GUERRA CIVIL LIBRO PRIMERO
SINOPSIS
AÑO 49
1 -6 .
Deliberaciones del senado sobre las propuestas de César.
7 .
César arenga sus tropas.
8 -13 .
César entra en Italia. Intercambio de mensajes entre César y Pompeyo. César ocupa diversas plazas de la costa adriática.
14 .
Temor y desconcierto en Roma.
15 -23 .
Avance triunfal de César. Toma de Piceno, Firmo, Sulmona, Corfinio. Llega a Apulia.
24 -28 .
Pompeyo ordena reunir todos sus efectivos en Brindis. César bloquea la ciudad. Nuevo intento de negociación. Pompeyo logra romper el bloqueo y embarcar a su ejército.
29 -31 .
Mientras se prepara una flota para seguir a Pompeyo, César decide intervenir en Hispania y tomar posiciones en Cerdeña, Sicilia y África.
32 -33 .
César en Roma. Justificación de su comportamiento. Falla un nuevo intento de enviar emisarios a Pompeyo.
34 -37 .
Camino de Hispania, los marselleses le cierran las puertas de la ciudad. Preparativos para el asedio. Él continúa su marcha hacia Hispania y envía a Gayo Fabio como avanzadilla.
38 -39 .
Recuento de los efectivos pompeyanos y cesarianos.
40 -47 .
Operaciones y fortificaciones en tomo a Lérida.
48 -55 .
Una crecida del Segre crea problemas de comunicación y de abastecimiento en el ejército de César. Construcción de un puente de barcas y reequilibrio de la situación.
56 -58 .
Victoria naval cesariana junto a Marsella.
59 -70 .
César cierra alianzas con diferentes pueblos y asegura sus líneas de aprovisionamiento. El desconcierto cunde entre los pompeyanos que deciden pasar a Celtiberia. César logra vadear el río e interceptarlos.
71 -72 .
César rechaza la posibilidad de librar un combate abierto.
73 -77 .
Indecisión y problemas de aprovisionamiento de los pompeyanos. Confraternización de los dos ejércitos. Reacciones contrapuestas de Afranio y Petreyo.
78 -83 .
Decididos, Afranio y Petreyo, a regresar a Lérida, ven dificultada su marcha por la presión de César.
84 -87 .
Cortadas todas sus líneas de suministro y profundamente desmoralizados, los pompeyanos capitulan y sus tropas son licenciadas.
Entregada a los cónsules 1 la carta de César 2 , se consiguió [1 ] de ellos con mucha dificultad y gran esfuerzo de los tribunos de la plebe 3 que se leyera en el senado; pero no se pudo conseguir que se propusiera al senado una deliberación sobre el contenido de la carta. Los cónsules ponen a deliberación [2] la situación general de la república. El cónsul Lucio Léntulo 4 promete no abandonar al senado y a la república, si los senadores se deciden a dar su opinión con energía y valor; pero si tienen en cuenta a César y buscan su amistad, [3] como lo habían hecho anteriormente, él tomaría las decisiones por sí mismo sin obedecer al senado; también él tenía [4] acceso al favor y amistad de César. En el mismo sentido habla Escipión 5 : que era intención de Pompeyo no abandonar a la república si le seguía el senado; pero si éste dudaba en sus decisiones y obraba con debilidad, en vano imploraría su ayuda si la solicitaba después.
[2 ] Como la sesión del senado se celebraba en la ciudad y Pompeyo estaba en los alrededores 6 , parecía que el discurso [2] de Escipión había salido de la misma boca de Pompeyo. Algunos hicieron proposiciones más suaves, como por ejemplo, en un principio Marco Marcelo 7 , que, al empezar su intervención, dijo que no era conveniente proponer al senado una decisión sobre este asunto antes de que se hicieran levas en toda Italia y se alistaran ejércitos, con cuya protección el senado se sentiría fuerte para decidir con seguridad y libertad [3] lo que quisiera; como Marco Calidio 8 , que proponía que Pompeyo marchase a sus provincias 9 a fin de que no hubiera motivo de guerra; explicaba su opinión diciendo que César temía que Pompeyo conservara y retuviera en las proximidades de Roma, con el propósito de dirigirlas contra él, las dos legiones que le habían sido arrebatadas 10 ; como [4] Marco Rufo 11 , que seguía poco más o menos la opinión de Calidio. Todos estos eran amedrentados por los ataques del cónsul Lucio Léntulo. Éste se negó en absoluto a poner a [5] votación la proposición de Calidio. Marcelo, atemorizado por estos ataques, abandonó su opinión. Así muchos arrastrados [6] por las voces del cónsul, por el temor del ejército cercano y por las amenazas de los amigos de Pompeyo, se adhieren a la proposición de Escipión, coaccionados y contra su voluntad; el contenido de la proposición era éste: que César licenciara su ejército en una fecha determinada 12 ; si no lo hacía se le consideraría enemigo de la república. Ponen [7] el veto los tribunos de la plebe Marco Antonio y Quinto Casio 13 . Inmediatamente se consulta al senado sobre el veto [8] de los tribunos. Se hacen proposiciones violentas, y a medida que cada uno se expresa con más dureza y crueldad es más alabado por los enemigos de César.
[3 ] Se levanta la sesión del senado al anochecer; entonces Pompeyo convoca a todos los senadores 14 . Alaba a los decididos y les anima para el futuro; amonesta y anima a los indecisos. [2] Se reenganchan por doquier muchos soldados de los antiguos ejércitos de Pompeyo, con la esperanza de conseguir premios y ascensos; son llamados muchos de las dos [3] legiones que fueron entregadas por César 15 . La ciudad, la rampa del Capitolio y el comicio 16 se llenan de tribunos, de [4] centuriones, de reenganchados. Todos los amigos de los cónsules, los familiares de Pompeyo y todos los que tenían arraigada enemistad contra César se reúnen en el senado; [5] con su aglomeración y gritos se atemorizan los débiles, se animan los indecisos y se priva a muchos de la facultad de [6] decidir libremente. El censor Lucio Pisón 17 e igualmente el pretor Lucio Roscio 18 se comprometen a ir a César para informarle de estas decisiones; piden seis días para llevar a cabo esta misión 19 . Algunos proponen también que se envíen emisarios a César para exponerle la decisión del senado.
Los discursos del cónsul, de Escipión y de Catón 20 [4 ] hacen resistencia a todas estas proposiciones y se oponen a todos. Incitan a Catón su antigua enemistad contra César y el resentimiento de su fracaso. Impulsan a Léntulo la magnitud [2] de sus deudas, la esperanza de mandar un ejército y gobernar provincias y los regalos de los que deseaban obtener el título de rey; se gloría ante los suyos de llegar a ser otro Sila que obtendría el mando absoluto 21 . Estimula a Escipión [3] la misma esperanza de gobernar una provincia y de mandar ejércitos, que espera compartir con Pompeyo a causa de su parentesco 22 ; al mismo tiempo, el temor de un proceso, la propia ostentación y la adulación de los poderosos, que tenían entonces gran influencia en la república y en los tribunales. [4] El propio Pompeyo, incitado por los enemigos de César y porque no quería que nadie le igualara en dignidades, se había apartado totalmente de su amistad y se había reconciliado con los enemigos comunes, gran parte de los cuales se los había creado a César el mismo Pompeyo en la época [5] de su parentesco 23 ; al mismo tiempo, movido por la mala reputación que le creaba el haber desviado a las dos legiones de su destino a Siria y Asia en provecho de su ambición de poderío y dominio 24 , deseaba que la cuestión se decidiera por las armas.
[5 ] Por estas razones se hace todo con apresuramiento y confusión. No se concede tiempo a los parientes de César para informarle, ni se permite a los tribunos de la plebe la posibilidad de evitar con sus ruegos el peligro que les amenaza, ni tampoco la de conservar el supremo derecho de veto [2] que Sila les había dejado, sino que se ven precisados a pensar en el peligro de su vida en un término de siete días, peligro que aquellos turbulentísimos tribunos de la plebe de tiempos pasados solían considerar con temor solamente al [3] cabo de los ocho meses de su acción 25 . Se recurre a aquel grave y supremo decreto del senado al cual nunca había llegado antes la audacia de los senadores, a no ser en el inminente peligro de incendio de la ciudad y de la vida de todos los ciudadanos 26 : procuren los cónsules, pretores, tribunos de la plebe y los procónsules que estén en las afueras de Roma, que la república no sufra ningún detrimento. Estas [4] órdenes fueron dadas por decreto del senado el siete de enero. Así pues, en los cinco primeros días en los que pudo reunirse el senado desde que Léntulo tomó posesión del consulado, exceptuados los dos días dedicados a los comicios 27 , se toman muy graves y muy duras decisiones sobre el mando de César y sobre tan importantes magistrados como los tribunos de la plebe. Huyen éstos inmediatamente de la ciudad [5] y se dirigen a César. Estaba en aquel tiempo César en Ravena y esperaba la respuesta a sus moderadas peticiones 28 , por si una cierta equidad de sus enemigos podía conducir la situación a la paz.
En los siguientes días se reúne el senado fuera de la ciudad 29 . [6 ] Pompeyo trata los mismos puntos que ya había dado a conocer por medio de Escipión; alaba el valor y firmeza del senado; enumera sus fuerzas: dice que tiene preparadas diez legiones; además sabe con seguridad que los soldados [2] de César no le son adictos y que no les puede persuadir a que le defiendan o al menos le sigan 30 . Se presentan al senado [3] otras proposiciones: que se hagan levas en toda Italia, que se envíe a Mauritania al propretor Fausto Sila 31 ; que se [4] den a Pompeyo fondos del erario. Se propone también que el rey Juba sea declarado aliado y amigo 32 ; Marcelo dice que de momento él no permitirá esto 33 . El tribuno de la plebe [5] Filipo 34 pone el veto al nombramiento de Fausto. Se redactan decretos del senado sobre los restantes asuntos. Se asignan provincias a particulares, dos consulares, las otras pretorias. Corresponden Siria a Escipión; la Galia a Lucio Domicio 35 . Filipo 36 y Cota 37 son preteridos por acuerdo de [6] unos pocos y no entran a sorteo. Se envían pretores a las demás provincias. Y no esperan, como había sucedido en años anteriores, a que se dé cuenta de su mando al pueblo, y a que, una vez hechos los sacrificios, partan revestidos con [7] el manto militar 38 . Los cónsules, lo que no había sucedido hasta entonces, salen de la ciudad 39 , y personas particulares tienen lictores en la ciudad y en el Capitolio, contra toda costumbre anterior 40 . Se hacen levas en toda Italia, se manda [8] entregar armas, se exige dinero a los municipios, se quita de los templos, se trastornan todas las leyes divinas y humanas.
Al tener conocimiento de estos hechos, César arenga a [7 ] sus soldados 41 . Les relata las injurias que, en todo tiempo, le han hecho sus enemigos; se queja de que Pompeyo haya sido inducido y arrastrado por ellos por envidia y resentimiento de su gloria, mientras que el propio César siempre había favorecido y ayudado a Pompeyo en sus cargos y dignidades. Se lamenta de que se haya sentado un precedente en la [2] r...