Cine para pensar

La vida como en un espejo

María Ángeles Almacellas

• Editorial: Digital Reasons
• Año: 2020
• ISBN:
  9788412198430
• Categoría: Medios de comunicación y artes escénicas
• Categoría: Películas y vídeos

A través de la lectura profunda de catorce películas, el libro constituye un itinerario por el mapa interior del ser humano. Cada historia nos permite contemplar diversas vivencias concretadas en la trayectoria vital de unos personajes cinematográficos. La oscuridad del drama de la marginación, que deja al hombre hundido en una soledad sin salida; el carácter perverso del egoísmo y la injusticia; la lacra del racismo y la discriminación. Pero también la luminosidad de la bondad y la generosidad, que establecen relaciones valiosas entre personas de toda condición; la fuerza sanadora de la mano del amigo; el perdón y la redención, que limpian las heridas del corazón; la defensa de la verdad y la auténtica libertad frente a las malas artes de los manipuladores; la belleza de la música y de la literatura, que eleva el espíritu; la riqueza de la palabra; el compromiso por la vida y el amor; la fecundidad de los grandes valores en el desarrollo personal; la apertura a la trascendencia, donde se alumbra el sentido de la vida y de la muerte. Catorce fábulas que son trasunto de la vida misma, vista como en un espejo. Catorce historias de cine para pensar.

1. Un amigo extraordinario

1.1 ¿De qué va?

Lloyd Vogel, periodista de la prestigiosa revista Esquire, célebre por su pluma ácida, recibe el encargo de su jefa, la editora de la publicación, de escribir la semblanza de Fred Rogers, el creador y presentador del famosísimo programa educativo para niños Mister Rogers’ Neighborhood (El vecindario del Señor Rogers), que llegaría a emitirse durante tres décadas en la televisión pública estadounidense.

Vogel acepta a regañadientes, porque piensa que es un trabajo inferior a su categoría profesional, y también porque le molesta tener que tratar con alguien a quien imagina con una actitud impostada, blanda y melosa, seguramente carente de esas aristas y facetas ocultas que son las que proporcionan materia para un artículo agudo e incisivo, como los que gusta de escribir.

Con mucha reserva y lleno de prejuicios, empieza las entrevistas, pero, contrariamente a lo que esperaba, no se encuentra con un personaje fatuo y engreído, sino con una persona sencilla, que lo acoge afectuosamente en el ámbito de su intimidad. A pesar de las reticencias de Lloyd, paulatinamente la nobleza y bonhomía de Rogers van traspasando sus defensas y van despertando su curiosidad. La película narra la historia de cómo nació y se fue cimentando la amistad entre el carismático presentador de televisión y ese periodista amargado, enrocado sobre sus rencores y sus frustraciones.

Tratándose de un biopic, parece que lo central en el film debería ser la descripción de Fred Rogers. Pero, en realidad, es algo mucho más profundo. A través de la figura del personaje, el film supone una reflexión sobre cómo orientar la vida para llenarla de sentido. Al principio Lloyd, en actitud profesional, procura tomar una cierta distancia de Rogers y observarlo como un objeto de investigación. Quiere información para poder escribir sobre él y hacer su retrato para la revista. Pero Fred, en lugar de darle respuestas objetivas, establece con él una relación humana cálida y amistosa. Así, un desconcertado Lloyd, al mismo tiempo que va conociendo a su entrevistado, va tomando conciencia de su propia realidad, de su dureza de corazón y del daño que ha hecho a quienes más lo aman. Ese hombre humilde, cercano y conciliador, le ofrece su amistad y le enseña a liberarse de su ira y a saber perdonar.

Fred, como buen amigo, entra en la vida de Lloyd para participar y comprometerse en el ámbito más importante y significativo para él: el amor a su esposa Andrea y a su hijo, y la añoranza de su madre, cuya muerte no ha superado. Y también la ira y el rencor hacia su padre, que le corroe el alma. Pero no lo hace invadiendo su intimidad, sino ofreciendo generosamente la suya. Participa de la vida del otro acogiendo y dándose. Esto va a ser la clave para que Lloyd dé un giro a su vida, aprenda a abrirse, a amar y a perdonar.

1.2 La película

Marielle Heller firma una película tan extraordinaria como el amigo del título. Es tan humana y tan tierna, que el espectador llega a temer que en cualquier momento caiga en una afectación edulcorada. Afortunadamente no es así y el guion, basado en el artículo del periodista Tom Junod -Lloyd Vogen en la ficción-, que mereció ser portada de la revista Esquire en 1998, mantiene su ritmo ágil y equilibrado en todo momento.

El núcleo de Un amigo extraordinario no es, pues, como cabría esperar, una mirada curiosa a la vida cotidiana de alguien famoso, visto entre bambalinas. A través del encuentro entre Llody Vogel, un hombre agriado y consumido por la ira y el rencor, y Fred Rogers, un hombre bueno y generoso, Marielle Heller plantea la pregunta que dio título al artículo de Junod, «Can you say… hero?» (Algo así como ‘¿Podríamos llamarle héroe?’). El interrogante queda en el aire para que cada cual se cuestione si, en nuestra sociedad individualista, hace falta ser un auténtico héroe para adoptar en la vida una actitud fundamental de apertura a los demás. Es decir, si alguien como Fred Rogers, radicalmente dispuesto a cumplir las condiciones del encuentro (generosidad, disponibilidad, empatía, capacidad de escucha, ternura, perdón…) necesitaría ser un héroe arriesgado en medio de un entorno nada propicio a las relaciones desinteresadas.

El Fred Rogers histórico fue realmente un valiente adalid del humanismo, como el personaje de Tom Hanks constituye el paradigma de la capacidad de pervivencia del bien en medio de un magma social en el que predomina el egoísmo. A la vista de su ejemplo, a cada uno de nosotros, hombres del siglo XXI, nos corresponde ahora decidir entre ser héroe… o villano.

El guion, absolutamente cautivador, habla de redención, de perdón, de compasión y de cercanía de Dios. Las palabras llegan al alma gracias a la capacidad de un soberbio Tom Hanks de suscitar empatía y emoción en el espectador. Matthews Rhys sabe estar a la altura del duelo interpretativo. Sin necesidad de palabras, solo con gestos del rostro, consigue reflejar cómo la fortaleza fría y cerrada de su personaje va caldeándose y bajando paulatinamente la guardia bajo la buena influencia del amigo extraordinario que ha tenido la fortuna de encontrar en su camino.

Marielle Heller hace un trabajo magnífico, adaptando el ritmo y los colores a la escena concreta que se está desarrollando, siempre con elegancia, sin exagerar. Consigue un tal equilibrio entre los distintos formatos visuales que utiliza (el tamaño cuadrado de pantalla para lo que es programa televisivo, las miniaturas, las escenas oníricas de Lloyd, etc.), que el resultado es una auténtica maravilla de película. Excelente en los aspectos formales, óptima en los contenidos humanos.

1.3. Disposición

Antes de los créditos conocemos al protagonista, Fred Rogers. Al principio de cada episodio, solía entrar cantando en la casa montada para el programa, colgaba su abrigo en el armario, se ponía una chaqueta de punto con cremallera y cambiaba sus zapatos de vestir por unas deportivas.

También Tom Hanks se viste con la icónica chaqueta roja y cambia los zapatos por unas deportivas, mientras canta A Beautiful Day in the Neighborhood, la canción representativa de su programa. Después nos presenta a su nuevo amigo Lloyd Vogel y le deja a su público la primera reflexión sobre la ira y el perdón.

Es un hermoso día en este vecindario -canta Rogers en su programa-, un hermoso día para tener un vecino. ¿Serías el mío?,¿podrías ser el mío? Es un día de vecinos en este hermoso bosque. Un día de vecindad para la belleza. ¿Serías el mío?, ¿podrías ser el mío? Siempre he querido tener un vecino como tú. Siempre he querido vivir en un vecindario contigo. Así que aprovechemos al máximo este hermoso día. Ya que estamos juntos podríamos decir que… ¿Serías el mío?, ¿Podrías ser el mío?, ¿No serías mi vecino? ¿No lo harías, por favor? [00:01:20-00:01:22]

[…]

Alguien le ha hecho daño a mi amigo Vogel -explica Rogers-. Y no solo en su cara. Le cuesta mucho perdonar a la persona que le hizo daño. ¿Sabes lo que significa perdonar? Es una decisión que tomamos para liberar a una persona de los sentimientos de ira que tenemos hacia ella. Es extraño, pero, a veces, lo más difícil es perdonar a alguien a quien amamos. [00:03:34-00:04:29]

A continuación, empiezan los créditos con una vista de la ciudad en miniatura con stop-motion, hasta que la cámara nos lleva a conocer al periodista Lloyd Vogel y a presenciar la escena en que le causan la herida que nos había mostrado Fred. Y rápidamente nos devuelve al programa de televisión y a la reflexión sobre la ira y el perdón.

¿Alguna vez te has sentido como Lloyd? ¿Tan enojado que quieres lastimar a alguien? ¿O a ti mismo? Yo sí lo he hecho. […] Siempre hay algo que puedes hacer con todo ese enojo que sientes. [00:14:42-00:15:38]>

La estructura del relato es muy ágil. El hilo conductor lo constituyen los encuentros entre Lloyd y Fred interactuando, ya sea en el plató durante las grabaciones ya fuera de los estudios. Están muy logrados los cambios de escenas en stop-motion, con un colorido deslumbrante y una belleza ingenua y delicada.

Siguiendo la dinámica del programa educativo de Fred Rogers, hay enseñanzas plásticas, como la tienda de campaña que el presentador no consigue montar solo, para mostrar que no somos seres aislados, sino que todos necesitamos de todos; diálogos educativos entre Lady Averlin y Daniel Tigre, que invitan a la reflexión; intervenciones de Rogers dirigiéndose a los niños para tratar temas de hondo calado; canciones pegadizas que se han hecho célebres, con letras impregnadas de valores.

Son de destacar las miniaturas que aparecen en el programa, que sitúan al espectador en una distancia de perspectiva para poder observar situaciones y realidades sobre las que merece la pena fijar la atención. Son muy acertadas también las escenas oníricas de Lloyd, reducido al tamaño de una marioneta, reviviendo el personaje del viejo conejo de su infancia, o cuando su madre lo acaricia e intenta que abandone la ira, porque no sirve de nada más que de hacerle daño.

Insertadas a lo largo de las escenas entre los dos amigos, que constituyen la columna central del relato, aparecen también los momentos familiares de Lloyd, relaciones conflictivas con su padre y bastante torpes con Andrea, su paciente esposa.

1.4 Personajes

Lloyd Vogel

Lloyd Vogel, casado y con un hijo de meses, tendría todo para ser feliz si no fuera porque vive totalmente amargado por un rencor que se le ha enquistado en el fondo del corazón. Su padre los abandonó, a su madre, a su hermana y a él, y la madre murió poco después llena de amargura. Lloyd vive dominado por el resentimiento, que lo carcome por dentro y le hace adoptar una postura agria e intransigente con todo el mundo.

Aunque quiere mucho a su esposa...

Índice

• Advertencia
• Breve cv del autor
• Prólogo
• Introducción
• 1. Un amigo extraordinario
• 2. Entre la razón y la locura
• 3. El progreso del peregrino
• 4. El oficial y el espía
• Mujercitas
• 6. Los Miserables
• 7. Remí, una Aventura extraordinaria
• 8. Joker
• 9. Abuelos
• 10. En buenas manos
• 11. Green book
• 12. La Aparición
• 13. El caso de Cristo
• 14. Si Dios quiere
• 15. Referencias
• 16. EPÍLOGO
• NOTAS