Homo Sampler. Tiempo y consumo en la Era Afterpop

Tiempo y consumo en la Era Afterpop

Eloy Fernández Porta

• Editorial: Editorial Anagrama
• Año: 2008
• ISBN:
  9788433932297
• Categoría: Ciencias sociales
• Categoría: Sociología

¿Por qué las mujeres con clase tienen novios grunge? ¿Cómo crear un tiempo propio en la época del Tiempo? tecnológicamente producido? Y sobre todo: ¿cómo ha llegado a un poblado melanesio ese hombre que grita: «¡Mí Homer Simpson! ¡Mí huir de televisión pública!»? La era de la implosión mediática demanda un nuevo modelo de ensayo que combine el fundamento de la investigación universitaria con el dinamismo de una revista de tendencias. Es así como Homo Sampler aborda un tema central: el tiempo en la sociedad de consumo. A lo largo de tres apasionados discursos creativos se exploran la huella de lo atávico en el pop, la importancia creciente del desecho en los paisajes eléctricos y las respuestas subjetivas a la «cronología objetiva» impuesta por el mercado. Tiempo regresivo, temporalidad en bucle y aceleración cronológica: el texto central de este tratado articula esos tres pasos por medio de un esquema minuciosamente estructurado: una verdadera «reconstrucción del día» en veinticuatro sustanciosas viñetas. Un libro que se lee como un ameno álbum razonado de la cultura contemporánea y que tiene el orden y el calado de una iluminadora teoría.

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UrPop O IKEA SUMERGIDA

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I. TRES PARÁBOLAS UrPop

El cazador de tendencias
se internó en la jungla
y fue capturado
por las jebis.
Una vez en la aldea
lo sacrificaron al dios
Rosendo
y sirvió de alimento a la tribu.
Sus dientes se usaron para hacer abalorios
su piel, para parches y chapas
y el cráneo, tan blanco, lo arrojaron al cielo
donde quedó girando y girando para siempre.
Y así,
cuando hay luna llena
luce la calavera entre un séquito de estrellas
y en las noches de eclipse
las jebis señalan a lo alto
y susurran a sus hijos:
«¡Mira!
La moda
ha perdido la cabeza.»

CORTE

HALLADO EN ATAPUERCA EL RESTO FÓSIL MÁS ANTIGUO DE UN BLOGUERO

REUTERS/RORSCHACH. Un hueso encontrado en Atapuerca el 27 de junio y presentado hoy al público por los codirectores del yacimiento confirma la presencia más antigua de blogueros de Europa, con una antigüedad superior a 1.200.000 años. Con este hallazgo se supera en 400.000 años a los que hasta ahora eran los restos más antiguos de Europa, correspondientes a la especie Homo Amstrad, también localizada en Atapuerca. V. Gordon Childish, codirector del proyecto, ha precisado que el descubrimiento se produjo en la zona conocida como la cueva de la Sima del Elefante (Burgos), muy próxima a la Gran Dolina, donde en 1994 se localizaron varios restos de un asentamiento Amstrad.

Los estudios sobre el terreno de Gordon Childish, patrocinados por la Universidad de Miskatonic, han permitido reconstruir las costumbres del Homo Blogger –ya que no al homo en cuanto tal, que estaba hecho un puzzle, y además la realidad no es como las películas esas de la Fox, donde una salpicadura de ADN basta para devolver a la vida a una civilización entera. A diferencia de otros miembros más activos de su comunidad, que se enfrentaban a pecho descubierto con un bisonte o pedían fuego a homínidos del sexo opuesto o invertían en Bonos del Tesoro, el bloguero sólo abandonaba su cueva para visitar el asentamiento Mac o para recolectar cheetos sabor cuatro quesos. Aunque en esa fase del Neolítico Inferior ya había pasado de moda el rollo cuadrúpedo y hacía furor el fashion bípedo, el bloguero había adoptado una postura encorvada y alfeñique. De ahí que los restos óseos sembraran el desconcierto entre los estudiosos. «Nos parecía imposible», aclara Childish, «que un homínido de constitución tan semejante al mono pudiera ser coetáneo del Homo Surfer y del defensa central de rugby. Hasta ahora lo suponíamos antecesor de éstos o –según otras hipótesis– síntoma de una lamentable regresión.»

CORTE

Las herramientas predilectas del bloguero eran un pedrusco de sílex rematado en punta de plastidecor y un bote de pegamento imedio que extraía de las raíces del Árbol Sagrado. Con la piedra trabajaba la pared de su cueva, que decoraba con laboriosas incisiones llamadas postum. Las más de las veces los postum ocupaban unas pocas líneas, pero en sus días inspirados el bloguero era capaz de dedicar una jornada entera a una sola inscripción, que llegaba a ocupar todo un muro –para consternación de sus cavemates, que le hacían conjuros chungos y le daban una somanta de leches que le dejaban el bul como un tomate. En esas ocasiones el bloguero se resarcía llevando a cabo su segunda actividad preferida: recoger hojas, floreciglias y otros vegetales y pegarlos a la pared, con la voluntad de decorar o ilustrar otros textos. Los historiadores de la Estética han llamado a esta práctica pseudoartística «Era Preescolar Anal», y la consideran expresiva de una mentalidad mítica, refranesca y más bien cheesy, consecuencia de una dieta baja en sodio y rica en cheetos. Al parecer esta práctica estaba relacionada con otros experimentos fallidos como el teletexto rupestre, que permitía consultar la programación matinal de un canal televisivo que no existía y aún tardaría unos cuantos milenios en ponerse en funcionamiento, pues la propuesta de concesión se había traspapelado en el Juzgado de Primera Instancia de María de Molina y dependía del retorno a la Alcaldía de Madrid del CDS reformado. Por fortuna, estos aspavientos solipsistas cayeron en desuso con la llegada de los grafiteros, que arrebataron las paredes a los blogueros para llenarlas de inscripciones mucho más virtuosas y coloristas, acompañadas por mordaces proclamas subversivas como «Cuando hayamos pescado el último pez nos daremos cuenta de que el dinero no se puede comer» o «El capitalismo me come el nardo», una de las cuales –sita en la esquina entre la calle Teruel y Gutiérrez Solana– propició el derrumbe del sistema de mercado tal como lo conocemos.

Un aspecto muy llamativo de la mentalidad bloguera era su escatología, en el doble sentido de «uso religioso y espiritual de los restos» y «lo que ustedes están pensando». La rutina del homínido, que a nuestros ojos sólo puede parecer absurda, se sostenía por una creencia supersticiosa en las propiedades mágicas del imedio. En efecto, el bloguero estaba persuadido de que una misteriosa fuerza, alojada en el fondo del pegamento, le ponía en contacto con todas las otras cuevas de todos los blogueros restantes. A esto lo llamaba «cohesión virtual». Los intérpretes nos dicen que este nebuloso concepto constituye el tema central de la mayoría de los postum conservados. En efecto, mucho antes del descubrimiento del contrato social por parte de Rousseau los homínidos se vieron obligados a inventar referentes, figuras y motivos que cohesionaran la tribu –o, en sus propias palabras, «que hicieran de pegamento para lo que está disperso». Comoquiera que aún no se habían inventado los papiros de cotilleo, ni los árbitros con astigmatismo ni los posados robados de Mayra Gómez Kemp –factores, todos ellos, que crean opiniones y acuerdos unánimes, garantizando así el orden de la comunidad–, el mito de la cola virtual gozó de cierto predicamento, durante dos o tres temporadas, entre algunos de estos desdichados.

Ciertos arqueólogos sostienen que el culto al pegamento llevó a algunos a creer que sus inscripciones podían ser leídas, descodificadas y comentadas por otros blogueros, en cuevas vecinas o aun muy distantes, configurando así una suerte de paisaje universal donde los hombres de las cavernas compartían una única causa. Esta hipótesis ha sido cuestionada –objeciones, apostillas, furibundias– por los estudiosos de la rama psicológica. «¡Eran primitivos, no primaveras!», han exclamado. Los psicólogos constituyen, en efecto, el sector más comprensivo de los estudiosos. Aun admitiendo que la Era Bloguera es un eslabón perdido en la Evolución, aducen que la percepción espacial y temporal son cualidades innatas, y no sujetas al capricho de los siglos. Los blogueros, sostienen, eran bien conscientes de su destino: ocupados en una empresa tontalaba y falaz, arrojados al frío de la gruta, en la noche de los tiempos, sólo a la espera de que un arqueólogo necesitado de cubrir tramos académicos se ocupara de ellos. Tal es el caso de Gordon Childish. «¿Y qué hizo usted cuando, después de tantos años de labor científica, logró resolver por fin el enigma que había ocupado toda su carrera?» «Me compré la Hustler y me hice un garrote en el excusado de la gasolinera. Luego volví al trabajo.»

Como suele ocurrir con las noticias estas, el mira-qué-mehe-encontrado del Homo Blogger nos ofrece confirmación científica de una cosa que ya sospechábamos y que nos es indiferente, a la vez que nos da la oportunidad perfecta para agitar el mentón con parsimonia y sujetarnos la barbilla –cual si fuera a desprenderse del rostro–, en actitud pensativa y como diciendo «AhhhmYaLoDecíaMoi», todo ello mientras seguimos volteando hoja tras hoja en pos de la página necrológica o del chistecín de Mingote. Esta escena ilustra el fenómeno que los cibercríticos de la holocultura denominan «implosión mediática», y que puede definirse como la tendencia a leer los renglones del diario con la disposición de ánimo de quien escruta el cielo paleolítico buscando emblemas, o nubes dispuestas en alegoría, o indicios del inicio de las segundas rebajas –junto con una clara, terrible certidumbre: los Dioses de la Lluvia hablan por boca de Paco Montesdeoca.

EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ALEJANDRÍA ADQUIERE A BOB DYLAN. Y con el cambio también se compra una reputada actriz de comedia

REUTERS/RORSCHACH. La relevancia histórica, el valor decorativo y los pliegues apergaminados de la piel, junto con «ese airecillo así como de bibelot ambulante que se gasta» son los cuatro motivos principales que esgrimió el comisario Poirot, responsable de adquisiciones del Alexandria Museum, al anunciar ayer su más reciente adquisición. «Eso, y que nos sobraban unos fondos de cuando compramos los guerreros aquellos de terracota, que se deshacen que es un contento. Hubo que devolver un par, y con las vueltas decidimos hacernos con un Dylan de ésos.» «¡Dylan sólo hay uno!», se oyó regurgitar, en la sala de prensa, a Daniel Tambourine, presidente del Club de Fans del inimitable cantador caracartón. «Sí, eso suele suceder con los iconos de la tercera dinastía de Ramsés IV, que siempre son copia única. Ep..., ¿o era la cuarta dinastía de Ramsés III? No, yo creo que era la..., jopelines, ésta siempre me falla», apuntó Poirot, «ya me pasó una vez cuando fui a Saber y ganar, que si Ramsés, que si Ramsés, dije el que no era, y paf, dos mil eurillos al garete.» «¡Dylan merece el Premio Nobel!», aulló Tambourine. «Ha convertido el rock en literatura, la literatura en rocanró y el auan-ba-buluba en beibeh chu ar main!» «¡LA CEJA!», insistió Poirot. «Es la ceja del andoba que presenta lo de Saber y ganar, que se te queda mirando ahí fijo-fijo cuando te pregunta y... ¡te quedas en blanco! ¡Ya te puedes saber por sopas lo de la dinastía o lo que fuere, que cuando tienes esa ceja encima... Te sientes..., no sé..., como llamando a la puerta del cielo.»

La llegada de Dylan al fondo museístico de piedros y reliquias más pintoresco del orbe coincide con el fichaje de una nueva jefa de la Brigada de Mantenimiento: la célebre Maribel Manson. Más conocida por su vertiente de actriz cómica, Manson obtuvo en 1962 el papel protagonista en la afamada serie Chiste de la señora de la limpieza que arroja una carísima obra conceptual al cubo de la basura®, que viene representándose desde entonces en todos los bares modernos de todas las culturas conocidas –con la excepción de Corea del Norte, donde el arte abstracto es una herejía y su castigo es la muerte. En su primer happening Manson mandó al garete un lienzo de la época atómica-mística de Salvador Dalí, confundiéndolo con «una memez impresentable, propia de un pintor que, si bien tuvo algún talento como artista académico, lo dilapidó con penosas incursiones en el kitsch». En su segunda acción fluxus-dadaísta, en 1975, una serie de esbozos de Antonio López para una vista general de la Gran Vía de Madrid terminó en la máquina trituradora de papel, puesto que Manson creyó que se trataba de «un residuo excrementicio del realismo más vetusto y garbancero, pergeñado por un elemento cuya idea de “una obra audaz” es una escultura de Sofía de Grecia y de aquel señor con el que sale y que suele aparecer en los sellos». La proverbial desinformación de Manson, que nunca se lee los libros de Taschen ni los bandos municipales del Ministerio de Cultura, la llevó, en 1984, a pegarle fuego a toda la serie de Pablo Picasso Minotauromaquias con torerillo enseñando la chorra y coñete cantarín, que le habían parecido «un cruce entre la españolada hecha desde Francia, el garrapato cubista para turistas japoneses y las “Fotos de los lectores” de la revista Clima». ¡Lo que hace la incultura, amigos! ¡Si es que el pueblo llano no sabe distinguir el Gran Arte Moderno de las porquerías! Esta coincidencia entre las incorporaciones de Dylan y Manson motivó un animado turno de preguntas por parte de diversos colaboradores de la prensa canallesca, que quisieron saber si por ventura pudiera haber algún plan oculto, o nexo causal necesario, entre ambos. El inspector Poirot respondió con elocuencia: «Es esa ceja..., esa ceja..., no puedo olvidarla..., me da en la nariz que una lluvia muy, muy dura –ah, una lluvia dura– va a caer sobre nosotros.»

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II. DESCUBRE TU LADO UR

EL TEST DE PERSONALIDAD QUE TE LLEVA A LA SELVA Y DE VUELTA CON BONOBÚS

El prefijo alemán «Ur-» designa la cualidad muy antigua, arcaica o incluso primordial de un sustantivo. En un sentido más extenso, asumido por el psicoanálisis, se refiere a un «original inaccesible». De un modo u otro a todos nos seduce lo ur-, que nos retrotrae, siquiera por un momento, a lo fundamental de las cosas. El presente test te permitirá comprobar qué hay en ti de todo ello, en qué medida y con qué sorprendentes consecuencias. Práctico e instructivo, este cuestionario es un cruce entre el libro póstumo de E. H. Gombrich y los tests CosmoGirl del tipo Despierta-al-tigre-que-hay-en-tu-chico, siendo un pelín más liviano que el primero y algo más extenso que el segundo. Quiera Dios que el resultado participe del rigor metodológico gombrichiano y de la utilidad material del Cosmo, y no a la inversa.

1) The Fíjate-Qué-Cosas News. ¿Quién dijo que la prensa sólo trae mentiras? Decide cuál de estas tres noticias chorras te parece más edificante:

a) El Gobierno australiano prohíbe el comercio de pornografía y de alcohol entre la población indígena del Territorio del Norte. Esta medida se ha decidido tras constatar el auge de los casos de abuso y maltrato sexual, con los menores de edad como víctimas propiciatorias. El primer ministro John Nichols ha señalado que la nueva normativa es parte de un plan de choque para restaurar las condiciones originales de una cultura que, al parecer, «no estaba preparada para afrontar cambios de esta índole».

b) Asentado ya como destino turístico preferente, el yacimiento neolítico de Stonehenge se convierte en un parque temático. Para prevenir su progresiva degradación, causada por miles y miles de visitantes al año, las autoridades locales, en colaboración con un prócer estadounidense, han construido un símil-maqueta a escala real del monumento. Los megalitos están conectados por toboganes de agua y los enigmáticos Agujeros de Aubrey han sido llenados con piedras de chocolate que ocultan estupendos premios (siga buscando).

c) En una reserva natural situada en el sur de Suecia un grupo de arqueólogos del Museo Histórico Lund halla una estatuilla de bronce que se parece mucho a Mickey Mouse. El icono data del año 900 d. de NE y, en palabras del director del museo, fue obra de «un artista francés» cuyo modelo no era una rata sino la figura imaginaria de un león. El dato fue difundido por Discovery Channel, el medio informativo científico, paracientífico y ocurrente de la big corporación Disney.

2) Un papeo guapo. Empieza a ser hora de llenar el buche. ¿En qué restaurante nos metemos?

a) Sé de un figón italiano caserísimo donde sale a recibirte la mamma en bata y rulos. A veces se hace un poco difícil escoger las viandas porque sus nombres están escritos en una pizarra de colegio, y los platos no están muy limpios que digamos –por no hablar del delantal del camarero. Pero mientras el inspector de sanidad no se entrometa, seguirá siendo el comedero más honesto del barrio.

b) Sé de un sitio muy sano que han abierto hace poco: Orígens 99,9%. Se llama así porque la comida proviene de la zona del Baix Camp, ¿sabes?, con cocas de recapte y pasta con butifarra, cosas así, todo muy payés y muy chic. Es la franquicia auténtica más cool del centro comercial, y te la sirven en unos mantelitos de papel donde está dibujado el mapa del Baix ese con sus provincias y los colorines.

c) Sé de un local de la cadena Wimpy’s. Sí, la franquicia cerró por quiebra hace unos años, pero al parecer algunos trabajadores a los que debían meses de sueldo se unieron para mantener el local en pie. La empresa se aburrió de litigar con ellos y prefirió dejarles el local, que de todos modos ya estaba desahuciado. Tienen un par de planchas y una vieja freidora, con las que hacen hamburguesas caseras; eso sí: siguen usando la indumentaria de la cadena, sus logos y un papel de envolver muy poppy con el que te sirven el rancho artesanal.

3) Pos yo también fui joven (cof, cof). Decide cuál de estas escenas de juventud te parece más atinada:

a) «Yo sólo escuchaba a medias las palabras de Henry, y tampoco examinaba con gran atención el dos plazas, pese a que por mi actitud parecía que lo hiciese. En realidad estaba ocupado en examinarme a mí mismo. En examinar aquellos sentimientos, aquellas emociones, que de repente parecían crecer y desarrollarse con una fuerza más propia de las palmeras y de las plantas en las macetas que de mi persona» (William Golding, La pirámide).

b) «Siguió hablando y hablando, contándole cómo se hace la carrera en el cine y cómo quería hacer la suya. Todo era absurdo. Recitaba consejos malamente entendidos de los periódicos profesionales, entremezclados con recomendaciones de las revistas de cine, cotejándolos con las leyendas que rodeaban a las estrellas y a los ejecutivos de la pantalla. Sin transición alguna, lo posible se convertía en probable y terminaba por ser inevitable» (Nathanael West, El día de la langosta).

c) La tira cómica de Miguel Brieva «La juventud sabe divertirse» muestra a dos ancianos con boina jugando a las cartas y manteniendo el siguiente diálogo:

«–Buceando entre las aguas atmosféricas del post-drum’n base noise y el característico mechanic-beat del Sonido Glasgow, la propuesta techno-trance de Dj. Mossad es sin duda una de las más refrescantes del panorama musical actual...

»–Hum... Si te soy sincero, Basilio, no tengo ni puñetera idea de lo que me estás hablando... Pero tal vez debieras de controlar más esa medicación contra el reuma que andas tomando... Y además tú ya sabes que a mí todo lo que no sea punk neoindustrial o el cinquillo, me la suda...»

4) El destino de Kaspar Hauser. El hombre de la naturaleza, pariente cercano del arcángel y del simio, surgió de la selva una buena mañana y llegó a la urbe. Aquí aprendió tres o cuatro reglas y, con el tiempo, llegó a ser una perfecta atracción de feria cuasicivilizada. Un día, desapareció como había llegado. ¿Qué fue de él?

a) Huyó para no tener que seguir tratando con meapilas como los que hacen esta clase de preguntas.

b) Se unió a John Zerzan en la causa política anarco-primitivista, que propugna el despelote con paideia social y la anarquía + cerveza fría.

c) Hizo como el hombre-mono que protagoniza la película de Michael Gondry Human Nature. Primero escenificó su «retorno al bosque» ante las cámaras de televisión, con parlamento moralista incluido. Luego, una vez retirados los periodistas, esperó a que llegara el coche de la ex mujer de su descubridor y se largó con ella a un motel llamado The Jungle.

5) México lindo. Veamos cuál de estas visiones extranjeras del país de Zapata te parece más convincente:

a) «México es el lugar más odiado por Cristo del mundo en el que estar bajo cualquier forma de dolor» (Malcolm Lowry).

b) «–Busco prejuicios, estereotipos y tópicos todo el tiempo. Todo lo que los fotógrafos deben supuestamente reprimir.

»–¿Cómo imaginab...

Índice

• Cubierta
• INTRO: GASTRONOMÍA AFTERPOP
• UrPop O IKEA SUMERGIDA
• RealTime O EL TIEMPO™ SAMPLEADO
• TrashDeLuxe O LA ESCORIA ESTELAR
• OUTRO: LAS CERTEZAS Y LAS CHUCHES
• BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA
• Créditos