Odas y fragmentos
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Odas y fragmentos

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Odas y fragmentos

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La poesía de Píndaro, aunque pertenece a otro universo espiritual y nos ha llegado sin sus originales componentes de música y danza, sigue emocionando por su intensidad expresiva y la fuerza de sus imágenes.De la extensa obra poética de Píndaro (Tebas, h. 520 a.C.-h. 438) tan sólo nos han llegado los cuatro libros de sus Epinicios u odas triunfales; sólo cuatro de los diecisiete libros en que los filólogos antiguos ordenaron su producción, y unos cuantos fragmentos. Pero bastan para mostrarnos la grandeza artística del mayor poeta coral de la Grecia clásica. Fue un espíritu hondamente religioso y ligado a las tradiciones de la patria helena. Pero Tebas no se adhirió a la causa democrática, y pactó con los persas y los ideales de la vieja aristocracia.La de Píndaro es una poesía densa, de imágenes audaces, expresada en piezas de encargo muy formalizadas. Aunque no nos ha llegado el acompañamiento original de la letra (la música, la danza), estos versos siguen conmoviéndonos por la fuerza de sus imágenes y la intensidad de su inspiración.

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Información

Editorial
Gredos
Año
2016
ISBN
9788424930882
PÍTICAS

PÍTICA I (470)

A HIERÓN DE ETNA, VENCEDOR EN LA CARRERA DE CARROS

INTRODUCCIÓN

Tras la victoria pítica de Hierón de Siracusa el 470, recibió Píndaro el encargo de componer una oda en la que no sólo se celebrara ese hecho de prestigio, sino otro acontecimiento político más importante: la fundación de una nueva ciudad en las laderas del Etna. Hierón se hizo proclamar en Delfos con el nombre de «Etneo», fundador de una ciudad, título del mayor honor en el mundo griego. Como rey de la nueva ciudad apareció el hijo de Hierón, Dinómenes. Cabe imaginar el marco esplendoroso en que se escuchó este canto coral, en la fiesta de inauguración, dentro de un solemne sacrificio a Zeus. Si la oda era el elemento más fascinante de la fiesta, por la música y representación de su mágico poder comienza este poema, para nosotros el más bello de todo cuanto de Píndaro ha llegado a nuestro conocimiento. El carácter sacral de la música se revela como potencia dominadora de la luz y de las tinieblas. Bien sumo desea el poeta a la nueva ciudad, bajo la protección de los dioses. Con su bendición logró Hierón relevantes éxitos, y debe gozarse también de sus pasadas luchas, como antaño Filoctetes. Consejos al nuevo rey Dinómenes y un programa político, caro a Píndaro, llenan los últimos versos.
Métrica: versos dáctilo-epitritos.
Estrofa I
¡Áurea lira, de Apolo y de las Musas de trenzas violáceas
tesoro justamente compartido! A ti te escucha
el paso de danza, comienzo de la fiesta,
y obedecen los cantores tus señales
cuando de los preludios que guían los coros
los primeros acordes preparas vibrante.
[5] ¡Hasta el rayo apagas, lancero
de inextinguible fuego! Y duerme sobre el cetro
de Zeus el águila, su rauda
ala a entrambos costados relajando,
Antístrofa
la reina de las aves, cuando una nube de ojos oscuros
sobre su corva cabeza, de los párpados dulce cerrojo,
le has derramado, y ella dormitando
la húmeda espalda levanta, por tus
[10] impulsos cautivada. Y aun el violento
Ares, a un lado dejando la hiriente
punta de sus lanzas, calienta su corazón
en sueño profundo; y tus dardos embelesan también
las almas de los dioses, gracias a la pericia
del hijo de Leto y de las Musas de apretada cintura.
Epodo
Todos los seres, empero, que no ama Zeus, se aterran cuando la voz
oyen de las Piérides, tanto en la tierra como
en la mar invencible,
[15] incluso aquel que en el horrible Tártaro yace,
el enemigo de los dioses,
Tifón, el de cien cabezas, a quien antaño
crió la gruta famosa de Cilicia. Mas ahora por cierto
los escollos cercados del mar ante Cumas
y Sicilia le oprimen
el pecho velludo, y la columna celeste le aprisiona,
[20] el nevado Etna, todo el año nodriza de punzante hielo.
Estr. II
De sus cavernas son vomitados de fuego inabordable
manantiales purísimos; y sus ríos de día
vierten ardiente torrente de humo,
mas en las noches oscuras piedras
arrastra rodando la llama purpúrea a la honda
llanura del mar con estruendo.
Aquel monstruo reptando lanza a lo alto [25]
las fuentes terribilísimas de Hefesto; un portento
que es maravilla contemplar,
y una maravilla también oírlo de los que allí estuvieron:
Ant .
cómo está él amarrado entre las cumbres de frondas oscuras
del Etna y su llanura, y el lecho arañante toda
la espalda recostada le lacera.
¡Sea, Zeus, séanos dado agradarte a ti,
que esa montaña dominas, frontal de una tierra [30]
rica de frutos hermosos! Con su nombre glorificó
su ilustre fundador la ciudad vecina,
y en la pista de la Pítica fiesta
la proclamó un heraldo anunciando
la hermosa victoria de Hierón con su carro.
Epod .
A los hombres que suben a un barco es un gozo primero
que, al comenzar la ruta, les llegue acompañando
un viento favorable, pues es probable
que también se tenga al final un regreso mejor. Razonamiento tal [35]
sobre estos prósperos sucesos trae la esperanza
de que en futuro tiempo será por las coronas hípicas ciudad famosa
y renombrada en sus banquetes de bellas canciones.
¡Licio y de Delos señor,
Febo, que amas del Parnaso la fuente Castalia,
[40] quieras poner en tu mente estos votos y hacer rica
esa tierra de buenos varones!
Estr. III
Pues de los dioses vienen todos los medios a las humanas
excelencias, por ellos nacen las hombres sabios y de brazos
vigorosos y hábiles de lengua. Y al desear yo enaltecer
a ese hombre famoso, confío
no de modo cualquiera lanzar fuera de pista
la jabalina de mejillas de bronce, tras blandirla en mi mano,
[45] sino con mi largo tiro superar a los rivales.
Pues ojalá el tiempo todo venidero así la dicha
y la dádiva de riquezas le encamine
rectas, y le otorgue el olvido a sus fatigas.
Ant .
Ciertamente podría el tiempo recordar en qué batallas, en guerras,
se mantuvo él con calma resistente, cuando encontraron
por manos de los dioses (Hierón y los suyos), un honor
cual ninguno de los helenos cosecha,
[50] de su riqueza corona arrogante. Ahora, por cierto,
de Filoctetes la guisa siguiendo,
en campaña se puso. Y en la necesidad alguno,
aun siendo un egregio varón, le halagó como amigo.
Cuentan que a traerle de Lemnos, por su llaga
torturado, acudieron
Epod .
unos héroes semidivinos al hijo de Peante, al arquero,
que destruyó la ciudad de Príamo, y acabó
los sufrimientos a los Dáñaos,
aunque con cuerpo enfermo caminaba, pero así era el destino. [55]
Talmente haya para Hierón un dios enderezador
durante todo el tiempo venidero, y la exacta medida
le dé de cuanto él desea.
Musa, también ahora sígueme para cantar ante Dínómenes
la victoria, recompensa de esa cuadriga;
que no es ajeno gozo el triunfo que el padre reporta.
¡Vamos, encontremos después un himno grato al rey de Etna! [60]
Estr. IV
Para él, en la libertad establecida por los dioses, esa ciudad
fundó Hierón según las leyes de la plomada de Hilo:
quieren los descendientes de Pánfilo
y, en suma, de los Heraclidas
que habitan bajo las cumbres del Taigeto,
persistir para siempre en las normas de Egimio,
como Dorios. Y ocuparon Amidas dichosos [65]
desde el Pindo atacando, y de los hijos de Tíndaro
—jinetes de blancos corceles— son muy famosos
vecinos, y floreció la gloria de sus lanzas.
Ant .
¡Zeus cumplidor, que siempre junto al agua del Amenas
la tal debida suerte conceda a ciudadanos y a sus reyes
el relato veraz de los hombres!
¡Que con tu favor ese valiente caudillo pueda en verdad,
[70] dando mandato a su hijo, conducir al pueblo con honor
a la armónica Paz!
¡Otorga, te suplico, Crónida, que en pacífico
hogar se contenga el fenicio y de los tirsenos
el grito de guerra, ya que ha visto
el orgullo gimiendo en sus naves delante de Cumas!
Epod .
Cuáles dolores sufrieron domeñados por el Señor de Siracusa,
que de las naves de rumbos veloces al mar
les arrojó su juventud,
[75] a Hélade librando de esclavitud gravosa. Ganar quiero
en recompensa, junto a Salamina, el favor
de los Atenienses, y en Esparta recuerdo
las luchas al pie del Citerón,
en las que fuer...

Índice

  1. Anteportada
  2. Portada
  3. Página de derechos de autor
  4. Introducción General
  5. Cronología De Las Odas
  6. Bibliografía
  7. Olímpicas
  8. Píticas
  9. Nemeas
  10. Ístmicas
  11. Fragmentos
  12. Fragmentos de no segura pertenencia a libros concretos
  13. Índice General