W. R. Bion, la obra compleja
eBook - ePub

W. R. Bion, la obra compleja

  1. 232 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub
Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

En este libro profundo, novedoso y provocador, los autores abordan la obra de Bion con una visión evolutiva, señalando las aperturas de pensamiento que lo colocaron mucho más allá de su tiempo. No se hace aquí el clásico abordaje de su pensamiento en fases sino en cuestiones, que "saltan" hacia nuevas cuestiones con una lógica interna singular. Estos saltos reflejan la importancia de la obra de W. R. Bion y contemplan la diferencia teórico-clínica con otros autores. Para resaltar esta diferencia, hay que describir el sentido fundacional de la obra de Bion, un sentido que no se limita a los textos, sino que los trasciende y nos toca como pensamiento vivo. Para que este sentido fundacional sea captado, es necesario considerar el cambio en la forma de pensar provocado por Bion y las consecuencias de este cambio en el trabajo analítico. Bion tenía un sano desdén por el formalismo riguroso y una genuina informalidad en la manera de comunicar su pensamiento, combinando conceptos sutiles y abstractos con una complejidad técnica que nunca se logra dominar por completo. Bion es un pensador y un científico del psicoanálisis que desempeña con arte su función de crear nuevas cuestiones, que quedan abiertas para ser respondidas. En palabras de Roosevelt Cassorla, autor del Prólogo, hay en este libro "provocación creativa, al ampliar el pensamiento del provocador Bion, que molesta porque anuncia cambios catastróficos, que implican saltos (cesuras) entre lo conocido y lo desconocido."

Preguntas frecuentes

Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
Sí, puedes acceder a W. R. Bion, la obra compleja de Arnaldo Chuster, Gustavo Soares, Renato Trachtenberg en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Psychology y Psychoanalysis. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2022
ISBN
9789878362502
Edición
1
Categoría
Psychology
Categoría
Psychoanalysis

CAPÍTULO I
La obra compleja

Bion (1962a, 1970) nos habló de pensamientos sin un pensador, expresión que sorprendió a muchos, que reaccionaron indignados contra tal idea afirmando que ¡no puede haber pensamientos sin un pensador! Para muchos fue una herejía o una burla de Bion. La respuesta a tal reacción es simple: no puede haber pensamientos sin un pensador en la lógica del determinismo psíquico, pero, cuando se trabaja con la complejidad del pensar, los pensamientos sin un pensador constituyen solo una de las posibilidades.
Lo mismo ocurre cuando se habla de la expresión “memoria del futuro”, que dio título a la trilogía (Bion, 1975, 1977 b, c); desde el punto de vista del determinismo, no es posible recordar algo que no sucedió, pero, desde el vértice de la complejidad, es plenamente posible hablar de una sombra que viene del futuro a través de la cual tales pensamientos nos llegan. Del mismo modo, es probable que seamos alcanzados simultáneamente por pensamientos extraviados, pensamientos salvajes y pensamientos con dueño. Necesitamos una red psicoanalítica para captarlos.
Los pensamientos sin un pensador, una vez pensados, generan una extensa novedad que podemos llamar creación histórica, es decir, un hito, un antes y un después y, más específicamente, una cesura. Una de sus facetas es la producción de turbulencia emocional que suscita intentos de apaciguamiento por parte del establishment y sus asociados. Estos intentos tienden a bloquear la originalidad del pensamiento mediante acciones de denigración moral, negación de su valor dentro del sistema o, más comúnmente, mediante afirmaciones de que no es legítimo. En el caso del psicoanálisis, se dice a la ligera que no son ideas psicoanalíticas. En ninguna otra actividad se practica tan descaradamente este tipo de descalificación simplista y autoritaria.
Pensamos que, si no adoptamos la complejidad del pensar psicoanalítico, estos dichos absurdos seguirán siendo proferidos con la consecuente decadencia del sistema institucional que los sustenta. Por esta razón, procedamos en este punto mostrando que, incluso en el camino más “familiar”, o uno que los lectores del establishment puedan soportar al identificar lo que un colega inglés llamó en la Conferencia de Boston (julio de 2009) como “el bueno y viejo Bion” (es decir, la parte de la obra que tiene elementos reconocibles del lenguaje kleiniano), algunos puntos fundamentales y originales parecen negarse por escapar de esta comprensión común o tradicional.
De los extractos de la obra de W. R. Bion más conocidos en el campo psicoanalítico, destacamos tres momentos principales: la teoría de los grupos, desarrollada a finales de la década de 1940; “La teoría de la diferencia entre las partes psicóticas y no psicóticas de la personalidad”, desarrollada durante la década de 1950; y algo de la Teoría del Pensar, que aparece a principios de los años 60; a partir de este punto, la dificultad aumenta exponencialmente. Pero, en este mismo camino más reconocido, algunos puntos originales parecen pasar desapercibidos. Intentaremos resaltarlos, ya que son parte de la complejidad que Bion insertó en el psicoanálisis, y ahí es donde se encuentra la principal dificultad para leer a Bion. Sin embargo, si la complejidad es el vértice adoptado, Bion se convierte en un autor absolutamente claro en sus proposiciones.
En la teoría de los grupos, una notable intuición le permitió a Bion anticipar, mucho más allá de su tiempo, descubrimientos arqueológicos que describen en el funcionamiento grupal la presencia de “rastros psíquicos del grupo pre-humano”, grupos nómadas de las sabanas africanas, que se organizaban de acuerdo con los patrones descritos por los supuestos básicos. El grupo humano es, desde esta perspectiva, una evolución de estos vestigios a un grupo de trabajo, es decir, un grupo de producción.
Los descubrimientos arqueológicos a partir del año 2000 muestran que los australopitecos, la especie que nos precedió, se movían de día por las sabanas africanas y de noche, para protegerse de los depredadores, se organizaban en tres círculos concéntricos. El más externo estaba formado por individuos en alerta para dar señales de fuga o para luchar contra los depredadores; en el centro se encontraban los individuos dependientes –hembras, bebés, ancianos y enfermos– y, entre los dos, había un espacio para los machos del círculo exterior que traían las hembras para aparearse. Por estas razones, los supuestos básicos no son una teoría evolutiva, como una teoría de la libido, y ocurren simultáneamente dentro de la misma dimensión que Bion llamó el sistema proto-mental. Cuando nos enfocamos en uno de los supuestos, no podemos enfocarnos en los demás, ya que están contenidos en la reacción corporal de los miembros del grupo. Esta descripción responde a la complejidad de las observaciones.
El segundo punto se refiere a la descripción de la mente a través de un modelo espectral de posibilidades entre “partes psicóticas y no psicóticas”, en contraposición al modelo estructural tradicionalmente utilizado en psicoanálisis. El modelo espectral fue una consecuencia de la crítica de Bion a las teorías psicoanalíticas clásicas durante la década de 1950. Él indica la observación de una serie de fenómenos que la teoría existente no podía cubrir y decide abordarlo de una manera propia que implicó una cantidad importante de observación, imaginación y capacidad clínica.
Con esta crítica se deja de lado el asunto del diagnóstico de inspiración psiquiátrica, lo que da paso a la observación de fenómenos desde la perspectiva de las acciones que reemplazan pensamientos, alucinaciones provocadas por objetos extraños, terror sin nombre, miedo a la aniquilación inminente, odio a las relaciones con la realidad interna y externa y a las funciones que las establecen, ataques a los vínculos, transformación del amor en sadismo por el predominio de impulsos destructivos, exceso de identificación proyectiva que obstaculiza el pensar.
El modelo de Bion lleva al pensar psicoanalítico a buscar nuevas formas de describir el fenómeno psicótico. Nuestro futuro psicoanalítico depende de ello porque, si no podemos hacerlo, los tratamientos estarán cada vez más basados en medicamentos que traducirán una visión medicalizada y pesimista sobre el pronóstico de cualquier individuo.
Cabe señalar que, en general, la medicalización pretende representar métodos de tecnología moderna, lo que hace que las prescripciones y las prácticas sean ambiguas y se guíen por las tasas de éxito y fracaso. Nada peor que esto cuando consideramos la complejidad de los fenómenos psíquicos. En este punto, la brecha entre la práctica médica y el psicoanálisis se hace cada vez más presente. Mientras la medicación insiste en ignorar la singularidad de los individuos, reduciéndolos a un mínimo común denominador de reacciones químicas, el psicoanálisis va en una dirección totalmente opuesta, especialmente para Bion, que aplica incondicionalmente el principio de la singularidad.
La historia del psicoanálisis, así como la historia de la ciencia, avanza a saltos discontinuos, no porque sea ciencia o psicoanálisis, sino porque en ellas se encuentra el proceso de transformaciones que Bion supo delinear muy bien. Las transformaciones ocurren en saltos discontinuos, no lineales. Esto caracteriza al ser humano desde sus inicios y expresa su constante angustia ante lo nuevo, lo que no siempre ocurre con la psiquiatría, que trata en forma determinista de evitar saltos y acomodarse, con lo cual sufre un lento desarrollo.
La cultura médica y psiquiátrica conservadora terminó construyendo una especie de torre de Babel porque el concepto de terapia se convirtió en una especie de culto a sí mismo. Este culto se basa en el ser “racional”, cognitivo-conductual, que no es más que una estructura rígida que obedece a leyes y relaciones científicas, positivistas y tecnocráticas. Es una especie de metafísica que es el postulado complementario indispensable que subyace en el imaginario del capitalismo, donde prevalece la significación social imaginaria de una expansión ilimitada del dominio racional. Así, se cree que exclusivamente con el uso de medicamentos es posible solucionar cualquier problema y se genera la creencia de que se inventarán sin límite, con la perspectiva de ir acercándose cada vez más a un estado de perfección.
Cuando realmente se trabaja con transformaciones, la idea del ser implica una constante creación/destrucción de formas, es decir, una discontinuidad, de la que surge una novedad radical y una estratificación de lo existente, lo que corresponde a grandes trastornos en el imaginario científico que intervienen al considerarse una teoría de la Observación.
Se le exige al psicoanálisis “explicaciones” que no puede proporcionar. Sin embargo, ni siquiera es su campo explicar. Freud le dio a su primera gran obra el título La interpretación –y no explicación– de los sueños. Freud describió que estaba lidiando con dos niveles de sentido: uno manifiesto y otro latente. No se trataba de explicarlos, sino de reconocer sus diferencias y captar el movimiento entre los dos, mediante una interpretación de las asociaciones de ideas que surgían.
Asimismo, Melanie Klein describió dos niveles, dos posiciones, que se relacionan e interactúan, y conducen no a explicaciones, sino a la posibilidad de acceder a una búsqueda de sentidos y significados que nos organizan y desorganizan.
Bion amplió esta idea agregando el concepto de hecho seleccionado, que mostrará la negociación entre las posiciones y las posibilidades de comprender mejor el grado de confusión que aparece subyacente a los fenómenos psicóticos. Además, añadió el concepto de envidia como fuerza que inhibe la acción de los objetos revitalizantes o estimulantes del crecimiento y corta el vínculo con ellos, actuando de acuerdo con el modelo canceroso. Es decir, apunta a la inmortalidad y a una fenomenología que genera un pensamiento elitista y arrogante. Cuando el envidioso es desafiado, el retador es inmediatamente acusado de envidioso satánico.
El infierno musical, detalle del cuadro de Hieronymus Bosch, El jardín de las delicias. Ejemplo de elementos beta, objetos extraños, parte psicótica de la personalidad.
El tercer punto, todavía relacionado con el modelo espectral, es la relectura del “mito de Edipo” a través del vértice de la parte psicótica de la personalidad exteriorizada por el fenómeno de la arrogancia2 de los personajes. Al buscar la verdad, Edipo sucesivamente está aterrorizado, desanimado y es desafiado y acusado de arrogante. Sin embargo, ninguno de sus interlocutores le dice toda la verdad, solo le dicen una verdad a medias, es decir, se le dice una buena mentira en lugar de la verdad. Los interrogadores reclaman para sí mismos un saber “completo”. Por lo tanto, hay un doble movimiento en el que un elemento intenta colocarle al otro la etiqueta de arrogante. Por ejemplo, el Oráculo tiene la función de revelar la verdad, pero acusa a Edipo de arrogante por desear buscar la verdad.
Bion muestra así que la cuestión central del psicoanálisis es la búsqueda de la verdad, y ubica la cuestión de la sexualidad como periférica o como fuente de acceso a un problema más profundo, que es la esencia psicótica del ser humano en relación con la verdad. Al hacerlo, se establecerá un espectro de la siguiente manera:
Sexualidad <––– Búsqueda de la verdad –––> Mentira
Ciertamente era una osadía de parte de Bion afirmar que en el complejo nuclear de la neurosis existía un núcleo psicótico activo con el que se hacen pactos constantemente, lo que genera una configuración que describió entre la arrogancia, la estupidez y la curiosidad. La arrogancia sería una transformación del orgullo regido por impulsos destructivos, la curiosidad sería una curiosidad mórbida, una que lleva al individuo a apreciar solo el mal, y la estupidez sería un término que contiene los significados de un acto agresivo y mentalmente estrecho.
No obstante, pensamos que el aspecto más original de esta visión fue situar al psicoanálisis en el contexto de una ética trágica: la verdad es fundamental y, sin embargo, nunca se podrá alcanzar. La ética es trágica porque traduce a la verdad como un personaje del que se habla en el escenario, pero no está ahí. Su vigor viene dado por su falta. Los esfuerzos para evitarla son constantes, de ahí el espectro de la mentira. Así, frente a una verdad siempre inalcanzable, lo único que nos queda como seres humanos es crear, imaginar cuál sería la verdad si pudiéramos alcanzarla y, como lo que más se crea en la mente son los pensamientos, una Teoría del Pensar es una consecuencia natural para quien pensó en el psicoanálisis desde el vértice de una ética trágica (Chuster, A., 1999).
Además, una observación detallada de la lectura de Bion muestra la complejidad de la situación en la que cada personaje intenta colocarle al otro la actitud que toma frente a la verdad; Edipo va en busca de la verdad como investigador, pero es acusado de arrogante por el Oráculo, que lo aterroriza y lo dirige en la dirección opuesta a su seguridad. Edipo corre hacia el trágico destino. Esta circularidad se repite sucesivamente con los demás personajes: Tiresias, Layo en la encrucijada, la Esfinge, Yocasta y el propio Edipo al final, cuando se ciega con el broche de Yocasta (símbolo del poder real) y pasa a depender de su hija Antígona.
En 1962, Bion presentó en el Congreso de la Asociación Psicoanalítica Internacional, en Edimburgo, el trabajo Una teoría del pensamiento, que fue consecuencia de esta reinterpretación del mito de Edipo a través de una ética trágica (Bion, 1958). El tono de la obra responde a la tragedia de la verdad: el ser humano no tiene salida sino a través de su pensar y su capacidad de imaginar qué sería la verdad si pudiéramos llegar a ella. En este enfoque, hay un “devenir”, más que un saber. Una cuestión que será muy explícita en el trabajo Transformaciones (1965).
La teoría del pensamiento, que constituye el principal pilar teórico de la obra de Bion, suscitó en su momento numerosas reacciones contrarias. En la presentación, un destacado analista se ...

Índice

  1. Cubierta
  2. Portada
  3. Epígrafe
  4. Prólogo
  5. Introducción
  6. Capítulo I. La obra compleja
  7. Capítulo 2. Preconcepción, pasaje pre-humano/humano: un cambio de paradigma en el psicoanálisis
  8. Capítulo 3. La mente del analista en el campo complejo
  9. Capítulo 4. Consecuencias de la adopción del objeto complejo
  10. Capítulo 5
  11. Capítulo 6. Aspectos detallados de una Tabla negativa: La maldad y la complejidad del mal
  12. Capítulo 7. La complejidad en las diferencias entre ética y moral: reflejos en el trabajo analítico
  13. Capítulo 8. El psicoanálisis como complejidad: una teoría de las transformaciones
  14. Capítulo 9. Decisión y método en el campo analítico: las elecciones de las teorías psicoanalíticas
  15. Capítulo 10. Una clínica de los límites humanos: imaginación y lenguaje de logro
  16. Capítulo 11. La transferencia como un soñar
  17. Capítulo 12. El modelo complejo de transferencia: el espectro turbulencia emocional/cesura
  18. Capítulo 13. La imaginación del analista y la imaginación radical
  19. Conclusión
  20. Anexo
  21. Referencias
  22. Índice de títulos de la obra de Bion
  23. Sobre los autores
  24. Sobre este libro
  25. Otros títulos de nuestra editorial
  26. Créditos