Alto y claro
eBook - ePub

Alto y claro

  1. Spanish
  2. ePUB (apto para móviles)
  3. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Alto y claro

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

¿Quieres llegar más lejos? Aprende a hablar en público con seguridad en ti mismo, estructurando un mensaje sencillo de entender y transmitiendo pasión en lo que dices. Y es que hablar en público es una de las habilidades más sencillas de aprender, y también una de las más descuidadas en nuestra formación. Con este libro, escrito por uno de los mejores profesionales de nuestro país aprenderás a ser un buen orador gracias a los 10 principios esenciales que propone. Pasarás de 0 a 100 a ser un comunicador nato.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Alto y claro de Bernad, Javier en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Commerce y Réunions et présentations. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
LID Editorial
Año
2014
ISBN
9788483569306
6
Habla con pasión o no hables
Una vez que tienes controlados los nervios, que has organizado el contenido y que has adaptado la presentación a la audiencia, es el momento de subirte al escenario.
Ahí arriba hay presentadores que encandilan a la audiencia y otros que la duermen. La clave está en la diferencia de percepción que probablemente tienes entre Steve Jobs y Bill Gates. Aparte de ser dos grandes empresarios, Apple realmente no ha revolucionado una industria, simplemente ha mejorado lo que ya existía, igual que Microsoft. Bill Gates tiene con su sistema operativo la mayoría del mercado de ordenadores convencionales; Apple, sólo parte del resto.
Por otro lado, Jobs era una persona que no repartía nada, mientras que Gates preside una de las mayores fundaciones benéfica. Sin embargo, Jobs es adorado por millones como un ejemplo de creatividad rompedora, mientras que Gates es odiado por millones como alguien que copió a Apple.
El diseño atractivo de unos cuantos cacharros no justifica por sí solo la admiración que seguramente sientes por Steve Jobs. ¿Dónde está la justificación de ese culto al personaje? Jobs destilaba algo que en Bill Gates no es tan aparente: pasión. Cuando hablaba de lo que hacía, era como una locomotora a la que querías enganchar tu vagón. Si tienes pasión, te van a admirar como una persona magnética, y lo que les cuentes va a ser cien veces más interesante, aunque estés hablando del tema más aburrido del mundo.
Hay tres buenas noticias sobre presentar con pasión. La primera es que la pasión vende. Cuando te gusta algo muchísimo, a tu audiencia también le va a gustar. Aunque estés hablando sobre algo que la mayoría considere no demasiado excitante, como por ejemplo, la contabilidad de costes. Si tienes pasión, vas a conseguir que al público se le pase el tiempo volando, como si hubiera ido a una presentación sobre cómo hacerse rico sin trabajar. Además, vas a conseguir que no se olvide tu mensaje. Y al revés: ya puedes tener en tus manos el descubrimiento del siglo que si no te expresas bien, el protagonista de la presentación será el descubrimiento, no tú. De ti los oyentes se pueden olvidar con facilidad. Si alguien te describe algo que le gusta, loco de entusiasmo, tu reacción natural va a ser desear esa cosa que le hace tan feliz.
La segunda noticia es mejor todavía, y es que la pasión es una habilidad que se aprende. No importa que seas aburrido, tímido, contemplativo o asustadizo. He visto a decenas de personas cambiar completamente su estilo al presentar para derrochar pasión y devorar a su audiencia. No tienes que intentar emular a cualquier orador famoso que tengas identificado como el mejor porque no lo conseguirías y, además, te volverías loco en el intento. Todo lo que tienes que hacer es ser tú mismo, pero eliminando lo que no aporta nada a la expresión de tu mensaje y añadiendo los gestos y la modulación de la voz que se traducen en pasión ante cualquier audiencia.
Si piensas que entonces no serías tú porque no serías natural, me alegra decirte que estás equivocado: cuando presentas, no eres tú; eres tú presentando. Del mismo modo que un actor, adoptas un papel que te permite comunicar tu contenido de manera que la audiencia lo reciba como tú quieres. También podrías pensar que la audiencia te puede ver como el clon de un supuesto presentador perfecto, con lo que te rechazaría por poco original. Pero todos los buenos actores que interpretan a Hamlet son su propio Hamlet, aunque todos han aprendido a actuar siguiendo unas pautas comunes.
Asimismo puedes creer que si presentas con pasión, no resultas serio. Y tu presentación es seria porque eres, por ejemplo, el director de operaciones. Piensa en quienes consideras buenos presentadores. Probablemente todos tengan en común la pasión con la que presentan. Pasión no equivale a gritar, saltar o hacer esperpentos, sino a hablar habiéndote preguntado antes por qué estás ahí, por qué te importa lo que haces y cómo vas a hacer diferentes a los miembros de tu audiencia con lo que les vas a contar. ¿Qué vas a presentar simplemente los números del plan del año que viene? ¡Pues claro que puedes hacerte inolvidable! Puedes presentarlos como si estuvieras leyendo una aburrida hoja de cálculo o puedes transmitir la relevancia que esos números tienen en las vidas de tus oyentes tanto si se cumplen como si no.
La tercera buena noticia sobre presentar con pasión es que muy pocos presentadores lo hacen. Si eres capaz de sacar ese entusiasmo que seguro tienes dentro, vas a destacar mucho, y muy fácilmente.
Piensa en ti como parte de la audiencia. ¿En cuántas presentaciones memorables has estado? Probablemente en menos de diez. La razón principal de que se te hayan olvidado es que el presentador no le echaba ganas o que no había aprendido a convertir sus ganas en pasión sobre el escenario. Esto es una contradicción: nadie quiere asistir a presentaciones aburridas, pero cuando a algunas personas les toca presentar, hacen poco para que su exposición sea apasionante.
No todo el mundo puede subir su nivel de entusiasmo hasta conseguir que la audiencia desee que la presentación no acabe. Es normal: tienes otras cosas en las que pensar, probablemente no asignes prioridad uno a encandilar a tu audiencia, tu objetivo puede que sea simplemente acabar la presentación o tal vez te aburra lo que haces.
Si te cuesta ser entusiasta, necesitas ponerte a tono. Hay varias maneras de apasionarte con tu presentación:
  • Créete lo que estás contando. Si estás hablando de una causa que te apasione, te resultará más fácil porque destilarás tus ganas por todos tus poros. Es más sencillo enamorar a otros de lo que a ti te vuelve loco. Si estás hablando de algo que te deja frío, como la evolución de los motores de explosión si no te gustan los coches, entonces prueba con el siguiente punto.
  • Piensa antes de empezar en por qué haces lo que haces. Si quieres perspectiva sobre esto, échale un ojo a alguna grabación de un predicador de cualquier religión. Su misión en sus presentaciones es convencer a los demás de que pueden ser más felices. Como tienen un objetivo sencillo y fácil de vender, están encantados con su misión y suelen ser excelentes oradores. Incluso si no puedes ser demasiado entusiasta por el tema, como una elegía en un funeral, entonces al menos alégrate de la oportunidad de compartir lo que sabes con tu audiencia. Pondrás las ganas que necesitas para ser inolvidable.
  • Si ni siquiera te puedes convencer de que tienes una misión superior que cumplir, prueba con un método que nunca falla: piensa en qué hay en tu presentación para ti, no para la audiencia. Por ejemplo, te van a subir el sueldo si lo haces muy bien, vas a embolsarte todo el variable a final de año, te reconocerán como un comunicador mejor que los demás, vas a hacerte imprescindible en tu empresa, venderás más o va a mejorar tu posicionamiento personal en el grupo.
  • Si es una presentación que repites con frecuencia, es posible que le pierdas el gusto y te acabes cansando, con lo que tu nivel de entusiasmo será o cero o negativo, que es lo mismo que parecer un presentador falso. La audiencia lo nota en seguida: se da cuenta de que te lo sabes y de que estás recitando más que presentando. Sin embargo, repetir una presentación muchas veces es una oportunidad fantástica de hacerlo cada vez mejor. Como te lo sabes, puedes adaptarla a audiencias diferentes y al ánimo que tenga en cada momento. Puedes jugar con ella como un mago y hacer que parezca que es tan fresca como la primera vez. Piensa en los Rolling Stones o en Bruce Springsteen. Habrán cantado la misma canción en directo miles de veces, pero en sus conciertos el público se vuelven igual de locos que en 1970.
  • Hay una manera segura de reducir tu nivel de entusiasmo: hacer una presentación que te ha preparado otro. Aunque seas el presidente de tu compañía, necesitas darle tu toque a las diapositivas que se ha inventado tu equipo. Si no lo haces de forma personal, vas a hacerlo fatal: estarás usando el flujo mental de otra persona y tu cerebro va a decir que lo presente el que lo ha hecho. Así que toma la presentación y dale ...

Índice

  1. Alto y claro
  2. Portada
  3. Portada interior
  4. Créditos
  5. Carta de presentación
  6. Dedicatoria
  7. Índice
  8. Prólogo de Domingo Ureña Raso
  9. Introducción
  10. 01. Los nervios son naturales y necesarios
  11. 02. El público sólo tiene sitio para una cosa: tu mensaje
  12. 03. No les importas tú, lo que les importa son ellos mismos
  13. 04. 123 123 123: la estructura
  14. 05. Los oyentes siempre se te van a escapar. El interés de tu presentación
  15. 06. Habla con pasión o no hables
  16. 07. La logística es tuya, no de tu asistente
  17. 08. PowerPoint no es un documento: las ayudas audiovisuales
  18. 09. Las preguntas son buenas
  19. 10. No les importan los problemas, les importa cómo los resuelves: los imprevistos
  20. Nota final
  21. Nota final
  22. Javier Bernad
  23. Contraportada