Memorial dado a los profesores de pintura
eBook - ePub

Memorial dado a los profesores de pintura

  1. 20 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Memorial dado a los profesores de pintura

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Memorial dado a los profesores de pintura. Pedro Calderón de la BarcaFragmento de la obraEn la villa de Madrid, a 8 de julio de 1677 años, la parte de los profesores del arte de la pintura de esta corte, para más probanza de lo articulado en su "Interrogatorio", presentaron por testigo a don Pedro Calderón de la Barca, estando en esta corte, caballero del Orden de Santiago, capellán de honor de su majestad y de la Real Capilla de los Señores Reyes Nuevos de la Santa Iglesia de Toledo, y a la segunda pregunta dijo: que por la natural inclinación que siempre tuvo a la pintura, solicitó saber lo que de ella habían sentido los antiguos escritores, que la admiraron de más cerca; y como para entrar en el conocimiento de cualquiera supuesto es la primera puerta su definición, halló que la más significativa era ser la pintura un casi remedo de las obras de Dios y emulación de la naturaleza, pues no crió el poder cosa que ella no imite, ni engendró la Providencia cosa que no retrate; y dejando para adelante el humano milagro de que en un lisa tabla representen sus primores, con los claros y oscuros de sus sombras y luces, lo cóncavo y lo llano, lo cercano y lo distante, lo áspero y lo leve, lo fértil y lo inculto, lo fluctuoso y lo sereno, hizo segundo reparo en que trascendiendo sus relieves de lo visible a no visible, no contenta con sacar parecida la exterior superficie de todo el universo, elevó sus diseños a la interior pasión del ánimo; pues en la posición de las facciones del hombre (racional mundo pequeño) llegó su destreza aun a copiarle el alma, significando en la variedad de sus semblantes ya lo severo, ya lo apacible, ya lo risueño, ya lo lastimado, ya lo iracundo, ya lo compasivo; de suerte que, retratado en el rostro, el corazón nos demuestra en sus afectos, aun más parecido el corazón que el rostro.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Memorial dado a los profesores de pintura de Pedro Calderón de la Barca en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Colecciones literarias. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Linkgua
Año
2010
ISBN
9788499534718
Memorial dado a los profesores de pintura
En la villa de Madrid, a 8 de julio de 1677 años, la parte de los profesores del arte de la pintura de esta corte, para más probanza de lo articulado en su «Interrogatorio», presentaron por testigo a don Pedro Calderón de la Barca, estando en esta corte, caballero del Orden de Santiago, capellán de honor de su majestad y de la Real Capilla de los Señores Reyes Nuevos de la Santa Iglesia de Toledo, y a la segunda pregunta dijo: que por la natural inclinación que siempre tuvo a la pintura, solicitó saber lo que de ella habían sentido los antiguos escritores, que la admiraron de más cerca; y como para entrar en el conocimiento de cualquiera supuesto es la primera puerta su definición, halló que la más significativa era ser la pintura un casi remedo de las obras de Dios y emulación de la naturaleza, pues no crió el poder cosa que ella no imite, ni engendró la Providencia cosa que no retrate; y dejando para adelante el humano milagro de que en un lisa tabla representen sus primores, con los claros y oscuros de sus sombras y luces, lo cóncavo y lo llano, lo cercano y lo distante, lo áspero y lo leve, lo fértil y lo inculto, lo fluctuoso y lo sereno, hizo segundo reparo en que trascendiendo sus relieves de lo visible a no visible, no contenta con sacar parecida la exterior superficie de todo el universo, elevó sus diseños a la interior pasión del ánimo; pues en la posición de las facciones del hombre (racional mundo pequeño) llegó su destreza aun a copiarle el alma, significando en la variedad de sus semblantes ya lo severo, ya lo apacible, ya lo risueño, ya lo lastimado, ya lo iracundo, ya lo compasivo; de suerte que, retratado en el rostro, el corazón nos demuestra en sus afectos, aun más parecido el corazón que el rostro. Conque una vez cumplida y muchas admirada su definición, pasó la curiosidad de este testigo a investigar su origen, y halló en el asentado principio de recibidas autoridades, que, bien como la Eterna Sabiduría, para ostentarse Criadora, sacó de una nada la fábrica de todo, así quiso que la que todo había de imitarlo se produjese de otra nada. Salían de bañarse en el mar unos muchachos, y hallándose desnudos en su orilla, notaron cuán parecidos los semejaba el Sol en el arena; y traviesamente jugando, empezó uno a seguir con el dedo los perfiles de la sombra de otro. Viendo cuán ...

Índice

  1. Créditos
  2. Brevísima presentación
  3. Memorial dado a los profesores de pintura
  4. Libros a la carta