Multiplícate
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Discípulos Haciendo Discípulos

  1. 336 páginas
  2. Spanish
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  4. Disponible en iOS y Android
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Discípulos Haciendo Discípulos

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Índice
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Información del libro

Jesús le dio un mandamiento a sus seguidores: "Síganme" Y una promesa: "Yo los equiparé para encontrar a otros para que me sigan."

Fuimos hechos para hacer discípulos.

Diseñado para ser usado en relaciones de discipulado y otros escenarios enfocados, Multiplícate te equipará para llevar a cabo el ministerio de Jesús. Cada una de las veinticuatro sesiones en el libro corresponde a un video en línea en www.multiplymovement.com, donde el autor de libros más vendidos del New York Times David Platt se une a Francis al guiarte a través de cada parte de Multiplícate.

Uno más uno más uno. Cada copia de Multiplícate está diseñada para hacer lo que hizo Jesús: Hacer discípulos que hacen discípulos que hacen discípulos... Hasta que el mundo sepa la verdad de Jesucristo.

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Información

Editorial
David C Cook
Año
2012
ISBN
9780781409575
Parte IV: Comprendiendo el Antiguo Testamento
1: Creación
Estableciendo el escenario
La Biblia cuenta una historia. Nosotros tendemos a ver la Biblia como un grupo de pequeñas historias, poesía y relatos morales, pero en realidad, la Biblia cuenta una historia. Y es una historia verdadera. Es una historia que da sentido a nuestra existencia, nuestra vida diaria, y a cualquier otra historia en la tierra.
Al leer la Biblia, preste atención a la historia que se desarrolla. Pero no piense que usted está simplemente mirando al pasado al leerla. Esta es una historia que aún tiene que ser terminada. A pesar de que el Apocalipsis ata los cabos sueltos y nos dice cómo será el final, nosotros aún no estamos allí. La historia continúa, y cada uno de nosotros tenemos un rol que cumplir. Pero no podremos cumplir nuestra parte hasta que nos metamos en la historia de tal manera que le de forma a cada cosa en nuestras vidas.
Finalmente, este es un relato acerca de Dios, el mundo que Él creó, y el increíble plan de redención que se desarrolla cuando Él crea un pueblo para Su propia gloria. Al avanzar por los puntos principales en la historia bíblica en las siguientes semanas, asegúrese de ponerse a usted mismo dentro de ella. ¿Cómo tocan su vida las acciones, eventos, y verdades presentadas? ¿Cómo debería vivir usted ahora a la luz de esta maravillosa historia?
El pasaje que consideraremos en esta sesión (Génesis 1–2) establece el escenario para el resto de la Biblia. En esta sección, vemos al mundo como debería ser. Vemos a Dios manufacturando un mundo como Él deseaba que fuera—sin pecado, sin imperfección, todo glorificando a Dios perfectamente. Comprender esta primera parte de la historia nos ayudará a comprender todo lo que sigue.
1. Lea Génesis 1–2. Mientras lee, busque elementos que le ayuden a orientarse en la historia bíblica. ¿A quién se nos presenta en esta sección? ¿Qué se está enfatizando? ¿Cual es el punto principal? Luego de leer estos dos capítulos, tome algunas notas aquí debajo.
¿Quién es Dios?
La historia comienza con palabras que son familiares: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Con estas palabras se nos introduce al personaje principal. Es interesante que a pesar de que estas son las primeras palabras de toda la Biblia, el autor no se detiene a decirnos quién es Dios teológicamente o filosóficamente. Hay muchas preguntas que podríamos hacer aquí: ¿De dónde vino Dios? ¿Qué estaba haciendo Él antes de crear? ¿Por qué comenzó a crear?
Pero el Génesis procede de manera diferente. El autor nos enseña acerca de Dios diciéndonos simplemente lo que Él hizo: Él creó. Vamos a descubrir mucho más acerca de Dios con el desarrollo de la historia, y en algunos puntos tendremos respuestas teológicas específicas a preguntas que podamos tener. Pero es importante dejar que el relato guíe nuestra comprensión de quién es Dios.
2. Tome un minuto para reflexionar en lo que leyó en Génesis 1–2. ¿Cómo revelan las acciones de Dios en este pasaje, quién es Él?
Este es el Mundo de Dios
Tal vez lo más obvio que vemos en este pasaje es el poder absoluto de Dios y Su incomparable gloria. La historia comienza con Él solo. Hay un gran significado en el hecho de que Dios sea el único personaje en Génesis 1. Él es la única persona o lo único eterno en el universo. Esto significa que ninguna otra cosa puede igualarse o siquiera compararse con Él.
Permítase sentir el peso de esto por un minuto. Hubo un tiempo cuando nuestro universo no existía. Antes de que nuestro mundo comenzara, Dios existía—¡eso es así! Luego Dios comenzó a crear nuestro mundo de la nada, simplemente hablando. Él le dijo a la tierra que se formara, y obedeció. Le dijo a la luz que fuera y así sucedió. Cada cosa de nuestro universo comenzó a existir en obediencia al mandato de Dios.
Intente ver el sentido de la absoluta diferencia entre este Dios todo poderoso quien siempre ha existido y la creación a la que Él convocó por medio de la repetida frase “Sea la ________”. No hay persona, fuerza, o cosa que pueda competir con Dios o reclamar alguna importancia en comparación con Él. Es esta distinción absoluta entre Dios y todo lo demás que lleva a los ángeles del cielo a clamar, “¡Santo, Santo, Santo!”.
3. ¿Cómo debería la eternidad de Dios y Su poder en la creación, afectar la forma en que lo vemos y nos relacionamos con Él?
No podemos leer Génesis 1–2 sin darnos cuenta que este mundo pertenece a Dios. Si fuésemos a comenzar con nuestra propia percepción del mundo, podríamos llegar a sentir que el mundo nos pertenece a nosotros, que somos los reguladores de este planeta. Pero el Génesis nos cuenta una historia diferente. Dios creó a este mundo con amor y poder. Ninguna persona o cosa tuvo lugar en este mundo hasta que Dios lo puso en el lugar apropiado. Solo Dios puede reclamar la propiedad de este mundo porque Él pronunció la palabra para que existiera.
Esto debería llevarnos a una gran humildad acerca de nuestro lugar en este mundo. No somos el centro del universo. Dios creó este mundo y en Su gracia nos colocó en medio de él. Pero toda propiedad y autoridad pertenecen a Dios. Como veremos, Dios delega cierta autoridad sobre nosotros, pero es una autoridad derivada, dada por Dios para ser utilizada de manera específica. Cualquier intento de reclamar poder para nosotros mismos independientemente de Dios es como una vasija desafiando la autoridad del alfarero que la formó. (Esta es una imagen, por cierto, que utilizan las Escrituras para describir la necedad de desafiar a Dios—vea Is. 29:15–16, 45:9–10 y Rom. 9:19–24).
4. ¿Cómo debería afectar el poder de Dios, Su autoridad y propiedad, la forma en que vemos nuestro lugar en este mundo?
A la Imagen de Dios
Luego de crear cada detalle de cada aspecto del universo en el que vivimos, Dios miró todo lo que había hecho y lo declaró bueno. Pero en medio de este episodio de creación, Dios hizo una pausa para conferir con Sí mismo:
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. (Gen. 1:26).
Esto es algo absolutamente único de la humanidad. Por un lado, somos completamente diferentes a Dios porque, así como todo lo demás en la creación, Él nos hizo. Pero por otro lado, Dios nos creó específicamente para que seamos como Él. Esto es imposible de comprender en nuestras mentes, pero Dios nos creó como Él en algún sentido y luego nos puso en medio de este mundo para representarlo a Él.
Hay mucho para debatir acerca de lo que es exactamente “a imagen de Dios”. Todos parecen estar de acuerdo que ser creados a imagen de Dios es más que una semejanza física—después de todo, Él es Espíritu (Juan 4:24). Sugerencias en cuanto a en qué consiste la imagen de Dios en la humanidad son variadas: nuestra habiliadad de razonar, nuestra habilidad de tomar decisiones morales, nuestras personalidades, y nuestra capacidad de relacionamiento son las principales opiniones. Otros sugieren que la imagen de Dios se relaciona con el dominio sobre el resto de la creación que Dios le dio al hombre (esto entrelaza Gen. 1:26–27 con Gen. 1:28).
Tal vez lo mejor sea no anexar la imagen de Dios con ninguna facultad o atributo de la humanidad. En el Nuevo Testamento, se nos dice que Jesucristo es “la imgen del Dios invisible” (Col. 1:15). Se dice que Jesús es el “resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Heb. 1:3). Pareciera que, ser la “imagen de Dios” es acerca de reflejar a Dios de alguna manera. Jesús lo hizo perfectamente, pero a la humanidad también se le dio la responsabilidad de mostrar a Dios al mundo—Su obra, naturaleza y atributos están expuestos en nosotros de una manera que no se exponen en el resto de la creación. (Por supuesto, esta imagen ha sido manchada por el pecado, pero eso viene más adelante en la historia).
En el mundo antiguo, los reyes levantaban una imagen de sí mismos como un anuncio visual de quién estaba a cargo. Le recordaba al pueblo de ese rey y a las naciones de alrededor que esta tierra estaba bajo la jurisdicción y autoridad del rey. El Salmo 8 dice que Dios colocó a los seres humanos en una posición privilegiada en el universo que Él creó—dice que lo “coronó de gloria y honra” y que se nos ha dado dominio sobre las obras de las manos de Dios (v.5). Pareciera que Dios hizo a las personas para mediar con humildad y gracia Sus leyes en la tierra. Los seres humanos permanecen como un recordatorio de que Dios es el Rey de este mundo.
Así que en lugar de identificar la imagen de Dios con un aspecto específico de la condición humana, tal vez deberíamos admitir simplemente que Dios nos hizo para reflejarlo a Él al mundo. Representamos ante el mundo a este Rey justo e ilustramos Su obra, atributos y características.
5. En sus propias palabras, describa por qué es significativo que Dios nos creara “a Su imagen”. ¿Cómo debería afectar esto la manera en que nos vemos a nosotros mismos y a las personas a nuestro alrededor?
El Dios Personal de Génesis 2
Sucede algo interesante cuando pasamos de Génesis 1 hacia Génesis 2. En el capítulo 1, se habla de Dios con el título “Elohim”, que significa “Dios”. Es como cuando nos referimos a una persona basados en su título: “Doctor, Profesor, Presidente, Rey” etc. Pero cuando llegamos al capítulo 2, el nombre de Dios cambia. Ahora se refiere a Él como “Yavé Elohim”, que combina el título de “Dios” con un nombre personal: Yavé.
Esto es significativo porque Dios tiende a utilizar Su nombre personal, Yavé, cuando se relaciona con Su pueblo de manera personal. Dios utiliza el nombre Yavé cuando entra en un pacto con Su pueblo. Cuando Dios hace un pacto, Él especifica cómo será Su relación con Su pueblo, les hace promesas, y a cambio les pide que sean obedientes. El nombre personal Yavé es apropiado para esta clase de interacción.
Génesis 2 es un relato mucho más íntimo de los orígenes del mundo que Génesis 1. Mientras que Génesis 1 da una visión amplia de cómo se hizo el mundo, Génesis 2 toma ese relato por sentado y cuenta la historia de una manera más específica. Cuenta la historia de la humanidad—creada a la misma imagen de Dios—y el privilegio y responsabilidad que Dios les dio.
Vemos a Dios haciendo algo único con la humanidad. Dios primero formó a Adán del polvo de la tierra, luego sopló aliento de vida en su nariz. Esta es una forma de creación más íntima de lo que vimos en el capítulo 1, donde Dios simplemente habló para que el mundo existiera. Note usted también que Dios habla directamente con el hombre en el capítulo 2. Él le habla a Adán acerca del jardín—en particular, Él le dijo a Adán qué podía comer y qué no. Allí mismo vemos que la humanidad fue hecha para comunicarse con Dios. Aún en su estado perfecto (antes de que el pecado entrara al mundo), Adán estaba bajo la dependencia de Dios de manera de vivir en el mundo que Dios hizo.
Y luego note que Dios no quiere que el hombre esté solo. Esta es la primera vez que Dios dice que algo “no es bueno”. Él creó una “ayuda idónea para Adán”. Es fácil imaginarse a Dios disfrutando Su relación con Adán y observarlo gozando de la perfecta compañía que Dios creó para él. Mientras que es importante ver las implicaciones para el matrimonio inherentes en este pasaje, también debemos ver que Dios no quiere que el hombre viva aislado. Dios solucionó la soledad de Adán creando una esposa para él, pero tenga en mente que Eva no era solo una esposa—ella era otro ser humano. En otras palabras, Dios diseñó a los seres humanos para vivir en relación con otros seres humanos. Esto tendrá mayores implicaciones cuando comencemos a discutir el concepto de iglesia en el Nuevo Testamento.
6. ¿Qué podemos aprender acerca de los seres humanos y su relación con Dios y con otros al leer Génesis 2?
La Vida en el Huerto
Génesis 1–2 también nos da una asombrosa visión de cómo pretendía Dios que fuera el mundo originalmente. Luego de crear la tierra y todo lo que hay en ella, Dios se tomó el tiempo de plantar el jardín (2:8). Dios colocó person...

Índice

  1. Prólogo
  2. Cómo utilizar este material
  3. Parte I: Viviendo como un Hacedor de Discípulos
  4. Parte II: Viviendo como Iglesia
  5. Parte III: ¿Cómo estudiar la Biblia?
  6. Parte IV: Comprendiendo el Antiguo Testamento
  7. Parte V: Comprendiendo el Nuevo Testamento
  8. Conclusión: ¿A dónde vamos de aquí?
  9. Suplementos