- 272 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
Historia del almirante
Información del libro
Hernando Colón dedicó los últimos años de su vida a elaborar la biografía de su padre y la historia de sus viajes. La Historia del almirante don Cristóbal Colónno se publicó en vida de Hernando Colón. El manuscrito pasó a María de Toledo, su cuñada, la esposa de Diego Colón.Más tarde Luis Colón (hijo de Diego) lo entregó al genovés Baliano de Fornari. Este lo llevó a Venecia, donde fue impreso en 1571, con el título de Historie del S. D. Fernando Colombo; nelle s'ha particolare et vere relatione della vita e de fatti dell'Almiraglio D. Christoforo Colombo suo padre.El retraso en su publicación se debió, probablemente, a las fuertes críticas que vertió hacia los españoles que participaron en las expediciones de conquista tras el viaje de su padre.LaHistoria del almirante don Cristóbal Colóncontiene un relato detallado de las expediciones de Colón y deldescubrimiento de América. Sin embargo, su principal interés radica en la información geográfica y antropológica que proporciona sobre las tierras americanas, extraída de los propios escritos del almirante.Es polémica la autenticidad de esta biografía de Cristóbal Colón. Unos historiadores defienden la autoría de Hernando y consideran sus inexactitudes históricas resultado de los despistes o fallos del traductor. Otros opinan, incluso, que no fue escrita por Hernando Colón.
Preguntas frecuentes
Información
Índice
- Créditos
- Brevísima presentación
- Siendo yo hijo del Almirante
- Capítulo I. De la patria, origen y nombre del Almirante Cristóbal Colón
- Capítulo II. Quiénes fueron el padre y la madre del Almirante, y sus cualidades, y la falsa relación que un cierto Justiniano hace de su ejercicio antes que adquiriese el título de Almirante
- Capítulo III. De la disposición de cuerpo del Almirante y de las ciencias que aprendió
- Capítulo IV. De los ejercicios en que se ocupó el Almirante antes de venir a España
- Capítulo V. De la venida del Almirante a España y de lo que le sucedió en Portugal, que fue la causa del descubrimiento que hizo de las Indias
- Capítulo VI. La principal causa que movió al Almirante a creer que podía descubrir las Indias
- Capítulo VII. La segunda causa que movió al Almirante a descubrir las Indias
- Capítulo VIII. Carta de Paulo, físico florentino, al Almirante, acerca del descubrimiento de las Indias
- Capítulo IX. La tercera causa y conjetura que en algún modo incitó al Almirante a descubrir las Indias
- Capítulo X. Se demuestra ser falso que los españoles tuviesen antiguamente el dominio de las Indias, como Gonzalo Fernández de Oviedo se esfuerza en probar en sus Historias
- Capítulo XI. Cómo el Almirante se indispuso con el rey de Portugal con motivo del descubrimiento que le ofreció de las Indias
- Capítulo XII. Salida del Almirante de Portugal y pláticas que tuvo con los reyes católicos don Fernando y doña Isabel
- Capítulo XIII. Cómo el Almirante, no quedando de acuerdo con el rey de Castilla, decidió marcharse a ofrecer a otro su empresa
- Capítulo XIV. Cómo el Almirante volvió al campo de Santa Fe y se presentó a los reyes católicos, pero no llegó a convenio alguno con ellos
- Capítulo XV. Cómo los reyes católicos mandaron volver al Almirante, y le concedieron cuanto pedía
- Capítulo XVI. Cómo el Almirante armó tres carabelas para llevar a cabo la empresa de su descubrimiento
- Capítulo XVII. Cómo el Almirante llegó a las Canarias y allí se proveyó completamente de todo lo que necesitaba
- Capítulo XVIII. Cómo el Almirante salió de la isla de la Gran Canaria para seguir, o dar principio a su descubrimiento, y lo que le sucedió en el océano
- Capítulo XIX. Cómo todos estaban muy atentos a los indicios que había en el mar, con deseo de llegar a tierra
- Capítulo XX. Cómo la gente murmuraba con deseo de volverse, y viendo otras señales y demostraciones de tierra, caminó hacia ella con alegría
- Capítulo XXI. Cómo no solo vieron los indicios y las señales anteriores, sino otros mejores, que les dieron algún ánimo
- Capítulo XXII. Cómo el Almirante encontró la primera tierra, que fue una isla en el archipiélago llamado de los Lucayos
- Capítulo XXIII. Cómo el Almirante salió a tierra y tomó posesión de aquélla en nombre de los reyes católicos
- Capítulo XXIV. De la índole y costumbre de aquella gente, y de lo que el Almirante vio en la isla
- Capítulo XXV. Cómo el Almirante salió de aquella isla y fue a ver otras
- Capítulo XXVI. Cómo el Almirante pasó a otras islas que desde allí se veían
- Capítulo XXVII. Cómo el Almirante descubrió la isla de Cuba, y lo que allí encontró
- Capítulo XXVIII. Cómo volvieron los dos cristianos, y lo que contaron haber visto
- Capítulo XXIX. Cómo el Almirante dejó de seguir la costa occidental de Cuba y se volvió por Oriente hacia La Española
- Capítulo XXX. Cómo el Almirante volvió a seguir su camino hacia Oriente para ir a la Española, y separóse de su compañía uno de los navíos
- Capítulo XXXI. Cómo el Almirante se dirigió a la Española, y lo que en ella vio
- Capítulo XXXII. Cómo fue a las naves el rey principal de aquella isla, y la majestad con que iba
- Capítulo XXXIII. Cómo el Almirante perdió su nave en unos bajos, por negligencia de los marineros, y el auxilio que le dio el rey de aquella isla
- Capítulo XXXIV. Cómo el Almirante decidió fundar un pueblo en el paraje donde habitaba el mencionado rey, y le llamó Villa de la Navidad
- Capítulo XXXV. Cómo el Almirante salió para Castilla, y halló la otra carabela con Pinzón
- Capítulo XXXVI. Cómo en el golfo de Samaná, de la isla Española, se originó la primera contienda entre los indios y los cristianos
- Capítulo XXXVII. Cómo el Almirante salió para Castilla, y por una gran tempestad se separó de su compañía la carabela Pinta
- Capítulo XXXVIII. Cómo el Almirante llegó a las islas de los Azores, y los de la isla de Santa María le tomaron la barca con la gente
- Capítulo XXXIX. Cómo el Almirante corrió otra tormenta, y al fin recuperó su gente con la barca
- Capítulo XL. Cómo el Almirante salió de las islas de los Azores y llegó con temporal a Lisboa
- Capítulo XLI. Cómo los de Lisboa iban a ver al Almirante, como a una maravilla, y luego fue a visitar al rey de Portugal
- Capítulo XLII. Cómo el Almirante fue a la provincia de Cibao, donde encontró las minas de oro y labró el fuerte de Santo Tomás
- Capítulo XLIII. Cómo se acordó que el Almirante volviese con gran armada a poblar la isla Española, y se logró del papa la aprobación de la conquista
- Capítulo XLIV. Privilegios concedidos por los reyes católicos al Almirante
- Capítulo XLV. Cómo el Almirante salió de Barcelona para Sevilla, y de Sevilla para la Española
- Capítulo XLVI. Cómo el Almirante salió de la Gomera, y atravesando el océano halló las islas de los Caribes
- Capítulo XLVII. Cómo el Almirante descubrió la isla de Guadalupe, y lo que en ella vio
- Capítulo XLVIII. Cómo el Almirante salió de la isla de Guadalupe, y de algunas islas que halló en su camino
- Capítulo XLIX. Cómo el Almirante llegó a la Española, donde supo la muerte de los cristianos
- Capítulo L. Cómo el Almirante fue a la Villa de la Navidad, y la halló quemada y despoblada, y cómo se avistó con el rey Guacanagarí
- Capítulo LI. Cómo el Almirante salió de la Navidad, y fue a poblar una villa que denominó la Isabela
- Capítulo LII. Cómo el Almirante fue a la provincia de Cibao, donde encontró las minas de oro y labró el fuerte de Santo Tomás
- Capítulo LIII. Cómo el Almirante volvió a la Isabela y halló que aquella tierra era muy fértil
- Capítulo LIV. Cómo el Almirante dejó bien dispuestas las cosas de la isla y salió a descubrir la de Cuba, creyendo que era tierra firme
- Capítulo LV. Cómo el Almirante descubrió la isla de Jamaica
- Capítulo LVI. Cómo el Almirante volvió desde Jamaica a seguir la costa de Cuba, creyendo todavía que ésta era tierra firme
- Capítulo LVII. Cómo el Almirante hubo grande fatiga y trabajo al navegar entre tan innumerables islas
- Capítulo LVIII. Cómo el Almirante navegó hacia la isla Española
- Capítulo LIX. De la grande hambre y los trabajos que padeció el Almirante con los suyos, y cómo volvió a Jamaica
- Capítulo LX. Cómo el Almirante descubrió la parte meridional de la isla Española, hasta que volvió por Oriente a la villa de la Navidad
- Capítulo LXI. Cómo el Almirante sometió la isla Española y lo que dispuso para sacar de ella utilidad
- Capítulo LXII. De algunas cosas que se vieron en la isla Española, y de las costumbres, ceremonias y religión de los indios
- Capítulo LXIII. Cómo el Almirante fue a España para dar cuenta a los reyes católicos del estado en que dejaba la isla Española
- Capítulo LXIV. Cómo el Almirante salió de la isla de Guadalupe para ir a Castilla
- Capítulo LXV. Cómo el Almirante llegó a la Corte, y la expedición que le encomendaron los reyes católicos para su vuelta a las Indias
- Capítulo LXVI. Cómo el Almirante salió de Castilla y fue a descubrir la tierra firme de Paria
- Capítulo LXVII. Cómo el Almirante salió de las islas de Cabo Verde a buscar la Tierra Firme; del gran calor que sufrió, y la claridad que daba el Norte
- Capítulo LXVIII. Cómo el Almirante descubrió la isla de la Trinidad y vio la Tierra Firme
- Capítulo LXIX. Cómo el Almirante fue al cabo del Arenal, y los de una canoa fueron para hablar con él
- Capítulo LXX. Del peligro que corrieron los navíos al pasar por la Boca de la Sierpe; y cómo se descubrió Paria, que fue el primer hallazgo de Tierra Firme
- Capítulo LXXI. Cómo en Paria se hallaron muestras de oro y perlas, y gente de buen trato
- Capítulo LXXII. Cómo el Almirante salió para la Boca del Dragón y el peligro que corrió
- Capítulo LXXIII. Cómo el Almirante fue desde Tierra Firme a la isla Española
- Capítulo LXXIV. De la rebelión y alborotos que el Almirante halló en la Española promovidos por la maldad de Roldán, a quien había dejado por alcalde mayor
- Capítulo LXXV. Cómo Roldán procuró sublevar la villa de la Concepción y entró a saco en la Isabela
- Capítulo LXXVI. Cómo Roldán incitó a los indios del país contra el adelantado, y se fue con los suyos a Xaraguá
- Capítulo LXXVII. Cómo llegaron navíos de Castilla con vituallas y socorros
- Capítulo LXXVIII. Cómo los tres navíos que el Almirante mandó desde las Canarias llegaron donde estaba la sedición
- Capítulo LXXIX. Cómo estos capitanes hallaron al Almirante en Santo Domingo
- Capítulo LXXX. Cómo Roldán fue a ver al Almirante, y no llegó a ningún acuerdo con éste
- Capítulo LXXXI. El convenio que se hizo entre el Almirante, Roldán y los rebeldes
- Capítulo LXXXII. Cómo después del ajuste fueron los rebeldes a Xaraguá, diciendo que iban a embarcarse en las dos naves que enviase el Almirante
- Capítulo LXXXIII. Cómo los rebeldes mudaron de propósito en el ir a Castilla, e hicieron nuevo convenio con el Almirante
- Capítulo LXXXIV. Cómo vuelto Ojeda de su descubrimiento, causó nuevos alborotos en la Española
- Capítulo LXXXV. Cómo por informaciones falsas y fingidas quejas de algunos, enviaron los reyes católicos un juez a las Indias, para saber lo que pasaba
- Capítulo LXXXVI. Cómo el Almirante fue preso y enviado a Castilla con grillos, juntamente con sus hermanos
- Capítulo LXXXVII. Cómo el Almirante fue a la Corte a dar cuenta de sí a los reyes católicos
- Capítulo LXXXVIII. Cómo el Almirante salió de Granada para ir a Sevilla y hacer la armada necesaria para su descubrimiento
- Capítulo LXXXIX. Cómo el Almirante salió de la Española, siguiendo su viaje, y descubrió las islas Guanajas
- Capítulo XC. Cómo el Almirante no quiso ir a Nueva España, sino continuar hacia Oriente, en busca de Veragua y el estrecho de Tierra Firme
- Capítulo XCI. Cómo el Almirante fue por la costa de Oreja hacia el Cabo de Gracias a Dios, llegó a Cariay, y lo que vio e hizo allí
- Capítulo XCII. Cómo el Almirante partió de Cariay, fue a Cerabaró y Veragua, y navegó hasta que llegó a Portobelo, cuyo viaje fue por costa muy provechosa
- Capítulo XCIII. Cómo el Almirante llegó a Puerto de Bastimentos y al de Nombre de Dios, y navegó hasta que entró en el del Retrete
- Capítulo XCIV. Cómo por la fuerza de los temporales volvió el Almirante hacia Poniente para saber de las minas e informarse de Veragua
- Capítulo XCV. Cómo el Almirante entró con sus navíos en el río de Belén y determinó edificar allí un pueblo, y dejar en él al adelantado, su hermano
- Capítulo XCVI. Cómo el adelantado visitó algunos pueblos de la provincia y las cosas y costumbres de los indios de aquella tierra
- Capítulo XCVII. Cómo para seguridad del pueblo de los cristianos fue preso el Quibio, con muchos indios principales, y cómo huyó por negligencia de los que le guardaban
- Capítulo XCVIII. Cómo habiendo salido el Almirante para Castilla asaltó Quibio el pueblo de los cristianos, en cuyo combate hubo muchos muertos y heridos
- Capítulo XCIX. Cómo huyeron los indios que estaban presos en las naves, y el Almirante supo de la derrota de los de tierra
- Capítulo C. Cómo el Almirante recogió la gente que había dejado en Belén, y después navegamos a Jamaica
- Capítulo CI. Cómo el Almirante envió con canoas, desde Jamaica a la Española, a dar aviso de que estaba allí perdido con su gente
- Capítulo CII. Cómo los Porras, con gran parte de la gente, se rebelaron contra el Almirante diciendo que se iban a Castilla
- Capítulo CIII. De lo que hizo el Almirante después que los rebeldes partieron a la Española, y de su ingenio para valerse de un eclipse
- Capítulo CIV. Cómo entre los que habían quedado con el Almirante se levantó otra conjuración, la que se apaciguó con la venida de una carabela de la isla Española
- Capítulo CV. Cómo se supo lo acontecido en su viaje a Diego Méndez y a Fiesco
- Capítulo CVI. Cómo los rebeldes volvieron contra el Almirante, y no quisieron entrar en ajuste alguno
- Capítulo CVII. Cómo llegados los rebeldes cerca de los navíos, salió el adelantado a darles batalla, y los venció, prendiendo a su capitán Porras
- Capítulo CVIII. Y último. Cómo el Almirante pasó a la Española, y de allí a Castilla, donde fue a Nuestro Señor servido de llevarle a su Santa Gloria en Valladolid
- Libros a la carta