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ISBN: 978-84-1114-187-1
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IMPRESO EN ESPAÑA – UNIÓN EUROPEA
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Agradecimientos
Dedico este libro a mis padres, por elegir las artes marciales antes que el fútbol y no separarme de ellas aun cuando, en algún momento, los estudios no fueron como era lo esperado. A mi mujer, por su apoyo incondicional y por mostrarme otra forma de ver las cosas. A mis hijos, por inspirarme cada día para convertirme en una persona mejor. A toda mi familia, por estar presente en mi vida. A mis dos grandes compañeros de viaje en este gran reto de la enseñanza de la defensa personal. A mis maestros, profesores, instructores, que supieron sembrar en mi interior la semilla de las artes marciales, deportes de contacto y defensa personal. A mis amigos, a mis amigas, que siempre están cuando los necesito. A mis compañeros y compañeras de profesión, que la siguen dignificando pese a todas las trabas habidas y por haber. A mi alumnado por su actitud, energía, ganas de aprender y por todo lo que me dan. A cualquier practicante de estas disciplinas por impedir que su llama muera. A quienes han ayudado en diversos momentos de este libro y que ya forman parte de mi camino. A los que ya no están, pues se les echa mucho de menos y, en especial, a mi amigo Mario y mi prima Alexia, porque os fuisteis muy pronto y, si la vida fuera justa, hoy seguiríais a nuestro lado.
Prólogo
Mi nombre es Jesús Disla, soy policía Local desde hace casi 23 años. Tengo el título de director de Seguridad, soy diplomado universitario, máster en Derecho del Tráfico y la Seguridad Vial, educador vial y he ejercido de profesor para varios organismos oficiales, como son el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias —IVASPE—, Federación Valenciana de Municipios y Provincias —FVMP— y de dos sindicatos de amplia representación nacional y autonómica.
Se me ha brindado la oportunidad —qué digo oportunidad, privilegio— de escribir el prólogo de un libro que estoy totalmente convencido de que va a ser un éxito, al menos para los amantes de las dos pasiones que compartimos el autor del libro y yo: la defensa personal y la seguridad pública. Dentro de la defensa personal, aun sabiendo que dicho autor está a años luz de mis conocimientos, destacan, sin duda, las artes marciales, pues él lleva toda su vida practicando estas disciplinas que, precisamente, le han hecho destacar como persona por su humanidad, ya que estas artes milenarias aportan, a quienes las practican, unos valores necesarios en el desarrollo humano, como son la disciplina, el respeto y el autocontrol, entre muchos otros. Pero ¿qué son las artes marciales? ¿Qué es la defensa personal? ¿Qué nos aportan?
Aunque para dar esas y muchas otras respuestas se ha concebido este libro, a nivel de pinceladas previas, basándome en conceptos y conocimientos propios, las artes marciales son métodos compuestos por un conjunto de técnicas creados para la defensa y la lucha en combate. Las artes marciales se caracterizan por ejercitar la armonía del cuerpo, la mente y el espíritu, por lo que incorpora una corriente filosófica por cada disciplina que surge. Además, pasan de generación en generación y, a lo largo del tiempo, van perfeccionando el estilo y su pragmatismo en el pensamiento. Hoy en día también son denominadas «deportes de combate» o «deportes de lucha». En mi caso, empecé tarde (en edad adulta) la práctica de las artes marciales y, debido a una grave lesión y, más tarde, obligaciones personales, tuve que dejar al margen esta pasión, pero todos esos años que estuve entrenando y aprendiendo fueron de los mejores de mi vida en cuanto al disfrute y regocijo de la ejecución de esta actividad. No en vano, en 2013 tuve el privilegio de competir en un campeonato europeo, en el que participé en la modalidad de hapkido, y cuyo colofón fue poder vivir una experiencia que todos los amantes de la lucha deberían experimentar.
Este no va a ser un libro cualquiera, pues pretende dar una visión diferente, aprovechando la perspectiva y experiencia de su autor —su pasado, su presente y su futuro—, de toda una vida destinada por y para la sociedad, enfocado en la búsqueda de la conexión entre el misticismo, la razón y las energías, o lo que viene a ser lo mismo, reencontrarse con lo que significa pragmáticamente ser «humano».
Es cierto que la obra repasará muchas circunstancias de la defensa personal, pero mi misión en estos párrafos no es desvelar el misterio, sino insertar la manivela en una especie de caja de Pandora, girarla en contra de las agujas del reloj y dejar que su lectura haga el resto. Se van a desgranar situaciones tanto a nivel personal como policial que van a mostrarle al lector cómo se puede controlar cuerpo-mente-técnica-energía, ayudándole a adentrarse en el camino del autoconocimiento. ¿Nos hemos parado a pensar para qué acudimos a un dojo a practicar artes marciales? Quizás una respuesta racional sería para aprender a defendernos, pero el lector quedará profundamente aturdido al comprobar que esta obra no pretende enfatizar en esa creencia fácilmente asumible, sino en profundizar en «el dónde, en el cuándo, en el cómo y en por qué».
Álex y yo nos conocimos hace muchos años, pues ambos colaborábamos en una comunidad policial en la que su finalidad era ayudar a unos y aprender de otros. No dejo de recordar algo que le dije hace muchos años y de lo que solemos hablar: «La vida es para los valientes, tírate a la piscina», y me alegro de que me hiciera caso, emergiendo de lleno en la primera de las pasiones que narré, las artes marciales vistas desde un punto retrospectivo, como es el de la formación, e iniciara ese gran proyecto con dos de sus grandes amigos que fue la creación de su «club» y el desarrollo de un ...