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SOLDADOS Y VOLUNTARIOS
Este capítulo comienza con cartas a Franco cuando todavía no era más que un general rebelde en julio de 1936, y concluye con cartas al todopoderoso dictador de voluntarios para la División Azul cinco años más tarde, en 1941. No hay en el archivo muchas cartas de soldados. Esto quizá sea consecuencia de un cierto recelo entre los combatientes a escribir, y ser mal considerados por sus superiores jerárquicos. Por el contrario, son, como veremos más adelante (capítulo 3), sus mujeres y padres quienes solicitan en su nombre. Lo que sí se detecta en estas y en otras misivas no recogidas en el libro es una falta de entusiasmo por la guerra entre el soldado común, y un deseo de volver a la normalidad. La guerra no es popular —las peticiones de permisos son las más frecuentes— y el soldado la intenta evitar cuando puede, argumentando necesidades familiares, incapacidad para el servicio u otras razones. Muy distinto, sin embargo, el tono de las cartas de 1941. Entonces hay gente que por convencimiento o por oportunismo —o ambos— quieren ir a combatir al enemigo soviético.
Legajo: 13
Sebt de Tamarat 23-VII-1936
Excmo Sr. D. Francisco Franco Bahamonde
Mi muy respetado General y querido profesor: Una vez convencido de que estas fuerzas no han de emplearse directamente en este patriótico movimiento de orden, y no conformándose mi espíritu con esta pasiva cooperación, no dudo en molestar su atención para ofrecerle incondicionalmente mis servicios en provecho de nuestra Patria.
Espero mi General ver satisfechas mis aspiraciones siendo activamente empleado en tierra de nuestra querida España.
Rogándole perdone mi atrevimiento queda de V.E. muy agradecido s. affmo. y s.s. y subordinado
FELIPE V. M.
Teniente de Infantería
Legajo: 24
I
Berneck 29-10-36
Excelencia General Franco
General en Jefe del Ejercito Nacional de España.
Encontrándome refugiada en Alemania por las actuales circunstancias y si como telegrafista que soy, puedo ser útil a mi patria, me ofrezco de corazón donde quiera que sea necesaria.
Esperando sus órdenes queda respetuosamente suya atta s.s.
MARIA DEL PILAR B. Y M.
Berrneck y Schwarzwald (Württg.)
Gasthof Waldhorn
II
Bad Honnef a. Rh. 31-Diciembre 36
Sr. Teniente Coronel Ayudante-Secretario
de su Excelencia General Franco.
Muy Sr. mio: Oportunamente he recibido su atta carta y agradezco sus noticias y saludos.
Ahora voy a molestarle para una súplica por la que le quedare eternamente agradecida.
Mientras llega el momento deseado de mi reingreso en Telégrafos, ruego a Vd. se me conceda mi vuelta a España a casa de un primo mio médico en Santo Domingo de la Calzada, pues el clima fuerte en este tiempo de Alemania, termina conmigo ya que todos los días pierdo en peso y me encuentro completamente agotada.
Le suplico apoye con el embajador de Alemania en esa para mi vuelta a España antes de que sea tarde pues ya mi aspecto no es nada bueno.
Por si cuando me reponga pueda servirle en algo, además de mi lengua materna se bastante Alemán y Francés, o cuidaré enfermos o lo que se me ordene.
Esperando ansiosa su pronta respuesta quedo de Ud. su atta y agradecida con un saludo y Vivas a España.
MARIA DEL PILAR B. y M. DE W.
Mi nueva dirección es:
Bad Honnef a. Rh.
Hubertus Hof
Alemania
Legajo: 44
Candelario 22 de Mayo de 1937
Exmo Sr. Francisco Franco Bahamonte
(Salamanca)
Mi general: a sus órdenes ¡Viva España!
No se que me parece el dirigirme a V.E. con una simple carta, pero no lo puedo remediar al sentirme con corazón español.
Me llamo Domingo D. C., soy bachiller, tengo 16 años y vivo con mi padre (mi madre materna murió) y mis hermanos. Mi padre es el farmacéutico de este pueblo.
Cuando fui a la escuela me dijo mi maestro que tener dos madres una la que me trajo a este mundo y otra, España ¡mi patria! ¡la tierra vendita donde nací! Mi primera madre murió; pero aún no ha muerto ni morirá jamás, mientras haya españoles que la defiendan, mi segunda madre ¡España! ¡mi patria! Y patria y madre también de otros m...