Comienzos para una estética anarquista
eBook - ePub

Comienzos para una estética anarquista

Borges con Macedonio

  1. Spanish
  2. ePUB (apto para móviles)
  3. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Comienzos para una estética anarquista

Borges con Macedonio

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Los grandes experimentos literarios de Borges y de Macedonio Fernández tienen sus orígenes en la estética anarquista: una literatura participativa, concebida como posesión colectiva, y dedicada a sofocar el individualismo imperante en nuestra modernidad. Sin embargo, entre el discípulo clásico y su maestro experimental, se vislumbra una literatura que apenas comienza. Este libro propone una relectura politizada de estos dos escritores ya canónicos. Al leer a Borges con Macedonio nos tropezamos con una caja de herramientas literarias para los mundos que vendrán.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Comienzos para una estética anarquista de Luis Othoniel Rosa en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Crítica literaria norteamericana. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2020
ISBN
9789500532808

Agradecimientos

Este libro tiene muchos autores que en conversaciones en seminarios, en bares y en llamadas y correos electrónicos que no disimulaban cierta desesperación, fueron armando y revisando su escritura.
Gracias a mi mentora y amiga, Gabriela Nouzeilles. Gracias por su cariño por el proceso de escribir, por las vidas que acompañan la escritura y por el cultivo de una comunidad para la escritura, por sus emails de 4 páginas a las 4 de la madrugada con 4 “referencias imprescindibles”, por las fiestas de fin de año en su casa que recogía hospitalariamente a unos veinte estudiantes doctorales glotones que no paraban de hablar de teoría, por soportar emails larguísimos, por una llamada en enero de 2005 para invitar al autor que firma este libro a hacer un doctorado en la Universidad de Princeton, por leer miles de páginas de manuscritos sucesivos y apilados por diez años, todos marcados por la tinta roja de sus perspicaces comentarios como un diálogo eterno que continúa con la misma intensidad cada vez que nos encontramos. Todo esto parece que tenía que haber sucedido para que este libro existiera.
Gracias al compañero Jeff Lawrence, quien, sin exagerar, ha leído y comentado todo lo que he escrito en los últimos 10 años. Hay muchos párrafos de este libro que son de su autoría. Ambos hemos olvidado cuáles. Con los años se nos confunde quién pensó qué cosa primero, entonces ambos preferimos decir, “como dice Jeff/Otho”, aunque la idea realmente fuera de Luis Moreno. Gracias a los roommates de la vida, Luis Moreno, Begoña Santa Cecilia, Margarita Pintado, Dora Zhang, Sergio Delgado y Carlos Fonseca. Gracias a Bego por dejarme jugar con su arte y asistir a él como un niño en un salón lleno de juguetes. A Luis por las conversaciones intensas en las cuales una buena novela merecía la misma atención (no más ni menos) que una de las muchas insurrecciones que a partir del 2011 captivaron nuestros deseos y nuestra imaginación. Gracias a Margarita, Carlos, Sergio y Dora por un jangueo que nunca acaba y con el que siempre podemos contar (y por ser tan lindos). Nuestra entrada a Buenos Aires no fue por Ezeiza ni por la Dársena Norte, fue a través de una casa en la Calle Gallo, donde Ana Amado y Mariana Casullo condensaban y condensan los esguinces afectivos de la ciudad. Fue allí que encontramos el Aleph real, no el apócrifo que decían que estaba en la Calle Garay. Gracias, amigas.
Cuando terminamos de escribir el manuscrito de este libro, nos pareció importante contactar a varios críticos que admiramos mucho pero que no conocíamos bien, a ver si nos leían. Unas semanas después recibimos de vuelta el manuscrito lleno de tachaduras, comentarios, polémicas y, sobre todo, con un deseo intenso de conversar. Mil gracias entonces a Julio Prieto, Daniel Balderston e Idelber Avelar por su generosidad. Julio y Daniel objetaron muchos de los puntos claves de este libro, convenciéndonos en algunos puntos, retándonos a ser más valientes en los otros. La escritura crítica y pública de Idelber Avelar ha sido por muchos años el modelo de nuestra propia aventura crítica y por esa razón, nos ha emocionado mucho leer sus comentarios a este libro. Gracias compañero. Gracias también a José Eduardo González y Julio Ramos, por tantos consejos y por leer y comentar lo que escribo durante los últimos años. Qué afortunado soy.
Gracias a mi compañera nómada y enamorada, Ingrid Robyn/Alice Mar, cómplice en todo desde aquella noche del 2008 en Berkeley en la que el amor brotó de la literatura. Gracias a la biblioteca de mi familia, Lydia Rodríguez, Ángel Rosa, María del Mar Rosa y Otho Rosa. En los recuerdos más tempranos de mi vida, veo a mi madre editando la tesis doctoral de mi padre, una tesis que era una lectura teológica de la obra de Borges y de Cortázar. En alguna medida, este libro es el inverso de aquel. Gracias a los compañeros de la Universidad de Nebraska en Lincoln por apostar por mí,.
Gracias a Ricardo Emilio Piglia Renzi, a ti va dedicado este libro. Las razones son evidentes.

Prólogo a la segunda edición

Llegamos al anarquismo investigando lo que se ocultaba detrás de los textos de Borges. De todas las maneras posibles de llegar al anarquismo en tiempos en que el mundo se prepara para el retorno del fascismo, nosotros llegamos al anarquismo estudiando a un eterno viejo conservador. Ha sido un viaje en espirales. Comenzamos a leer a Borges como adolescentes. Sus libros se apilaban en la biblioteca de mis padres, maestros de escuela pública en aquellos años en la colonia americana de Puerto Rico. En la isla ya se comenzaba a sentir el quiebre de la burbuja neoliberal y nuestra familia es una familia politizada, de larga tradición de lucha. En aquellos tiempos, las lecturas de Borges se convirtieron en una ruta de escape. Entramos a la Universidad de Puerto Rico ya con esa educación borgeana, y mientras participábamos en las famosas huelgas estudiantiles, leíamos los libros de Derrida, tan influenciados por Borges, mientras nuestros compañeros leían a Gramsci y a Fanon. En el año 2005, la universidad de Princeton, en donde enseñaba Ricardo Piglia, nos ofrece una beca doctoral para seguir estudiando a Borges con tiempo, mientras Puerto Rico se iba hundiendo en la catástrofe neoliberal. Nos interesaba el tema de la autoridad en Borges, tanto sus juegos con la autoría y su uso lúdico del lugar del intelectual en la ciudad letrada como su obsesión bandolerezca con sus criminales infames. En el primero de cuatro seminarios que tomamos con Piglia, leímos por primera vez a Macedonio Fernández, y ya el resto es historia. Nos pareció encontrar todo Borges en Macedonio, y Macedonio era profundamente anarquista. En esos años también tomábamos seminarios doctorales de teoría con Avital Ronell, con quien semanalmente discutíamos el canon posestructuralista. Mientras Ronell asignaba los textos de Emmanuel Lévinas sobre la responsabilidad, nosotros leíamos a lo que decía Kropotkin sobre la ayuda mutua por nuestra cuenta. Mientras leíamos la crítica a la representación en la différance de Derrida, también leíamos los debates de Bakhunin contra Marx. Al mismo tiempo que leíamos los textos sobre intertextualidad de Barthes, también leímos los de Proudhon contra la propiedad privada y la propiedad intelectual. Cada vez se nos hacía más claro que en el anarquismo había una clave, no solo para entender a Borges, sino para politizar la tradición postestructuralista que dominaba las altas esferas de la academia norteamericana. Viaje en espirales. Borges (y el postestructuralismo) habían sido el boleto para irnos de Puerto Rico y despolitizarnos, y, sin embargo, ahora estábamos en el corazón de la bestia, en la torre de marfil de las más prestigiosas instituciones americanas, intentando politizar el medio mismo de nuestra despolitización. Luego llega la crisis económica del 2008, de la que la academia norteamericana aún no se ha recuperado. Miles de estudiantes doctorales y profesores por contrato nos encontramos en las calles de Nueva York intentando, descabelladamente, traducir lo que habíamos aprendido en los seminarios, en herramientas útiles para la lucha, una vuelta a la politización que tiene como fin o comienzo los muchos movimientos horizontales y anarquistas que toman al mundo en el 2011, en particular, Occupy Wall Street y las huelgas en la Universidad de Puerto Rico. Defendemos nuestra tesis doctoral, titulada Anarquismos literarios: Borges con Macedonio, en el 2012. Nuestra mentora fue la profesora Gabriela Nouzeilles. Ricardo Piglia y Susana Draper fueron los evaluadores. La defensa nos resultó profundamente anti-climática y desganada, a pesar del generoso entusiasmo de mis tres mentores. ¿Qué importan las elucubraciones teóricas de dos escritores experimentales argentinos cuando nuestro mundo está en llamas? Durante los próximos cuatro años, siempre consultando con Piglia que ya había vuelto a Buenos Aires, decidimos, pues, convertir esa investigación en un libro/manifiesto que nos permitiera establecer una serie de principios o comienzos estéticos para una literatura del futuro, más afín, más útil, para el mundo que se avecinaba. Publicamos el libro en Chile, en el 2016, con el mismo título de la presente edición, y esos Comienzos se convirtieron en la base teórica para una praxis novelística. En los últimos cuatro años desde la publicación original de este libro han aparecido un par de decenas de reseñas y ensayos celebrando o criticando sus hallazgos en Chile, México, Puerto Rico y Estados Unidos. Revisamos el libro según esos comentarios, y nos alegra que ahora se pueda extender esa discusión a la Argentina, nada más y nada menos, que en la editorial Corregidor, la que alberga a las obras completas de Macedonio Fernández. En estos últimos cuatro años publicamos nuestra segunda novela, Caja de fractales (Entropía, 2017), una novela anarquista y distópica que intentaba ser la praxis de estos comienzos teóricos para un anarquismo literario. Ricardo Piglia falleció solo unos meses después que le pudiera llevar a su casa en Palermo una copia firmada de la edición original de este libro. En ese momento solo se limitó a escribir con la retina de sus ojos en una computadora futurista que “la consigna es anarquía o barbarie”. También falleció en estos años mi profesora y amiga, Ana Amado, cuya casa en la calle Gallo, tanto su enorme biblioteca como su cocina, fuera mi refugio por más de diez años de visitas continuas a la ciudad de Buenos Aires. A la memoria de ambos va dedicada esta segunda edición. En el verano europeo del 2017 un grupo exquisito de críticos que han dedicado la mayor parte de sus vidas a estudiar a Macedonio nos reunimos en un congreso en Holanda para un seminario de varios días sobre Macedonio Fernández y la filosofía. Baruch Spinoza fue, sin duda, la estrella de ese seminario, gracias en parte a las intervenciones de Julio Prieto. Al terminar nuestro seminario, Gonzalo Aguirre sugirió que tomáramos el tren y nos fuéramos a visitar la casa/museo de Spinoza en Leiden. Las conversaciones durante ese viaje a Holanda terminaron cambiando secciones importantes de esta segunda edición del libro. Apenas dos meses después de ese viaje, una mega-huracán monstruosamente potenciado por la crisis climática, destruye nuestro archipiélago puertorriqueño, y más de cuatro mil personas mueren por causa del desdén racista que el imperio americano siempre ha mostrado contra sus ciudadanos en Puerto Rico. A partir del huracán, hemos abandonado un tanto nuestras lecturas académicas sobre Borges y Macedonio y nos hemos dedicado completamente a escribir ensayos, ficciones y charlas por el continente americano sobre saberes decoloniales, feministas, ecologistas y anarquistas. También nos hemos dedicado a reseñar y visibilizar el trabajo de incontables escritores y pensadores puertorriqueños que tanto tienen que decir sobre la catástrofe capitalista y ambiental que se nos viene encima. Nos ha llamado la atención los textos de la anarco-feminista puertorriqueña, Luisa Capetillo, contemporánea de Macedonio Fernández, que leía textos anarquistas en voz alta en tabaquerías por todo el Caribe. También hemos escrito sobre los textos de ese personaje ficcional salido a la realidad que es el insurgente zapatista Subcomandante Marcos (ahora Galeano). En las maneras artísticas tan experimentales del anarquismo revolucionario de Luisa Capetillo y Subcomandante Marcos hemos creído encontrar iteraciones más politizadas, si bien menos eruditas, de esos personajes que son Macedonio y Borges.
Hemos decidido prologar esta segunda edición de Comienzos, finalmente en Argentina, contando un poco de la historia del que escribe estas páginas. Hemos decidido presentar a ese autor como un personaje profundamente marcado por unos acontecimientos históricos que sucedieron en la colonia/archipiélago de Puerto Rico y en la academia norteamericana durante las primeras décadas del siglo XXI. Probablemente, los méritos de este libro no justifiquen esta decisión. Nuestros yoes no son sino ecos ahogados en el río del tiempo. Y sin embargo, las letras de Borges y de Macedonio fueron reapropiadas en las islas del Caribe para otros comienzos mucho antes de que comenzara a escribir el autor de estas páginas (el nombre, Manuel Ramos Otero, aún nos hace temblar). En esta correlación nada importa el biografismo o la pluralidad de los nombres. La hipótesis es que los experimentos literarios de dos eruditos escritores argentinos durante la primera mitad del siglo XX son una caja de herramientas útil para la lucha que se nos viene encima. El hecho es que todo se escribe para ser descontextualizado.
Luis Othoniel Rosa
31 de diciembre de 2019

Introducción: Para reposeer
lo borgeano y lo macedoniano

Soy anarquista. Siempre he creído fervorosamente en el anarquismo. Y en esto sigo las ideas de mi padre.
Borges, Entrevista con Vicente Zito
Yo heredé la amistad de Macedonio Fernández de mi padre.
Borges, Autobiografía
A veces la literatura recorre senderos muy parecidos a los de la política. No es mímesis o alegoría. Más bien nos referimos a una relación analógica. Como si la literatura trazara una línea paralela con la política, sin tocarla, sin interceptarla, pero acompañándola, haciendo casi el mismo recorrido pero a dos metros de esta, como dos senderos contiguos que recorren el mismo desierto, atraviesan las mismas dunas, se detienen en los mismos oasis y participan de las mismas ilusiones ópticas causadas por el sol y la sed. Este libro explora esa analogía: persigue el curso de estas dos líneas, en el caso particular de dos obras literarias entrelazadas, y se pregunta por ella, ensaya respuestas que las atraviesen, respuestas transversales para entender la coincidencia y afectación de esos senderos. La coincidencia: las dos obras literarias que discutiremos articulan alternativas a la concepción estética de representación, a la originalidad del “yo” artista y, por último, y consecuentemente, a la propiedad intelectual. Análogamente, la tradición política del anarquismo, desde una concepción (anti)política, se opone a la democracia representativa, al individuo burgués (y su meritocracia) y a la propiedad privada.
Estas dos líneas, una en la literatura y la otra en la política, coinciden en un momento histórico. Las dos obras literarias en cuestión nacen a finales del siglo XIX escritas por dos autores que se autoproclaman anarquistas y pertenecen a un momento histórico en que el anarquismo pasa de ser la mayor fuerza de oposición al partido en el poder en Argentina, para convertirse un movimiento bastante minoritario después de los años treinta. Pero las dos obras literarias en cuestión no son reconocidas por ser obras anarquistas. La literatura de estos dos autores pretende ser autónoma, se enorgullece de su autonomía frente a la política, y en alguna medida podríamos decir que es una literatura “antipolítica”, de manera similar a la que Bakunin describe el anarquismo como antipolítica, en tanto se opone a toda acumulación del poder. Tal vez es precisamente esta autonomía lo que impide que los senderos se crucen, como si se hubieran bifurcado para siempre en un pasado conceptual. Encontrar el momento preciso de la bifurcación de ese sendero entre la estética literaria de esas dos obras y la tradición anti-política del anarquismo es el objetivo de este libro. O más bien, buscamos esa bifurcación porque creemos que ahí está el secreto para poder crear, desde nuestro presente, una nueva intersección entre esa literatura y esa anti-política, para que la estética y la política deliren juntas, para que cartografíen en nuevos vértices los trozos de un mapa del desierto. Lo que nos motiva, pues, es que estamos convencidos que la investigación en particular de esta bifurcación entre literatura y anarquía, contiene la llave para una cerradura en nuestro presente, en el que la política revolucionaria nos exige una experimentación estética y la literatura experimental nos exige una política revolucionaria. Creemos que el estudio minucioso de este caso nos permite comenzar.
Este libro propone que las innovaciones en teoría literaria de los escritores argentinos Macedonio Fernández (1874-1952) y su “discípulo”, Jorge Luis Borges (1898-1986) están directamente relacionadas con la tradición anarquista. Afirmamos que Borges y Macedonio ejecutan una práctica de la literatura alrededor de los tres principios básicos de la filosofía anarquista: el primero, que la participación nos permite prescindir de las jerarquías de la representación, el segundo, que el individuo es una resultante de las fuerzas colectivas de la ayuda mutua y el tercero, que la propiedad privada es una falacia, un robo legalizado, una superstición social validada por el Estado moderno. Los capítulos de este libro se dedican a explorar la manera en la que estos tres principios se accionan estéticamente en la obra de estos dos autores.
El anarquismo, desde sus principios en el siglo XIX y sus innumerables mutaciones hasta el presente, se concibe como más que una ideología política. El anarquismo, como los feminismos anti-capitalistas contemporáneos, nos propone una visión del mundo que podríamos llamar fractal: los patrones de acumulación de poder que vemos en las esferas macro-políticas del Estado-Nación y del capitalismo global se repiten en las esferas micropolíticas de la vida diaria y en las interacciones cotidianas, y, a su vez, esos mismos patrones de acumulación de poder que vemos en nuestras interacciones cotidianas se repiten al interior de nuestra subjetividad, del pensamiento, del lenguaje. El patrón siempre es el mismo, si bien con variaciones; una entidad esencializada acumula poder mediante la represión de una pluralidad: la Nación-Estado por sobre la pluralidad de sus ciudadanos mediante la ficción de la representación, el capitalismo global por sobre las innumerables fuerzas de la labor colectiva mediante la ficción de la propiedad privada. Pero incluso a escalas más pequeñas; el Padre sobre la pluralidad familiar, el Experto por sobre la pluralidad de conocimientos sociales, el Salario individualizado por sobre el excedente de labor colectiva, el Hombre por sobre los géneros sexuales, una Raza po...

Índice

  1. Inicio de lectura