Un Meta-Modelo Cristiano católico de la persona - Volumen I

Integración con la psicología y la práctica de la salud mental

Paul Clayton Vitz, Craig Steven Titus, William Nordling

• Editorial: Editorial UFV
• Año: 2021
• ISBN:
  9788418746345
• Edición: 1
• Categoría: Philosophy
• Categoría: Philosophy History & Theory

La psicología no es más que una de las principales tradiciones de sabiduría que han intentado comprender a la persona. Otras fuentes de sabiduría, como la antigua tradición filosófica occidental y la tradición teológica judeocristiana, con sus tres mil años de antigüedad, también han contribuido de manera significativa a nuestra comprensión de la persona. Colectivamente, estas tres tradiciones —psicología, filosofía y teología— ofrecen percepciones únicas y complementarias de la persona, y la exclusión de cualquiera de las tres disminuye o distorsiona nuestra comprensión de la naturaleza humana.El objetivo principal de la presente obra es emplear estas tres tradiciones de sabiduría para conseguir desarrollar un marco integrador, sintético, integral y realista que permita comprender a la persona: el Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona (MMCCP). Y el objetivo final de la presente obra es demostrar cómo dicho Meta-Modelo puede enriquecer enormemente las ciencias psicológicas, así como la práctica de la salud mental.

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Metodología y supuestos

CRAIG STEVEN TITUS, PAUL C. VITZ Y WILLIAM J. NORDLING

¿Qué es la persona? ¿Por qué existimos las personas? ¿Qué nos permite conseguir la realización y el florecimiento? ¿Son necesarios la familia y los amigos para alcanzar la felicidad? ¿Es necesario el poder, el prestigio y la riqueza para conseguir la realización y el florecimiento? ¿Cómo se alcanza el conocimiento de uno mismo y de los demás? ¿Es posible evitar estas preguntas o mantener una perspectiva verdaderamente libre de prejuicios sobre la persona y las relaciones, así como sobre la psicología y la práctica de la salud mental? ¿Qué relevancia tienen las perspectivas psicológicas, filosóficas y espirituales-religiosas de la persona en la comprensión de su desarrollo, la salud, el sufrimiento, la alegría y el significado de la vida y la muerte?

Todas las personas disponen de alguna noción sobre lo que significa ser humano, así como sobre qué significa vivir una vida plena y alcanzar la realización y el florecimiento (Mt 5; Aquino, 1273/1981, I, qq 1-5; Agustín, 401/2007; Frankl, 2000, 1959/2006; Haidt, 2006; Maslow, 1987; Seligman, 2004, 2012). Podemos comprender y comunicar nuestras narraciones de vida basándonos en experiencias y premisas sobre el significado y la verdad, así como sobre el sentido de la vida, la bondad, la familia y la comunidad. Asimismo, todos disponemos de ideas sobre la naturaleza de nuestros deseos de bondad, estados vocacionales comprometidos, y trabajo y servicio significativos (capítulo 10, «Realizada a través de la vocación»). Los profesionales de la salud mental no constituyen una excepción. No obstante, no siempre se reconoce críticamente el hecho de que todo el mundo dispone de una comprensión básica de la persona. En la actualidad se encuentra abierto un debate sobre la inevitabilidad de las presuposiciones en la práctica de la psicología y la salud mental, incluidas las de tipo religioso (Bergin, 1980; Bergin, Payne y Richards, 1996; Ellis, 1980; Hamilton, 2013; Miller, 2001; O’Donohue, 2013; Worthington, 1988). En el presente capítulo expondremos cómo las visiones del mundo y los sistemas de valores, ya sean implícitos o explícitos, influyen en cualquier reflexión teórica, así como en la intervención profesional y la interacción interpersonal. Esto sucede incluso cuando se dice que las ciencias psicológicas y las prácticas de salud mental no disponen de valor, o cuando se presentan como genéricas, o sin un punto de vista explícito.

Mediante el presente trabajo buscamos aportar una comprensión amplia de la persona, que integre las verdades sobre esta, expresadas en la fe, la razón y la psicología, a través de enfoques dirigidos al asesoramiento psicológico a nivel teórico y práctico. El Meta-Modelo Cristiano Católico comprende y enmarca la realización y el sufrimiento personal e interpersonal bajo una visión del mundo y de un sistema de valores más amplio que las teorías parciales existentes en la actualidad en el campo de la psicología y la salud mental, incluidos los modelos o intentos más recientes de integrar diferentes teorías psicológicas.

En este proyecto, para destacar la importancia del Meta-Modelo, no partimos de cero. En realidad, todo forma parte de la investigación actualmente en curso dentro de la tradición católica cristiana que ha establecido un marco sapiencial, así como una metodología de diálogo, como se puede observar en las fuentes patrísticas de los doctores de la Iglesia, del papa Juan Pablo II (1998) y del papa Benedicto XVI (2006). Estos pensadores reflejan una tradición filosófica que continúa ofreciéndonos profundas reflexiones sobre la naturaleza de la realidad y de nuestro conocimiento. En el presente volumen utilizaremos este marco integrador para a) identificar las verdades de las teorías y prácticas de la salud mental, así como las ciencias psicológicas, bajo la luz de una perspectiva católica cristiana más amplia de la persona; b) determinar las limitaciones de estas teorías, conclusiones y prácticas, y c) utilizar esta comprensión más completa de la persona para enriquecer la conceptualización de casos, así como los diagnósticos y la planificación del tratamiento. Estas innovaciones se producen, especialmente, a través de la reflexión sobre las vocaciones, las fortalezas de la virtud, la unidad personal, la comprensión realista de la libertad, nuestra dignidad divinamente ofrecida nuestro fin trascendente y redentor.

También presentaremos en este capítulo de forma explícita el método integrador y las premisas del Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona. Introduciremos asimismo el tipo de enfoque narrativo y multidisciplinar amplio que utilizaremos en todo el volumen. En el resto del volumen presentaremos explícitamente una visión cristiana católica de la persona para ser utilizada por todos los profesionales de la salud mental interesados en comprender un contexto teológico y filosófico más amplio en el que la psicoterapia puede operar, y frecuentemente ya opera.

¿CÓMO AYUDAN LA RAZÓN Y LA FE EN LA COMPRENSIÓN DE LA REALIZACIÓN Y EL FLORECIMIENTO HUMANO?

¿Cuál es el objetivo de aplicar un método integrador basado en el Meta Modelo Cristiano Católico de la Persona? En resumen, en este capítulo sostenemos que cada ser humano es unificado, interpersonalmente relacional, perceptivo, materializado, emocional, racional, volitivo y libre, y que cada persona se realiza a través de sus vocaciones y de la virtud. Estas dimensiones complementarias de la realidad pueden analizarse de manera teórica y práctica. Las disciplinas en las que nos basaremos principalmente —psicología, filosofía y teología— aportan diferentes niveles de ayuda para comprender en qué consiste la realización. El enfoque realista que aporta el Meta-Modelo se basa en estas disciplinas y en sus premisas, métodos y teorías individuales. Estas disciplinas, combinadas, actúan como si fuesen «lentes» que nos permitiesen enriquecer nuestra comprensión del ser humano y de la realidad. Cada lente cuenta con sus premisas y método. Por ejemplo, en este volumen utilizamos a) lentes basadas en la razón, que nos permiten medir la importancia de lo que hacemos como personas, con dignidad de base, así como la forma en que nos relacionamos con otras personas de manera ética y la forma en que perseguimos nuestros objetivos cotidianos y nuestra realización final. A la vez, utilizaremos b) las lentes de fe y la práctica religiosa, que nos permiten observar la trayectoria y el objetivo final de la narración de nuestra vida, bajo la luz de la fe en Dios. También utilizaremos c) las lentes de la psicología y de las teorías de la personalidad para comprender a la persona, los caminos que conducen a su realización, así como los obstáculos que la hacen sufrir. Utilizaremos la lente de la práctica de la salud mental para identificar cómo podemos ofrecer nuestra ayuda, sanación y esperanza a las personas que sufren, por ejemplo, de depresión, ansiedad o duelo. El Meta-Modelo permite fundamentar la información sobre la forma en que observamos a las personas, y formular y probar nuestras hipótesis. Todo esto, en conjunto, nos lleva a su vez a un conocimiento más profundo de la persona y sus hechos subjetivos, interpersonales, familiares y otros sistemas relacionados.

En este capítulo también propondremos un modelo cristiano católico que permita integrar las bases teóricas y empíricas basadas en la experiencia de la práctica de la salud mental bajo una visión católica del ser humano y sus relaciones interpersonales. Emplearemos explícitamente, de manera estructurada, todas las principales fuentes del pensamiento cristiano católico. Las Escrituras y la erudición bíblica nos aportan una referencia básica para la narrativa teológica del Meta-Modelo, comenzando con la convicción básica (o premisa) de que los humanos hemos sido creados a imagen de Dios y, por lo tanto, esencialmente buenos (Gn 1:27-31). La tradición viva de la Iglesia y su magisterio de enseñanza nos proporcionan un marco moral y espiritual basado en la persona. A lo largo de todo el volumen, el lector irá comprobando que el método se basa intencionalmente en experiencias personales, así como en observaciones temáticas y reflexiones sistemáticas, poniendo un énfasis especial en las fuentes filosóficas, las ciencias humanas y las teorías de las prácticas de salud mental, y aporta simultáneamente ejemplos de profesionales clínicos.

(En las citas y referencias a fuentes antiguas y clásicas utilizaremos la numeración estándar de las partes, libros y párrafos o artículos, según corresponda. Por ejemplo, la referencia «Aquino, 1273/1981, II-II, 17.1.», se refiere a la Summa Theologiae, segunda parte de la segunda parte, pregunta 17, artículo 1).

¿QUÉ MÉTODO SIGUE EL META-MODELO?

Dado que el Meta-Modelo está basado en la razón y la fe, se trata de un enfoque basado en sabiduría (sapiencial) que recurre a la razón y la fe para buscar un significado más profundo, subyacente a la realidad de la persona, y fundamenta nuestro conocimiento sobre su significado. El Meta-Modelo centra la atención en los métodos y fuentes específicas de estas disciplinas y contribuye al desarrollo de la tradición investigadora.

El uso realista de la razón humana se articula mediante las disciplinas de las ciencias humanas, la filosofía y la teología. No obstante, dado que cada una de ellas dispone de competencias y autoridades particulares, sus conclusiones, reflexiones y doctrina no deben confundirse con —ni traducirse de manera simplista— otras disciplinas. Si bien todas las disciplinas constituyen expresiones de la naturaleza o la gracia, cada una dispone de sus propios puntos fuertes y límites metodológicos, que determinan niveles o capas de la realidad, que son diferentes pero que a la vez se encuentran interrelacionados (capítulo 6, «La persona como capas integradas»).

La encíclica de Juan Pablo II (1998) Fides et ratio describe la «dimensión sapiencial de la filosofía como una búsqueda del sentido último y global de la vida» (§81). Esta búsqueda de significado, finalidad y realización es una búsqueda constante a lo largo de la vida y a lo largo de los milenios, tal y como queda documentado en las culturas antiguas (Bellah, 2011). Existen premisas relativistas y constructivistas sociales que parecen cuestionar la existencia de valores últimos. La dimensión sapiencial del método del Meta-Modelo nos recuerda, no obstante, que la experiencia humana es más que costumbres particulares y valores locales. Existen valores morales y religiosos universales que se basan tanto en la naturaleza humana como en las relaciones interpersonales (Juan Pablo II, 1998, §81). El Meta-Modelo nos invita a rechazar el relativismo y a «ver más lejos», es decir, ver el cerebro del otro como una mente, como la mente del otro, como algo fundamental para la persona, es decir, ver a la otra persona como interpersonalmente relacional y llamada desde el amor y para el amor. Esta visión afirma la bondad de la persona como fundamento de valores, virtudes y vocaciones.

El Meta-Modelo utiliza una visión de la humanidad basada en la sabiduría, teológica y filosófica, que permite explorar las bases y límites de las diferentes disciplinas y ciencias en la búsqueda de la verdad y el significado. Esta preocupación por el significado se comparte, asimismo, parcialmente, con diferentes enfoques de la psicología, como, por ejemplo, el existencial (Frankl, 1959/2006), el humanista (Adler, 1931/2009; Mayo, 2007; Maslow, 1987), el psicodinámico (Erikson, 1979), el apego (Bowlby, 1982, 1988; Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, 1978), el emocional (Greenberg y Johnson, 1988), el matrimonial (Gottman, 1999), el narrativo (McLeod, 1997, 2004; White, 2007), así como con los diferentes enfoques de la psicología positiva (López y Snyder, 2009; Peterson y Seligman, 2004; Snyder y López, 2002). Nuestro enfoque teológico está orientado hacia los objetivos del Meta-Modelo que nos permitan conseguir un marco último y unificado del conocimiento y acción humanos e incluye, aunque va más allá, la mayoría de las perspectivas psicológicas, permitiendo identificar, así, no solo la función, sino también el carácter normativo de la acción humana y las virtudes.

¿CÓMO GESTIONA EL META-MODELO LA UNIDAD DE LA VERDAD Y LA DIVERSIDAD DE PERSPECTIVAS?

Existen diferentes teorías sobre el origen y fin de la humanidad. No obstante, la convicción católica cristiana es que a través de la fe y la razón se alcanza el conocimiento de la realidad última (su origen y fin), así como la unidad de la verdad, aunque sea un conocimiento considerablemente limitado (Aquino, 1273/1981; Juan Pablo II, 1998; MacIntyre, 1990, 2007; Popper, 1975, 1983). Es más, aunque la especie humana comparta una herencia común con el resto de la creación, lo que nos distingue es nuestra unidad cuerpo-alma (entendida de forma abstracta como la naturaleza humana y, concretamente, la persona), y el Meta-Modelo considera esta herencia como ofrecida por Dios. Esta singularidad personal se expresa parcialmente a través del pensamiento abstracto, la consciencia de uno mismo, el lenguaje sintáctico, el uso de herramientas complejas y la acción intencional (Ashley, 2013).

La naturaleza humana básica constituye el fundamento de la verdadera unión entre toda la humanidad, incluso con los no nacidos y los débiles (Juan Pablo II, 1995; MacIntyre, 1999). No obstante, los seres humanos manifestamos diversas perspectivas sobre nuestro significado, de acuerdo con nuestros singulares antecedentes individuales, culturales, históricos y religiosos. Las diferentes visiones del mundo, o las diferentes tradiciones culturales de las personas, se encuentran presentes en todas las formas en que las personas experimentamos el mundo, pensamos sobre las cosas, tomamos decisiones y vivimos la vida familiar. Por ejemplo, la visión del mundo de los profesionales de la salud mental influye tanto en su autocomprensión como en la comprensión del cliente. Tales perspectivas influyen en la comprensión de aspectos importantes, como, por ejemplo, quiénes somos por qué existimos, cómo deberíamos vivir, cómo se interrelacionan las personas y qué hace que una persona se realice o languidezca.

Todo profesional de la salud mental, ya esté trabajando o estudiando, se beneficia cuando centra su atención en visiones del mundo, sistemas de valores y tradiciones de investigación que constituyen las bases de las ciencias psicológicas y son de suma importancia para la realización no solo del cliente, sino de él mismo. La perspectiva católica del ordenamiento de las ciencias, por lo tanto, reconoce la singularidad de cada persona, la diversidad metodológica de las disciplinas y la unidad de la verdad (Aquino, 1259/1952, 1259/1986; Ashley, 2006, 2013; Lonergan, 1992). Basándonos en esta confianza, el método del Meta-Modelo busca humildemente comprender más profundamente cómo diferentes perspectivas teóricas y aplicaciones prácticas permiten ayudarnos a superar nuestro languidecimiento y estimular nuestra realización.

¿CUÁLES SON LOS LÍMITES DEL ESTUDIO DE LA NATURALEZA HUMANA POR PARTE DE LA FE Y LA FILOSOFÍA?

Las fuentes teol...

Índice

• Portada
• Texto de contraportada
• Página de créditos
• Índice
• Prefacio
• Parte I. El Meta-Modelo de integración
• Parte II. Apoyo psicológico
• Parte III. Apoyo filosófico