IV. Los remedios
Hemos tratado el cuadro de las causas y modos por los cuales ha llegado Cuba al grado de opresión y de ruina que hoy padece. Y acabamos de señalar la necesidad de que todos los cubanos honrados reaccionen, virilmente, contra un mal que se ha ido agravando progresivamente y que amenaza con destruir por completo la nacionalidad.
Es necesario, sin embargo, que esa reacción sea históricamente adecuada. Adecuada a las causas que la provocan y a las posibilidades de rectificación con que el país cuenta, dadas sus condiciones sociales, económicas e internacionales.
A las causas que hemos indicado anteriormente y de las cuales hemos subrayado mucho la principal: EL DESPLAZAMIENTO ECONÓMICO DEL CUBANO, corresponden otros tantos remedios que enseguida indicaremos. Pero antes, es preciso advertir que la forma y alcance de esos remedios están necesariamente condicionados por las realidades de Cuba, por lo que se puede hacer AQUÍ y AHORA.
El programa del ABC es, por consiguiente, un programa realista. En rigor, constituye lo que el mismo nombre provisional de nuestra organización sugiere: EL ABC DEL PROBLEMA CUBANO Y DE SU SOLUCIÓN. Esta simplicidad ha sido nuestro mayor empeño muchas veces, los pueblos no ven sus males claramente, porque no se les muestran en su verdadera raíz. El programa del ABC responde a una interpretación radical y directa de los hechos cubanos. No se trata de lucirse, desplegando una serie de medidas más o menos acreditadas por la ciencia o por la moda política, pero desentendidas de las posibilidades cubanas, que son en algunos aspectos sumamente primarias, ya que el nuestro es un país joven, donde todo está por hacer. No se trata tampoco de elaborar una solución a veinte años vista, sino para el futuro inmediato. No se trata de movilizar entusiasmos ingenuos, en favor de una solución que, por su extremismo, fuese en la actualidad ilusoria para Cuba. No se trata, en fin, de un programa que vaya detrás de ninguna etiqueta convencional.
El ABC entiende que los problemas de Cuba deben resolverse en Cuba, desde la realidad cubana, dentro de las posibilidades cubanas inmediatas. Labora para el porvenir pero no para un porvenir como pueda presentarse dentro de diez, o de veinte años, sino como se ve que puede ser desde ahora. En política, mirar demasiado lejos es tan peligroso como mirar solo a los pies. No sabemos adonde pueda la involución de las ideas y de las relaciones económicas y sociales llevar el mundo. Cualquiera que sea su rumbo. Cuba tendrá que acompasarse a lo inevitable. Pero lo inevitable AHORA es que somos una república americana joven, sin economía propia, situada, gústenos o no, dentro de la órbita económica y política de los Estados Unidos.
Esta situación condiciona y limita nuestras posibilidades mucho menos de lo que se supone; pero, ciertamente, hasta el grado de no sernos posible experimentar con la constitución básica de nuestra nacionalidad. Mientras los Estados Unidos se mantengan dentro del sistema social y económico que hoy les rige, Cuba no podrá salirse de ese sistema; cuando los Estados Unidos lo abandonen; Cuba no tendrá más remedio que abandonarlo. Pero el problema no se va a resolver aquí. Podemos y debemos aspirar a que, en Cuba, se vaya formando, previo el establecimiento de las condiciones necesarias para su formación, una conciencia pública informada de las orientaciones del mundo moderno y atenta a las oportunidades del futuro. Pero no podemos, ni debemos, confiarnos a esa aspiración, desatendiendo lo que ahora es posible y urgente hacer.
Con todo, se verá enseguida que el programa del ABC dista mucho de ser un programa LIBERAL, cuanto menos Conservador. Dominado todo él por un principio de determinismo económico —que las condiciones sociales y políticas de un pueblo son, en gran parte, el resultado de sus condiciones de subsistencia— el programa del ABC es, en muchas de sus recomendaciones, un programa sumamente avanzado. Pero no pretende ir más allá de las posibilidades reales de Cuba. No se hace ilusiones fáciles, ni busca concitar unas clases contra otras, en un pueblo donde todas las clases son, por igual, menesterosas y donde lo urgente es crear una fuerte cohesión nacional. No habla, en fin, de socializar totalmente una economía que está por conquistar.
Nuestro Programa está destinado, no a los sectarios fanáticos, ni a los enamorados de las formas espectaculares, si no a todos los cubanos que hayan meditado un poco sobre la realidad cubana y que, sobre todo, tengan un firme y vivo anhelo de salvar a Cuba. Se dirige, en fin, a los cubanos que están dispuestos a desarrollar una acción inmediata, eficaz y responsable.
(a) Medidas económicas
Para contrarrestar las causas económicas de la situación actual de Cuba, el ABC entiende que es necesario el rescate de la riqueza para la población cubana. A ese fin adoptará las siguientes medidas:
A. Fomento y protección de la pequeña propiedad rural, mediante una política de colonización interior.
B. Implantación de medidas que propendan a la desaparición gradual de los latifundios, tales como el impuesto progresivo sobre la tierra; la urbanización y municipalización de los bateyes de los ingenios; la conversión de los ferrocarriles de uso privado a fines de uso público; la prohibición de la inmigración de braceros —sustituyéndola en su oportunidad por la de familias debidamente seleccionadas—, y la reglamentación de los sub-puertos.
C. Limitación en cuanto a la adquisición del dominio de la tierra por compañías, y adopción de medidas que tiendan a la nacionalización de la misma.
D. Formación del catastro nacional.
E. Creación del «homstead», o patrimonio familiar mínimo, inejecutable y exento de responsabilidad por deudas, que asegure al campesino contra toda depredación.
F. Adopción de medidas que propicien la formación de cooperativas de producción, tales como la creación de un Banco Agrario, que refaccione dichas cooperativas.
G. Rescate de la propiedad minera concedida y no explotada.
H. Nacionalización de los Servicios Públicos que tiendan al monopolio.
I. Adopción de medidas contra los Trusts.
J. Promulgación de una legislación monetaria, que se ajuste a las necesidades económicas del país.
K. Promulgación de una legislación bancaria, adecuada para la protección del depositante y del crédito.
L. Fomento de la Banca Nacional, e instituciones nacionales de ahorro. Creación de un organismo de omisión. Constitución de reservas metálicas idóneas. Adopción de medidas en pro de una mayor elasticidad del crédito, haciéndolo accesible a los pequeños productores y estimulando la producción y consumo de productos agrícolas y las operaciones comerciales.
LL. Estimulación de la cooperación en la producción, el consumo y el crédito.
M. Reducción de los impuestos que graven las operaciones comerciales y organización racional de impuesto progresivo sobre la renta.
N. Protección a la pequeña industria y al comercio pequeño.
Ñ. Adopción de una legislación social avanzada, de protección al obrero; seguro contra la inhabilitación, vejez, muerte y desempleo; protección a las corporaciones y sindicatos; jornada de ocho horas; descanso periódico; regulación del trabajo de mujeres, niños y adultos; reglamentación de la contratación industrial; derecho de huelga; conciliación y arbitraje.
O. Promulgación de legislación que asegure la intervención preferente del cubano en las actividades comerciales e industriales.
(b) Medidas políticas
Para contrarrestar las causas políticas, que han engendrado la tiranía, se propone limitar las facultades presidenciales; establecer el sistema de responsabilidad de los gobernantes y fomentar, popularizar y nacionalizar la cultura. A ese fin cree necesarias las medidas siguientes:
A. La implantación de un sistema de gobierno que eluda los inconvenientes y deficiencias acusados por el presidencial y recoja las innovaciones y experiencias provechosas de otros sistemas.
B. Prohibición absoluta de delegación de funciones por el Congreso.
C. Sustitución del Senado por una Cámara Corporativa.
D. Limitación de la inmunidad de los congresistas a las opiniones y labores legislativas.
E. Supresión del voto al analfabeto.
F. Restablecimiento del voto femenino.
G. Reducción de los períodos de duración de los cargos públicos, con objeto de ...