, ademanes, expresión facial, gestos, postura, estado de conciencia y muchas cosas más. En la medida que se ejercite nuestra agudeza para OBSERVAR (esta es la misma INSPECCIÓN, la maniobra más importante del examen físico), se adquirirá mayor destreza para apreciar rápidamente el aspecto general de un paciente (esto es lo que algunos llaman “ojo clínico” del médico). Con esto quiero decir que la observación del paciente debe dar, a primera vista, una impresión clara de su estado de salud. Se debe dedicar tiempo suficiente para realizar esta observación. Al igual que cuando se contempla un paisaje, se aprecia una obra de arte o se admira el atardecer, contemplar al paciente exige mínimo unos minutos de apreciación tranquila dedicados a ello; no se trata solo de la observación sobre la marcha mientras se realiza el examen, merece un espacio real en el examen clínico.
Observemos dos ejemplos que por su marcado contraste ilustran muy bien este importante paso del examen:
•Ejemplo 1: paciente que entra al consultorio seguro, cierra la puerta mientras saluda cordialmente, tiende espontáneamente la mano para estrechar la del médico y su apretón es firme y sincero. Presenta un diálogo concreto y claro sobre su enfermedad y su postura es en todo momento adecuada (figura 1-1).
Figura 1-1. Paciente con apariencia de sano.
•Ejemplo 2: paciente traído por sus familiares con dolor abdominal que lo obliga a estar encogido (postura) y a hacer gestos de sufrimiento; entra en camilla, no saluda al médico y a las preguntas de éste, solo responde que desea algo para calmar su dolor (figura 1-2).
Figura 1-2. Paciente con apariencia de enfermo.
Del análisis de los ejemplos es fácil reconocer que el primero tiene una apariencia de sano y el segundo de enfermo.
Facies
La facies o expresión de la cara está íntimamente emparentada con el aspecto general y el estado de salud o enfermedad del paciente y puede ser definitiva en el diagnóstico de una enfermedad (ejemplo: mongolismo, lepra) o en la apreciación de la gravedad de un cuadro clínico (ejemplo: facies dolorosa, deshidratación, sepsis).
Algunos tipos de facies son típicas de algunas enfermedades al punto que con solo verlas es posible hacer el diagnóstico: en la figura se puede apreciar la facies hipocrática del enfermo en cond...