La hija del Rey René

Gertrudis Gómez de Avellaneda

• Editorial: SAGA Egmont
• Año: 2021
• ISBN:
  9788726679687
• Categoría: Littérature
• Categoría: Classiques

"La hija del rey René" (1855) es una obra de teatro de un único acto escrita en verso por Gertrudis Gómez de Avellaneda y adaptada de la versión francesa de Lemoine y Scribe. Yolanda es ciega y su padre, el rey René, la sobreprotege para que la joven no descubra el alcance de sus limitaciones físicas.-

ACTO UNICO

El teatro representa un vasto jardin con fuente, árboles frutales, bancos de verdura, etc. En segundo término un pabellon. En primer término, hácia la izquierda del actor, una pequeña mesa y algunas sillas rústicas. Al fondo tapia, y detrás de la tapia, en último término, horizonte de montañas iluminadas por el sereno sol de una tarde de verano.

ESCENA PRIMERA.

PRINCIPE, LOTARIO.

Principe. (Apareciendo en lo alto de la tapia, que acaba de escalar.)

Héme arriba: sube tú.

Lotario. (Desde el lado exterior de la tapia.)

Válganme todos los santos!

Principe. Pronto, cobarde.

Lotorio. (Apareciendo junto al Príncipe.)

Ay!

Principe.

Ahora

echa la escala á este lado. (Lo hacen.)

Lotario. Con que persistis en ello? (Temblando.)

Quereis bajar?..

Principe. (Bajando por la escala.) Está claro.

Sígueme.

Lotario. (Obedeciendo.) Dios nos asista!

(Todo un Príncipe escalando

muros!.. y qué muros!..)

Principe. (Ya los dos en el jardin.) Tiende,

tiende la vista, menguado,

y admira este paraiso.

Lotario. Yo en todo motivos hallo

para aumentar mis recelos.

Principe. (Adelantándose.)

Pero por qué?

Lotario.

NO es extraño

encontrar tales jardines

enmedio de los barrancos,

breñas, rocas, precipicios,

que hace poco atravesamos?

Ved las áridas montañas

allá elevar sus picachos,

y decidme si es posible,

á no ser por medios mágicos,

hacer brotar en tal suelo

los primores que admiramos.

Principe. (En ademan de irse por la derecha.)

Eres un necio.

Lotario. (Deteniéndole.) Ay señor!

y vos sereis temerario

si en este desconocido

vergel osais internaros.

Principe. Ya estuve aqui esta mañana.

Lotario. Sé que mientras yo descanso

tomaba por un instante

(pues no tengo miembro sano

con este viaje maldito),

vos, sin defensa dejando

allá enmedio de los montes

á vuestro pobre Lotario,

por aquellos vericuetos

os perdísteis como un gamo.

Principe. Estaba muerto de sed,

y despues de mil trabajos

al llegar junto á esas tapias

el murmurio escuché grato

de esta fuente: con anhelo

busqué entrada, pero en vano.

Entonces me subí al muro;

lo salvé diestro; y con pasmo

contemplé tal maravilla...

y otra mas grande que callo.

Lotario. Maravillas?.. No lo dudo.

Aqui se hospeda algun mago

de fijo.

Principe.

Me haces reir.

Lotario. ¿Pues no cuentan los ancianos

que abundan en la Provenza,

donde por desgracia estamos,

sirenas, encantadores,

brujas, duendes, magas, trasgos,

y qué sé yo cuántos seres

cuyo nombre causa espanto?

Principe. Bah!..

Lotario.

Pues!.. lo tomais á broma;

mas sabed que no lejano

debe estar...

Principe.

Quién?

Lotario. (Con pavura.) Aquel valle

de las hadas, que ha encantado

á mas...

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• La hija del Rey René
• Copyright
• A LA APRECIABLE ACTRIZ DOÑA JOSEFA PALMA DE ROMEA.
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• ACTO UNICO
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