Emprendedores emergentes

Nájar, Daniel

• Editorial: LID Editorial
• Año: 2010
• ISBN:
  9788483565407
• Categoría: Business
• Categoría: Entrepreneurship

Una apuesta por las nuevas generaciones de profesionales en América Latina y su fuerza para crear empresas innovadoras.

1	Cambio cultural global

1. Las tres culturas del entramado social actual

Los historiadores y sociólogos han marcado épocas a través de la historia, las cuales se identifican por sus respectivos movimientos culturales, sociales, políticos y religiosos. De forma muy somera, desde la muerte de Cristo hemos visto cuatro grandes etapas: la era helénica, la Edad Media, el Renacimiento y la era moderna. Los últimos 250 años, aproximadamente, vivimos en la cultura de la llamada era moderna, así que todos los que tenemos más de 25 años nos formamos bajo los paradigmas de este tiempo. Sin embargo, los últimos años estamos siendo testigos de un cambio de época, pasando de la cultura moderna a la posmoderna y siendo testigos de los grandes ajustes culturales que suponen un cambio cultural global como este. Los menores de 25 años –a quienes aquí llamaré la generación Y o emergente– pertenecen a esta nueva cultura.

Más allá del cambio cultural global, somos testigos también de las culturas regionales, las subculturas locales, las tendencias generacionales e, incluso, las tribus urbanas. En este marco se tensan y distienden todas ellas. Sin embargo, por efectos prácticos, veremos solamente tres grandes tendencias, que se recogen en el cuadro 1.1.

Cuadro 1.1 Principales tendencias generacionales en la actualidad

Cultura tradicional	Cultura moderna	Cultura posmoderna
Colectivismo social	Grupos por metas	Individualismo relaciona
Ancianidad	Edad madura	Juventud
Autoritarismo	Centrada en la autoridad	Democracia
Bajo nivel de migración	Migración en fases	Constante migración
Uno forma parte de	Equilibrio	Uno forma parte de
pocos grupos		muchos grupos
Prolongada identificación	Identificación en fases	Breve identificación
Predomina la formalidad	Formalidad selectiva	Informalidad
Instituciones	Metas	Relaciones
Valores absolutos	Valores a conveniencia	Valores relativos

Lo que estamos experimentando es la forma en que tres mundos diferentes intentan coincidir en el mismo tiempo y espacio. Son tres grandes bloques de pensamiento, tres culturas diferentes: el mundo tradicional, el moderno y el posmoderno. Tengamos en consideración que en estos bloques y sus respectivas culturas estamos nosotros y nuestras instituciones sociales. Allí hacemos sociedad y, para efectos de este ensayo, en medio de la tensa dinámica entre ellos hacemos operar nuestros sistemas empresariales.

1.1. El mundo tradicional

Es, más que una cultura global, una subcultura occidental relacionada con determinada época; sin embargo, a efectos de este estudio, es importante porque gran parte de las instituciones actuales de América Latina, y mucha de la dinámica social que experimentamos, es resultado de su fuerte presencia. Estuvo dominado (y sigue hasta hoy representado) por la generación silente –es decir, quienes tienen hoy más de 65 años–. El contexto tradicional se rige por la cosmovisión cristiana y es, por lo tanto, un mundo de valores absolutos, donde las instituciones son el fundamento de la sociedad: la familia, la Iglesia, el Estado y, también, la empresa eran como grandes castillos que se suponían firmes a través de los años, soportaban las tormentas que les golpeaban y permanecían inmutables a través del tiempo. Así fue por muchos años. En ese mundo, la comunidad era vital y uno debía conocer y respetar los códigos de conducta y de relación en ella. Había reglas claras, formalidad y apego a la vida comunal, combinado con la honra a las instituciones. Entre otros efectos, teníamos como resultado un mundo donde sus habitantes eran firmes en sus pactos. Tal nivel de compromiso producía, entre otras cosas, una prolongada identificación entre las personas, quienes pertenecían a pocos grupos en su vida y su nivel de migración era bajo. Los divorcios eran menos y los cambios de residencia, trabajo e iglesia, también.

El mundo tradicional ha sido golpeado brutalmente por el cambio, como veremos más adelante. Como ejemplo, Bill Owens, ex vicepresidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor de Estados Unidos, dijo: «nuestra estructura militar actual es una estructura desarrollada y diseñada esencialmente por Napoleón». Su frase me hace pensar en una gran verdad: las cosas que nos permitieron llegar hasta donde estamos son las mismas que nos pueden impedir ir más lejos. Observando el mundo tradicional podemos añorar muchos rasgos positivos, hacer reconocimientos, podemos desear regresar y vivir allí pero, nos guste o no, muchas de sus características están siendo sustituidas. No es que sea malo, es que esa clase de mundo, en muchas formas, está obsoleto.

En ese contexto, la empresa tradicional también tenía rasgos específicos que mostraban los paradigmas reinantes de la generación silente y de algunas, incluso, que la antecedieron. Entre otras características, podemos citar: el alto nivel de compromiso con su empresa (como promedio, pasaban 17 años en ella); también, su dedicación a las tareas que eran resultado de ver el trabajo como un privilegio al cual se le debía honrar con fidelidad; además, su desprecio por el crédito, que era visto como una debilidad y no como un privilegio; por último, su estructura de autoridad piramidal que privilegiaba el mando lineal, por posición, ordenamiento y experiencia. Estas y otras características fueron el marco social de la empresa durante mucho tiempo. Pero el mundo comenzó a cambiar.

1.2. El mundo moderno

De la misma forma que asociamos el mundo tradicional con la generación silente, podemos identificar el mundo moderno con las generaciones de la posguerra y X. La cultura moderna predominó globalmente por más de 200 años y es herencia de los grandes movimientos culturales del Renacimiento. La subcultura tradicional, que acabo de citar, es parte de ella. A pesar de que esta cultura marcó las tendencias sociales por largo tiempo, estamos viendo justo ahora su transición hacia nuevos modelos culturales. Estos dos grupos, que en realidad fueron la cola de la cultura moderna, hoy son de edad madura y tienen la sartén por el mango.

Hoy podemos ver el mundo moderno como una época de transición hacia la era posmoderna (como se puede apreciar en el cuadro 1.1). Su migración en fases, su formalidad selectiva, sus valores a conveniencia y su participación en algunos grupos dan fe de eso. Quienes tenemos entre 25 y 65 años podemos funcionar como un puente entre la cultura tradicional y la posmoderna ya que tenemos padres y abuelos de valores profundos e hijos y nietos influidos por el relativismo posmoderno. Nos debatimos entre el apego a las instituciones de unos y el rechazo a ellas de otros. Sufrimos entre la formalidad extrema de aquéllos y la informalidad extrema de éstos. ¡Estamos entre dos mundos! Tratando de rescatar algo bueno del pasado y de caminar con éxito hacia el futuro. Nos ha tocado aprender y desaprender. Recibir y soltar.

En lo referente a la empresa, estas dos generaciones han visto ya cambios fuertes en los sistemas económicos globales y en la cultura empresarial local. En los años finales de la cultura moderna, los cambios tuvieron al mundo bajo tensión entre el capitalismo y el socialismo, entre sistemas económicos abiertos y cerrados, entre desarrollar economías locales o globales, entre olas y olas de modelos administrativos que pretendieron volver más eficientes los sistemas de producción, entre el enfoque en metas de los individuos que pertenecen a la generación de la posguerra y el enfo...

Índice

• Prólogo de Pedro Nueno
• Introducción
• 1 Cambio cultural global
• 2 Relativismo posmoderno
• 3 El cambio generacional y la empresa del siglo XXI
• 4 La generación Y
• 5 Tres ejes vitales del cambio
• 6 Líderes emergentes para la empresa posmoderna
• 7 Valores morales en la nueva empresa
• 8 Mercadeo para emergentes
• 9 Creando empresa para posmodernos
• 10 Mipymes y empresarios emergentes
• Conclusiones
• Bibliografía