La linua latina. Libros VII-X y fragmentos
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La linua latina. Libros VII-X y fragmentos

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De lingua latina, de Marco Terencio Varrón, es un estudio del latín desde varios puntos de vista: etimológico, morfológico, histórico, etc. A pesar del carácter fragmentario (pues buena parte de la obra se ha perdido), continúa siendo una importantísima fuente de conocimiento de la lengua latina.De lingua latina, obra de Marco Terencio Varrón, es un estudio del latín desde varios puntos de vista: etimológico, morfológico, histórico, de uso contemporáneo, etc. La lamentable pérdida de buena parte de la obra –de sus veinticinco libros originales sólo se han conservado del V al X, más algunos fragmentos– obliga a hacer conjeturas acerca de las partes desaparecidas a partir del esquema de las que sí poseemos, dedicadas a la etimología y la flexión. A pesar de este carácter fragmentario, continúa siendo una útil fuente de conocimiento de la lengua latina, y lo conservado demuestra la originalidad del tratado: se ocupa no sólo de cuestiones gramaticales concretas, sino de lingüística general, como la conclusión del carácter analógico de la lengua (está gobernada por reglas que hay que descubrir y estudiar, al tiempo que se aceptan las anomalías semánticas y gramaticales como parte de un fenómeno vivo).Marco Terencio Varrón (116-27 a.C.) fue un polígrafo, militar y político latino, considerado uno de los hombres más sabios en la Roma de su tiempo. César le encargó la dirección de las bibliotecas públicas, pero tras la muerte del dictador perdió su cargo y se le confiscaron los bienes; finalmente, Octavio le indemnizó y le devolvió a su antigua ocupación. Escribió setenta y cuatro obras, que fueron referente obligado en épocas posteriores para eruditos y padres de la Iglesia (en especial, san Agustín).

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Información

Editorial
Gredos
Año
2016
ISBN
9788424932732
SINOPSIS
1 -5 .
INTRODUCCIÓN .
6 -71 .
EL LUGAR .
6 -23 .
Lugares.
24 -71 .
Lo existente en los lugares.
72 -106 .
EL TIEMPO .
72 -79 .
Aspectos del tiempo.
80 -106 .
Lo que está unido a los aspectos del tiempo .
107 -108 .
EJEMPLO DE OTRAS POSIBLES ETIMOLOGÍAS DE TÉRMINOS POÉTICOS .
109 -110 .
CONCLUSIÓN .
LIBRO VII
Difíciles de explicar son los vocablos de los poetas. En [1] [1 ] efecto, a menudo algún significado dado en épocas anteriores lo ha sepultado un derrumbe repentino 1 , o, por lo que se refiere a una palabra que se formó de las letras que hacían falta, después, tras la sustracción de algo en ella, resulta así más oscura la intención de su creador. Por tanto, no se debe reprender a aquellos que, al investigar una palabra, le añaden o le quitan una letra para que pueda verse más fácilmente qué subsiste bajo esa voz: en efecto, para que los ojos vean más fácilmente una obra poco perceptible de marfil de Mirmécides 2 , le acercan desde fuera cerdas negras.
Aunque añadas estas ayudas para desescombrar la intención [2] del creador de una palabra, sin embargo permanecen ocultas muchas cosas. Y, si la poética, que en los poemas ha conservado muchos términos porque eran arcaicos, también así hubiese establecido por qué existían, más fecundamente aportarían fruto las poesías. Pero, de la misma manera que ocurre en prosa, así en las poesías tampoco pueden decirse los étyma «étimos» que tienen todas las palabras 3 , ni los que tienen muchas podrá decirlos aquel al que en su trabajo nocturno no haya acompañado el estudio literario, a pesar de que leyera mucho. Verás que la interpretación de los Cantos de los Salios de Elio, hombre versado entre los primeros en las letras latinas, está explicada con un texto deficiente y también que en ella se han pasado por alto [3] muchas cosas oscuras. Y no es extraño, cuando no sólo Epiménides 4 , despertado de su sueño profundo tras cincuenta años, no es reconocido por muchos, sino que también quién es el Teucro de Livio lo ignoran los suyos tras quince años 5 . Ahora bien, ¿qué es esto para la edad de las palabras poéticas? Si el reino de Pompilio es la fuente de éstas en los Cantos de los Salios y éstas no fueron recibidas de los precedesores, tienen al menos setecientos años 6 . Por esto, ¿por qué criticar el celo de un escritor que no haya podido encontrar al padre del retatarabuelo de un héroe o a su retatarabuelo, cuando tú mismo no podrías decir la madre del padre de tu retatarabuelo? Y esta es una distancia hasta nosotros menor que la que llega desde ahora a la aparición de los salios, en que dicen que aparecen las primeras palabras poéticas latinas de los romanos. Por tanto, más bien se deberá tener [4] por estimable al que adecuadamente haya dicho muchas cosas de los orígenes de las palabras que criticar al que no haya sido capaz de algo referente a alguna, sobre todo cuando el arte etimológica dice que no puede decirse la razón de todas las palabras 7 , de la misma manera que no puede decirse el cómo y por qué es cosa útil para curar una medicina, y que, aunque no conozca las raíces de un árbol, sí puedo decir que una pera procede de una rama, la rama del árbol y éste de las raíces, que no veo. Por esto, el que muestra que equitatus «caballería» procede de equites «jinetes», equites de eques «jinete» y eques de equus «caballo», y no dice de dónde procede equus 8 , con todo, enseña mucho y satisface al agradecido; y, de si podemos imitarle, este libro mismo servirá de prueba.
Hablaré en este libro de las palabras que han sido introducidas [5] [2 ] por los poetas: primero de los lugares, después de lo que está en los lugares, en tercer lugar de los aspectos del tiempo, y a continuación de lo que está unido a los aspectos del tiempo. Pero lo haré de manera que a éstas les añada las que estén relacionadas con ellas, y que, aunque alguna se salga de esta cuatripartición, sin embargo, la incluya en ella 9 .
[6] Comenzaré a partir de aquí:
Habrá uno solo al que tú levantarás hasta los cerúleos espacios (templa) del cielo 10 .
Templum se emplea de tres maneras: la tocante a la naturaleza, la tocante a la toma de auspicios 11 y por semejanza. La tocante a la naturaleza, en el cielo; la tocante a los auspicios, en la tierra; y por semejanza, bajo la tierra. En el cielo se emplea templum como en Hécuba:
Oh, grandes espacios (templa) de los Celestiales, mezclados con brillantes estrellas 12 .
En la tierra, como en Peribea:
Se dirige cerca de los riscosos templos (templa) de roca de Baco 13 .
Bajo tierra, como en Andrómaca:
Aquerónticos templos (templa) profundos de Orco, situados debajo, os saludo 14 .
[7] Cualquier l...

Índice

  1. Anteportada
  2. Portada
  3. Página de derechos de autor
  4. LIBRO VII
  5. LIBRO VIII
  6. LIBRO IX
  7. LIBRO X
  8. FRAGMENTOS
  9. Índice