Meditación para estudiantes

Cómo mejorar tu concentración

Natasha Kaufman, Julio Hermoso

• Editorial: Siruela
• Año: 2020
• ISBN:
  9788418436130
• Edición: 1
• Categoría: Desarrollo personal
• Categoría: Superación personal

Gracias a su experiencia como profesora, tutora y orientadora de debates, Natasha Kaufman conoce de forma directa las presiones y las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes en su formación académica. En este interesante libro, muestra cómo la meditación puede ayudar a lidiar con el estrés y con los numerosos obstáculos que afrontarán los estudiantes.

CAPÍTULO 1

RESPIRA

La capacidad de utilizar algo que sucede de manera natural como medio para atravesar y sobrellevar los momentos de estrés y de ansiedad tiene un valor incalculable. Aprender a utilizar la respiración para volver a anclarte al momento presente cuando más lo necesitas te puede ayudar a conseguir una cierta perspectiva y una sensación de calma. Qué fácil y qué básico suena. Basta con que te concentres en tu propia respiración, y tal vez tus preocupaciones comiencen a desvanecerse. Sorprendentemente, al principio puede resultar difícil realizar este simple acto, pero, una vez se domina, es una herramienta que se conserva de por vida.

LA SUPERACIÓN DE LOS OBSTÁCULOS PERSONALES

Para aprender a meditar o ser conscientes de cada momento conforme este se revela, hemos de comenzar por atender a la respiración. Este es el fundamento de la meditación en todas sus formas. Nuestro respirar tiene un efecto de asentamiento que posee una capacidad transformadora capaz de darnos quietud y calma aun en las situaciones más angustiosas.

Cuando te sientas en una silla con el objetivo de centrarte en la respiración, es posible que de repente te preocupes por la tensión de los hombros, la dureza de la silla que tienes debajo, un picor en la nariz o el calor que hace en la habitación. Puede que la cabeza se te haya ido a lo incómodo que te sientes. Quizá estas sensaciones se hayan impuesto a tu capacidad para seguir concentrado en la respiración. De igual modo, podrías empezar a pensar que menudo negado eres para la meditación, que esto no es para ti, que no tiene ningún sentido y que no va a cambiar nada. Tal vez tengas la cabeza llena a reventar de pensamientos aleatorios. Es como si tú mismo, sin darte cuenta, te estuvieras impidiendo avanzar en el ejercicio que tratas de hacer, y, una vez que se pone en marcha esta espiral de pensamientos, resulta extremadamente difícil tirar de las riendas y detenerla.

No obstante, el objetivo de la conciencia plena no es alcanzar un estado especial. Si eres capaz de percatarte de que estás pensando acerca del hecho de pensar, entonces estarás siendo consciente. De igual manera, la intención tampoco es sentirse mejor, necesariamente, sino ser capaz de aprender a sentarse con unas emociones, sentimientos y sensaciones que no son deseables.

Siempre habrá sufrimiento en la vida. Lo que te distingue de los demás y te ayuda a sobrevivir es tu manera de lidiar con ello. Si estás tratando de evitar las emociones desagradables o de huir de ellas, lo que harás será reprimirlas sin más, y acabarán saliendo en otro momento, de otra manera. Lo que aprendemos al meditar es a ser capaces de soportar, aceptar y reconocer el dolor y a enfrentarnos a él. Aprender a aceptar y reconocer las emociones y pensamientos inoportunos con una actitud de bondad y carente de juicios es una técnica muy valiosa que podremos aplicar en las situaciones y experiencias desfavorables de la vida.

Cuando vayas a sentarte con unas sensaciones incómodas, a modo de ayuda, podrías tratar de percibir tus pensamientos y aceptar lo que estás sintiendo sin la necesidad de intentar cambiarlo. Reconoce que cada momento trae una experiencia nueva.

Podrías valerte de visualizaciones que te ayuden a concentrarte en la respiración. Por ejemplo, imagínate que los pulmones son como un globo que se hincha al inhalar y que se deshincha al exhalar. Otra posibilidad es que te imagines dos vasos de agua que se van pasando el líquido el uno al otro, continuamente. Cuando inhalas, el agua de un vaso pasa al otro, y al revés cuando exhalas.

SER O NO SER

Cuando tenemos la cabeza hecha un barullo y estamos sometidos al constante bombardeo del pensamiento, detenernos y concentrarnos mirando hacia el interior en vez de hacia el exterior nos puede dar en ocasiones algo de claridad.

El ser humano es la especie más avanzada, y nuestra capacidad para pensar y resolver problemas nos distingue del resto. En tu condición de estudiante, estás constantemente razonando, teorizando, analizando, evaluando, filosofando, criticando, leyendo y escribiendo. El aprendizaje se halla en el centro de todo cuanto haces, aunque no siempre en el sentido académico. Podrías encontrarte con una nueva pareja, descubriendo lo bueno y lo malo de la comunicación y de las relaciones íntimas, aprendiendo a conducir o explorando algún campo nuevo en la vida. La sed de conocimiento y tu mentalidad analítica activa hacen que la vida sea emocionante.

Es como si, cuanto más avanzados nos viésemos, mayor fuese el bombardeo de elecciones y de tentaciones. Nuestra magnífica mente se encuentra en el estado de un continuo divagar, cavilar, un estado de preocupación y de fantasía. Este continuo divagar de la mente es lo que los neurocientíficos denominan «modo por defecto»: es lo que hacemos de manera habitual y sin pensar. Si tienes un especial ajetreo en el pensamiento, no te juzgues ni te analices en exceso a causa de esto, porque no es más que lo que hacemos los seres humanos: nos dedicamos a pensar, y después seguimos pensando un poco más, por si acaso.

Además, nuestra sociedad alimenta esta actividad mental constante. La educación se basa en preguntas, respuestas y resolución de problemas. Incluso fuera del aula, la búsqueda no cesa nunca: «¿Qué carrera vas a estudiar?», «¿Qué quieres ser de mayor?» o «¿Vas a elegir una carrera que te guste o una que te garantice que tendrás trabajo y un buen sueldo?». Si no era lo suficientemente malo que ya tuvieras tus propios pensamientos dando botes de un lado a otro, van tus compañeros, tus padres y cualquier otro bicho viviente y te bombardean con preguntas. Nunca dispones de una verdadera oportunida...

Índice

• Portada
• Portadilla
• Créditos
• Índice
• INTRODUCCIÓN
• RESPIRA
• ALIMENTO PARA LA REFLEXIÓN
• DESCONECTAR
• SINTONIZAR
• CONÓCETE A TI MISMO
• COMPASIÓN
• SIN ESTRÉS
• BIBLIOGRAFÍA
• AGRADECIMIENTOS