Minorías sexuales y sociología de la diferencia
eBook - ePub

Minorías sexuales y sociología de la diferencia

Gays, lesbianas y transexuales ante el debate identitario

,
  1. 440 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Minorías sexuales y sociología de la diferencia

Gays, lesbianas y transexuales ante el debate identitario

,
Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Según algunos, Chueca en Madrid y el Gayxample en Barcelona proyectan la amenaza de una "guetización" de las minorías sexuales bajo la supuesta nefasta influencia de un modelo social norteamericano basado en la fragmentación y contraposición de las comunidades. Frente a la pretendida amenaza de un asentamiento de las minorías sexuales en los márgenes sociales, ciertos sectores han abanderado, al amparo de grandilocuentes preceptos normativos sobre la igualdad, la ciudadanía y la integración social, discursos "respetabilistas" y condescendientes con el modelo hetero-normativo. Expresión política de esta postura asimilacionista ha sido la reivindicación del matrimonio y el derecho a la adopción bajo el paraguas del amorfo término de "Nuevos Modelos Familiares". ¿Es pertinente plantear la cuestión en términos tan simplistas como segregación/asimilación, diferencia/igualdad? Ante la ligereza con que se recurre al término "guetización", este ensayo pretende abrir una discusión sobre el significado político y sociológico del barrio gay, de la identidad colectiva de las minorías sexuales, del comunitarismo y de los mecanismos homófobos de discriminación social que los alimentan. Frente a la falsa unanimidad en torno a los "Nuevos Modelos Familiares", Laurentino Vélez-Pelligrini aspira también a reabrir el debate sobre un "matrimonio" que, además de estar lejos de ser una aspiración hegemónica como proyecto de vida entre gays y lesbianas, bien podría ser concebido como una de las mayores claudicaciones culturales frente a la heterosexualidad obligatoria.Laurentino Vélez-Pelligrini (París 1969), Licenciado en Ciencias Políticas y Doctor en Sociología, estudió en el Instituto de Estudios Políticos y en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales. Trabaja en el Departament d'Educació de la Generalitat de Catalunya. Fue investigador becario del Instituto de Ciencias Sociales Torcuato di Tella y del Centre National pour la Recherche Scientifique, así como profesor asociado en varias universidades. Entre sus publicaciones cabe destacar El estilo populista, orígenes, auge y declive del pujolismo (2003), colaboraciones en diversas revistas de ciencias sociales sobre multiculturalismo y comunitarismo, además de numerosos artículos sobre género, homofobia, sexualidad y seropositividad. No habiendo disociado la producción teórica y ensayística del compromiso en la lucha por los derechos civiles de las minorías sexuales, estuvo firmemente implicado en el movimiento de lucha contra el Sida, siendo activista de Act-Up-Paris en los años 90. En la actualidad trabaja en la preparación de un nuevo libro sobre el pensamiento de Judith Butler y la influencia de la teoría Queer en España.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Minorías sexuales y sociología de la diferencia de en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Social Sciences y Sociology. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Montesinos
Año
2008
ISBN
9788496831766
Categoría
Social Sciences
Categoría
Sociology

PRIMERA PARTE

INDIVIDUALISTAS Y COMUNITARISTAS

LA REPRESENTACIÓN DE LAS MINORÍAS SEXUALES EN EL ESPACIO POLÍTICO Y SOCIAL
REFLEXIÓN PRELIMINAR:
LA OPRESIÓN HISTÓRICA DE LAS MINORÍAS Y LOS PRECEDENTES DEL DEBATE
SOBRE EL COMUNITARISMO
27

CAPÍTULO 1

VISIBILIDAD INDIVIDUAL Y VISIBILIDAD COLECTIVA

LAS DIALÉCTICAS DE LA ELECCIÓN
44
Las relaciones entre lo público y lo privado y entre lo social y lo asocial: las transformaciones históricas de los espacios de legitimidad 45
La libertad individual y el procedimiento de la confesión 52
Los derechos colectivos y el procedimiento de la denuncia 93
La fiscalización comunitaria
108
Cultura y homosexualidad: la construcción de los “Lugares de la Memoria”
128
¿Son comunitaristas los Gays and Lesbian's Studies?
144
–9–
CAPÍTULO 2
EL "YO" Y EL "NOSOTROS"
LA COMUNIDAD COMO RED DE CAÍDA DEL INDIVIDUO
154
¿Un mundo fragmentado? Sobre la crisis y la reconstrucción de las solidaridades 156
Los espacios de autoprotección: El Ambiente como “Mundo Feliz”
172
Los dispositivos simbólicos de la homofobia: ¿Hacia una secesión total?
180
Vinculación y transfuguismo
211
Los dilemas del Gaybusiness: mercado, consumo e identidad 221
¿Comunitarismo o procesos de comunitarización?
233

SEGUNDA PARTE

ASIMILACIONISTAS Y DIFERENCIALISTAS

LAS DIMENSIONES POLÍTICAS, SOCIALES Y JURÍDICAS DE LAS PRIVACIDAD
REFLEXIÓN PRELIMINAR:
¿PROCEDENCIA O IMPROCEDENCIA DEL DEBATE IDENTITARIO?
239

CAPÍTULO 3

NORMATIVISMO Y CONTRANORMATIVISMO

SEXUALIDAD Y RELACIONES CONTRACTUALES EN LA VIDA AFECTIVA 243
Diferencia y subjetividad
246
Referentes institucionales, alternativas contra-institucionales 248
Sexualidad y afectividad
252
¿Integración política o contestación cultural?
262
–10–
CAPÍTULO 4
LA DIALÉCTICA DE LOS SÍMBOLOS
“VIEJOS” Y “NUEVOS MODELOS” FAMILIARES EN EL DEBATE PÚBLICO
271
La familia como construcción sociopolítica
272
La sociología de la familia en la encrucijada de la desideologización 282
Los nuevos espacios de legitimidad de la homosexualidad 288
El matrimonio y las dimensiones nominativas
302
Filiación, parentesco y subjetividad
324
Mixticidad frente a homoparentalidad
347
Progenitores y progenitura: las fuentes de la autoridad 366
¿Una claudicación cultural?
369

ANEXO

DESCONSTRUYENDO IDENTIDADES

EL COLECTIVO TRANSEXUAL EN LA ENCRUCIJADA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
375
La representación moderna del cuerpo
378
El transexual como categoría médica y figura social 385
Del estigma social al discurso político de la parodia 393
Transexuales, gays y lesbianas en la polémica sobre la identidad de género 409
El movimiento intelectual Queer: de las esencias a los constructos 423
–11–
PRÓLOGO
ÓSCAR GUASCH
Este es un libro erudito, riguroso y serio. Y eso lo hace un buen libro.
Pero es que, además, es un libro honesto. Y eso lo hace un libro excelente. La honestidad alimenta cada una de sus frases y atraviesa todas sus páginas. Es un libro que no miente. Lejos del provincianismo ridículo propio de intelectuales acomplejados y con pretensiones, Vélez-Pe -
lligrini nos ofrece una obra oportuna y necesaria. Oportuna, porque la cronificación del V.I.H y el matrimonio gay fomentan cierta sensación de “fin de la historia”. Necesaria, porque la rapidez de los cambios so -
cia les obligan a detenerse y a averiguar hasta dónde hemos llegado y por qué. En poco más de tres décadas se ha pasado de la Ley de Peligrosidad So cial al matrimonio gay, de la muerte por sida a su cronificación, y de la reivindicación política al mercado gay y a la banalización de la homofobia. Este es un libro magistral que analiza con perspectiva el conjunto de esos procesos. Y lo hace con sinceridad y sin trampas, sin falsa hu -
mil dad y sin prepotencia. De ahí la valía de este texto. Esta obra de -
muestra que la madurez intelectual y personal de un autor puede ser sim ple, sencilla, y precisamente por ello tan sólida.
Este es un trabajo que no se esconde en la retórica. Los conceptos y las teorías se explican y se detallan con claridad, pero sin renunciar por ello a la excelencia. La densidad del análisis histórico y social que se pre-
–13–
senta es elevada y, sin embargo, se entiende. Es preciso agradecerle la cla ridad de la escritura. Otro de sus méritos es el modo en que contextualiza el origen y la evolución de nociones y teorías complejas. Este libro da instrumentos para el debate con fundamento y sortea con habilidad los límites de la corrección política. Pese a ser un libro pacífico, en este texto se cuentan hechos y sucesos que demasiada gente prefiere ignorar. Es posible que el tiempo ponga a todo el mundo en su lugar.
Eso es, exactamente, lo que consigue este trabajo. Se trata de un estado de la cuestión gay-lesbiana y transexual que deja claro que el rey sigue des nudo por mucho que algunos se muevan en coche oficial.
Laurentino Vélez-Pelligrini es un investigador plural que conoce y em plea de forma ecléctica (pero integrada) las diversas tradiciones intelectuales que son relevantes para entender la cuestión gay; en especial la francesa y la anglosajona, pero también la que se ha escrito en castellano a uno y otro lado del Atlántico. Por eso su libro es tan importante.
Pocos autores sintetizan y aplican tan bien como él esa pluralidad de puntos de vista para el estudio social de la minoría gay. Y todo ello se hace con modestia, sin divismos, pero con espíritu crítico y rigor analítico. Incluso cuando revisa los errores políticos y las miserias personales del colectivo gay, lo hace sin acritud: con una nobleza que muchos debieran copiar. Quizás hay una pátina de melancolía en el libro. No me parece tristeza, porque me consta que Laurentino Vélez-Pelligrini ha vivido; pero sí detecto nostalgia por los días y por los amigos perdidos. La melancolía no es un demérito. Al contrario, la experiencia y los afectos de dónde surge esta obra le dan calidez humana y le aportan ter-nura. Lean este libro con cariño, me consta que su autor lo ha escrito para nosotros con amor. Gracias por ello, Laurentino.
–14–
PRESENTACIÓN
Las minorías sexuales han aparecido ante la mirada de la sociedad bajo dos imágenes. En primer lugar como la de un grupo proclive al autoencie-rro en espacios acotados y tendentes a la guetización que encontraría su fuente de inspiración en el modelo de organización social norteamericano.
El barrio de Chue ca en Madrid y una parte del distrito del Eixample en Bar celona figuran ya en el imaginario colectivo como localizaciones urbanas “homosexuales” a pe sar de que la presencia de gays, lesbianas y transexuales en términos geourbanos sea en realidad mucho más modesta que la de otros colectivos que en cambio si tienden cada vez más a transformarse en microsociedades identitariamente diferenciadas del conjunto de la vida colectiva. En paralelo se ha impuesto una representación de los gays, las lesbianas y los transexuales como individuos solitarios, egocéntricos y narcisistas, carentes de una vida afectiva estable, emocionalmente cambiantes y guiados por la promiscuidad sexual, el desenfreno y el liberti naje. Prueba de ello es que a pesar de la diversificación de los grupos de riesgo vulnerables ante el VIH y del esfuerzo de los movimientos de lucha contra el Sida durante los años 90 por convertir la pandemia en un problema de sociedad y de salud pública y no en la cuestión de una minoría o de determinados comportamientos y actitudes, la amalgama entre Sida y homosexualidad permanecen todavía fuertemente arraigada en la opinión pública.
–15–
Mito o realidad, esas dos imágenes complementarias de un comunitarismo hermético y de una vida personal reducida al puro disfrute sexual han molestado a ciertas corrientes del colectivo gay y lesbiano ansiosas de una con quista de respetabilidad y por consiguiente, proclives a realizar propuestas “integracionistas” y “asimilacionistas” susceptibles de no incomodar ni al legislador ni a la propia sociedad. La reivindicación del derecho al matrimonio y a la adopción por parte de las parejas constituidas por personas del mismo sexo vino a ser su síntesis.
La reforma del Código Civil en 2005 y la agresiva respuesta de los sectores más reaccionarios de la sociedad española sembró la idea y la imagen de una inquebrantable cohesión en el seno del colectivo gay, lesbiano y transexual, cuando en verdad primaba una gran incógnita: la existencia o no de una nimidad alrededor de una reivindicación que, bajo la bandera de la igualdad, la integración social y la lucha contra la segregación en pretendidos guetos, estaba sellando el acta de una de las mayores claudicaciones culturales frente a los valores de los que era portadora una sociedad heterosexista. Frente a un debate truncado a raíz de unas circunstancias políticas dominadas por los nuevos brotes de homofobia y por la proyección mediática de unos líderes asociativos empeñados en la condescendencia con una sociedad matiza-damente tolerante hacia las minorías sexuales, la pretensión del presente ensayo es relanzar una discusión sobre las diversas posiciones políticas, ideológicas, intelectuales y teóricas (latentes, pero deliberadamente silenciadas) so bre la identidad colectiva de los gays, las lesbianas y los transexuales, los peligros reales o imaginarios de un proceso de guetización, así como sobre la diversidad de la experiencia homosexual en sus aspectos conductuales, actitudinales, emotivos y sexuales.
La redacción de este ensayo ha estado “subjetivamente” muy condicionado por mi propio compromiso con el colectivo gay, lesbiano y transexual y condición de activista durante los años 90 en los movimientos de lucha contra el Sida ideológicamente adscritos a la izquierda radical, como fue el caso de Act-Up-París. La década de los 90 fue para muchos activistas una etapa de ricas experiencias en más de un aspecto, contribuyendo éstas no sólo a consolidar nuestra adhesión a la lucha por los derechos civiles de gays, les-
–16–
bianas y transexuales, sino también a hacernos madurar en el plano intelectual. Si los años 80 se revelaron para mucha gente de mi generación como un tiempo de felicidad, individualismo, hedonismo, farra y diversión, sobre todo en esa Barcelona que veía crecer el Gayxample sobre las cenizas de la calle Escudillers, los 90 se convirtieron en una época de mayor implicación personal, tanto en lo que hace referencia a la actividad política como en lo que concierne a los debates teóricos, académicos e intelectuales importados o no de los Estados Unidos. El fenómeno del Sida, las formas renovadas de ho mofobia, los nuevos estigmas contra los gays y los transexuales infectados por el VIH y contra las propias lesbianas, así como los nubarrones que empezaron a posarse sobre unos derechos civiles muy tardíamente conquistados y muy tempranamente puestos en peligro, despertaron en muchos de nosotros una conciencia que había estado hasta entonces sepultada bajo el peso del espíritu frívolo que define a menudo eso que se ha hecho conocer como el
“Am biente”. Los años 90 y el movimiento de lucha contra el Sida se definieron por su carácter agridulce, puesto que en ellos se entremezclaron un sin-fín de dramas individuales y colectivos (que mutaron el temperamento y la personalidad de muchos de nosotros) y de debates intelectuales y teóricos harto enriquecedores: Las libertades individuales, la identidad o no identidad gay y lesbiana, el transexualismo, el intersexualismo, el comunitarismo, la enfermedad, el dolor, el cuerpo médico y la salud pública, el papel de la industria farmacéutica, las desigualdades sociales y la dignidad de los enfermos constituyeron algunas temáticas de aquel río de ideas que trajo consigo lo que vino a denominarse la Seropositividad política. El grueso de mi periplo como activista se desarrolló en París sobre todo a partir de finales de los años 80. Primero en grupos como Homosexualité et Socialisme, la facción gay y lesbiana del Partido Socialista francés. Ya militante de las Juventudes Socialistas del PSC durante mi primera etapa universitaria en Barcelona, lo lógico parecía ser que acabase en una asociación de características equivalentes. Sin embargo, mi espíritu político gritaba en rebeldía. Al llegar a París traía de Barcelona sobre todo el recuerdo de mi relación con algunos ex-activistas en el FAGC de los 70, que fueron después animadores de Gais per la Salut (hoy Gais Positius). El fallecimiento de bastantes de ellos, en la mayoría de los casos en condiciones particularmente dolorosas y la propia desapa-
–17–
rición de amigos y conocidos con los que había trabado relación en el entrañable Institut Lambda (hoy Casal Lambda) marcarán desde luego mi trayectoria. Creo que eso fue lo que hizo que no acabase de encontrar acomodo en Ho mosexualité y Socialisme, que me terminó pareciendo en el fondo demasiado reformista y condescendiente con los esquemas heterosexistas. Homosexualité et Socialisme representaba lo que maliciosamente se denomina en Fran cia la gauche caviar (aquello mismo que en España se acostumbra a conocer como la izquierda “pija”). El republicanismo grandilocuente que aquellos “respetables” gays y lesbianas de centro-izquierda defendían me pa -
re cía cada vez más alejado de la realidad. Sus grandes declaraciones sobre Egalité et la Citoyenneté (fuente del egocentrismo político y de la autocomplacencia de los franceses) no me acababan de cuadrar, vista la situación objetiva que estaban viviendo los gays, las lesbianas y los transexuales en el país vecino: Francia estuvo escandalosamente en la cola de Europa en materia de lucha contra el Sida, incluso muy por detrás de España y sin duda fue el país que de forma más tardía legisló contra la discriminación de los enfermos del Sida. Al lado de aquellas silenciosas asociaciones “respetabilistas”, iban formándose y consolidándose entonces lo que fue de verdad el núcleo neurálgico del movimiento gay, lesbiano y transexual de los 90: AIDES y Act-Up-París. A las emblemáticas y acaloradas asambleas de Act-Up-París lle-gué de la mano de un amigo, después de que éste pusiese en mis manos un ejemplar de la revista Action, que era el órgano de expresión de aquel movimiento. No tenía la menor idea de que ese anfiteatro de l'Ecole des Beaux-Arts, en la rue Bonaparte (rive gauche de París), se iba a convertir con el tiempo en mi hogar político. Si algo puedo decir, es que nunca vi tanto espíritu de rebelión y de solidaridad acumulado como el que observé y yo mismo viví en aquel lugar. Y esa fue la experiencia que asentó las bases de mi cultura política y de mi propia formación intelectual. He de decir en ese sentido que mi cuerpo teórico alrededor de la cuestión gay, lesbiana y transexual tardó algo más tiempo en tomar forma y coherencia. Al igual que mucha otra gente de mi generación con la que compartí periplo en el movimiento de lucha contra el Sida, estaba imbuido de un militantismo que me cegaba. Al menos así lo veo hoy al releer muchos de los artículos que en aquellos momentos publiqué en Le Journal du Sida, en la Revue H (que dirigía el ex-
–18–
activista del FHAR, Jean Le Bitoux), en Les Cahiers du Combat o en otras revistas de debate cultural. No diría que reniego de aquellos escritos, pero hoy en día veo en ellos las huellas de una juventud movida por la pasión política. En el plano universitario y en cuanto a mi enfoque sociológico de las cuestión de las minorías sexuales, influyeron mucho en mí mis profesores en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, sobre todo Alain Touraine y Michel Wieviorka, en especial sus ideas sobre los Nuevos Movimientos So -
cia les y las formas de contestación cultural. Mi participación en los seminarios de ambos coincidió con un acalorado debate en Francia (yo diría que, por momentos, de un “no debate”) sobre el tema de la diferencia cultural y del comunitarismo. La lección que extraje de aquellos seminarios es que no hay que temer la “diferencia”, puesto que ésta puede ser en algunos casos una fuente de creatividad y de constitución de movimientos sociales en beneficio de profundización en la democracia y la justicia social. AIDES y Act-Up fueron movimientos identitarios que pusieron en entredicho ese siempre crispante temor galo a todo lo que huela a reivindicación cultural. Y es que ningún actor supo como ellos plantear problemas políticos y sociales en base a la cuestión del Sida y situarse en el corazón mismo del universalismo. De aquella experiencia universitaria e implicación política en el movimiento de lucha contra el Sida emanaron mis ideas básicas. La defensa de la formación de un Sujeto, portador de sentido y creador de personalidad, definido por igual por su oposición a una asimilacionismo acrítico que le pone en situación de inferioridad y subordinación frente a los esquemas culturales y simbólicos heteronormativos y a una “identidad basura” elaborada por el Gaybusiness que le convierte en mero consumidor y le amenaza con encerarle en los guetos comerciales de los barrios gays, constituye la idea esencial de mi libro. Mi ins tancia como doctorando en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias So cia les también me permitió acercarme a los estructuralistas y los post-estructuralistas, en especial gracias a los seminarios de Pierre Bourdieu y Jacques Derrida, que de pasó despertaron mi interés por el pensamiento de Foucault. Del post-estructuralismo extraje respuesta a los interrogantes que siempre nos planteamos muchos gays desde nuestra más temprana adolescencia: las razones de nuestra discriminación, de las burlas en la escuela, de la animosidad de los otros varones heterosexuales, de la mirada reprobatoria
–19–
de la sociedad y a veces de nuestro entorno familiar. En suma, sobre los motivos de la obligatoriedad heterosexual. La violencia más dura que hemos sufri-do mu chos gays, lesbianas y transexuales no es la física (que es la derivada), sino la Sim bólica (que es la originaria). Este libro está precisamente guiado por la preo cupación, por la genealogía de las representaciones sociales sobre la heterosexualidad y la homosexualidad, la masculinidad y la feminidad, la norma li -
dad y la anormalidad. La incursión que hice durante los últimos tiempos por las praderas del constructi...

Índice

  1. Start