Guía espiritual
eBook - ePub

Guía espiritual

  1. 132 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Guía espiritual

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

La Guía espiritual fue denunciada por el cardenal D'Estrées, embajador en Roma del rey de Francia Luis XIV y ex amigo de Miguel de Molinos.Tras la denuncia, a Molinos lo encarcelaron junto con algunos de sus discípulos el 18 de julio de 1685. Lo procesaron «por inmoralidad y heterodoxia» y condenado en 1687 a reclusión perpetua, siempre vestido con un hábito penitencial. Tenía que recitar el Credo y un tercio del Rosario, y confesarse cuatro veces al año.Molinos abjuró de su doctrina en la iglesia de Santa María sopra Minerva el 13 de septiembre de 1687.La Guía espiritual se tradujo al latín, el francés, el holandés, el italiano, el alemán y el inglés. En quince años hubo veinte ediciones en diversas lenguas.En esta guía, Miguel de Molinos formula los principios fundamentales del quietismo. Pregona la pasividad en la vida espiritual y mística, como la mayor de las virtudes de la vida contemplativa.Tuvo repercusión sobre todo en Italia, donde cardenales como- Casanata, - Carpegna, - Azzolini- y el mismo D'Estrées entablaron amistad con Molinos, - y otros como Coloredi, - Cíceri- y Petrucci, obispo de Jesi, asumieron sus ideas;- incluso el propio papa Inocencio XI pensó en nombrarlo cardenal.En Francia difundieron el quietismo el padre François Lacombe, madame Jeanne Guyon y Fénelon, que apoyó las doctrinas de éste sobre el amor divino.

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a Guía espiritual de Miguel de Molinos en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Teología y religión y Religión. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Editorial
Linkgua
Año
2012
ISBN
9788499537207
Categoría
Religión
Libro III
Capítulo I. La diferencia que hay del hombre exterior al interior
1. Hay dos maneras de espirituales personas, unas interiores y exteriores otras. Estas buscan a Dios por afuera, por el discurso, imaginación y consideración. Procuran con gran conato para alcanzar las virtudes muchas abstinencias, maceración de cuerpo y mortificación de los sentidos. Se entregan a la rigurosa penitencia, se visten de cilicios, castigan la carne con disciplinas, procuran el silencio y llevan la presencia de Dios, formándole presente en su idea o imaginación, ya como pastor, ya como médico, ya como amoroso padre y señor. Se deleitan de hablar continuamente de Dios, haciendo muy de ordinario fervorosos actos de amor. Todo lo cual es arte y meditación.
2. Por este camino desean ser grandes, y a fuer de voluntarias y exteriores mortificaciones van en busca de los sensibles afectos y fervorosos sentimientos, pareciéndoles que solo cuando los tienen reside Dios en ellos.
3. Este es camino exterior y de principiantes, y aunque es bueno no se llegará por él a la perfección, ni aun se dará un paso, como lo manifiesta la experiencia en muchos que después de cincuenta años de este exterior ejercicio se hallan vacíos de Dios y llenos de sí mismos, y solo tienen de espirituales el nombre.
4. Hay otros espirituales verdaderos que han pasado por los principios del interior camino, que es el que conduce a la perfección y unión con Dios, al que los llamó el Señor por su infinita misericordia de aquel exterior camino en que se ejercitaron primero. Estos, recogidos en lo interior de sus almas, con verdadera entrega en las divinas manos, con olvido y total desnudez, aun de sí mismos, van siempre con levantado espíritu en la presencia del Señor, por fe pura, sin imagen, forma ni figura, pero con gran seguridad fundada en la interior tranquilidad y sosiego, en cuyo infuso recogimiento tira el espíritu con tanta fuerza, que hace recoger allá dentro el alma, el corazón, el cuerpo y todas las corporales fuerzas.
5. Estas almas, como han pasado ya por la interior mortificación y Dios las ha purgado con el fuego de la tribulación, con infinitos y horribles tormentos, recetados todos de su mano y a su modo, son señoras de sí mismas porque en todo se han vencido y negado, y así viven con gran sosiego y paz interior y aunque en muchas ocasiones sienten repugnancia y tentaciones, salen presto vencedoras, porque como ya son almas probadas y dotadas de la divina fortaleza, no pueden durar los movimientos de las pasiones y si bien pueden perseverar por largo tiempo las vehementes tentaciones y penosas sugestiones del enemigo, quedan todas vencidas con infinita ganancia, porque ya es Dios el que dentro de ellas pelea.
6. Han alcanzado ya estas almas una gran luz y conocimiento verdadero de Cristo Señor nuestro, así de la divinidad como de la humanidad. Ejercitan este infuso conocimiento con silencio quieto, en el interior retiro y parte superior de sus almas, con un espíritu libre de imágenes y exteriores representaciones, y con un amor puro y desnudo de todas las criaturas. Se levantan, aun de las acciones exteriores, al amor de la humanidad y divinidad. Tanto cuanto conocen aman, y tanto cuanto gozan se olvidan, y en todo experimentan que aman a su Dios con todo su corazón y espíritu.
7. Estas felices y elevadas almas no se alegran de nada del mundo, sino del desprecio y de verse solas, y que todos las dejen y olviden. Viven tan desapegadas que aunque reciben continuamente muchas gracias sobrenaturales, no se mudan ni se inclinan a ellas más que si no las recibieran, conservando siempre en lo íntimo del corazón una grande bajeza y desprecio de sí mismas, humilladas siempre en el abismo de su indignidad y vileza.
Del mismo modo se están quietas, serenas y con igualdad de ánimo en las glorias y favores extraordinarios, como en los más rigurosos y acerbos tormentos. No hay nueva que las alegre ni suceso que las entristezca. Las tribulaciones no las perturban, ni la interior, continua y divina comunicación las desvanece, quedando siempre llenas del santo y filial temor en una maravillosa paz, confianza y serenidad.
Capítulo II. Prosigue lo mismo
9. En el exterior camino procuran hacer continuos actos de todas las virtudes, una después de la otra, para llegar a conseguirlas. Pretenden purgar las imperfecciones con industrias proporcionadas a su destrucción. Los apegos procuran desarraigarlos de uno en uno con diferencia y opuesto ejercicio; pero nada llegan a conseguir por mucho que se cansan, porque nosotros nada podemos hacer que no sea imperfección y miseria.
10. Pero en el interior Camino y recogimiento amoroso en la divina presencia, como es el Señor el que obra, se establece la virtud, se desarraigan los apegos, se destruyen las imperfecciones y se arrancan las pasiones, y el alma se halla libre y desapegada, cuando se ofrecen las ocasiones, sin haber jamás pensado el bien que Dios por su infinita misericordia la tenía preparado.
11. Has de saber que estas almas, aunque tan perfectas, como tienen luz verdadera de Dios, con esa luz misma conocen profundamente sus miserias, flaquezas e imperfecciones, y lo mucho que les falta para llegar a la perfección a que caminan; se descontentan y aborrecen a sí mismas, y se ejercitan en amoroso temor de Dios y propio desprecio, pero con una verdadera esperanza en Dios y desconfianza de sí mismas.
12. Tanto cuanto se humillan con el verdadero desprecio y propio conocimiento, tanto más agradan a Dios y llegan a estar con singular respeto y veneración en su presencia.
13. Todas las buenas obras que hacen y lo que continuamente padecen, así en lo interior como en lo exterior, no lo estiman en nada delante aquella divina presencia.
14. Su continuo ejercicio es entrarse dentro de sí en Dios con quietud y silencio; porque allí está su centro, su morada y sus delicias. Más estiman este interior retiro que hablar de Dios. Retíranse en aquel interno secreto y centro del alma para conocer a Dios y recibir su divina influencia con temor y amorosa reverencia. Si salen fuera, es solo al conocimiento y desprecio de sí mismas.
15. Pero sabrás que son pocas las almas que llegan a este dichoso estado, porque son pocas las que quieren abrazar el desprecio y dejarse labrar y purificar; por cuya causa, aunque son muchas las que entran en este interior camino, es rara la que pasa adelante y no se queda en los principios. Dijo el Señor a una alma: Este interior camino es de pocos, y aun de raros; es tan alta gracia, que no la merece ninguno; es de pocos, porque no es otra cosa este camino que una muerte de los sentidos, y son pocos los que as quieren morir y ser aniquilados, en cuya disposición se funda este tan soberano don.
16. Con esto te desengañarás y acabarás de conocer la diferencia grande que hay del camino exterior al interior, y cuán diferente es la presencia de Dios que nace de la meditación de la presencia de Dios infusa y sobrenatural, nacida del interior e infuso recogimiento y de la pasiva contemplación y finalmente sabrás la diferencia grande que hay del hombre exterior al interior.
Capítulo III. El medio para alcanzar la interior paz no es el gusto sensible ni el espiritual consuelo, sino la negación del amor propio
17. Dice San Bernardo que servir a Dios no es otra cosa que hacer bien y padecer mal. El que quiere caminar a la perfección por dulzura y consuelo vive engañado. No has de querer de Dios otro consuelo que acabar la vida por su amor en estado de verdadera obediencia y sujeción.
18. No fue el camino de Cristo Señor nuestro el de la dulzura y suavidad, ni fue ése al que nos convidó con sus palabras y ejemplo cuando dijo: El que quisiere venir después de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame (Matth. 24,26). Al alma que quiere unirse con Cristo le conviene conformarse con él, siguiéndole por el padecer.
19. Apenas comenzarás a gustar la dulzura del divino amor en la oración, cuando el enemigo con su cautelosa astucia te pondrá deseos de desierto y soledad, para que puedas sin embarazo de nadie tender las velas a la continua y gustosa oración.
20. Abre los ojos y advierte que este consejo y deseo no se conforma con el verdadero consejo de Cristo Señor nuestro, el cual no nos convidó a seguir la dulzura y consuelo de la propia voluntad, sino a la propia negación, diciendo: Abneget semetipsum. Como si dijera: el que quisiere seguirme y venir a la perfección, venda totalmente su propio arbitrio y, dejando todas las cosas, se exponga en todo al yugo de la obediencia y sujeción por la propia negación, la cual es la más verdadera cruz.
21. Muchas almas se hallarán dedicadas a Dios que reciben de la divina mano grandes sentimientos, visiones y mentales elevaciones, y con todo eso no las habrá el Señor comunicado la gracia de hacer milagros, penetrar los escondidos secretos y de anunciar los futuros sucesos, como a otras almas que pasaron constantes por la tribulación, tentación y verdadera cruz, en estado de perfecta humildad, obediencia y sujeción.
22. ¡Oh, qué gran dicha es ser súbdita y sujeta! ¡Qué gran riqueza el ser pobre! ¡Qué grande honra el ser despreciada! ¡Qué alteza el estar abatida! ¡Qué consuelo el estar afligida! ¡Qué sublime ciencia el estar reputada por necia! y finalmente ¡qué felicidad de felicidades el ser con Cristo crucificada! Esta es aquella dicha de que el Apóstol se gloriaba: Nos autem gloriari oportet in cruce Domini nostri Jesu Christi (Ad Galat. 6, 14). Gloríense los otros en sus riquezas, dignidades, delicias y honras, que para nosotros no hay más honra que ser con Cristo negados, despreciados y crucificados.
23. Pero —¡ay dolor!— que apenas se hallará un alma que desprecie los espirituales gustos y quiera ser negada por Cristo, abrazando su cruz con amor: Multi sunt vocati, paua vero electi (Matth. 22), dice el Espíritu Santo. Son muchos los llamados a la perfección, pero pocos los que llegan, porque son pocos los que abrazan la cruz con paciencia, constancia, paz y resignación.
24. Negarse a sí mismo en todas las cosas, estar sujeto al parecer ajeno, mortificar continuamente todas las pasiones interiores, aniquilarse en todo y por todo a sí mismo, seguir siempre lo ...

Índice

  1. Créditos
  2. Brevísima presentación
  3. Prefacio
  4. Aprobaciones
  5. Introducción
  6. PROEMIO
  7. Libro I
  8. Libro II
  9. Libro III
  10. Libros a la carta