La mujer sin sepultura
eBook - ePub

La mujer sin sepultura

  1. 220 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

La mujer sin sepultura

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Como una confluencia de géneros novelístico, histórico y biográfico, Assia Djebar, la escritora argelina más importante del siglo veinte, narra en esta extraordinaria obra la vida y muerte de Zulija Udai, heroína partisana de la guerra de independencia de Argelia.Zulija (1911-1957) fue una mujer excepcional: instruida (primera musulmana diplomada de la región que, además, dominaba el francés); rebelde (se casó contra la voluntad paterna y se divorció dos veces); atípica (ni rezaba ni creía en supersticiones); independiente (trabajaba, no llevaba velo y vestía como una europea); libre (se casó tres veces por amor, y, por amor, eligió ponerse velo y dejar su trabajo) y luchadora (renunció a sus hijos para unirse a la resistencia). Tras el asesinato de su tercer esposo, un musulmán practicante miembro del maquis, Zulija decidió proseguir su lucha contra el colonizador. Antes de echarse al monte, sirvió de enlace entre la ciudad y la montaña para una red clandestina de mujeres. Tras ser detenida por el ejército francés, fue interrogada, torturada y finalmente ejecutada, pero el cuerpo nunca fue entregado a su familia. Se convirtió en la "mujer sin sepultura".

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a La mujer sin sepultura de Assia Djebar, Laura Rey-Stolle en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Literatura general. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Armaenia
Año
2021
ISBN
9788418994258
Edición
1
Categoría
Literatura
ASSIA DJEBAR
La mujer sin sepultura
Traducción de Laura Rey-Stolle Tortosa
www.armaeniaeditorial.com
Título original: La femme sans sépulture (Albin Michel, 2002)
Primera edición: Octubre, 2020
Primera edición ebook: Agosto 2021
Esta obra se benefició del apoyo de los Programas de Ayuda a la Publicación del Institut français
Foto de cubierta: Retrato de Zulija Udai en la década de 1920
Copyright © Assia Djebar © Éditions Albin Michel, 2002
Copyright de la traducción © Laura Rey-Stolle Tortosa, 2020
Copyright de la presente edición © Armaenia Editorial, S.L., 2020, 2021
Armaenia Editorial, S.L.
www.armaeniaeditorial.com
Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas por las leyes,
la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
ISBN: 978-84-18994-25-8
A Claire Delannoy,
con todo mi afecto
Advertencia
En esta novela se relatan todos los hechos y detalles de la vida y muerte de Zulija, la heroína de mi ciudad de infancia, durante la guerra de independencia de Argelia, con empeño de fidelidad histórica o, mejor dicho, según una perspectiva documental.
Sin embargo, algunos personajes secundarios, en particular los que se presentan como del entorno familiar, se tratan aquí con la imaginación y las variaciones permitidas por la ficción.
Me he servido a voluntad de la libertad novelesca precisamente para arrojar más luz sobre la verdad de Zulija y poder situarla así en el mismo centro de un gran fresco femenino, según el modelo de los antiquísimos mosaicos de Cesarea de Mauritania (Cherchel).
Si hacer escuchar una voz venida de otra parte
Inaccesible al tiempo y al desgaste
Se revela tan ilusorio como un sueño
Sin embargo, en ella hay algo que perdura
Aun después de perder el sentido
A lo lejos vibra todavía su timbre como una tormenta
Que no se sabe si se acerca o se aleja.
Louis-René Des Fôrets
Poèmes de Samuel Wood, 1988
Preludio
1
La historia de Zulija: al fin la escribo o, más bien, la reescribo…
La primera vez era en la primavera de 1976, creo recordar. Me encuentro en casa de la hija de la heroína de la ciudad. De mi ciudad, Cesarea, su antiguo nombre, Cesarea, para mí y para siempre…
La segunda hija de la heroína, recién llegada de Argel, me clava una mirada ardiente… uno de los ayudantes me ha interceptado dándome una bobina de sonido para el magnetófono Nagra. Ella ha repetido mi nombre y se ha sobresaltado. Me interpela, y su pausada voz, de pronto, se alza:
—¡La estaba esperando! Esta tapia que delimita nuestro patio es precisamente la de la casa de su padre, ¿no es cierto?
Asiento con la cabeza. Al llegar aquí, una hora antes, había comentado para mis adentros: «Todo justo al otro lado de la vieja casa de mi padre, increíble…».
—Llevo años esperándola, ¡y llega justo ahora!
Ahora el tono de la joven es fuerte y agresivo. Sonrío, un poco cansada.
—Estoy aquí, tal vez con retraso, pero ¡aquí estoy! A trabajar…
Ella y yo por fin hemos empezado: la historia de Zulija.
Sí, era la primavera de 1976. Andaba yo absorta en la búsqueda de localizaciones para un largometraje. Al principio, había pasado dos semanas en la montaña, alojada en pequeñas alquerías a las que a veces ni tan siquiera llegaba la carretera principal (la vía romana, como aquí la llaman los campesinos de mi tribu materna). Por la tarde, despedía al conductor del todoterreno y a los ayudantes, encantados de irse a dormir a la llanura o a Tipasa, al nuevo hotel para turistas. Yo solía pernoctar en casa de unas primas; en algunas ocasiones, en el pueblo de Menasser, donde vivía un hermanastro de mi madre, un envejecido granjero siempre austero y reservado, y en otras, en aldeas perdidas, donde alguna tía política.
En los numerosos relatos de mis anfitrionas se había evocado muy a menudo el mismo nombre: Zulija… Zulija… «Cómo, ¿que no la conoces? ¡Si es de tu ciudad!», decía una. «¡La madre de los maquis argelinos!», la apodaba otra.
Dos o tres semanas después de tanto conciliábulo, me encuentro por fin en Cesarea, en casa de Zulija, desde donde partió a su destino en la primavera de 1956.
Me siento enfrente de Mina, su hija pequeña.
—¡Te he estado esperando todos estos años!
Me interpela de nuevo, esta vez en árabe dialectal. La frase de amargas palabras vibra, sin embargo, con una oculta y temblorosa dulzura, al borde del llanto. Dulzura que así percibo quizás por la sonoridad andalusí del árabe refinado de las mujeres de esta ciudad.
—¡Hablemos! ¡Empecemos! —respondo con tono firme.
Miro fijamente la tapia que colinda con la casa de mi padre, el lugar de mi tierna infancia… Intento no sentir remordimientos: haber permanecido tanto tiempo sin moverme de Argel, este último año, desde que regresé a mi tierra.
—Yo también enseño en Argel —murmura Mina—, pero en secundaria. Tengo veintiocho años.
Se calla. Respira.
—En el momento de la independencia del país, yo tenía quince años.
Se calla de nuevo. Después, continúa en tono más bajo:
—Cuando mi madre fue asesinada, yo tenía doce años.
2
De nuevo primavera. Dos años después. Termino el montaje de la película dedicada a Zulija, la heroína. Dedicada también a Béla Bartók. La historia de Zulija se esboza en la secuencia de apertura. Dos horas de película fluyen luego como un río tranquilo: ficción y documental, frecuente sonido en directo, algunos diálogos entre muje...

Índice

  1. Advertencia